Ver películas en su lengua original subtituladas en cines en la provincia de Cádiz hace casi treinta años era algo imposible. Con la excepción de Alcances y algún cine club que pudiera sobrevivir, la pantalla grande estaba reservada para la eclosión de los multicines, con la misma película una y otra vez en cada ciudad, con una amplia oferta de lo más comercial pero con películas dobladas. Quienes queríamos ver cine original teníamos que ir -no exagero- a Madrid, quizá algo en Sevilla.
Mis excelentes relaciones con el director de Cinesa por entonces, Ricardo Gil, al que acompañé desde los inicios en los que comenzaron a construir los cines de Bahía Sur y su inauguración en 1992, hizo que fructificara una idea pionera para la zona. Le insistí en que sería un 'bombazo' que pudieran proyectarse algunas películas interesantes en original subtituladas, unas 'sesiones golfas' que patrocinara Radio La Isla a través del programa #UltimoEstreno con regalo de un determinado número de entradas y otra parte a taquilla. Estuvimos viendo las películas disponibles, había sus inconvenientes para exhibirlas por determinados derechos en función de las fechas de estreno y otros detalles. Llegamos a la conclusión de que podíamos empezar con títulos atrayentes para los buenos amantes del cine.
La idea se hizo realidad y en los cines Bahía Sur, en 1994, se pudieron ver películas en original con subtítulos. Y logramos mezclar cintas que entusiasmaron en su momento, como el 'Drácula' de Coppola estrenada dos años antes, pusimos más pasta para traer 'Aladdin' de Disney al poco de ser estrenada doblada y una sesión que llenó fue la de 'Blade Runner', el viernes 4 de febrero de 1994. Que no me guste la película no significa que no nos esforzáramos por los espectadores, que son los que mandan.
Así que hace unos días acaban de cumplirse los 27 años desde que se cumpliera ese sueño, y aquí os muestro la entrada-invitación que se imprimió para aquello, y que fue un ir constante de personas a la emisora para pedir entradas, lo que vino a demostrar que los bichos raros por entonces éramos más de dos.