jueves, 22 de octubre de 2020

Marge Champion: Blancanieves y su bamboleo



Walt Disney siempre tuvo de inocencia infantil en sus películas lo que yo de defensor de Donald Trump. Solo alguien muy corto no sería capaz de comprobar hasta dónde era capaz de llegar el tío Walt cuando crea a Minnie Mouse a finales de los años veinte y la pone a correr huyendo de dos huevos fritos y una salchicha, un príncipe enamorado besa a una muerta en un claro ejemplo de necrofilia o una mujer enloquece a siete hombres (enanos, pero hombres) que babean cuando la ven y además los mete en la cama con mucho amor.
Son solo tres ejemplos, podemos estar hasta mañana escribiendo al respecto de una escuela que aprendió bien la lección. Muchos años después de Disney muerto, el mundo fliparía con una película de la factoría en la que, además de discutir sobre aquello de "la belleza está en el interior", un candelabro se lía con una plumera tras una cortina entre otras cosas subliminales nada infantiles.
Hoy me quedo con lo de Blancanieves y sus hombrecillos por razones obvias. No era de extrañar que, para conseguir ese movimiento de la protagonista, Disney requiriera una mujer en condiciones para copiarle su sinuosidad. Entre las excelencias de la película, siempre me quedé absorto, desde pequeño, con Blancanieves meneando su cuerpo de esa manera, hasta saber que había sido esta mujer que ahora ha fallecido quien 'dio vida' a semejante dibujo animado que ríase usted de Jessica Rabbit, tan ordinaria ella.
Desde mi infancia hasta hoy mismo, mi atrofiada mente quiso convertirme en enano para que Blancanieves me diera las buenas noches. Porque como decía Raúl Arévalo en esa extraordinaria película que es 'Los girasoles ciegos' sobre Maribel Verdú..."es que se bambolea". #UltimoEstreno

Informa el colega en esto del critiqueo cinematográfico Juan Luis Sánchez:

lunes, 19 de octubre de 2020

"Por ti, Antonio. Veinte años después"



Lo enviaron del País Vasco a Valencia, pasando de ser escolta de un concejal amenazado por ETA a cumplir, en principio, con una misión similar pero acompañando a Antonio Ferrandis. Al poco tiempo, Juan Valverde fue mucho más que un protector y el chófer del actor. Se convirtió en su secretario, pero también en su asesor personal, en su confesor, en su confidente, en el bastón de apoyo de la vida de Ferrandis y en "el hijo que nunca tuvo", como confesaría el propio actor. Tanto es así que Juan Valverde fue quien compareció oficialmente ante los medios, a las puertas del hospital, para comunicar su fallecimiento.
El 16 de octubre se cumplieron 20 años de la muerte de Antonio Ferrandis. Para recordar a este grandioso artista, en breve estrenamos en el canal #UltimoEstreno de Youtube un reportaje que incluye una pormenorizada entrevista a Juan Valverde en la que nos cuenta sus experiencias con Ferrandis y anécdotas como la que os adelanto en el tráiler cuando Valencia le dedicó una calle, un recorrido por los lugares donde vivió y pisó las tablas del teatro y donde reposan sus restos, así como sus primeros pasos sobre los escenarios y sus películas más destacadas.
Estad atentos, el montaje ya se está terminando...
"Por ti, Antonio. Veinte años después".