Hoy, 15 de marzo, el compositor Ry Cooder cumple 73 años.
Conocido por su virtuosidad con la guitarra slider, no es un músico que escriba expresamente para el cine. Autor de una quincena de bandas sonoras, su partitura más famosa fue la de la película 'París, Texas' (1985), dentro de los trabajos realizados para la filmografía de Win Wenders, director con el que ha trabajado en numerosa ocasiones.
Para analizar su banda sonora he visionado nuevamente 'París, Texas', corroborando nuevamente que se trata de una película tan de culto como lenta y carente de pulso en una buena parte de su metraje. Es cierto que este soporífero ritmo lo olvidas cuando Travis llega a la cabina erótica y comienza a hablar por teléfono con Jane (una extraordinaria y bellísima Nastassja Kinski) sin que puedan verse a través del cristal y él va paulatinamente revelándole detalles para que ella descubra quién es. Pero al filme le cuesta llegar al desenlace y la banda sonora no ayuda, porque a pesar de ser una clásico, su función se limita a apostillar de manera tímida momentos que, ciertamente, ayudan a comprender la soledad del protagonista y la situación de la familia a su alrededor tras el estado de shock en el que le recogieron, pero sus limitaciones en su composición y su eclecticismo, así como su colocación en puntuales momentos mientras que en otros no aparece para sumar calidez, lastran muchísimo una película que, por momentos, me recuerda a la misma pesadez que cuando Clint Eastwood se pone romántico, incluso copiando tanto él como Lennie Niehaus a Cooder a la hora de componer. No es de extrañar, porque Cooder es un gran conocedor de la música americana y mexicana como demuestra en 'París, Texas'.
En el vídeo de hoy tenéis en primer lugar el inicio de la película, con su tema más famoso y utilizado durante años en TVE para el programa 'Documentos TV'. Son catorce compases iguales los que dan base al desarrollo del tema de guitarra, sencillo pero efectivo. En la segunda secuencia, Travis va a la escuela a recoger a su hijo, Hunter, pero éste aun no lo acepta. La música expresa el lamento por ello y precisamente este tema, de claras connotaciones mexicanas, se repite muy suavemente en la secuencia posterior, en la que Travis está descubriéndose en la cabina a Jane. El trinomio que conforman con el niño y el uso del tema previamente relacionado con él a la salida de la escuela no es gratuito.
Después os ofrezco dos momentos para la polémica: Jane descubre que el hombre al otro lado es Travis. ¡No hay ni una nota de música! A la siguiente, Jane se encuentra con su hijo en el hotel y se abrazan. ¡Tampoco hay música! ¿Está mejor así, o estos momentos cúlmenes hubieran necesitado apoyo musical?
Para terminar el vídeo, dos bandas sonoras más de Ry Cooder: la película 'Cruce de caminos', (1986) en la que el duelo de guitarras casi al final es el momento más importante con el jovencito Ralph Macchio ('Karate Kid') dándole al rasgueo de música escrita por Cooder, y el vals muy americano con el que finaliza la más que interesante película 'Primary Colors', con un John Travolta de presidente de USA reflejándose en el espejo de los escándalos sexuales que envolvieron a Clinton.
(Texto perteneciente al libro 'Las bandas sonoras para despedir los días', de inminente publicación).