martes, 21 de mayo de 2024

Fallece el compositor polaco Jan Kaczmarek



Ha muerto Jan A. P. Kaczmarek. El compositor polaco luchaba desde hace años contra su enfermedad de una manera cruel. Su padecimiento degenerativo incluso obligó a su familia, concretamente a su hija, a pedir públicamente ayuda económica para ellos puesto que Kaczmarek ya no podía depender de sí mismo y su mujer tuvo que cesar su actividad laboral para cuidarlo. Aunque nació en Polonia, el compositor vivía en Estados Unidos, donde ya sabemos que la sanidad y la dependencia no son consideradas necesidades públicas. Y a eso le llaman estado del bienestar.

Con más de cincuenta bandas sonoras a sus espaldas e inquietudes organizativas como fundar festivales de música cinematográfica, obtuvo el Oscar por su clasicista y elegante partitura para «Descubriendo Nunca Jamás» en un año en el que «La Pasión de Cristo», de John Debney, era la favorita para la estatuilla. Su Oscar, justo o no, sirvió para que muchos conocieran a este notable artista del que yo siempre me he quedado con su banda sonora y su piano para «Infiel», la película protagonizada por Richard Gere y Diane Lane en 2002. En el enlace de vídeo os dejo al maestro y amigo Diego Navarro dirigiéndola en el Festival de Música de Cine de Tenerife (Fimucité) en 2009. Jan estuvo en España en esa edición y en 2016, en el Festival de Música de cine de Málaga (MOSMA).

El productor musical Ray Costa acaba de escribir en facebook el siguiente texto: «Estuve en Cracovia el año pasado para la FMF y visité a Jan en el hospital. Estaba conectado a un respirador. Solo podía hablar en un susurro pero seguía tan alerta y encantador como siempre. Me dijo: “Le pedí a Dios 20 años más”. Le pregunté: “¿Qué dijo Dios?” Jan dijo: "Dios dijo que sí". Bueno, obviamente Dios tenía otros planes y ahora está guiando a los ángeles y charlando con Chopin».

Descanse en paz mientras esperamos que su país de origen tenga el justo gesto que se merece.




lunes, 13 de mayo de 2024

Superposición musical de dos obras maestras de Jerry Goldsmith: «El planeta de los simios» y «Acorralado»



TVE 2 emite esta noche, en «Días de cine clásico», la obra maestra «El planeta de los simios».

La banda sonora de Jerry Goldsmith es el claro ejemplo del uso no solo adecuado, sino perfecto, de la música en el cine, que no se compone para "ser bonita" ni escuchar en un CD, sino para cumplir una función narrativa. Y no, el tema de la caza del humano por parte de los monos a caballo no es música incidental si entendemos este término como secundaria por ambiental o 'de relleno'. Es un tema tan devastador como claustrofóbico con la particularidad de que ésta se suele provocar en escenarios cerrados y limitados, pero las escenas de «El planeta de los simios» se desarrollan en espacios absolutamente abiertos. La sensación de 'cazado' que sufre el espectador la provoca Goldsmith con su rudeza, con las llamadas de los cuernos sonando en los morros de los simios, con una atonalidad que hace pensar a quien visiona el filme que la acción no se desarrolla en un entorno, en un planeta conocido. Sin embargo, Goldsmith es partícipe fundamental del (maravilloso) engaño al que nos somete Franklin J. Schaffner.

La secuencia es tan demoledora como un final que lo es más aún porque, lejos de lucirse, Goldsmith no compone música para aquellos célebres planos finales. El hallazgo de George Taylor en la playa es más impactante todavía con solo el rumor de las olas. Y el silencio, ese maldito pero maravilloso silencio que, paradójicamente, tanta narrativa musical genera.

OBRA MAESTRA ABSOLUTA. Esta sí, qué puñetas.

Por cierto: hace tiempo que descubrí (personalmente, que conste) la magia que genera la superposición del tema de la caza de la banda sonora de Goldsmith con los compases del tema, también del mismo compositor, titulado 'Hanging On' de «Acorralado», mi otra banda sonora preferida de Goldsmith. Y es que en la película protagonizada por Stallone, Rambo también está siendo cazado por simios, por seres sin escrúpulos de una raza que no comprende nada...

Todo esto y mucho más lo puedes encontrar en el libro #lasbandassonorasparadespedirlosdias


domingo, 12 de mayo de 2024

Seis años de la muerte de Antonio Mercero




Como viene siendo ya una emotiva costumbre desde hace años, Nerja se ha acordado hoy domingo de Antonio Mercero, mucho más que lo hace a diario. Este 12 de mayo se cumplen seis años de la muerte del director de «Verano Azul». El cineasta y realizador de películas como «Espérame en el cielo», «La cabina» o «Planta 4º» o series como «Farmacia de guardia» falleció en Madrid a la edad de 82 años tras dejar un extraordinario legado en el que se incluye la serie televisiva rodada en Nerja hace ya más de cuatro décadas y que permanece en el recuerdo de todos.

De esta manera, el monumento dedicado a Antonio Mercero que realizara el artista torreño Francisco Martín y que se encuentra ubicado en el paseo del mismo nombre que el cineasta, en la playa de Burriana, ha amanecido esta mañana con una corona de flores con una cinta blanca y letras doradas en las que se puede leer la bonita leyenda «Gracias por tantos veranos azules».

Este homenaje y recuerdo floral a la memoria de Mercero no viene firmado por un particular ni entidad alguna, con el objetivo de sus auspiciadores de que se constituya en un gesto global llevado a cabo por el pueblo al que tanto ha aportado la serie televisiva del director durante este casi medio siglo. No obstante, quienes se encargan de cumplir puntualmente con que se recuerde a Mercero cada 12 de mayo es la familia de Ayo, cuyo merendero se ubica a escasos metros del monumento. Y es que el querido hostelero y su hija Marta, junto con la divulgación permanente que de la serie hace Miguel Joven, son los principales valedores de la memoria de Mercero en Nerja.

Aportamos las fotografías de cómo se encuentra el monumento este domingo, así como un vídeo, que esta misma mañana me ha enviado Marta. ¡Muchas gracias!

Información procedente de la web www.regresoaveranoazul.com







miércoles, 8 de mayo de 2024

Cuarenta años de Dinamic



Dinamic es un nombre unido indefectiblemente a la generación de quienes tuvimos la ocasión de disfrutar del ZX Spectrum en su época dorada.

Corrían los años 1982 y 1983 y los hermanos Pablo, Víctor y Nacho Ruiz se convirtieron en unos adolescentes que descubrieron las posibilidades que ofrecía un ordenador doméstico recién salido al mercado... de 1 K de memoria. Con el ZX-81 empezaron a crear y cuando tuvieron la oportunidad de hacerse con el ZX Spectrum ya no hubo marcha atrás.

Hoy, justamente hoy, se cumplen 40 años de la creación oficial de Dinamic. Y no fue porque los hermanos Ruiz llevaran el nombre al Registro Mercantil, o inauguraran unas flamantes oficinas ni salieran a bolsa precisamente. La fecha del 8 de mayo la eligieron porque fue el día que les llegó el primer adolescente que les quería comprar un juego. Semanas antes habían puesto a la venta sus dos primeros programas, «Yenght» y «Artist», el primero un juego de aventuras escrito a caballo entre el Basic y el código máquina y el segundo un programa de consumo propio para hacer gráficos que decidieron finalmente comercializarlo. A pesar del esfuerzo por publicitarse en las revistas de la época con un anuncio que les costó un riñón, durante varias semanas nadie pidió un solo ejemplar ni de «Yenght» ni de «Artist». Hasta aquel 8 de mayo de 1984, en el que Pablo fue al buzón de su casa (por entonces existía una cosa que se llamaba correo postal para todo) y se encontró no una, sino varias peticiones de sus juegos. Ese día no se les olvidaría. Lo demás es historia viva de quienes crearon «Abu Simbel Profanation», «Babaliba», «Camelot Warriors», «Phanti's» y todo un abanico de juegos inolvidables para viejunos como yo.

Ayer, en las vísperas de este aniversario, Pablo Ruiz Tejedor y el programador Carlos Abril participaron en una clase magistral telemática organizada por U-tad, uno de los centros universitarios más importantes en los estudios y programación de videojuegos del mundo. En ella hablaron de la actualidad de las artes y la industria del videojuego, pero especialmente me emocioné en los prolongados momentos en los que Pablo contó los inicios de Dinamic junto a sus hermanos, la leonera en la que convirtieron la casa de sus padres (la llamada «Mansión Dinamic» en un paralelismo que los Ruiz quisieron hacer entre ellos y las ya reconocidas empresas de software como House: Ocean o Melbourne House) cuando empezó a llegar el material conforme crecían sus creaciones, hasta disfrutar de su primera oficina en la planta 29 de la Torre de Madrid.



Cuarenta años, nada más y nada menos. Cuando por entonces yo destripaba el código máquina del «Saimazoom» para encontrarle el poke y colocarle el valor para las vidas infinitas, jamás pude imaginar que iba a darle a un botón titulado «Entrar en la masterclass» e iba a encontrarme con quien hacía realidad lo que a muchos, hoy día, les parecerá ridículo: crear juegos con solo 48 K de memoria. Pero para mí, pulsar ese botón ha sido reencontrarme con mi adolescencia más feliz y comprobar que, como a mí y habiendo transcurrido toda una vida, quienes hicieron posible aquellos inolvidables títulos aún les brillan los ojos hablando de ellos.

Muchas felicidades, Dinamic. Aunque trasteáramos vuestras cosas y nos pusiéramos un parche en el ojo para ello.

ENLACE PARA VER LA MASTERCLASS ÍNTEGRA: https://www.youtube.com/live/fzKGSj7EXyk?si=HewplL8iAUoXY6pQ

martes, 7 de mayo de 2024

Números 1 y 2 en ventas en Amazon en los libros digitales para «Las bandas sonoras para despedir los días»



Maravillosa sorpresa que me depara mi libro «Las bandas sonoras para despedir los días» en los inicios de este mes de mayo: está en el PRIMER PUESTO DE LIBROS ELECTRÓNICOS de Amazon en la sección «Historia, teoría y crítica de arte, cine y fotografía», el 2º en «Cine, televisión y radio» y el nº 12 en «Música» en general. Son los datos que reproduzco a fecha del 7 de mayo, hace tan solo tres días el primer puesto también lo ocupaba el libro en la sección «Los más vendidos en cine, televisión y radio», el 5º en «Historia, teoría y crítica de arte, cine y fotografía» y el nº 50 en «Música» en general. Es decir, que no solo han alcanzado lugares estupendos en el ranking sino que se han consolidado y mejorado conforme han avanzado los días.

Todo esto es muy ilusionante. Ya se sabe que de escribir no vive nadie menos Pérez Reverte y compañía, de los libros digitales menos aún y de las regalías de Amazon para qué hablar. Pero el objetivo de este libro no es ganar dinero ni mucho menos.

¡No hay mayor alegría que ver a tu hijo crecer de esta manera y batallar por el reconocimiento de la música de cine! ¡¡GRACIAS A TODOS!!

www.lasbandassonorasparadespedirlosdias.com





lunes, 6 de mayo de 2024

«La clase», de Laurent Cantet


El pasado 25 de abril fallecía, a la edad de 63 años, el director francés
Laurent Cantet.

En una sociedad en la que el sistema educativo es incapaz de dar con la tecla para dejar de parir auténticos zopencos, el profesorado de cualquier país 'civilizado' debería proyectar esta película a su alumnado y, de paso, visionarla cada ministro o gerifalte político de Educación con el que se topen.

Olvídense de la necesidad de trípode para la cámara y pongan el piloto documentalístico aunque «La clase» no sea un documental. Es una sucesión de planos cortos centrados en un crisol de alumnos conflictivos de diferentes razas, con un profesor inteligente pero con límite de paciencia, un golpe al topicazo de la educación privada como la más aconsejable, al propio profesorado que discute sobre la máquina de café antes de debatir sobre la metodología educativa y los prejuicios de los propios chavales ante realidades como la homosexualidad.

La ronda de reuniones de los docentes con los padres es oro puro en una película que ganó la Palma de Oro en Cannes, el César francés pero, contra todo pronóstico, no se llevó el Oscar a mejor película de habla no inglesa en 2009 cuando todo apuntaba a que lo haría. El premio fue para la japonesa «Okuribito» («Despedidas», en nuestro país). Ambas están en la mejor plataforma de cine que es Filmin. Véanlas y ríanse ustedes de espantos como lo que hizo la Pfeiffer en 1995.

martes, 16 de abril de 2024

Jaime Chávarri: «No entiendo la nostalgia por el celuloide en tiempos en los que el digital es fantástico»



El director y guionista Jaime Chávarri («El desencanto», «Las bicicletas son para el verano», «Las cosas del querer») aseguró el jueves en Cádiz que los avances tecnológicos para hacer cine «son una bendición» y facilitan el trabajo a la hora de realizar una película «dadas las malas condiciones en las que hay que rodar hoy en día». El cineasta ha presentado su última película, «La manzana de oro», en el seno de la Escuela de Cine de la Universidad de Cádiz, en un pase con posterior coloquio celebrado en el Teatro Principal de Puerto Real.

Chávarri, retirado tras las cámaras desde que rodara «Camarón» en 2005 y preguntado por el público, afirmó no entender la nostalgia hacia el celuloide. "Es cierto que, en cuanto a imagen, este material posee una "transparencia" que no tiene el digital, pero la posibilidad de tener varias escenas montadas al mismo tiempo, poder hacer comparaciones y el trabajo en posproducción ha sido algo fantástico".

El director madrileño, cuyas películas han ganado numerosos premios a lo largo de su dilatada carrera aunque él personalmente no tiene un Goya a mejor dirección, explica que, con los progresos digitales «puedes etalonar mientras estás rodando y tienes una visión inmediata de lo que estás haciendo, algo que antes no podías hacer. No soy nada nostálgico con el celuloide y me pone un poco nervioso esa nostalgia del pasado, porque las cosas cambian en todos los sentidos».
Chávarri aseveró que los directores y productores que deseen pueden seguir rodando en analógico «siempre que tengan dinero», apostillando que las nuevas tecnologías contribuyen a que filmes como «La manzana de oro» se puedan rodar. «Ha sido una película de nueve semanas que hemos tenido que grabar en seis, enterándonos de ello un mes antes de empezar el rodaje... En analógico no se hubiera podido hacer, no hubiéramos tenido posibilidad de terminar la película».

En su intervención, el director de «A un dios desconocido» también habló de lo accidentado de la realización de su última obra debido a las divergencias con Producción. «Quiero que la gente joven que está aquí sepa que le pueden contar un cuento. Lo que se dijo en su momento después no cuenta para nada y eso se llama engaño. Eso existe. Lo primero que le dije al productor fue que yo llevo 17 años retirado y no me interesa volver al cine si no es con unas condiciones en las que yo pueda controlar las cosas, no que solo ocurran delante de cámara. No pude ensayar nada con los actores, ningún plano de la película tiene más de dos tomas, fue toda una absoluta precipitación y un suplicio. Y hay que saber estas cosas, porque hay gente que les importa un pito todo esto y tienes la sensación de que estás trabajando con el enemigo, y eso es muy desagradable».
No obstante, Chávarri afirma sentirse satisfecho con su película, gracias especialmente a un elenco actoral extraordinario en el que están presentes nombres como Sergi López, Marta Nieto, Paca Gabaldón o Joaquín Climent o, en el ámbito técnico, un extraordinario director de fotografía como Kiko de la Rica.

«La manzana de oro», basada libremente en el libro «Ávidas pretensiones» de Fernando Aramburu, autor de «Patria», es una película coral en el que lo trágico y lo cómico se entrelazan gracias a las situaciones provocadas por un grupo de poetas que, durante un fin de semana, se reúnen en una finca para exponer sus últimas inspiraciones literarias con el propósito de ganar el premio literario «Manzana de oro». Las extravagancias creativas de cada cual, con el trasfondo de sus problemas y fantasmas personales y la disparidad de los personajes en pantalla, generan una película «rara en el cine español» según la califica su director, enmarcada tanto en la comedia surrealista como en momentos en la astracanada tradicional española sin llegar a ser sal gorda, ofreciendo momentos de gran valor dialoguístico con otros menos trascendentes desde el punto de vista artístico. Mención especial merece la banda sonora del compositor y pianista portugués Ruí Massena, del que desconozco que haya escrito alguna otra música cinematográfica. Su tema principal, acompañando a los créditos iniciales del filme, varía en determinados momentos de la película y genera en el espectador sensaciones dramáticas y melancólicas más que comedísticas, circunstancia que puede contrariar de inicio. Pero Massena deja a las claras haberse decidido por narrar musicalmente la insatisfacción e incluso vacío de todos los personajes y dejar el dinamismo para momentos incidentales de la cinta que así lo requerían. La esencia musical se corresponde con la de la película, que no es otra que el crisol de frustraciones en pantalla: artistas que saben que jamás lo serán, parejas que se desprecian por amores vacíos o personajes extraordinarios como el de Changa (Sergi López), el mejor escritor de todo un monstruario frente al espectador pero atormentado por las frustraciones sentimentales y a contracorriente de la pedantería imperante entre tanto academicismo de corto alcance que Chávarri expone como crítica a las ínfulas del ser humano.

«La manzana de oro» puede ya verse en Movistar+.

Os dejo el vídeo del acto del jueves, de gran interés para quienes quieran adentrarse en todo lo que os he expuesto. Por supuesto en #UltimoEstreno, así como una galería de fotos de mi autoría.















Reencuentro tras casi veinte años

Me dio mucha alegría reencontrarme el pasado jueves con Jaime Chávarri. Nos nos veíamos desde el estreno de «Camarón», en 2005. De hecho, Jaime lleva retirado del cine casi dos décadas, aunque en 2023 volvió con «La manzana de oro», la tragicomedia -porque hay tragedia de personajes, no solo situaciones hilarantes y astracanadas- que hace unos días ha presentado en la Escuela de Cine de la Universidad de Cádiz, de la mano del gran Bruto Pomeroy Chiquillo.
Chávarri siempre ha sido uno de mis directores favoritos de nuestro país. El jueves le llevé una fotografía en papel que nos hicieron hace nada menos que 25 años, como él bien recordó. Nos pilló alguien, no recuerdo quién me dio la foto, cuando almorzábamos el día del estreno en Cádiz de «Besos para todos». Le dio mucha alegría verme y recordar aquel momento en el que hablamos de su trayectoria. Tanto que me firmó la foto por detrás. Algunos años después nos volvimos a sentar para hablar de «Camarón», pero no es una película de tan buenos recuerdos como tantas anteriores de su filmografía.
El otro día, en el Teatro Principal de Puerto Real, tiramos de memoria. Y él habló sobre «La manzana de oro», pero también sobre el inexorable paso del tiempo a la hora de hacer cine desde perspectivas como la tecnológica.