Hagan sus apuestas. Es noche de cuchillos largos en Cádiz. En realidad, odio esa expresión hecha. Tanto como otras que suelen utilizar algunos en los medios de comunicación y que no puedo con mi vida cuando las leo o escucho, caso de "pistoletazo de salida", "de poder a poder", "temas a tratar", "decir que"...
No entiendo porqué cuesta tanto trabajo evitar las frases hechas, sobre todo cuando son de tan mal gusto como la colección de bichos esos que ofrece un periódico en Cádiz. ¿Cómo puede alguien querer tener un escorpión metido en un taco de cristal encima del televisor de su casa? Si nada más abrir las páginas dobles donde se puede observar la promoción dan ganas de tirar las hojas a la papelera más cercana porque te empieza a picar todo el cuerpo...
El mal gusto es algo innato en la sociedad actual. La colección de La Voz es tan desagradable a la ética y la armonía como salir el sábado con chándal, llevar pendientes agitanados, rabillos pintados en los ojos, decir shosho al final de cada frase, lucir musculitos con camisetas de tirantes al estilo baloncestístico (qué pestilencia), ver televisiones locales cutres o flipar con poemas de Bécquer.
Esperemos que el jurado del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz no tenga mal gusto esta noche a la hora de elegir a los finalistas. Viendo cómo se las gasta, parece que apostará por lo de siempre, sin resquicio para renovar el COAC. Lo decía Vera Luque hace varios días, tras haber sido denostado en favor de momias y de cosas caducas (por cierto, mal gusto es también el tipo de la chirigota de Manolo Santander y esa nariz al fondo, me recuerda al culo de la agrupación 100% de raza mora y nadie se ha metido con el Santander...).
Puede ocurrir que volvamos a tener lo de siempre y las apuestas de Kike Remolino o Juan Carlos Aragón se queden fuera para dar paso a muermos oliendo a naftalina. Veremos. Por lo pronto, suerte (que la van a necesitar) para las agrupaciones que cantan hoy, especialmente para La banda del capitán Veneno y a su octavilla Carlos Mera (en la foto), un buen tío que, junto con sus compañeros comparsistas, tendrán que darlo todo esta noche.