El próximo 21 de agosto se cumplirán 45 años desde que Antonio Mercero exclamara el primer “¡Acción!” que repetiría durante los meses posteriores en varias localizaciones de la costa oriental andaluza, especialmente en el municipio malagueño de Nerja. Ese día de 1979 dio comienzo el rodaje de Verano Azul, que se extendió hasta diciembre de 1980. Su prolongación en el tiempo da muestras de que la gestación de la serie no fue un camino de rosas, sobre todo cuando estamos hablando de una producción rodada en celuloide, equipos técnicos de hace ya casi medio siglo y algunos parajes de complicada filmación por su accesibilidad, las características de la luz, las peculiaridades de sus protagonistas (la mayoría niños), etc.
Cuarenta y cinco años transcurridos son bastantes como para que el paso del tiempo haya alterado la fisonomía de los lugares de rodaje, si bien muchos de ellos siguen conservando su encanto y miles de seguidores de la serie viajan ‘en peregrinación’ cada año para conocer los lugares exactos donde se inmortalizaron momentos inolvidables de cada capítulo. En breve comienza un nuevo verano y muchos aguardan sus vacaciones con ilusión para programar un viaje a una Nerja, en pleno siglo XXI, algo distinta cuatro décadas después y bastante atestada de turistas en verano…
Apenas se suceden unos minutos de ‘El encuentro’, el primer capítulo de Verano Azul, y ya podemos ver una de las localizaciones más icónicas de la serie por ser la casa donde reside temporalmente una de las protagonistas. Aún permanece prácticamente tal y como apareció en televisión, aunque eso sí, es bastante complicado ver el inmueble desde el exterior con claridad debido a la empalizada que rodea la finca y la maleza ubicada tras sus muros y en el jardín anexo a la construcción. Hablamos de la casa de Julia, la pintora, encarnada por la actriz María Garralón.
Esta construcción al más puro estilo de un chalet de los que comenzaban a aflorar en los años 70 del pasado siglo por la zona está situado frente al actual Parador de Nerja, en la calle Ramón y Cajal 29, y el vial que serpentea entre la casa y el citado alojamiento turístico comunica el pueblo con la zona de bares, merenderos y viviendas de la playa de Burriana, cuyo avance turístico y urbanístico ha sido espectacular durante las últimas décadas.
Se trata pues de una zona de frecuente paso y unos enclaves cruciales para los amantes de Verano Azul. Un recorrido atinado te lleva, en apenas quince minutos, desde el pueblo a la casa de Julia, tras bajar la cuesta lateral a Burriana donde se encuentra el merendero de Ayo (y también el negocio de actividades acuáticas Educare Aventura donde desempeña su labor profesional Miguel Joven ‘Tito’), todo ello en el paseo marítimo ‘Antonio Mercero’ con el monumento que se le dedicó y, si eres aún más exigente, al final de Burriana basta mirar hacia arriba para saber que, sobre el perfil de acantilados que comienza en ese punto, se ubicó ‘La Dorada’ de Chanquete, lugar desde donde se contemplaba una espectacular vista de toda la playa de Burriana. Ahora esos terrenos son privados y se encuentran vallados. Es frecuente que los curiosos más valientes escalen hasta allí a pie, pero sus esfuerzos son infructuosos porque encuentran el terreno cercado y casi sin identificar dado los cambios originados por la naturaleza y por la mano humana aunque eso sí, es ligeramente visible, perdiéndose entre la maleza, la acequia de agua que circundaba el barco del viejo marinero.
De todas maneras, es obvio que una de las localizaciones más inalteradas de la serie, y bastante misteriosa, es la casa de Julia. En ella cobran especial protagonismo secuencias de reuniones de la pandilla, los momentos más tristes de la pintora, alguna que otra fiesta, vivencias de la despedida de los chicos antes de partir en el ocaso del verano… Inalterada porque, aunque la finca está muy oculta, se puede observar aún la valla de mampostería original, la vivienda en sí, la zona de jardín aunque abandonada, etc. Hay que detenerse para ello, aunque eso pueda suponer que en alguna que otra ocasión tengas la mala suerte de que en el interior se encuentre alguien de mantenimiento de la finca (que está vigilada por cámaras y otras medidas de seguridad para evitar los desafortunados robos acaecidos durante años) y te traten con la punta del pie por el mero hecho de contemplar la casa. Ya no digas fotografiarla. Sobre eso se ha hablado mucho y no es ahora el motivo de esta información.
Lo que está claro es que el lugar está ahí, que se desconoce públicamente quién es el propietario (que tendrá que constar en el Registro de la Propiedad de Nerja) y que transcurren los años sin que se vea intención alguna de reforma, rehabilitación, venta o alquiler a terceras personas y así evitar la, digámoslo claramente, penosa imagen que, en un lugar tan concurrido y emblemático de Nerja, da el estado en el que se encuentra la parcela. Van para cincuenta años y ríase usted del misterio que generaba la fantasmagórica casa del Gran Massip en su capítulo en comparación con el estado actual del lugar donde vivió Julia aquel inolvidable verano de la serie.
Desde ‘regresoaveranoazul.com’ hemos intentado, durante años, dedicar un reportaje detallado a la casa, si bien en la última ocasión fuimos, literalmente, perseguidos para ser agredidos por un individuo cuando intentamos hablar con él. No parecía ser su propietario, sino un empleado de mantenimiento extralimitado en sus cometidos. Tampoco se conocen declaraciones de los gobernantes municipales nerjeños (ni los de antes ni los de ahora) que hayan hablado del futuro de este lugar, ni posibles proyectos, insistimos, en un enclave que no solo es importante para los seguidores de Verano Azul, sino capital para el urbanismo de la localidad y la estética de la zona.
Enclave ideal para el Museo de Verano Azul
También desde este medio hemos expresado en más de una
ocasión que la parcela de la calle Ramón y Cajal, 29 sería el lugar ideal para
que el Ayuntamiento de Nerja realizara las gestiones oportunas para que fuera
el Museo de Verano Azul, un equipamiento en el que desarrollar temáticamente el
contenido de la serie, mostrar objetos originales relacionados con ella,
reconstrucciones, proyecciones y todo lo que significa un espacio temático que,
en este caso, atraería a miles de visitantes al año interesados por la serie y
que encontrarían en este lugar su particular ‘meca’ de peregrinación,
merchandising, etc. Gestiones obviamente con sus correspondientes dificultades
económicas, administrativas, urbanísticas, de derechos, etc. pero nada que no
hayan logrado en otras ciudades con figuras eminentes o hechos acaecidos en
ellas y que concitan el interés de miles de personas, como el caso de los
museos de Camarón de La Isla en San Fernando, el de Lola Flores en Jerez de la
Frontera, el Museo del Videojuego de Málaga, el de Rocío Jurado en Chipiona,
etc. Todo es cuestión de voluntad y que alguien comience a trabajar en un
proyecto de adecuación por encargo municipal, sus posibilidades de financiación
a todos los niveles, etc. hasta llegar a conseguir lo que sería un atractivo
extraordinario para la cultura y el turismo de Nerja.
Mientras, la vivienda se deteriora y la maleza que la rodea también, el misterio parece que ya ni crece sino que se torna en indiferencia y las posibilidades se agotan con el tiempo. Aunque una cosa está clara. La finca de Ramón y Cajal, 29 es privada, pero la información sobre ella es pública porque así consta en el Registro General del Catastro y en los portales donde se pueden vender o comprar las viviendas, caso de Idealista.com, uno de los más consultados y fiables del panorama inmobiliario actual.
“En idealista.com te ayudamos a valorar una vivienda”, reza
el lema de esta compañía especializada en la compra venta de fincas de toda
naturaleza. Y es en su portal de internet donde se puede conocer las
características de la llamada en realidad ‘Casita del Tajo’ y su precio actual
en el caso de que alguien desee adquirirla.
Datos públicos en idealista.com
La ficha de la parcela y su contenido en idealista.com nos aportan datos interesantes sobre ella: su construcción data del año 1965, catorce años antes del inicio del rodaje de Verano Azul. Se trata, por lo tanto de una de las primeras casas que se hicieron sobre aquellas lindes. Posee un uso residencial. La parcela cuenta con 760 metros cuadrados, de los que 107 metros cuadrados corresponden a la vivienda en sí y 16 metros cuadrados a un garaje-almacén, es decir, 123 metros cuadrados construidos en su totalidad. El resto es zona verde. La calidad de construcción es “buena”, según la calificación de los técnicos de idealista.com, y consta de tres habitaciones y un baño. Su número de referencia catrastal es el 2379510VF2627N0001IU y en el informe aparece el mapa en alzado con la configuración actual de la parcela y sus elementos como se aprecia en la imagen que adjuntamos que, al igual que todos los datos que aportamos en esta información, insistimos son públicos y pueden ser consultados por cualquier persona. Otro curioso dato: “en el tejado de Calle Ramón Y Cajal, 29 hay 16 m² disponibles para instalar paneles solares y recibe la luz del sol 3.126 horas al año”, según consta textualmente en el informe.
La pregunta del millón: ¿Cuánto cuesta ‘la casa de Julia’ si quieres comprarla o si deseas alquilarla? Lo primero que debemos aclarar es que la publicación de una parcela o finca en un portal o la constatación de sus datos en registros oficiales no quiere decir que estén en venta. De hecho, no tenemos constancia de que Ramón y Cajal, 29 esté en proceso de enajenación. Aunque nunca se sabe si alguien se interesa más allá y hace una oferta a sus actuales propietarios basándose en los datos que indicamos a continuación…
Las valoraciones de idealista.com se obtienen como
orientación, aunque eso sí, bastante fidedignamente, en función del mercado
inmobiliario del momento. Según el portal y consta en las gráficas que
acompañan a este texto, el valor estimado de venta de ‘la casa de Julia’ a mayo
de 2024 es de 463.553 euros, mientras que el valor de alquiler estaría en los
1.193 euros mensuales.
Vayamos en primer lugar con el valor de venta. “Para estimar
el precio esperado de un inmueble utilizamos gran cantidad de datos tanto
públicos como de idealista. La superficie que tenemos en cuenta son los m2
construidos que tenga la vivienda en el catastro. En el caso de los pisos
contamos también un porcentaje de las zonas comunes del edificio. En casas y
chalets además de la superficie de vivienda también contamos la de aparcamiento
y almacén”, explican desde idealista.com, que maneja dos valores principales
para establecer la media definitiva: el precio mínimo y el precio máximo. “El
precio mínimo es el que buscan pagar los compradores o inquilinos. Combina el
precio medio estimado con los descuentos y contraofertas que hacen los usuarios
que buscan casa en idealista”, argumentan. “El precio medio es el que esperamos
que se cierre una operación de venta o alquiler para ese inmueble. Está
calculado en función de multitud de factores: los atributos del inmueble, la
evolución del mercado en la zona y operaciones cerradas de inmuebles
similares”, aseveran desde el portal inmobiliario, que respecto al precio
máximo aclaran que “es el que quieren obtener los propietarios del inmueble. Se
estima utilizando los precios a los que se anuncian inmuebles similares en
idealista”.
Todo eso nos revela que quien quiera comprar la antigua
‘Casita del Tajo’ en este momento debe poner sobre la mesa unos 463.000 euros
de media para convencer a la propiedad.
Evolución del precio desde 2010: un 26% más en 14 años
Otra curiosidad que nos deja el informe de idealista.com es la evolución del precio desde el año 2010. Hace catorce años, concretamente en junio de 2010, la ‘casa de Julia’ tenía un precio de supuesta venta tasado en 343.476 euros, es decir, que en casi en una década y media se ha encarecido en 120.077 euros y la propiedad vale un 26% más. En la gráfica se observa que, durante todo este tiempo, al igual que el mercado inmobiliario en general, la tendencia constante ha sido al alza del precio, con la excepción del año 2018, donde hubo una leve bajada de su coste, así como en mayo de 2022 (425.000 euros frente a 429.000 euros en abril), siendo su subida imparable desde entonces. En definitiva, los valores mínimos y máximos de venta de la parcela y finca de Ramón y Cajal, 29 se sitúan entre los 412.210 y los 522.116 euros que a fecha de mayo de 2024 está valorada en idealista.com.
Los cálculos de alquiler son menos relevantes en cuanto a
posibilidades. Si ya el hecho de una venta no parece estar contemplado al menos
oficialmente –aunque el Ayuntamiento insistimos que debería tomar nota para
futuros proyectos-, el arrendamiento mensual es una quimera dado el estado en
el que se encuentra el lugar, pero los datos ayudan a entender el mercado
inmobiliario respecto a esta finca. En junio de 2010 se podía alquilar la finca
por 809 euros y catorce años después habría que desembolsar 1.315 euros. El
precio de alquiler más bajo en década y media se dio en 2016 y curiosamente en
pleno verano –en julio-, situándose en 685,62 euros. La media estimada es de
1.163 euros.
Con todos estos datos y las conclusiones, podemos finalizar
reafirmándonos en reclamar un futuro uso de este lugar como centro de
interpretación de Verano Azul que incluso podría incluir en su jardín una
réplica visitable de ‘La Dorada’ –recordamos que el decorado del barco original
tenía 18 metros de eslora- y que las administraciones públicas se planteen
seriamente el futuro de este emplazamiento. Si no están por la labor, siempre
podremos aparcar la idea hasta que algún seguidor empedernido de la serie tenga
la suficiente solvencia para comprar la antigua ‘Casita del Tajo’ por medio
millón de euros y afronte los gastos de adecuación.