En tantos años de ilusión por aquellas nuevas maneras de crear y hacer periodismo siempre estuviste presente y aprendí muchas cosas de ti.
viernes, 10 de marzo de 2023
Atienza
domingo, 5 de marzo de 2023
45 años del estreno de 'Mazinger Z'. El álbum de cromos
Más de cuatro millones de niños esperaban pacientemente cada fin de semana que TVE emitiera los capítulos de 'Mazinger Z' desde aquel 4 de marzo de 1978, fecha en la que se estrenó la serie en nuestro país.
Durante seis meses, y mientras nosotros flipábamos con los nombres de cada 'bruto mecánico' y sus dispares características para tratar de acabar con el robot de Koji Kabuto, el facherío patrio decía que los niños iban a traumatizarse por ver a un personaje mitad masculino y mitad femenino, a despertar tempranamente sus bajos instintos sexuales con la sinuosidad de Sayaka o que había referencias religiosas en el nombre del doctor Infierno. ¡Y qué decir de Afrodita lanzando sus cohetes aunque jamás dijera "pechos fuera" como se cree! Los progres, sin librarse sus medios más prestigiosos como 'El País', alertaban de que el personaje más malvado se parecía sospechosamente a Carlos Marx y que había signos de destrucción en los que sibilinamente se podía hacer alusión a la hoz y el martillo. "Contenido neofascista", decían.
Como siempre, ambas partes lo fastidiaron todo y el 16 de septiembre de 1978 nos dejaron la cara partida a tanto púber traumado y nos quitaron 'Mazinger Z' para ponernos 'Orzowei'. Eso sí que fue un trauma, porque la censura funcionó y solo se emitieron una treintena de capítulos de los 92 que conformaban la serie en su totalidad. Mientras, tocaba quedarse con el tipo ese de aspecto aniñado que daba tumbos por la selva con andrajos de leopardo, del que solo recordamos su pegadiza canción de los créditos iniciales. Nadie es capaz de decirnos algo que sucediera en un capítulo de 'Orzowei'.
viernes, 3 de marzo de 2023
'The Quiet Girl'
"Cambia, todo cambia..."
Cambia lo superficialCambia también lo profundoCambia el modo de pensarCambia todo en este mundo.
Cambia el clima con los añosCambia el pastor su rebañoY así como todo cambiaQue yo cambie no es extraño.
Cambia el más fino brillanteDe mano en mano su brilloCambia el nido el pajarilloCambia el sentir un amante.
Cambia el rumbo el caminanteAunque esto le cause dañoY así como todo cambiaQue yo cambie no extraño.
Cambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambia.
Cambia el sol en su carreraCuando la noche subsisteCambia la planta y se visteDe verde en la primavera.
Cambia el pelaje la fieraCambia el cabello el ancianoY así como todo cambiaQue yo cambie no es extraño.
Pero no cambia mi amorPor más lejos que me encuentreNi el recuerdo ni el dolorDe mi pueblo y de mi gente.
Lo que cambió ayerTendrá que cambiar mañanaAsí como cambio yoEn esta tierra lejana.
Cambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambia.
Pero no cambia mi amorPor más lejos que me encuentreNi el recuerdo ni el dolorDe mi pueblo y de mi gente.
Y lo que cambió ayerTendrá que cambiar mañanaAsí como cambio yoEn esta tierra lejana.
Cambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambia
Cambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambiaCambia, todo cambia
Julio Numhauser
lunes, 27 de febrero de 2023
'The Devil Next Door', la historia del nazi Iván el terrible (o no) en Netflix
Si no fuera porque es real, diría que el personaje de Yoram Sheftel en el documental de Netflix 'Iván el terrible' ('El diablo de al lado' sería la traducción concreta de su título original) está sobreactuado o practica un payaseo impropio para ser protagonista activo de un guión tan peliagudo como el de esta docuserie.
Lo más sorprendente de 'Iván el terrible' es precisamente que Sheftel existe y, con él, toda una serie de individuos, desde siniestros a dudosos, desde interesados a prevaricadores, que te dejan hundido en la miseria como te pongas a reflexionar sobre lo que has visto, porque casi todo lo que sucedió entre mediados de los años ochenta hasta 2011 fue un disparate que pone en tela de juicio a la justicia, los gobiernos, la prensa o los testimonios de quienes sufrieron las salvajadas de los nazis, por mucho que fueran víctimas.
Sólo así se explica la figura de Sheftel, el abogado sin escrúpulos, tan excéntrico como astuto, capaz de llevar un medallón con una estrella de David en el pecho y defender a un carnicero como fue John Demjanjuk, un anónimo trabajador de la Ford en Estados Unidos que un día es detenido acusado de falsa identidad al ser en realidad el llamado 'Iván el terrible', el maquinista de las cámaras de gas de Treblinka, uno de los campos de exterminio nazi ubicado en Polonia. Acusación que, en realidad, jamás llegó a saberse si tenía todos sus fundamentos, porque una vez condenado a muerte por un tribunal en Israel, a donde fue deportado, el ladino de Sheftel logró hallar nuevas pruebas en la recién desplomada Unión Soviética que ponían en serias dudas si Demjanjuk era aquel maquinista que además torturó a miles de judíos, los mutilaba con su espada antes de hacerlos entrar en las cámaras de gas y pisaba sus cráneos tras asesinarlos.Como he comentado, 'The Devil Next Door' está en Netflix.
domingo, 26 de febrero de 2023
Fimucs 2023 en la web SountrackFest
En este enlace tenéis la crónica -también en inglés- de lo que aconteció en Fimucs hace justamente ahora un mes y en cuya cita estuvo #UltimoEstreno como ya sabéis: https://soundtrackfest.com/es/articulos/fimucs-2a-edicion-resumen-festival/
sábado, 25 de febrero de 2023
'Klondike', el cine del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia
Justo al cumplirse un año de la invasión extendida de Ucrania por parte de las tropas rusas, es aconsejable ver 'Klondike', disponible en Filmin.
La película fue seleccionada por la Academia de Cine ucraniana para representar a este país en los Oscar de 2023, si bien no ha sido escogida entre las cinco finalistas.
'Klondike' es la definitoria imagen del complejo y jodido panorama que tenemos en esa bomba de relojería que es la Europa del este. Patriotas ucranianos por un lado, separatistas por otro, invasores rusos que subyugan a una población temerosa de represalias, grupos terroristas al mejor postor cometiendo barbaridades, seres humanos en continua diáspora y hogares destruidos...
Quizá resulte exasperante la lentitud de ritmo de la cámara de su directora, Maryna Gorbach. Comprendo su buena intención de introducir al espectador en el lugar de los hechos con los barridos o los planos fijos, pero francamente no creo que para mostrarnos a Irka yendo por agua en campo abierto haya que dejar la cámara estática unos cuantos minutos castigándonos en tiempo real con su ida y venida, por citar solo un ejemplo.
En contraposición a estas carencias rítmicas, 'Klondike' es una película necesaria, cruel y bellísima a la vez. Necesaria porque nos invitará a reflexionar sobre lo que está sucediendo no ahora, sino desde hace muchos años. De hecho, la película se sitúa en 2014, cuando los rusos entran en Crimea y Donbas. Y ya en el siglo pasado los ucranianos denunciaban en su cine la manía de los rusos por invadir suelo ajeno o pisotear los derechos de su pueblo, sirva como ejemplo 'Tierra' (1930), una obra maestra que puede verse en Youtube.