viernes, 3 de marzo de 2023

'The Quiet Girl'


Hay películas con niño y películas con niño. Por ejemplo, está la última de Spielberg, 'The Fabelmans', de la que desconecto poco después de lo del tren en miniatura al rato de iniciarse la historia. A ello contribuye también bastante la estúpida familia que refleja el director en su autobiografía oficiosa. Después está la que, en apenas 90 minutos, te tiene embelesado. Y esa es 'The Quiet Girl'.

La comparativa la establezco por aquello de la presencia del 'factor-niño' en los Oscar de este año desde dos puntos de vista diametralmente distintos y mucho más honesto el de esta pequeña joya que es la película irlandesa que ha logrado estar entre las cinco finalistas para conseguir el Oscar al mejor filme extranjero.

'The Quiet Girl' es una película bellísima y sensorial sobre una pequeña de nueve años que coexiste en una familia desestructurada, con un padre borracho, una madre incapaz, unas hermanas que la ignoran y unas compañeras de colegio cuyos efectos de sus crueldades multiplican su daño en la especial sensibilidad, en el mundo particular y silencioso que se ha construido Cáit. Despreciada por sus progenitores al ser considerada un bicho raro, es enviada a casa de un prima lejana, donde paulatinamente, la pequeña empezará a vivir lo que realmente es el amor familiar en un hogar sobre el que vuela una frustración provocada por un luctuoso suceso.

No hay ni una sola vez que la tía de Cáit le peine sus cabellos contando las veces que le pasa el cepillo que no empiece a dolerme la tráquea de emoción ante tan sencilla sensibilidad en pantalla. Que no me quede perplejo ante la manera tan real de exponer la ingenuidad de la niñez en la secuencia del biberón que le dan al ternero. "¿Y por qué no le damos su leche materna a los animales y nos tomamos nosotros la leche en polvo?". Creo que ya me emociono del todo con la galleta que el rudo marido de Eibhlin le deja a Cáit en la mesa de la cocina. ¡Y Catherine Clinch es MA-RA-VI-LLO-SA!

Ganará la película argentina en los Oscar, o premiarán la alemana en el apartado extranjero para así tener vía libre entre las cuatro restantes a mejor película, pero 'The Quiet Girl' es UNA JOYA. Sólo queda confiar en la fórmula 'película+niño' (entre las buenas) como ocurrió con la enorme 'Pelle el conquistador'.

Y por cierto: lamentable que para verla haya que viajar entre provincias porque la distribución es penosa. Y es fundamental visionarla en original (irlandés) subtitulada.
Videocrítica ya disponible en el canal #UltimoEstreno como siempre, a través de este enlace: https://youtu.be/3gw_-meFo54

"Cambia, todo cambia..."

 


Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo.

 

Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño.

 

Cambia el más fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante.

 

Cambia el rumbo el caminante
Aunque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no extraño.

 

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia.

 

Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera.

 

Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño.

 

Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente.

 

Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana.

 

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia.

 

Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente.

 

Y lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana.

 

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

 

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia


                                                                    Julio Numhauser


lunes, 27 de febrero de 2023

'The Devil Next Door', la historia del nazi Iván el terrible (o no) en Netflix




Si no fuera porque es real, diría que el personaje de Yoram Sheftel en el documental de Netflix 'Iván el terrible' ('El diablo de al lado' sería la traducción concreta de su título original) está sobreactuado o practica un payaseo impropio para ser protagonista activo de un guión tan peliagudo como el de esta docuserie.

Lo más sorprendente de 'Iván el terrible' es precisamente que Sheftel existe y, con él, toda una serie de individuos, desde siniestros a dudosos, desde interesados a prevaricadores, que te dejan hundido en la miseria como te pongas a reflexionar sobre lo que has visto, porque casi todo lo que sucedió entre mediados de los años ochenta hasta 2011 fue un disparate que pone en tela de juicio a la justicia, los gobiernos, la prensa o los testimonios de quienes sufrieron las salvajadas de los nazis, por mucho que fueran víctimas.

Sólo así se explica la figura de Sheftel, el abogado sin escrúpulos, tan excéntrico como astuto, capaz de llevar un medallón con una estrella de David en el pecho y defender a un carnicero como fue John Demjanjuk, un anónimo trabajador de la Ford en Estados Unidos que un día es detenido acusado de falsa identidad al ser en realidad el llamado 'Iván el terrible', el maquinista de las cámaras de gas de Treblinka, uno de los campos de exterminio nazi ubicado en Polonia. Acusación que, en realidad, jamás llegó a saberse si tenía todos sus fundamentos, porque una vez condenado a muerte por un tribunal en Israel, a donde fue deportado, el ladino de Sheftel logró hallar nuevas pruebas en la recién desplomada Unión Soviética que ponían en serias dudas si Demjanjuk era aquel maquinista que además torturó a miles de judíos, los mutilaba con su espada antes de hacerlos entrar en las cámaras de gas y pisaba sus cráneos tras asesinarlos.

La justicia israelí dejó en libertad al padre, al abuelo de una familia atónita y consternada ante lo que le estaba sucediendo al patriarca de un hogar medio en Ohio, ante el golpe de efecto de su abogado, pero poco después la justicia norteamericana fue nuevamente a por él tras haberse hallado indicios de haber sido un torturador en Sobibor, otro de los campos de exterminio nazis. Extraditado a Alemania para ser juzgado de nuevo, Demjanjuk murió, a la edad de 91 años, en la residencia donde esperaba que se dictara sentencia. Las leyes alemanas no permiten que el veredicto se dé a conocer en casos en los que los acusados fallezcan antes de revelarse el fallo, de manera que jamás sabremos quién era realmente este individuo de grandes gafas, poco dado a aspavientos en la sala del tribunal, que recibió miles de cartas de apoyo e incluso dinero para que su familia le costeara los servicios de Sheftel, para mí el personaje más despiadado de esta historia. Porque si lo de Demjankuk hubiera quedado resuelto, este descalificativo se lo aplicaría a él, pero aquello permanece en el limbo de la justicia. Y el cinismo y los delirios provocativos de Sheftel quedaron más que demostrados y siguen quedando si revisamos los casos en los que ha participado como abogado.

Sea como fuere, háganse su propia valoración de cada personaje viendo una docuserie de cinco capítulos que es REAL aunque haya abogados que repentinamente se suicidan, víctimas judías que no dudan en afirmar en el juicio que Demjankuk es Iván el terrible "porque son sus mismos ojos" pero se descubre que años antes había escrito en unos documentos que él mismo había matado a Iván el terrible y cómo hay gente capaz de pedirle autógrafos y hacerse fotos con abogados como Sheftel.
Como he comentado, 'The Devil Next Door' está en Netflix.

En una de las dos imágenes adjuntas, Sheftel -con ganas oscuras- le da la mano a Demjankuk. En la otra fotografía, la ficha de Iván el terrible, que estaba archivada en la URSS, donde la KGB era experta en manipular y falsificar documentos, de cuya foto se tiró del hilo para identificar al acusado. #UltimoEstreno #Netflix

domingo, 26 de febrero de 2023

Fimucs 2023 en la web SountrackFest


Un honor y un placer haber realizado la cobertura informativa del Festival Internacional de Música de Cine de Sevilla (
Fimucs) para SoundTrackFest, uno de los medios digitales más importantes de España dedicados a la música de cine y probablemente el más presente a la hora de informar de los festivales y conciertos del género a nivel internacional.

En este enlace tenéis la crónica -también en inglés- de lo que aconteció en Fimucs hace justamente ahora un mes y en cuya cita estuvo #UltimoEstreno como ya sabéis: https://soundtrackfest.com/es/articulos/fimucs-2a-edicion-resumen-festival/




sábado, 25 de febrero de 2023

'Klondike', el cine del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia



Justo al cumplirse un año de la invasión extendida de Ucrania por parte de las tropas rusas, es aconsejable ver 'Klondike', disponible en Filmin.

La película fue seleccionada por la Academia de Cine ucraniana para representar a este país en los Oscar de 2023, si bien no ha sido escogida entre las cinco finalistas.

'Klondike' es la definitoria imagen del complejo y jodido panorama que tenemos en esa bomba de relojería que es la Europa del este. Patriotas ucranianos por un lado, separatistas por otro, invasores rusos que subyugan a una población temerosa de represalias, grupos terroristas al mejor postor cometiendo barbaridades, seres humanos en continua diáspora y hogares destruidos...

Quizá resulte exasperante la lentitud de ritmo de la cámara de su directora, Maryna Gorbach. Comprendo su buena intención de introducir al espectador en el lugar de los hechos con los barridos o los planos fijos, pero francamente no creo que para mostrarnos a Irka yendo por agua en campo abierto haya que dejar la cámara estática unos cuantos minutos castigándonos en tiempo real con su ida y venida, por citar solo un ejemplo.

En contraposición a estas carencias rítmicas, 'Klondike' es una película necesaria, cruel y bellísima a la vez. Necesaria porque nos invitará a reflexionar sobre lo que está sucediendo no ahora, sino desde hace muchos años. De hecho, la película se sitúa en 2014, cuando los rusos entran en Crimea y Donbas. Y ya en el siglo pasado los ucranianos denunciaban en su cine la manía de los rusos por invadir suelo ajeno o pisotear los derechos de su pueblo, sirva como ejemplo 'Tierra' (1930), una obra maestra que puede verse en Youtube.

'Klondike' es cruel porque tiene los últimos veinte minutos más duros que he visto en cine en los últimos tiempos. No voy a contar porqué, tenéis que verla. Y es bella, bellísima en su amargura. Los planos de los campos de girasoles ucranianos oscurecidos por la guerra, la asombrosa luz del establo con la vaca que Tolik tiene que sacrificar para malvender su carne a los rusos y que así dejen en paz a él y a su mujer Irka, en un avanzado estado de embarazo. La pareja holandesa sentada en el fuselaje del avión destruido por un misil ruso en aquella tragedia del vuelo MH17 ante la soledad de la inmensidad del campo árido. Y por supuesto, el gran agujero en el salón de la casa de Tolik e Irka desde donde todos vemos lo que sucede en un exterior que, en contra de lo que podemos pensar, se extiende hasta nuestras propias fronteras a causa de un conflicto mucho más cercano de lo que creemos. Por eso hay que ver esta película con la que su directora está recorriendo el mundo como ejemplo de cine y como bandera de reivindicación por los derechos de un pueblo pisoteado.

Podéis ver la videocrítica de #klondike en el canal #UltimoEstreno de Youtube, donde ya está subida.











sábado, 18 de febrero de 2023

¿Delito de odio contra los profesionales del cine aprovechando los Goya?



"Gas ziclón para perros".

"Y encima no hubo ninguna denuncia por violación... Estos rojos están perdiendo fuelle".

"¿Y no hubo ninguno con salmonelosis? Qué lástima".

"No se atragantó ninguno. Entonces no me interesa. Odio el cine de estas basuras...".

"Un chupitín de veneno les faltó".

Estas son solo algunas de las perlas que determinados individuos está escribiendo en redes sociales sobre los productores, directores, intérpretes, técnicos y gente del cine en general, utilizando como excusa el menú del catering que posteriormente a los Goya se servió para los invitados a la ceremonia.

Cobijados generalmente en páginas de contenido ultra y extremista que pueden llegar a tener casi 300.000 seguidores como es la del caso que nos sirve de ejemplo y que crispan socialmente con noticias falsas o inexactas, muchos usuarios de redes entran al trapo en lugar de comprobar si las cosas que leen son ciertas, dándose el caso de comentarios que pueden convertirse incluso en motivo de delito de odio, en este caso contra los profesionales del cine español y por extensión periodistas, comunicadores, representantes institucionales y empresariales, etc.

Es INTOLERABLE y muy peligroso que esto suceda. Es inadmisible que un sujeto quiera aplicar a nuestros cineastas el gas utilizado por los nazis para asesinar a MILLONES DE PERSONAS. Da pánico que una red social admita como comentario si hubo alguna violación posterior o desear salmonelosis a la gente. No, esto no es libertad de expresión. Es ODIO. Y lo que necesita la sociedad, no solo el mundo del cine, es reflexión, serenidad, análisis y no desestabilización provocada por sectores ultras que campan a sus anchas por las redes y además esgrimiendo mentiras.

Si muchos callan, a mí no me da la gana. Porque esto es MUY GRAVE.

VÍDEO COMPLETO EXPLICANDO ESTA SITUACIÓN EN: https://youtu.be/uu5UfxYr24k

viernes, 17 de febrero de 2023

'Grupo salvaje'. Jerry Fielding




El 17 de febrero de 1980 fallecía el compositor norteamericano Jerry Fielding. De formación jazzística en sus inicios, no fue hasta pasados los 40 años de edad cuando se introdujo en el mundo del cine, tras haber sufrido una etapa de ostracismo debido a las acusaciones de comunista del Comité de Actividades Antiamericanas.

No fue pródigo en la gran pantalla, y su música particularmente no me llama la atención. Sí reconozco el papel de sus composiciones para apostillar las imágenes principalmente de los directores para los que trabajó con mayor relevancia a la hora de hablar de sus scores, como son los casos de Sam Peckinpah y Clint Eastwood, si bien destacan más como muleta musical que por su calidad.

En el vídeo del día tenemos tres muestras que además se corresponden con las bandas sonoras a las que Fielding fue nominado a los Oscar. La primera, la más interesante a mi juicio, es Grupo Salvaje (1969), el inclasificable western de Sam Peckinpah. Sus primeros instantes musicales antes de que se forme la mundial con tiros por todos lados tras el atraco de la banda que abre el filme logran mantener la tensión del espectador como podemos comprobar. Dentro del disparatado desarrollo que Peckinpah lleva a cabo del filme, sin que este sea un calificativo peyorativo, recordamos también el tema cantado por los mexicanos del poblado que despiden a los forajidos a caballo, todo ello antes de secuencias tan inefables pero arrebatadoras como la procesión de plañideras con la chica acribillada a balazos paseada en plena cena. Sólo Peckinpah era capaz de estas cosas que algunos ahora copian y quienes no han visto el cine de este director creen haber descubierto el Séptimo Arte.

La segunda película en el vídeo corresponde a los créditos iniciales de Perros de paja (1971), otra producción de culto de la filmografía de Sam Peckinpah, con Dustin Hoffman y Susan George protagonizando una historia en la que la búsqueda de la paz personal desemboca indefectiblemente en una mayor violencia provocada por terceros que nos rodean por un sentimiento necesario de venganza. Una música intuyo que intencionadamente fea y que estoy convencido Fielding construye exprofeso de esta manera para contagiarnos no de estados anímicos de los personajes —de ahí la inexistencia de leitmotivs personales en sus temas— sino de la propia atmósfera en la que se desenvuelve la acción.

La tercera selección es de una película de Clint Eastwood, El fuera de ley (1976), en cuyos créditos oímos música pre—escrita tradicional americana que da paso a un desarrollo en el que Fielding se muestra más ortodoxo con los cánones del western.

Ninguna de estas bandas sonoras ganó el Oscar. A Grupo Salvaje le ganó curiosamente otra película del oeste, Dos hombres y un destino. Aún siendo distintos e incomparables, Burt Bacharach está considerado mejor compositor que Fielding. A Perros de paja le ganó Michel Legrand con Verano del 42, y El fuera de la ley quedó KO en 1976 por una obra maestra indiscutible: La profecía, de Jerry Goldsmith, el único Óscar que consiguió el maestro a lo largo de su pródiga y extraordinaria trayectoria.