Hoy toca una curiosa rareza coincidiendo con una fecha de relevancia para los miembros de la iglesia luterana. El 3 de enero de 1521, el papa León X excomulgaba a Martín Lutero.
La historia de este monje alemán impulsor de la reforma religiosa ha sido llevada al cine en varias ocasiones, si bien una de las más destacables fue la que en 1953 trasladó a la pantalla el director Irvin Pichel tras venir de rodar el western 'Santa Fe' o la película de ciencia ficción 'Con destino a la luna', en la que una nave espacial emprende camino desde la tierra a la órbita lunar...¡rodada en 1950 y ganadora del Oscar a los efectos especiales!
Con 'Martín Lutero', Pichel mete su película también en la carrera hacia los Oscar, obteniendo dos nominaciones a mejor fotografía y dirección artística.
¿Y la música? Para esta producción pagada en parte con dinero de la Lutheran Church Productions y Luther-Film-G.M.B.H, se contó con un compositor relacionado con la música clásica: Mark Lothar, nacido en Berlín en 1902 y fallecido en Munich en 1985. De 1934 a 1944 fue director musical del Prussian State Theatre de Berlín.
'Martín Lutero' es su obra cinematográfica más conocida -junto con 'Fausto'- dentro de lo poco que se divulga su nombre. Quizá porque se trata de un compositor marcado debido a que, en la vorágine de exilios de músicos alemanes y europeos por los estragos del nazismo, Mark Lothar fue una de las alrededor del millar de personas que Josep Goebbels incluyó en la 'Gottbegnadeten-Liste', es decir, la lista de artistas alemanes intocables para el régimen y llamados a exaltar la capacidad de crear el arte a través de las obras de virtuosos patriotas músicos, arquitectos, escultores o escritores.
Mark Lothar pudo trabajar con comodidad y tras la guerra siguió en Alemania con sus compases. En 'Martín Lutero' se aprecian varias curiosidades. En el vídeo que os adjunto esta noche podéis comprobarlo.
Comenzamos con el tema principal, heredero del clasicismo del compositor y, como en otras obras del compositor, curiosamente cercano en su estilo a las del húngaro Miklos Rozsa, que paradójicamente sí huyó de su país por temor a los nazis. La película continúa con un prólogo de una voz en off a la que acompaña la música. Llama la atención que, habiendo Lothar compuesto esta banda sonora en 1953, doce años después aparezca una película como 'El tormento y el éxtasis', también con prólogo, en el que la banda sonora de Jerry Goldsmith tiene similares patrones a los de la de Lothar. Lo podéis comprobar en el vídeo, concretamente en el 1'25'' en adelante.
Si alguien dudaba de la capacidad explicativa de Mark Lothar con su música pensando que el tema principal podía dar lugar a creer que su score se basaría en música de calidad pero clásica sin tener relación con la imagen, en numerosos momentos del filme comprobamos que no es así, y basta corroborarlo en el mismo prólogo, donde el relato de una iglesia castigadora torna la música en ténebre y oscura (a partir del 2'23'') y el llamativo detalle de las ilustraciones de los esqueletos tocando la flauta, perfectamente introducido en la banda sonora. Instantes después, las notas se vuelven alegres y cotidianas al mostrarnos el pueblo.
Posteriormente, el camino de Lutero a Worms es música que recuerda mucho a la que emplea Rozsa en sus filmes en las marchas romanas. A lo largo de su vida, Lothar dirigió con asiduidad obras del compositor de 'Ben-Hur'.