domingo, 10 de junio de 2018

'Jurassic World': El reino caído sin reparar en gastos



“No he reparado en gastos”. Era la frase más repetida por Richard Attenborough en su papel de padre del parque jurásico en la película que Spielberg rodó hace ahora 25 años. Cualquiera de los protagonistas de ‘Jurassick World: el reino caído’ podría pronunciarla reiteradamente a lo largo del innecesariamente prolongado metraje de este monumental producto de laboratorio dirigido –es lo de menos- por Jota Bayona. Es algo que no deja de contagiarte de orgullo patrio, aunque el producto trasciende de quien se coloca tras la cámara para rodar una mamotrética y apabullante cosa de 260 millones de dólares que cuadruplica el presupuesto con el que contó Spielberg para ‘Parque Jurásico’ en 1993.
Tener asegurada tal cantidad ingente de dinero no te garantiza una película extraordinaria, es obvio. Pero ayuda. Y tanto. Especialmente cuando de lo que se trata es de arrasar en los cines con una concatenación de espectaculares secuencias y un prodigio técnico de efectos de todo tipo que el público sabe agradecer aguardando cola para entrar en la sala de la misma manera que lo hace en cualquier franquicia de comida rápida. Al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta devorar de vez en cuando una hamburguesa doble de carne, con sus ingredientes perfectamente alineados, rodeado de un atolondrado ambiente? Es sentirse vivo en el reino caído de la gastronomía… y del cine.
Lo que viene a demostrar la quinta película de la saga sobre los dinosaurios, sus parques y sus islas –jamás comprenderé ese afecto por unos animales tan antiestéticos- es que la espectacularidad y el entretenimiento son las principales bazas de cada una de ellas, sin que se pueda pedir más. Spielberg planea sobre todas ellas, es el productor ejecutivo de ‘El reino caído’ y con ello se vuelve a comprobar que sus técnicos son los mejores y te hacen películas como si fuera él quien se colocara tras la cámara sin que ni siquiera necesite pisar el plató. Nada nuevo, porque en 1993 ya ocurrió con la mismísima ‘Parque Jurásico’, que era la mala de Spielberg ese año. En junio se estrenó y con ello el cineasta salió de un parto que lo tuvo ocupado durante meses anteriores sin que tuviera interés alguno en mimar la criatura porque donde realmente estaba centrado era en ‘La lista de Schindler’, viviendo en Cracovia y en los ratos libres por la tarde noche supervisando la sucesión de secuencias enviadas por un ejército de técnicos que rodaban apresuradamente en Estados Unidos para llegar a tiempo a estrenar la película que le obligaron a hacer al director de ET, condición indispensable para que de su talento saliera la buena de ese año. No llegaron a 22 millones de euros lo que costó llevar magistralmente a la pantalla la historia de Oskar Schindler. Ya ven.
De acuerdo. No seamos demagogos. Es una comparativa interesada y artísticamente injusta. Pero a ustedes les ha dado que pensar, no lo nieguen. Y no está mal que algunos apuntes despierten nuestra sustancia gris, lo cual no es incompatible con el hecho de que ‘El reino caído’ nos indigestione como comida rápida aunque durante su consumo disfrutemos brutalmente. Yo también lo hice, a pesar de quedarme ya exhausto faltando 20 minutos para terminar el menú por tantos excesos de patatas de luxe y gas carbónico transformados en FX y la aparatosa música de Giacchino. ‘Parque Jurásico’, aquella película que no pudimos tomarnos en serio ni conceptual ni guionísticamente –extraer una decena de especies de dinosaurios a través del ADN en un mosquito fosilizado insulta a la inteligencia- le debe mucho, muchísimo, a John Williams, que firmó una de sus bandas sonoras más redondas. Ahora no es lo mismo, pero no importa. The show must go on, aunque tan solo sea por diversión y por algunos guiños cinéfilos que quiero pensar sí ha aportado Bayona a modo testimonial, como el plano cenital del indoraptor en la secuencia aprendida de ‘Alien el octavo pasajero’. Otros más deben ustedes de descubrirlos, así se entretienen más allá de la intrascendencia en pantalla, incluidos los postureos y el manierismo actoral y el previsible mensaje ecologista.

lunes, 4 de junio de 2018

El presidente Sánchez acierta con Borrell


Creo que el presidente Pedro Sánchez acierta con el nombramiento de Josep Borrell. Experiencia, prestigio y conocimiento no le faltan a un político que, con el curso de los años, es un valioso símbolo del socialismo español.
El 24 de septiembre de 2015, Borrell visitó San Fernando como invitado al acto institucional que, anualmente y en esta fecha, celebra el Ayuntamiento de esta ciudad para conmemorar que las Cortes de Cádiz se reunieron ese señalado día de 1810 para iniciar la redacción de la Constitución.
Fue pues la Villa de la Real Isla de León cuna del parlamentarismo contemporáneo, circunstancia que cada 24 de septiembre se celebra en la ciudad.
"En mis tiempos de ministro, en los gobiernos de Felipe González, cortamos la cinta inaugural de más de 3.000 kilómetros de carreteras en España, teniendo también el honor de inaugurar el AVE a Sevilla. He visto a este país cambiar de piel. Podemos estar orgullosos de lo vivido y tenemos que hablar de ello”. Esta fue una de las frases que pronunció en su discurso, pero paradójicamente, Borrell venía a San Fernando para hablar de Europa al cumplirse los 30 años del tratado de adhesión de España. Digo paradójicamente porque ahora lo tenemos ya de ministro de Exteriores y la relación con el viejo continente será intensa por razones obvias.
“Nosotros no hemos creado una conciencia de identidad nacional porque hemos luchado siempre contra nosotros mismos. Después vinieron las grandes guerras donde el continente prácticamente quedó destruido. Ahora celebramos los 30 años de la adhesión de España a la Unión Europea y, desde entonces, hemos vivido los mejores años de nuestra historia moderna”, fueron algunas de las reflexiones sobre la vida política en común con Europa.
Por otro lado, sobre la crisis de los refugiados que huyen de la guerra, “no inmigrantes”, incidió en que “deberíamos acogerlos y atenderlos, pero no estamos preparados. No hay bastante unión en esta Europa, ni bastante Europa en esta unión”.
"Europa tiene unos valores que nos hace únicos, en ninguna parte como en Europa se combina mejor la libertad política, la cohesión y el progreso económico y eso, a la vez, es nuestra guía pero también nuestra debilidad”.
Reflexiones que, en este momento histórico para España y con Borrell volviendo a la primera línea de la política, se nos antojan más que interesantes.

sábado, 19 de mayo de 2018

La película-documental 'Camarón, Flamenco y Revolución' se preestrena en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando el jueves 24 de mayo


El Real Teatro de las Cortes será el escenario escogido para el preestreno en San Fernando de la película ‘Camarón, Flamenco y Revolución’, previo al estreno en las salas cinematográficas comerciales en toda España, previsto para el 1 de junio.
Tal y como anunció la alcaldesa Patricia Cavada recientemente, San Fernando disfrutará del privilegio de poder visionar esta nueva producción documental dedicada a José Monje Cruz en un preestreno que tendrá lugar este próximo jueves 24 de mayo, a las 20:00 horas. El documental sobre la vida y el legado de Camarón de La Isla viene precedido de una notable aceptación de crítica y público tras su pase por el Festival de Málaga de Cine Español, la única ocasión en la que se ha proyectado esta producción antes de su inminente preestreno en la ciudad que vio nacer al genio del flamenco. Posteriormente, el jueves 31 de mayo, los Cines Callao de Madrid acogerán el estreno en Madrid como antesala de su exhibición comercial cinematográfica.
El preestreno en San Fernando de ‘Camarón, Flamenco y Revolución’ contará con la presencia del director de la película, Alexis Morante, así como de Dolores Montoya ‘Chispa’ y familiares del artista universal fallecido hace 26 años. Al acto tiene confirmada su presencia el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, que acompañará a la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada. Las corporaciones municipal y provincial, con la presidenta de la Diputación al frente, Irene García –institución que participa de la promoción de los preestrenos del filme en San Fernando y en Madrid- también están invitadas, así como distintos representantes de otras instituciones y personalidades del mundo de la cultura, de la industria cinematográfica y de asociaciones y entidades relacionadas con el flamenco, y de la comunicación, entre ellos el director de Canal Sur, Joaquín Durán, el ente público andaluz que coproduce la película, producida por Mediaevs con la participación de Netflix y Universal.
Dado el aforo limitado del Real Teatro de las Cortes, se dispondrá un número de invitaciones individuales para acceder a él que podrán ser recogidas por las personas interesadas en asistir al preestreno en la taquilla del coliseo isleño ubicada en la calle Cervantes, desde este lunes de 18:00 a 21:00 horas, hasta agotarse las localidades estipuladas.
‘Camarón: Flamenco y Revolución’ es un retrato íntimo sin precedentes y narrado con la voz del prestigioso actor Juan Diego, con acceso a archivo inédito de la familia, vídeos, fotografías y manuscritos del propio Camarón en sus libretas, y que ofrece una nueva perspectiva para conocer el interior de la leyenda del genio de La Isla. Su director, Alexis Morante, (1978, Algeciras, España) es director de cine, videoclips y publicidad, multipremiado internacionalmente, nominado a los premios Grammy Latino, nominado a los Premios Goya de la Academia española, Premios Forqué de los productores (Egeda) de España y a la mejor dirección novel en los Premios de Andalucía (Asecan). Actualmente vive entre Los Angeles (EEUU) y Andalucía (España). Sus últimos filmes cuentan con más de 100 premios internacionales y más de 300 selecciones oficiales. Ha sido codirector de otra película-documental biográfica de gran éxito desde su reciente estreno, ‘Lo que fui es lo que soy’, con Alejandro Sanz como protagonista. El mejor de los espacios escénicos para este acontecimiento La alcaldesa, Patricia Cavada, que estuvo presente en la premier ofrecida en el Festival de Málaga el pasado 20 de abril, ha destacado la importancia del preestreno de esta película en San Fernando tanto a la hora de continuar poniendo en valor la figura y el legado de José Monje Cruz como por el tratamiento que en ella se hace de la ciudad como marco fundamental a lo largo de la trayectoria del artista.
La primera edil ha querido reseñar el hecho de que este acontecimiento se celebre en el principal espacio público escénico de la ciudad, el Real Teatro de las Cortes, adecuándose para ello tanto interior como exteriormente “porque un evento de esta relevancia se merece el mejor de los escenarios”. Cavada ha agradecido a la productora de ‘Camarón, Flamenco y Revolución’ su disposición para acceder a la iniciativa de que San Fernando acoja la premier del filme y la colaboración de la Diputación Provincial de Cádiz para hacer realidad “una cita con el cine y con el flamenco que trasciende más allá de La Isla ante el interés que ha suscitado esta nueva visión sobre nuestro artista más universal”, recordando sus palabras tras el pase del documental en el festival costasoleño: “La película vuelve a poner en liza la figura rompedora de José Monje en la música flamenca en particular y la música en general, su influencia y su carácter de artista internacional. La exhibición de esta producción cinematográfica supondrá también un reconocimiento a La Isla y una promoción de gran relevancia para una ciudad que está poniendo en valor el legado dejado por el artista y que verá próximamente hecho realidad el museo dedicado a su figura”. 
 Por su parte, el primer teniente de alcaldesa, Fran Romero, también ha valorado el preestreno. “Es lógico que este largometraje llegue a San Fernando antes de su paso por las salas de exhibición y antes de ingresar en el catálogo de la plataforma de streaming más seguida en todos los hogares del mundo. Y lo es porque nuestra ciudad nunca ha dejado de ser La Isla de Camarón, la cuna del más grande cantaor que ha dado el flamenco. Tierra de un artista irrepetible por el que se nos conoce internacionalmente, que forma parte de la propia identidad cultural de la ciudad y por cuya figura ha de pasar nuestra marca de ciudad, el modelo turístico que ha de marcar nuestro futuro gracias a proyectos como el Museo Camarón. Aquí José Monje Cruz comenzó a forjar su leyenda, la del tiempo y la voz rota. En la casa donde nació, en nuestras calles, en la Venta de Vargas... San Fernando forma parte de la vida y del legado artístico de Camarón y por eso La Isla está presente en 'Flamenco y Revolución', acertado título para un cantaor que sin dejar de ser fiel a la esencia de este arte lo revolucionó para siempre. Con Camarón el flamenco nunca volvió a ser el mismo, con José el flamenco fue más allá”, indica Romero.
El primer teniente de alcaldesa felicita a los responsables de la cinta por el gran trabajo realizado: “Se nota el cariño, la pasión y el interés por lo que se cuenta en el trabajo de Alexis Morante a la dirección, al que acompaña Raúl Santos al guión y que cuenta con la voz del gran Juan Diego como narrador. Gracias por mimar el detalle, porque la fidelidad siempre importa cuando se trata de nuestro mayor artista. Y gracias por hacer visible a San Fernando a través de Camarón con vuestro documental. Estoy seguro de que el próximo jueves lucirá muy especial en el mejor y más importante escenario de La Isla de Camarón: el Real Teatro de Las Cortes”.
En este enlace podéis ver el pressbook de la película con todos los detalles de ella:
https://drive.google.com/file/d/1JpJR-crfthCyTliyeezl0_1ETnfUZZ0Y/view

jueves, 10 de mayo de 2018

La Feria del Carmen y de la Sal


Era una feria del Carmen y de la Sal de mediados de los años setenta. 
La Misericordia, pionera en montar caseta en el parque Almirante Laulhé, le regaló a mi abuela Catalina un cuadro con la imagen del Señor de la Misericordia por su colaboración con la hermandad de siempre de mi familia (quien está detrás de ella en la foto es mi padre). Yo, con apenas cinco o seis años, ya intentaba copiar a los mayores, pero como obviamente no me dejaban servir tras la barra ni mucho menos cobrar, me dedicaba a recoger botellines de kas-kola (estuvo de moda unos cuantos años, por desgracia), le daba con un paño a las mesas, avisaba de las bombillas de colores que se fundían en las guirnaldas que colgaban de los eucaliptos que te cuadraban en pleno patio de la caseta o advertía sobre los farolillos que empezaban a tener un color más bien negrucio porque las lámparas que se colocaban dentro eran de 60 watios para arriba. Una temeridad de las muchas de otros tiempos... 
La Feria era, tras la Semana Santa, la fecha que esperaba con mayor ilusión. Era genial compartir aquellas noches de verano en la caseta con los niños y niñas de mi edad, ver a la gente agolpada en la puerta para entrar y mirar extrañada porque comenzaban a verse muchos más trajes de faralaes que antes, dar vueltas con nuestros padres para disfrutar de La Ola, El Látigo, El Badén, El Gusano Loco, El Galeón -versión doble y moderna de las antiguas 'Cunitas'-, la Noria, el Canguro, por supuesto los coches de choque... 
La Feria estaba marcada en mi calendario anual. Era convivir en hermandad y antes ver a miles de personas subir San Diego, Isaac Peral, camino por la calle Rosario en dirección hacia el Parque. Toda una ciudad movilizada por su fiesta del verano. El Puente Zuazo se veía a lo lejos con colas kilométricas de coches entrando en la ciudad hacia la Magdalena. Y pierdo la cuenta de cuántos años estuve tras la barra de mi caseta, que iba adaptándose a los tiempos que ya, ni por asomo, son los mismos. 
He llevado siempre la Feria muy dentro y le he tenido mucho cariño. Cuando han pasado más de cuarenta años desde aquella visión infantil que os contaba, no me podía imaginar que iba a tener la oportunidad y el privilegio de trabajar por mi ciudad en algunos asuntos como, precisamente, la Feria del Carmen y de la Sal. 
Hoy, ayudando a ponerla en valor, me he acordado de aquellos años, décadas, recogiendo botellas, sirviendo pinchitos, limpiando las planchas, grabando música salsera en la radio a escondidas para pincharla cuando caía la madrugada, y brindando por nuestros planes futuros con mis amigos de la hermandad, sentados en sillas de tijera. Algunos se cumplieron, otros no. Varios a medias. Pero allí estábamos, donde todos y todas debemos continuar estando para que nuestra feria sea 'La Feria' que siempre fue, adaptada a lo que piden los tiempos actuales.


martes, 8 de mayo de 2018

La programación de películas del Cine Almirante hace casi 26 años, semanas antes de su cierre


¿Sabéis qué es este papel? Se trata de la programación que, cada semana y para que yo la comentara en 'Último Estreno', me facilitaba la empresa de José Luis Ballester con las películas que se iban a proyectar. 
Este cuadrante en concreto es del 29 de octubre al 4 de noviembre de 1992, es decir, hace casi 26 años, y a pocas semanas del cierre definitivo del Cine Almirante, que se produjo el 16 de diciembre. 
Fijaos en el estreno 'estrella' de esa semana: 'La ciudad de la alegría', la película protagonizada por Patrick Swayze. El Almirante la puso en el mismo día del estreno en España, algo que en los últimos meses antes de cesar su actividad era habitual porque a Ballester le había salido un serio competidor varios kilómetros más allá: en junio habían abierto los Cines de Cinesa en Bahía Sur, así que el monopolio se había acabado y había que conseguir espectadores, aunque finalmente el Almirante terminó por cerrar, tras casi medio siglo de actividad, con su empresario esgrimiendo competencia desleal por parte de la empresa exhibidora catalana e indolencia ante ello por parte de la administración local. 
La otra película que se proyectaba en la sala 2 -'la de arriba', en forma de anfiteatro- era 'Navy Seals', que ya se había estrenado por ahí tiempo antes. Un espanto bélico que tiene como curiosidad que parte del rodaje se llevó a cabo en San Fernando, cuando el Zaporito y la calle Tomás del Valle la llenaron de escombros, coches arrasados y los americanos salían por patas tras una misión de rescate en un país islámico terrorista. Dirigía Lewis Teague, el de 'La joya del Nilo', y estaba en ella Charlie Sheen, pero aquello fue insufrible. En el rodaje nos lo pasamos mejor que viéndola, porque en los planos se colaba Rioja haciendo fotos para el Diario, entre el cabreo del equipo de dirección y... bueno, lo típico. Cuando en Cádiz se rodó 'El día que nací yo' con la Pantoja, una secuencia en la Caleta fue memorable con la gente 'reventando' el rodaje a base de guasa. Pero eso ya lo contaré en otra ocasión. 
Y como Ballester tenía también cines en Sanlúcar y Chipiona, pues en ese planillo de proyecciones escrito a máquina figuraban las de esas salas. Por entonces se podía ver 'Llamaradas ' o 'Arma Letal 3', que se había estrenado en agosto, pero sanluqueños y chipioneros tuvieron que esperar tres meses para verla. Lo de 'Piernas de terciopelo', ni lo comento. En realidad era 'Orquídea Salvaje 2', y... ¡Joder, si he dicho que no lo voy a comentar!

lunes, 7 de mayo de 2018

Cinco años sin Ray Harryhausen, el creador más imaginativo y artesano de los efectos especiales en el cine


Hoy, 7 de mayo, hace cinco años que nos dejó Ray Harryhausen. 
Este tipo, con nombre tan sonoro y repetitivo al pronunciarlo, quizá no le suene a mucha gente. Pero sin él no existirían los efectos especiales tal y como los conocemos hoy día. Harryhausen, que recibió un homenaje en el Festival de Sitges de 1995 -ahí en la fotografía, junto a un sujeto gafón que soy yo, unas horas antes de la ceremonia- fue el artesano que le tocó trabajar en un época en la que no había ordenadores ni nada que se le pareciera. Fotograma a fotograma, moviendo hueso a hueso de esqueleto a cada paso en, por ejemplo, 'Simbad y la princesa' (1958) o haciendo andar a una réplica de dinosaurio cambiándole la posición de una pata de plástico, logró recrear la quintaesencia del cine, la magia de la pantalla: convertir lo estático, lo inerte, en vida y engañar al ojo humano. 
Ganador del Oscar en 1949 por 'El gran gorila', muchos como Tim Burton o Steven Spielberg han sido admiradores o aprendieron y practicaron su técnica. Falleció a los 92 años y, paradojas de la vida, sus padres lo llevaron a ver una representación de 'El mundo perdido' de Conan Doyle, cuando tan solo contaba con cinco años. 
 Cuando hoy en pantalla todo es tan impersonal, donde la apariencia del vídeojuego ha barrido los cánones estéticos del cine, recordar a Ray Harryhausen es casi un obligación. 
Creo tener localizada la entrevista que le hice, la busco y lógicamente estará en cinta cassette. Prometo sacar algunas frases suyas en próximos días.


Cuatro motivos para premiar (siempre) a Martin Scorsese