Una pena no haber podido estar anoche en el Teatro Cervantes de
Málaga. El Festival de Cine Español de esta ciudad organizaba un
concierto cuya batuta estuvo a cargo del maestro Arturo Díez Boscovich
(por cierto, ¿cómo fue todo?) dirigiendo la Orquesta Sinfónica
Provincial. Era el primer homenaje musical europeo, que yo tenga
constancia, al compositor James Horner, fallecido en accidente de
avioneta el pasado junio.
No vamos a descubrir aquí las excelencias
de Horner. Llamo la atención principalmente porque el teatro consiguió
colgar el cartel de completo, lo que revela que la música de cine -ya no
digamos de compositores de renombre aunque ellos no estén presentes- es
capaz por sí sola de llenar aforos, atraer a un gran número de
aficionados, también profesionales de otras orquestas, músicos en
general que además gastan en hoteles, restaurantes, bares... Los
aficionados a la música cinematográfica trazan un calendario anual de
citas de conciertos de este tipo que, desgraciadamente, suele ser muy
reducido porque son considerados como frikis de segunda fila. Quien lo
crea, se equivoca plenamente. Y parece que hay ciudades, organizaciones,
que están dándose cuenta de ello.
En Sevilla, con dolor nuestro y
de Carlos Colón, se perdieron los Encuentros de Música sacrificándolos
por un festival de cine al que se le insuflan grandes cantidades de
dinero sin que termine de despegar.
Es el momento de que ciudades
sensibilizadas con este tipo de espectáculos, con capacidad económica
para albergarlos y espacios escénicos adecuados, conscientes de que la
inversión revertirá en una buena parte en la ciudad, den el paso al
frente y los amantes de las bandas sonoras podamos disfrutar en directo
de conciertos sin tener que asistir exclusivamente a festivales
concretos o congresos. Las programaciones de los teatros se saturan en
numerosas ocasiones de espectáculos repetitivos e incluso se abusa de un
mismo artista. Dado el resultado de Málaga, de Úbeda cuando su festival
reunió a casi tres mil personas con Gabriel Yared como ejemplo en un
concierto al aire libre, y dentro de unas semanas el ritmo de venta de
'Psicosis' en Barcelona paralelamente a la proyección de la película,
¿por qué no apostar por este estilo de eventos?
A falta de alguna
grabación de anoche, os dejo una auténtica joya. Se trata del concierto
'Hollywood in Viena' que tuvo lugar en la capital austríaca en el año
2013 dedicado precisamente a James Horner, con la presencia del
compositor -nunca pudimos imaginar su tráfico final dos años después- y
en el que sonaron joyas como 'Leyendas de Pasión', 'Braveheart',
'Titanic' o 'Willow'. Os lo recomiendo enfervorizadamente y os advierto
que, una vez pinchado, no vais a poder dejarlo hasta el final.
Aquí lo tenéis:
https://www.youtube.com/watch?v=j4I16V6TsM4
Por cierto, en el patio de butacas, cerca de Horner, aparece en el
vídeo en varias ocasiones el 'buen tipo' que me acompaña en esta
fotografía. Se llama Robert Townson. Mucha de la música de cine editada
en el mundo se la debemos a él.