viernes, 27 de septiembre de 2013
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Demasiadas procesiones
Desconozco si monseñor Demetrio Fernández ha logrado su propósito. Para el obispo de Córdoba, el objetivo de la Procesión Magna celebrada este sábado 14 de septiembre, se basaba en lograr de ella "una magna expresión de fe, que a su vez alimente la fe de los participantes". El prelado cordobés iba más allá y no solo expresaba su anhelo de que el gran cortejo invitara a consolidar un valor en precario. También metía el dedo en la llaga y lanzaba un mensaje a navegantes.
Su primera andanada era reconocer que existen seglares "muy capaces" que cuestionan tantas manifestaciones exteriores de fe. Es decir, que monseñor Fernández deja sin efecto las críticas de cofrades que tildan de aburridos, puristas, místicos o 'sociatas de la Iglesia' a quienes consideran que debe existir otro camino para cultivar la fe, para encauzar al pueblo (desorientado, sin duda) cristiano en tiempos titubeantes.
Para terminar de dar el incómodo martillazo sobre las conciencias, el pastor de la diócesis cordobesa asevera textualmente que "el mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo. El mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo, que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida. Cuando esto es así, la cofradía es un problema continuo. En el mundo cofrade, como en toda la vida cristiana, vale quien sirve, y no vale quien quiere servirse de la cofradía para sus intereses".
Si se quiere continuar buscando en el calendario cuándo nos volvemos a subir en el autobús para presenciar espectáculos estéticos en mayor o menor medida, medianamente fervorosos, las palabras del prelado se convertirán en mera anécdota "de un cura molesto". Si cumplimos con nuestro deber de cristianos, y especialmente de cofrades -ya no digamos dirigentes de juntas de gobierno-, cometeríamos un error menospreciando la llamada de un obispo que invita a la reflexión, a buscar el sentido de las expresiones cultuales externas.
No nos engañemos. Cuando se lanza la idea de que estamos viviendo una época de proliferación de procesiones y ponemos en duda si verdaderamente se está cumpliendo con el objetivo expuesto por monseñor Fernández, no podemos encogernos de hombros y mirar hacia ambos lados para afirmar puerilmente que en nuestras poblaciones no hay procesiones gratuitas. El sevillano, el gaditano, el cordobés, el isleño, utiliza frecuentemente el infantil "yo no he hecho" para asegurar que en realidad, en su localidad no hay tantos cortejos como dicen, sino los justos y necesarios. Pero todos sabemos que no es cierto. Una extensa lista de procesiones de santos (in)justificadas por cualquier peregrino motivo aparecen en el calendario de nuestras ciudades. No solo magnas, sino de otra naturaleza por el mero hecho de dar culto a una imagen que duerme en cualquier rincón del templo que tengamos más a mano. Y no me hagan exponer el rosario de santos que, en parihuela, en pasos, y todas ellas con bandas detrás, campan cada fin de semana por las calles de San Fernando. No es necesario porque quien quiera desvincular a La Isla de la 'procesionitis' va a tener que ir a robar a otra cárcel, no a la mía.
El prelado de Córdoba me ha dado que pensar, pero también me ha obligado a dirigirme a él en privado para rogarle una siguiente meditación tras su velada solfa hacia los cortejos extraordinarios. ¿Cree realmente la Iglesia que las procesiones en cada ciudad enmarcadas en el Año de la Fe están cumpliendo sus objetivos cultuales? Si la respuesta es negativa, ¿pondrán freno los obispos al desmadre, a las pasarelas cibeles con pasos y titulares fotografiados, a tantos 'cristianos' que cuelgan en redes sociales vídeos de lo bien cargado que han visto un paso en Córdoba, sin la menor preocupación por buscar el sentido catequético de la imagen que están contemplando, sin profundizar interiormente en lo que representa y hacerle pasillo a la fe a través del sentimiento fervoroso y no festivo?
Escuché recientemente en una tertulia que las procesiones "cuanto más mejor", en una comparativa con los partidos Madrid-Barsa. También he oido machaconamente lo positivo que para la economía de cada ciudad resultan este tipo de manifestaciones de culto exterior, aseveración que pongo en cuarentena con datos que personalmente me aportan los hosteleros, que miran el calendario esperando ansiosamente el Domingo de Ramos, pero escuchan con indiferencia y desdén tanto tambor cada sábado, cada domingo. Decir que la economía isleña -por poner un ejemplo- sale a flote por una procesión de barriada cada fin de semana es un insulto a la ciudad, autoengañarnos y, dicho sea de paso, perder el tiempo a la hora de buscar, entre todos -especialmente quienes tienen peso específico en la ciudad, como los cofrades 'de verdad'- soluciones para La Isla, qué medidas debemos adoptar para sacar a esta ciudad de su mal casi endémico, de su anquilosamiento, de las iniciativas que entre todos, desde los seglares a los ateos, podemos poner en marcha por el bienestar de nuestros ciudadanos, misión que bien nos lo agradecerían tantos desempleados, e ineludible compromiso exigido por nuestra condición de cristianos comprometidos con el prójimo gracias a una fe coherente. Esa fe que me cuesta trabajo ver en tanto cortejo colorista repartido por la geografía andaluza bajo la excusa de una virtud teologal que en San Fernando esperamos arraigar en nuestra alma cristiana gracias a la acertada decisión del besapié y besamanos magno del 5 de octubre, siempre dentro de los templos en los que nuestros titulares deben ser preservados durante siglos, como han hecho nuestros antecesores, con la ocasión única, sublime y rodeada de la solemnidad que cada elemento del cortejo penitencial impregna las calles para invitar realmente a la devoción en los días santos de la primavera anual.
Todo lo demás, cosas de aficionados.
Su primera andanada era reconocer que existen seglares "muy capaces" que cuestionan tantas manifestaciones exteriores de fe. Es decir, que monseñor Fernández deja sin efecto las críticas de cofrades que tildan de aburridos, puristas, místicos o 'sociatas de la Iglesia' a quienes consideran que debe existir otro camino para cultivar la fe, para encauzar al pueblo (desorientado, sin duda) cristiano en tiempos titubeantes.
Para terminar de dar el incómodo martillazo sobre las conciencias, el pastor de la diócesis cordobesa asevera textualmente que "el mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo. El mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo, que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida. Cuando esto es así, la cofradía es un problema continuo. En el mundo cofrade, como en toda la vida cristiana, vale quien sirve, y no vale quien quiere servirse de la cofradía para sus intereses".
Si se quiere continuar buscando en el calendario cuándo nos volvemos a subir en el autobús para presenciar espectáculos estéticos en mayor o menor medida, medianamente fervorosos, las palabras del prelado se convertirán en mera anécdota "de un cura molesto". Si cumplimos con nuestro deber de cristianos, y especialmente de cofrades -ya no digamos dirigentes de juntas de gobierno-, cometeríamos un error menospreciando la llamada de un obispo que invita a la reflexión, a buscar el sentido de las expresiones cultuales externas.
No nos engañemos. Cuando se lanza la idea de que estamos viviendo una época de proliferación de procesiones y ponemos en duda si verdaderamente se está cumpliendo con el objetivo expuesto por monseñor Fernández, no podemos encogernos de hombros y mirar hacia ambos lados para afirmar puerilmente que en nuestras poblaciones no hay procesiones gratuitas. El sevillano, el gaditano, el cordobés, el isleño, utiliza frecuentemente el infantil "yo no he hecho" para asegurar que en realidad, en su localidad no hay tantos cortejos como dicen, sino los justos y necesarios. Pero todos sabemos que no es cierto. Una extensa lista de procesiones de santos (in)justificadas por cualquier peregrino motivo aparecen en el calendario de nuestras ciudades. No solo magnas, sino de otra naturaleza por el mero hecho de dar culto a una imagen que duerme en cualquier rincón del templo que tengamos más a mano. Y no me hagan exponer el rosario de santos que, en parihuela, en pasos, y todas ellas con bandas detrás, campan cada fin de semana por las calles de San Fernando. No es necesario porque quien quiera desvincular a La Isla de la 'procesionitis' va a tener que ir a robar a otra cárcel, no a la mía.
El prelado de Córdoba me ha dado que pensar, pero también me ha obligado a dirigirme a él en privado para rogarle una siguiente meditación tras su velada solfa hacia los cortejos extraordinarios. ¿Cree realmente la Iglesia que las procesiones en cada ciudad enmarcadas en el Año de la Fe están cumpliendo sus objetivos cultuales? Si la respuesta es negativa, ¿pondrán freno los obispos al desmadre, a las pasarelas cibeles con pasos y titulares fotografiados, a tantos 'cristianos' que cuelgan en redes sociales vídeos de lo bien cargado que han visto un paso en Córdoba, sin la menor preocupación por buscar el sentido catequético de la imagen que están contemplando, sin profundizar interiormente en lo que representa y hacerle pasillo a la fe a través del sentimiento fervoroso y no festivo?
Escuché recientemente en una tertulia que las procesiones "cuanto más mejor", en una comparativa con los partidos Madrid-Barsa. También he oido machaconamente lo positivo que para la economía de cada ciudad resultan este tipo de manifestaciones de culto exterior, aseveración que pongo en cuarentena con datos que personalmente me aportan los hosteleros, que miran el calendario esperando ansiosamente el Domingo de Ramos, pero escuchan con indiferencia y desdén tanto tambor cada sábado, cada domingo. Decir que la economía isleña -por poner un ejemplo- sale a flote por una procesión de barriada cada fin de semana es un insulto a la ciudad, autoengañarnos y, dicho sea de paso, perder el tiempo a la hora de buscar, entre todos -especialmente quienes tienen peso específico en la ciudad, como los cofrades 'de verdad'- soluciones para La Isla, qué medidas debemos adoptar para sacar a esta ciudad de su mal casi endémico, de su anquilosamiento, de las iniciativas que entre todos, desde los seglares a los ateos, podemos poner en marcha por el bienestar de nuestros ciudadanos, misión que bien nos lo agradecerían tantos desempleados, e ineludible compromiso exigido por nuestra condición de cristianos comprometidos con el prójimo gracias a una fe coherente. Esa fe que me cuesta trabajo ver en tanto cortejo colorista repartido por la geografía andaluza bajo la excusa de una virtud teologal que en San Fernando esperamos arraigar en nuestra alma cristiana gracias a la acertada decisión del besapié y besamanos magno del 5 de octubre, siempre dentro de los templos en los que nuestros titulares deben ser preservados durante siglos, como han hecho nuestros antecesores, con la ocasión única, sublime y rodeada de la solemnidad que cada elemento del cortejo penitencial impregna las calles para invitar realmente a la devoción en los días santos de la primavera anual.
Todo lo demás, cosas de aficionados.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
Independencia por la fuerza
A ver si me aclaro... Si alguien quiere desmembrar España, ¿puede manifestarse en la calle tan ricamente? Si es así porque se le permite como gesto de buena voluntad democrática, ¿sabe que sus pretensiones constituyen solo algo testimonial, en virtud del artículo 2 de la Constitución Española, entre otros? Si yo hago una manifestación en defensa de la unidad de nuestro país, ¿soy un facha despreciable?
De paso, también me gustaría saber la razón por la que algunos homenajean a políticos nacionalistas que vivieron hace ya no sé cuántas décadas colocándoles flores entre otras parafernalias y por ello son muy progres, pero si yo lo hago con Ortega y Gasset por poner un ejemplo soy un falangista reprimido. Aconsejo a los nacionalistas que quieren una nueva manera de (des)tructurar España que defiendan sus planteamientos en los foros politicos adecuados, en las cámaras para tal fin. Si queréis iros, por mi no hay inconveniente. Es cierto, conozco a catalanes excelentes y auténticos gilipollas que miran por encima del hombro. Como en casi todos los sitios. Me repugna el catalán con conciencia de clase y pedigrí que habla su lengua delante mía para joderme, pero también el andaluz que va de gracioso por la vida y el gaditano chovinista que no ha salido más allá de Cortadura porque lo mejor del mundo está en el Carranza y alrededores. Pero hacedlo bien por una vez en la puñetera existencia del nacionalismo centrífugo: cambiad la Constitución en las instituciones donde estáis representados, porque si queréis hacerlo en la calle, y reunís a un millón de personas, mañana pueden llegar los andaluces orientales a constituir otra 'nación' separada de los ocidentales. Entre Córdoba, Málaga, Granada y Almería reúnen otro millón de individuos hartitos del 'centralismo sevillano', recorriendo las calles con pancartas y, según vuestro planteamiento, tendrán suficiente poder moral y político como para acojonar al resto y largarse. Y así podemos seguir con los canarios, los leperos de Huelva y los algecireños de Cádiz. El número, la cantidad, determinarán un nuevo mapa sin pasar por la casilla de salida. Y ni así, ni tocando las narices, se hacen las cosas en un país en el que deberíamos recordar que la desunión siempre fue lo contrario de la fuerza.
A lo mejor es que no sois los suficientes como para defender vuestra independencia en los parlamentos, ni siquiera en los vuestros, en donde por poner un ejemplo, ERC solo constituye el 14% de los diputados, lo que dice muy poco en favor de los planteamientos cesecionistas. Los números que valen en democracia para organizar un país son los de los votos, así que primero, concienciad de verdad a todos los millones de ciudadanos de vuestros 'países' para que sean 'nacionalistas de verdad' y os voten. Cuando el 70% de un parlamento autonómico lo controle una fuerza independentista, entonces empezaremos a hablar de cambios, por razones realmente democráticas. Mientras, todo lo demás es imponer las pretensiones de la minoría sobre la mayoría, por muchas consignas que se griten en las calles y banderas no oficiales, algo que es tanto una estelada como una bandera franquista.
(Fotografía: José Luis Sellart -El País)
De paso, también me gustaría saber la razón por la que algunos homenajean a políticos nacionalistas que vivieron hace ya no sé cuántas décadas colocándoles flores entre otras parafernalias y por ello son muy progres, pero si yo lo hago con Ortega y Gasset por poner un ejemplo soy un falangista reprimido. Aconsejo a los nacionalistas que quieren una nueva manera de (des)tructurar España que defiendan sus planteamientos en los foros politicos adecuados, en las cámaras para tal fin. Si queréis iros, por mi no hay inconveniente. Es cierto, conozco a catalanes excelentes y auténticos gilipollas que miran por encima del hombro. Como en casi todos los sitios. Me repugna el catalán con conciencia de clase y pedigrí que habla su lengua delante mía para joderme, pero también el andaluz que va de gracioso por la vida y el gaditano chovinista que no ha salido más allá de Cortadura porque lo mejor del mundo está en el Carranza y alrededores. Pero hacedlo bien por una vez en la puñetera existencia del nacionalismo centrífugo: cambiad la Constitución en las instituciones donde estáis representados, porque si queréis hacerlo en la calle, y reunís a un millón de personas, mañana pueden llegar los andaluces orientales a constituir otra 'nación' separada de los ocidentales. Entre Córdoba, Málaga, Granada y Almería reúnen otro millón de individuos hartitos del 'centralismo sevillano', recorriendo las calles con pancartas y, según vuestro planteamiento, tendrán suficiente poder moral y político como para acojonar al resto y largarse. Y así podemos seguir con los canarios, los leperos de Huelva y los algecireños de Cádiz. El número, la cantidad, determinarán un nuevo mapa sin pasar por la casilla de salida. Y ni así, ni tocando las narices, se hacen las cosas en un país en el que deberíamos recordar que la desunión siempre fue lo contrario de la fuerza.
A lo mejor es que no sois los suficientes como para defender vuestra independencia en los parlamentos, ni siquiera en los vuestros, en donde por poner un ejemplo, ERC solo constituye el 14% de los diputados, lo que dice muy poco en favor de los planteamientos cesecionistas. Los números que valen en democracia para organizar un país son los de los votos, así que primero, concienciad de verdad a todos los millones de ciudadanos de vuestros 'países' para que sean 'nacionalistas de verdad' y os voten. Cuando el 70% de un parlamento autonómico lo controle una fuerza independentista, entonces empezaremos a hablar de cambios, por razones realmente democráticas. Mientras, todo lo demás es imponer las pretensiones de la minoría sobre la mayoría, por muchas consignas que se griten en las calles y banderas no oficiales, algo que es tanto una estelada como una bandera franquista.
(Fotografía: José Luis Sellart -El País)
martes, 10 de septiembre de 2013
Daniel Aragón, subdirector de 40 Principales
Yo sé que a Dani no le va a hacer ni pizca de gracia una de las tres fotos que acabo de colgar. No es para menos. De ella hace 22 años y estábamos celebrando un cumpleaños en el estudio principal de Radio La Isla.
Nuestras caras, nuestra forma de vestir, son un poema. Dani Aragón, Javier Egea, María del Carmen Benítez, Alicia de los Santos, Paco López y yo formábamos parte de un grupo de jóvenes ilusionados con lo que estábamos logrando hacer en Radio La Isla. La emisora de San Fernando había contado desde sus inicios con grandes voces y profesionales técnicos como las de Ricardo Peralta, Pepe Bouza, Luis Baena, Jesús del Río o José María Romero, a las que se incorporaron posteriormente las de una generación formada por Inma Forja, Salvador Serrano, Pepe García, Juan Ochoa... se mes escapan nombres y espero no molestar a nadie.
Fue a principios de los noventa cuando una nueva hornada de jóvenes amantes de la radio irrumpen en la emisora isleña. Porque aquello fue una invasión en toda regla que consolidó lo que desde antes se intuía: la existencia de una emisora local que fue ejemplo y espejo en el que mirarse las que estaban naciendo y, como sucede con los equipos pequeños, cuna de fichaje de los grandes. También se dieron los casos de minusvalorar a algún que otro locutor del que ya se adivinaban sus grandes valías y no se esforzaron mucho por llevárselo. Menos que otros por conservarlos.
En aquella generación llegada a finales de los ochenta se incluyen Toni Castro, Alberto Pérez, Santiago Muñoz, Charo Pérez, Jesús Morilla, Antonio Salas, Inma Picardo, Mar Barrera, Benji Montoya, Alfonso Rodríguez y sumen ustedes los nombres de los tipitos de la fotografía que acompaña a este texto. Todos tuvimos un padre radiofónico, alguien que su vida era -y es- la radio, pleno de ideas, de nuevas iniciativas y maneras de hacer programas: Emilio Hurtado.
Fue precisamente de ahí de donde partieron, para triunfar fuera, voces que hoy han conseguido alcanzar cotas inimaginables quizá para ellos, aunque yo ya era consciente de que aquel buen personal llegaría lejos... siempre que supieran aprovechar las oportunidades y despojarse de todo lo que pudiera aferrarles a un pasado de dudoso futuro. Y las ondas de la SER se llenaron de voces isleñas, con las que los oyentes continuaban identificando RLI. Y en RNE recalaron locutores de La Isla. Inma Picardo, Toni Castro, María del Carmen Benítez, Charo Pérez fueron nombres que se unieron al futuro de la SER, Dial, Canal Sur...
No me ha dado hoy un golpe de añoranza. A mis casi 45 años estoy cansado de rememorar tiempos pasados que fueron pero hoy no son. Este recordatorio viene a colación porque, décadas después, algunos de aquellos jóvenes de RLI seguimos teniendo contacto, yo especialmente con José María Romero, Santi Muñoz o Daniel Aragón, por decir algunos nombres. Hace alrededor de un año nos reunimos unos cuantos en una estupenda cena compartida con el actor Manuel Tallafé, en la que Juan Ochoa, entre muchas de sus preclaras frases, sentenció: "San Fernando y con ella sus medios de comunicación están así porque así lo han querido varias personas que tienen nombres y apellidos. Están muy localizadas, sabemos quiénes son. Pero nadie quiso hacer nada en su momento".
Pero mi fotografía de hoy está dedicada a con quien he mantenido mayor contacto en estos años. Mi amigo Daniel Rodríguez Aragón, del que leo en un texto que le han dedicado en facebook que lo acaban de nombrar subdirector de 40 Principales y Máxima FM a nivel nacional. Aún no he hablado con él, lo he sabido esta mañana. También he leído que su trayectoria "empezó en Cádiz, en 1993, como locutor de 40 Principales". Bueno, no fue precisamente así... como demuestra mi fotografía. Dani venía de hacer muchas cosas en Radio La Isla, de las que todos los que formamos aquella familia tenemos que enorgullecernos. Qué magnífica radio se hacía entonces...
Dani Aragón realizó el MBA en Dirección de Empresas Radiofónicas por la Universidad Autónoma de Barcelona; el Master GESCO en Dirección De Marketing y Gestión Comercial por ESIC, y el Postgrado de Comercio Electrónico por ESIC-ICEMD. En 1995 ya fue nombrado coordinador de los Cuarenta y en 1997 fue designado coordinador de Cadenas Musicales en Radio Cádiz. Tras pasar por 40 Principales Sevilla como coordinador y jefe de las cadenas musicales, en 2011 fue destinado a las labores de coordinación regional de Cadenas Musicales en Andalucía, cargo que ha desempañado hasta ahora.
Estoy convencido de que su mujer, Isabel Maeso, estará muy feliz y orgullosa. Yo conocí a Isabel por otro grupo de amistades de Cádiz, y un buen día me dijeron: "Isabel ha empezado a salir con un chico que es locutor de radio, no sé si lo conoces...". Cuando pregunté quién era, no pudo darme más alegría. Las casualidades de la vida... Ahora tienen que iniciar una nueva trayectoria en Madrid. Es la historia de quien supo ver el futuro y desplegar las alas hacia un horizonte que otros quisimos ver más cerca o creíamos tenerlo más seguro confiando en proyectos cercanos.
Mi enhorabuena, querido amigo. Muchas felicidades por tu nombramiento. Otro ejemplo más de la cantidad de gente valiosa que hemos tenido en La Isla y que podía habernos aportado mucho para hacer crecer esta ciudad en todos los ámbitos. Pero no, se optó por otros caminos. El tuyo lo tuviste claro. Te admiro. Un fuerte abrazo, Dani. Y que sepas que seguiré enviándote, dedicándote, vídeos de Manolito Pies de Plata. Siempre nos gustaron los frikis, como aquel que llevamos a la fiesta de aniversario de RLI que partía ladrillos con la cabeza y algún que otro chalado más. O tempora, o mores...
Nuestras caras, nuestra forma de vestir, son un poema. Dani Aragón, Javier Egea, María del Carmen Benítez, Alicia de los Santos, Paco López y yo formábamos parte de un grupo de jóvenes ilusionados con lo que estábamos logrando hacer en Radio La Isla. La emisora de San Fernando había contado desde sus inicios con grandes voces y profesionales técnicos como las de Ricardo Peralta, Pepe Bouza, Luis Baena, Jesús del Río o José María Romero, a las que se incorporaron posteriormente las de una generación formada por Inma Forja, Salvador Serrano, Pepe García, Juan Ochoa... se mes escapan nombres y espero no molestar a nadie.
Fue a principios de los noventa cuando una nueva hornada de jóvenes amantes de la radio irrumpen en la emisora isleña. Porque aquello fue una invasión en toda regla que consolidó lo que desde antes se intuía: la existencia de una emisora local que fue ejemplo y espejo en el que mirarse las que estaban naciendo y, como sucede con los equipos pequeños, cuna de fichaje de los grandes. También se dieron los casos de minusvalorar a algún que otro locutor del que ya se adivinaban sus grandes valías y no se esforzaron mucho por llevárselo. Menos que otros por conservarlos.
En aquella generación llegada a finales de los ochenta se incluyen Toni Castro, Alberto Pérez, Santiago Muñoz, Charo Pérez, Jesús Morilla, Antonio Salas, Inma Picardo, Mar Barrera, Benji Montoya, Alfonso Rodríguez y sumen ustedes los nombres de los tipitos de la fotografía que acompaña a este texto. Todos tuvimos un padre radiofónico, alguien que su vida era -y es- la radio, pleno de ideas, de nuevas iniciativas y maneras de hacer programas: Emilio Hurtado.
Fue precisamente de ahí de donde partieron, para triunfar fuera, voces que hoy han conseguido alcanzar cotas inimaginables quizá para ellos, aunque yo ya era consciente de que aquel buen personal llegaría lejos... siempre que supieran aprovechar las oportunidades y despojarse de todo lo que pudiera aferrarles a un pasado de dudoso futuro. Y las ondas de la SER se llenaron de voces isleñas, con las que los oyentes continuaban identificando RLI. Y en RNE recalaron locutores de La Isla. Inma Picardo, Toni Castro, María del Carmen Benítez, Charo Pérez fueron nombres que se unieron al futuro de la SER, Dial, Canal Sur...
No me ha dado hoy un golpe de añoranza. A mis casi 45 años estoy cansado de rememorar tiempos pasados que fueron pero hoy no son. Este recordatorio viene a colación porque, décadas después, algunos de aquellos jóvenes de RLI seguimos teniendo contacto, yo especialmente con José María Romero, Santi Muñoz o Daniel Aragón, por decir algunos nombres. Hace alrededor de un año nos reunimos unos cuantos en una estupenda cena compartida con el actor Manuel Tallafé, en la que Juan Ochoa, entre muchas de sus preclaras frases, sentenció: "San Fernando y con ella sus medios de comunicación están así porque así lo han querido varias personas que tienen nombres y apellidos. Están muy localizadas, sabemos quiénes son. Pero nadie quiso hacer nada en su momento".
Pero mi fotografía de hoy está dedicada a con quien he mantenido mayor contacto en estos años. Mi amigo Daniel Rodríguez Aragón, del que leo en un texto que le han dedicado en facebook que lo acaban de nombrar subdirector de 40 Principales y Máxima FM a nivel nacional. Aún no he hablado con él, lo he sabido esta mañana. También he leído que su trayectoria "empezó en Cádiz, en 1993, como locutor de 40 Principales". Bueno, no fue precisamente así... como demuestra mi fotografía. Dani venía de hacer muchas cosas en Radio La Isla, de las que todos los que formamos aquella familia tenemos que enorgullecernos. Qué magnífica radio se hacía entonces...
Dani Aragón realizó el MBA en Dirección de Empresas Radiofónicas por la Universidad Autónoma de Barcelona; el Master GESCO en Dirección De Marketing y Gestión Comercial por ESIC, y el Postgrado de Comercio Electrónico por ESIC-ICEMD. En 1995 ya fue nombrado coordinador de los Cuarenta y en 1997 fue designado coordinador de Cadenas Musicales en Radio Cádiz. Tras pasar por 40 Principales Sevilla como coordinador y jefe de las cadenas musicales, en 2011 fue destinado a las labores de coordinación regional de Cadenas Musicales en Andalucía, cargo que ha desempañado hasta ahora.
Estoy convencido de que su mujer, Isabel Maeso, estará muy feliz y orgullosa. Yo conocí a Isabel por otro grupo de amistades de Cádiz, y un buen día me dijeron: "Isabel ha empezado a salir con un chico que es locutor de radio, no sé si lo conoces...". Cuando pregunté quién era, no pudo darme más alegría. Las casualidades de la vida... Ahora tienen que iniciar una nueva trayectoria en Madrid. Es la historia de quien supo ver el futuro y desplegar las alas hacia un horizonte que otros quisimos ver más cerca o creíamos tenerlo más seguro confiando en proyectos cercanos.
Mi enhorabuena, querido amigo. Muchas felicidades por tu nombramiento. Otro ejemplo más de la cantidad de gente valiosa que hemos tenido en La Isla y que podía habernos aportado mucho para hacer crecer esta ciudad en todos los ámbitos. Pero no, se optó por otros caminos. El tuyo lo tuviste claro. Te admiro. Un fuerte abrazo, Dani. Y que sepas que seguiré enviándote, dedicándote, vídeos de Manolito Pies de Plata. Siempre nos gustaron los frikis, como aquel que llevamos a la fiesta de aniversario de RLI que partía ladrillos con la cabeza y algún que otro chalado más. O tempora, o mores...
sábado, 7 de septiembre de 2013
Algunas preguntas sobre los JJOO
Y
ahora que nos han mandado a hacer puñetas, ¿nos ponemos en serio a
currar en este país por sacarlo adelante tanto a él como a nosotros
mismos o vamos a volver a dar el coñazo con 2024, fecha para la que
España ya no será España? ¿Seguiremos alimentando la teoría de la conspiración? ¿Es cierto que promocionar la candidatura olímpica de Madrid nos ha costado cien millones de euros?
Con un país fracturado social, económica y políticamente, ¿era posible pretender ganar unos Juegos Olímpicos, incluso a 7 años vista? Si ni siquiera hemos ganado a Estambul, quedando los últimos de la terna, ¿será porque desde fuera han visto las pintas que muestra este país: pícaros, prevaricadores, aspavientos baratos, desmembración territorial, la soga del rescate al cuello...?
Con un país fracturado social, económica y políticamente, ¿era posible pretender ganar unos Juegos Olímpicos, incluso a 7 años vista? Si ni siquiera hemos ganado a Estambul, quedando los últimos de la terna, ¿será porque desde fuera han visto las pintas que muestra este país: pícaros, prevaricadores, aspavientos baratos, desmembración territorial, la soga del rescate al cuello...?
domingo, 1 de septiembre de 2013
Crac de los Caballeros
El castillo del Crac de los Caballeros fue definido por Lawrence de Arabia como "el más admirable del mundo". Construido en varias fases por los cruzados, en 1170 estaba ya levantado sobre una zona del desierto de Siria. Las reformas posteriores lo convirtieron en la fortaleza más importante de Tierra Santa y en ella se asentaron las bases de los Caballeros de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén.
La Unesco lo incluyó en el catálogo del Patrimonio de la Humanidad en el año 2006. La guerra civil que mantienen los sirios ha transformado un lugar considerado hasta hace escasos años de gran interés turístico en un bastión atacado por morteros y lanzagranadas que están acabando con sus muros, con los frescos de su interior que sirvieron de modelos a reyes posteriores para sus castillos...
http://actualidad.rt.com/cultura/view/100104-siria-castillo-bombardeo-explosion-danos
Esto sigue sucediendo mientras millones de seres humanos desconocen a lo que es capaz de llegar el hombre con su destrucción. Por descontado que las vidas constituyen lo más importante que podemos preservar, pero en estos momentos en los que permanecemos atentos a cuando un Nobel de la Paz decida comenzar una guerra, es necesario leer la historia, escudriñar nuestros orígenes, analizar en qué lugares va 'Occidente' a arrasar con sus ataques y si se nos han olvidado aquellos siglos en los que nuestra civilización, tan moderna y cristiana, tenían su centro neurálgico en suelo que ahora menospreciamos.
miércoles, 28 de agosto de 2013
Miguel Joven, 'Tito': "Verano Azul' te hace venir y Nerja te hace volver"
Miguel Joven y José Carlos Fernández Moscoso, durante la entrevista. |
"Vosotros no os véis, pero todos mantenéis una sonrisa permanente desde que hemos comenzado. Es la magia de Verano Azul'. Miguel Joven Braun (Lübeck-Alemania, 1973) dirige este mensaje a un grupo que supera la veintena de personas con las que lleva alrededor de una hora compartiendo escenarios que han trasladado en el tiempo a los seguidores de una serie de televisión que en el convulso año 1981 nadie pudo sospechar lo que significaría para la historia catódica española. Ni Antonio Mercero, y menos áun los chicos que protagonizaron aquellas aventuras estivales inolvidables, imaginaban lo que para generaciones enteras supondría 'Verano Azul', además de la crucial contribución para que Nerja se haya convertido, en estas tres décadas, no solo en una bellísima localidad turística, sino en la meca de miles de televidentes, que ahora y gracias a la iniciativa y el ímpetu del actor que interpretó al pequeño Tito en la serie, visitan los lugares del rodaje de la serie como un ritual, como si de la búsqueda de las reliquias demostrativas de una religión se tratara.
En realidad, Nerja y sus parajes relacionados con 'Verano Azul' se convierten en escenarios de peregrinación para la búsqueda de recuerdos y de una infancia inexorablemente perdida. Quienes se inscriben en una ruta que teóricamente transcurre durante dos horas y media, y gracias a la pasión de Miguel Joven se prolonga hasta cerca de la hora de almorzar desde las diez de la mañana, no piensan en la calidad técnica de los diecinueve capítulos de la serie, ni les interesa con qué cámaras se rodaron las secuencias en el mar o en qué pensó Carmelo Bernaola para componer aquella sintonía inmortal del inicio de cada capítulo, o el bellísimo tema dedicado a Beatriz, el vals del acordeón de Chanquete... Los más fanáticos rebuscan en internet sobre ello o preguntan fuera de la ruta a Miguel Joven, pero la inmensa mayoría mantiene otro objetivo: corroborar lo vigente que en la memoria han quedado los problemas de aquellos siete chicos, la visionaria simbiosis entre los que superan ya con creces los cuarenta años y las inquietudes de unos niños que se hacían las mismas preguntas que nosotros en una época en la que quedaba mucho por recorrer para convertir España en un país maduro y sin tapujos. 'Verano Azul' abrió una brecha entre las familias que cada domingo veían juntas unos capítulos, en numerosas ocasiones incómodos para las mentes retrógradas que aún mantenían poder en determinados círculos. En el capítulo 'Eva', la pintora se dirigía a la pandilla sin tapujos a la hora de reflexionar sobre el hecho de tener niños sin estar casados; el viejo pescador era interrogado una y otra vez sobre 'la cosa sexual' en 'La burbuja', y la especulación inmobiliaria en la que cayeron numerosos municipios del litoral español ya se preconizaba en 'No nos moverán', donde el grupo se aferra a la cubierta de La Dorada 1ª, el barco que desgraciadamente se perdió tras el rodaje de la serie.
La réplica del barco de Chanquete donde se inicia la ruta. |
La ruta se inicia en la réplica del navío existente en el llamado Parque Verano Azul, un enclave nerjeño donde se habilitaron una veintena de monolitos, cada uno coronado por un azulejo con el número y título de cada capítulo. Miguel Joven cuenta la historia casi diariamente, pero lo hace con la misma pasión que el primer día en el que puso en marcha esta iniciativa. "El barco fue desmantelado y parte de él se llevó a los estudios de TVE, nadie pensó en el éxito que alcanzaría la serie. Cuando el Ayuntamiento quiso recuperarlo, ya era demasiado tarde, y además, hubo un incendio en los almacenes de la televisión, de manera que se hizo esta copia", explica Tito. "En realidad no estaba previsto que el barco siguiera existiendo; recordad el capítulo en el que las máquinas lo elevan para eliminarlo del lugar donde construirían después. En aquella secuencia, todos esperábamos que el buque no aguantara su propio peso, no estaba construido para eso, pero sorprendentemente lo soportó. Antonio Mercero quería que se destruyera en el aire, todos estábamos sin respiración esperando, pero eso no sucedió".
Miguel Joven, junto al rótulo de la calle dedicada a Javi (Juan José Artero). |
Es una de las decenas de anécdotas que Miguel Joven cuenta a los integrantes de cada grupo que contempla 'La Dorada 1ª'. Allí se inicia un circuito por las calles del Parque Verano Azul, rotuladas con los nombres de los niños de la pandilla. Ello le sirve a Tito para hablar de cada personaje y sus respectivos papeles en la serie, del contacto que mantienen, de los actores... Se apoya en una carpeta de hojas transparentes en las que conserva más de medio centenar de fotografías de localizaciones y momentos del rodaje que va mostrando a lo largo del itinerario para que el visitante haga su particular comparación e incluso erice el vello de los más nostálgicos cuando, ya en el casco histórico nerjeño, llegamos a la lechería de Pancho, a la plaza Cavana donde el chulo de Rafa (Clipper Legard) subió en su motocicleta a Beatriz. Los de la expedición se detienen en la esquina de este enclave, hoy peatonalizado, y coinciden al repetir la frase: "Adiós, Bea. Que lo paséis muy bien...". Entonces se recuerda la broma de las ranas, la moto sin gasolina, y Tito confiesa que el hijo del presentador Kiko Ledgard no cayó bien entre la pandilla, que ya estaba formada y con un cerrado e infantil sentido corporativo.
Después toca recordar la tasca de Frasco, hoy convertida en el bar El Molino, donde todas las noches estivales no falta el flamenco en un escenario exactamente igual que el que contemplamos en la serie, por el que el tiempo no ha pasado ni siquiera de puntillas... Todo lo contrario a otras localizaciones neurálgicas de 'Verano Azul'. Nerja sigue siendo un pueblo, pero ha duplicado su población con respecto a 1981, sus calles muestran establecimientos abiertos hasta las doce de la noche y el antiguo cine de verano donde la pandilla rueda una de las dos únicas secuencias nocturnas de la serie ya no existe. Ahora se ubica un edificio con un pasaje comercial. Como el modesto ayuntamiento que aparece en varios episodios con el rótulo 'Casa Consistorial'. Aquel enclave donde el alcalde Epifanio comprueba los nocivos efectos de la Compañía Nitro sobre los peces o le recomiendan a 'Telerriba' que aprenda idiomas no era el consistorio realmente. El inmueble desapareció para dar paso al Hotel Plaza Cavana.
Fachada de la tasca de Frasco, como recuerda una placa. |
Aspecto actual del interior de la antigua tasca de Frasco. |
En la calle Iglesia, por la que el grupo de fans es conducido hacia el Balcón de Europa, Miguel Joven se detiene para recordar cuando hizo de correveidile entre José Luis Fernández y Juan José Artero, despliega su álbum e invita a todos a observar una ventana a cierta altura. "Esas tres macetas son las mismas que estaban en ella hace treinta y tres años", asegura, corroborándolo con una fotografía en la que Pancho está entregando un pedido de botellas de leche a un vecino cuya vivienda muestra el mismo alicatado, idéntica fachada que cuando Mercero colocaba las cámaras en aquella angosta calle que culmina en uno de los paisajes más bellos de la axarquía malagueña. Es allí donde Nerja se abre al mar, el lugar donde Julia vendía sus cuadros, en el que el cantante Bruno llegaba en coche zafándose de sus fans y los niños compraban helados.
Los participantes de la ruta llegan hasta el Balcón de Europa. |
El balcón donde finaliza la visita y, para los más apasionados de 'Verano Azul', comienza su particular recorrido por otros enclaves del rodaje no incluidos en la ruta debido a su lejana localización o su estado actual. De hecho, la inolvidable Cala Chica donde la pandilla vive sus experiencias más relacionadas con el mar se sitúa a unos seis kilómetros de Nerja, en la vecina Maro, y su nombre es inventado. Su verdadera denominación es 'La Caleta de Maro' y llegar hasta ella es dificultoso. Trasladar los equipos de rodaje a aquel punto era francamente complicado, y parte del material se hacía diariamente por mar. Pero la sola visión de aquella franja de arena y el perfil del litoral, conservado tal y como se rodó en su momento, es una marillosa guinda al pastel de la jornada de la ruta turística. Será complicado evitar los ojos vidriosos cuando nos encontremos ante la silueta de las dos rocas desde donde Bruno cae al mar o los pequeños divisan las botellas que Pancho lanzaba para confesar su amor por Beatriz.
La Caleta de Maro, en agosto de 2013. |
A la derecha, las conocidas dos rocas de Cala Chica. |
Antes, también es de visita obligada el chiringuito de Ayo, en la playa de Burriana. El panorama del paseo marítimo en el que se encuentra ha cambiado sustancialmente, el bar ha incrementado sus metros cuadrados y las mesas se cuentan por decenas, pero en el ambiente se respira el aroma del arroz con el que Pancho invitó a sus colegas a modo de agradecimiento tras su accidente en 'Pancho Panza'. Y si alguien tiene algún amago de desconexión, pronto recibirá una descarga del recuerdo. Ayo aparecerá por los pasillos del restaurante, entre las mesas, observando si todo está correcto, se dirigirá hacia la enorme paellera de ese momento y él mismo despachará a quien quiera repetir el manjar. Su amabilidad es extrema con todos, que lo recuerdan como uno más de la pandilla al que Pancho robó su yegüa para recorrer Cala Chica como el jinete enmascarado acompañado de su amor platónico. "Ayo es una personalidad en Nerja -explica Miguel Joven-. Gracias a él se han evitado mamotretos constructivos en el pueblo, disparates modernos urbanísticos... es un hombre sensato cuya opinión tiene mucho peso", asevera el pequeño de la pandilla de los siete enanos, mientras recuerda que fue precisamente gracias a él por lo que participó en la serie. "Mi padre trabajaba en su chiringuito. Era el sitio elegido por el equipo de rodaje para comer diariamente. Dejaron de venir unos días, y al regresar, Ayo le preguntó a Antonio Mercero si había sucedido algo con el rodaje o estaban descontentos con la comida. El director le dijo que habían tenido que paralizar la grabación porque no encontraban a un niño que encarnara a Tito, que finalmente fui yo".
Ayo en su popular chiringuito. La paella no puede faltar... |
Y es que Miguel Joven dio el relevo nada menos que a Jorge Sanz y a otro chico que no convenció al realizador guipuzcoano. "Habían escogido en principio a él, pero problemas en su agenda y la decisión de sus padres lo impidieron. Fíjate que Jorge Sanz ya era famoso por aquella época, pero tantos meses de rodaje aquí... Y el pequeño que le sustituyó no pareció del agrado de Mercero, así que Ayo le dijo que porqué no le hacía una prueba al hijo de uno de sus camareros, que podría funcionar. Ese era yo. De hecho, cuando llegué a la serie, venía de Barcelona, donde estaba con mi familia paterna. Mi padre es de allí y mi madre alemana. Al 'aterrizar' en Nerja, de donde era mi tío, los equipos de 'Verano Azul' ya estaban trabajando".
Pero Miguel Joven conocía sobradamente la bella localidad malagueña. "Yo me crié en la playa de Burriana, hacía amigos que hablaban inglés, sueco... Tras la serie trabajé también en el chiringuito de Ayo y mi primera bicicleta me la compré con catorce años con el 'sueldo' que me dio. Después fui ayudante de maitre y terminé en la recepción de un hotel, hasta que se me ocurrió la idea de promocionar todo lo relacionado con 'Verano Azul'.
La ruta del 22 de agosto se alargó más de lo normal. El grupo era numeroso, y Miguel parecía haber explicado los entresijos de la serie como si fuera la primera vez. Además, el refresco que gentilmente ofrece a mitad del itinerario en el hotel Plaza Cavana se prolongó con la firma de las fotografías del grupo. Habíamos quedado para conversar más detenidamente y realizar la entrevista una vez finalizara el recorrido, y así lo hicimos aunque nos costara almorzar la paella de Ayo al borde de las cinco de la tarde. Sentados en un velador de Plaza Cavana, Tito profundiza sobre todo lo que concierne a 'Verano Azul' y a su persona.
Miguel Joven tras firmar una fotografía en el ecuador de la ruta. |
-Tras más de tres décadas del rodaje, y comprobando la respuesta de los seguidores de la serie, que vienen de muchos puntos de España y del extranjero, ¿cómo no se le había ocurrido antes promocionar la marca 'Verano Azul'?
La serie ha significado lo que más proyección turística le ha reportado a Nerja. En estos treinta y tres años siempre ha estado emitiéndose en alguna cadena de televisión, y no solo en nuestro país. Se ha traducido a veinte idiomas diferentes, ha tenido un éxito arrollador en Estados Unidos, Canadá o Bulgaria, por ponerle varios ejemplos. En este último país ha sido tremendo. Hay una calle en su capital, Sofía, llamada 'Verano Azul'. Cuando la crisis comenzó a hacer mella y perdí mi trabajo en el hotel, creé la marca 'La pandilla de Verano Azul' en internet y productos oficiales que incluso diseñé, como camisetas, tazas, gorras, para ofrecerlas en puntos de venta oficiales. Después se me ocurrió lo de las rutas, tanto la de la serie por el pueblo como la de los cayak por los acantilados, este año la de las cuevas de Nerja exclusivas para grupos coordinados por mí... Creamos una empresa al 60%-40%, ya que tenía que contar con quienes quisieran invertir, y en ello estamos, avanzando. También el acceso a internet ha posibilitado que millones de espectadores hayan visto la serie en el portal de TVE, precisamente gracias a una idea que partió de Miguel Ángel Valero, mi compañero 'Piraña', que fue quien defendió la idea de que el ente público subiera en su web los capítulos, reportajes especiales, etc. Y tras hacer las gestiones oportunas, así fue. Miguel Ángel es un tipo genial, un prestigioso investigador además, veranea en San Fernando, de donde es su familia...
-Sí, los conozco e incluso su tía me dio clases de matemáticas cuando era niño. Eso quiere decir que el contacto con el resto de la pandilla existe...
Nosotros mantenemos el contacto e incluso algunos nos vemos frecuentemente. Gerardo Garrido, Quique, viene a Nerja con Lola, su mujer, siempre que puede; Con Cristina Torres, Juanjo Artero... Precisamente hoy tenía que haber estado aquí José Luis Fernández, 'Pancho', iba a darnos una sorpresa y acompañarme en la ruta guiada sin que nadie lo hubiera sabido y después haberse quedado con nosotros, pero cuestiones de trabajo le han impedido venir. Nos han nombrado pregoneros de Bubión (Granada) en próximos días y tampoco podrá estar presente... Es decir, nunca nos olvidaremos de 'Verano Azul' y de la pandilla de amigos que hicimos. Es obvio que somos muchos, cada uno tiene su vida y algunos están más alejados del recuerdo de la televisión, pero permanecemos unidos por la serie.
-Entonces, lo que algunos cuentan de los enfrentamientos o 'leyendas negras' de varios de sus actores, es falso. Le he visto en la ruta muy indignado cuando ha citado las habladurías relacionadas con el actor José Luis Fernández...
Sí. Se han dicho muchas mentiras y con José Luis han sido especialmente injustos. Le acusaron de estar metido en determinadas cosas, en la droga, y lo único que sucedió fue lo que a muchos nos puede pasar: somos anónimos y de repente nos llega la fama, el dinero, y no sabemos emplearlo adecuadamente. Pero eso fue algo efímero, después se solucionó todo y es una persona excepcional, centrada y madura, como el resto. Recuerdo que incluso nos han llamado de programas de televisiones que les gusta polemizar sobre estas cosas y haber visitado el plató de Crónicas Marcianas, con Javier Sardá. Le dijimos que la condición era no tocar un tema que estaba ya comprobadamente cerrado como el de José Luis, y nos garantizaron que así sería. Al empezar la entrevista, en directo, sacó el tema incumpliendo lo prometido y le tuvimos que decir un par de cosas al respecto. Además, jamás ha habido enfrentamientos entre nosotros ni hubo polémicas con el equipo del rodaje. Tanto es así que Antonio Mercero era un incondicional durante años de Nerja y siguió viniendo para veranear hasta que su enfermedad le ha hecho mella. Nerja enamoró a muchos, ¿recuerda al actor Sergio Arteta, que interpretó al mago Massip en el episodio 'La última función'? Era vasco y se quedó aquí a vivir. Está enterrado en el cementerio nerjeño. Uno de los productores de la serie, Antonio Pozueco, conoció a su novia en Nerja y se casó con ella... Yo siempre he dicho que 'Verano Azul' te hace venir y Nerja te hace volver.
-Usted precisamente hizo regresar a todos en el año 2011 para celebrar el 30 aniversario de la serie.
Volvamos a la crisis que anteriormente le comenté. Cuando comenzó a fortalecerse, me presenté al concejal de Turismo del Ayuntamiento de Nerja para proponerle hace un paquete de visitas y que el Consistorio entendiera lo que podría suponer el recuerdo de 'Verano Azul' para Nerja. El 30 aniversario era un buen punto de partida y la organización de todos los actos recayeron sobre mí. El concejal me dijo que ni siquiera había visto la serie... Perdí catorce kilos durante la preparación del programa de actividades y desde el Ayuntamiento me dijeron que el alcalde no asistiría porque no estaba bien que el primer edil asistiera a actos a los que no iba a ir nadie. Llegó el día y aquello fue imborrable. Nerja entera estaba movilizada, visitantes de muchísimos lugares de España, un viaje en bicicleta de todos los que quisieron que desbordó las previsiones y todos los actores, menos lógicamente Antonio Ferrandis, estuvimos presentes en el acto, subidos al barco de Chanquete... Fue un éxito y sirvió para demostrar lo que es capaz de lograr 'Verano Azul'.
-Y precisamente para todas las edades. En la ruta de hoy se encontraba un niño de seis años que le ha repetido diálogos enteros de la serie en cada localización que nos deteníamos.
Sí, de eso no cabe duda. 'Verano Azul' es un documental sobre Nerja y ha unido a familias de generaciones enteras en torno al televisor.
-Usted tenía justamente seis años cuando encarnó a Tito, ¿cómo llevó el rodaje y la posterior fama?
Estuvimos grabando durante dieciséis meses, nada menos que casi año y medio. No fue solo cosa de un verano, muchas secuencias están rodadas en invierno, a mí se me ve tiritando de frío al salir del agua en algunas. Fue difícil y el equipo tenía que hilar fino para que no hubiera fallos de raccord. Pero era complicado ocultar algo casi imposible: que nosotros crecíamos muy rápido. Y así en algunos episodios aparecía Tito sin los dientes de las paletas y en otras sí, porque me habían crecido. Juanjo Artero pegó un estirón espectacular, y Cristina Torres le conservaron al cabo de los meses el bañador oscuro con la franja verde que se había colocado al principio, pero el pecho le había crecido y aquello fue un problema para ella. Claro, normal... Durante el rodaje, Miguel Ángel Valero y yo tuvimos un profesor particular, y el resto de chicos y las dos chicas se quedaron aquí el curso entero y dieron clases en un instituto de Nerja. Hay quienes aún le puede contar que fueron compañeros de aula de Pancho o Javi. Y así se estrenó la serie el 11 de octubre de 1981. No había absolutamente nadie en las calles de Nerja, todo el mundo estaba en sus casas frente al televisor. Después, ese boom se extendió a toda España. Yo lo llevé bien, pero vosotros no me dejásteis. La gente se me abalanzaba para verme y yo lo que quería hacer era lo de siempre: correr por la playa, jugar, salir a la calle como un niño. Mi madre estaba hastiada de tanta gente en la puerta de mi casa, pero siempre lo llevé lo mejor que pude. Posteriormente, gracias a mis trabajos, mantuve mucho contacto con las personas y me sirvió para tener la cualidad de empatizar con quienes hablan conmigo. Me gusta hacer las rutas, conversar con todos, contar las anécdotas.
-Hábleme de los personajes de la serie. Por ejemplo, el liderazgo de Pancho y Javi era manifiesto, no así el papel difuso de Quique.
Gerardo Garrido encarnaba el papel de escudero de Javi, no sucedió que se plasmó deficientemente el papel en pantalla, es que realmente era así, tenía un rol secundario. Beatriz era la guapa del grupo, en realidad tenía 19 años cuando rodamos, era la mayor y Pilar Torres ya había tenido experiencia en la interpretación, junto a estrellas como Catherine Deneuve o Fernando Rey. Desi era su amiga que hacía de 'patito feo', pero en la vida real es hermana de Pilar. Cristina Torres le puedo asegurar que era una belleza cuando se rodó 'Verano Azul' tanto o más que su hermana, pero el papel que le correspondía era la antítesis a Bea, así que le colocaron aquel aparato en los dientes, gafas que no necesitaba... Ver a María Garralón interpretar a Julia era una delicia, porque es un ser muy humano y enormemente parecida a su personaje. Además, le encantaba venir a Nerja, no puso reparo alguno, no le hacía ascos a esa vida un poco hippy de su papel pero con la cabeza bien puesta, reflexiva, una confesora para las chicas. Antonio Ferrandis ya venía de ser una figura del cine. ¿Sabe una cosa? No había manera de que se acercara al mar. Todas las escenas que parecen estar rodadas en barco, se hicieron en la orilla, y las más lejanas no era él. Tenía pánico al agua. Era un gran actor. Y 'Piraña' era ese niño gordito que caía bien y creía saberlo todo, cuyos discursos resultaban graciosísimos. Hacíamos muchas travesuras, repetíamos diálogos equivocadamente en escenas donde comíamos helados para que nos dieran más y muchas cosas que se ven sucedieron porque se nos ocurrían sobre la marcha, como aquella paloma que hizo de las suyas sobre mi cabeza en 'No matéis mi planeta'. Mercero decidió continuar rodando por la naturalidad con la que nos lo tomamos.
-¿Y Tito? Usted no sabía ni leer...
No. Yo me aprendí los diálogos de memoria, porque por las noches mi padre me los decía una y otra vez y yo los repetía hasta que se me quedaban grabados. Los guiones de los capítulos los tenía mi padre, yo no tenía ni idea de lo que en ellos estaba escrito porque no sabía leerlos. Me levantaba por la mañana temprano y me iba a la habitación de mis padres, que aún dormían, y les decía "me voy a trabajar". Comenzábamos a rodar al amanecer.
-Hace unos años, en el Festival de Málaga, conocí a Antonio Mercero y le comenté en una entrevista que, tras los personajes de Garralón y Ferrandis, me parecía ver connotaciones no explicadas claramente, incluso ambiguas en el de la pintora y homosexuales en el caso de 'Chanquete', pero simplemente me sonrió y no quiso sacarme de la duda.
Julia venía de un trauma por la muerte de su marido e hija en un accidente de tráfico como se explica en 'La sonrisa del arcoiris'. Cierto es que no se le ve inclinación alguna en toda la serie, pero creo que su personaje está marcado por ese luctuoso suceso. En cuanto a 'Chanquete', sí resultaba extraño que no se le viera intención por alguna mujer, con un modo de vida distinto a todos, si bien en el capítulo de su fallecimiento sabemos que había tenido esposa. No veo más allá si se refiere a que en Chanquete había reflejos del propio Antonio Ferrandis, que como todo el mundo sabe, tenía inclinaciones homosexuales. Para los chicos era como el abuelo que todos quisiéramos tener.
-¿Ha cambiado Nerja en treinta y tres años? Usted es el único que se quedó aquí porque, aunque no nació en el pueblo, ha vivido en él desde casi siempre.
Ha cambiado la gente que lo visita. A principios de los ochenta era impensable el concepto de touroperadores, y hoy están a la orden del día. Por entonces había ya turismo, pero venían los mismos cada verano: las mismas familias, los rostros de siempre que se sentían a gusto en una localidad como esta, con la belleza de sus playas y calas. Comenzaron a funcionar las rutas turísticas y los visitantes ya proceden de todo el mundo, y eso se ha notado a la hora de la expansión de comercios, hoteles, oferta hostelera... Lo que siempre quisimos evitar fueron construcciones elevadas y gigantes de cemento, en eso tuvo mucho que ver Ayo y ciudadanos que consideraron que Nerja tenía que atraer al turismo pero con su particular estilo y sin perder su idiosincrasia, sin construir más de tres plantas en su casco histórico y litoral. Respecto a los escenarios de la serie, algunos se conservan casi igual y otros ya no existen o están casi abandonados. La casa de Julia, por ejemplo, se encuentra a escasos metros del Parador, pero pertenece a unos extranjeros que vienen poco y está descuidada y desde hace tiempo le han colocado vallas que impiden contemplarla. Es una pena. La casa del Mago Massip fue derruido su exterior, el interior era un decorado que se construyó en los Estudios Roma, donde hoy se encuentra Telecinco, y allí fuimos a rodar. Fue lo último que grabamos de toda la serie. Las calas de Maro conservan aún los invernaderos, los caminos, y el puerto de Nerja que aparece en la serie lógicamente no es nuestro porque en Nerja no hay muelle. Se rodó en Motril, al igual que el camino que recorremos en bicicleta en los créditos de cada episodio.
Una de las escasas fotos que hoy día pueden captarse de la casa de Julia. |
-La idea original contemplaba veinte capítulos, y sin embargo, se rodaron diecinueve.
Con tan mala fortuna que era precisamente el que estaba dedicado a mi personaje. Si se fija, muchos capítulos tienen como protagonista a la pandilla: Pancho con 'Pancho Panza', Javi en 'La bofetada', Julia en 'La sonrisa del arcoiris', Bea en 'Beatriz monamour', Desi en 'El visitante'... Y el número veinte iba a llamarse 'La excursión'. Curiosamente, en él iba a participar Jorge Sanz con un cameo, pero las inclemencias del tiempo y el temor a prolongarse el rodaje en el tiempo hizo que los responsables de la serie cancelaran el rodaje del capítulo. En él había un incendio en el que yo me quedaba atrapado.
-¿Cree que funcionaría un remake de 'Verano Azul'? Hoy día solo cabrían dos posibilidades: hacer una serie con otros siete niños o un reencuentro de ustedes al estilo Kenneth Branagh y su 'Los amigos de Peter'...
Es posible. Veo más viable, al menos desde el punto de vista guionístico, que se hiciera algo con nosotros, los que protagonizamos la serie hace tres décadas, con una fórmula de reencuentro, aunque esa idea no está exenta de problemas. Habrá quien quiera y quien no entre nosotros, es lógico. No sé, hoy las cosas han cambiado como para hacer un 'Verano Azul' con siete niños. Pero todo puede estudiarse, ver las ideas que afloren.
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