No tengo intención alguna de debatir sobre política, ni lanzar indirectas ideológicas. Probablemente, en este sentido, mi reino no sea de este mundo, si se me permite la paráfrasis, aunque eludir la participación en el ruedo de los partidos no es óbice para que opine sobre Fernando López Gil y Jaime Armario. Creo que ahora, al afrontar sus nuevos cometidos -el primero como delegado del Gobierno andaluz, el segundo coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud-, San Fernando pierde -quizás definitivamente- la oportunidad de contar con dos brillantes gobernantes municipales. No me une con ambos más que la amistad, la misma que con algunos otros políticos de distinto signo. No soy militante del PSOE, si bien no sería justo si no les agradeciera el apoyo que hace tres años decidieron prestar a mi proyecto empresarial y al periódico, tanto en los apacibles cafés que Fernando siempre ha estado dispuesto a compartir con mucha gente de La Isla como con el apoyo publicitario de su partido hasta que llegaron unas elecciones locales cuyos resultados dejó más que tocadas a las personas y no a las siglas. Todo ello no sirve para comprar mis loas, entre otras cosas porque no soy nadie influyente como para que un partido político se sienta beneficiado o perjudicado con mis filias y fobias.
López Gil y Armario fueron hace años exponentes de una necesaria renovación política en La Isla, con el aval que ofrece la juventud más que las ideologías, la ilusión por encima de los principios macropolíticos, de las ansias por evitar que tu ciudad pierda el tren sobre los reparos que provocan los desacuerdos secundarios. Aquella frescura tuvo su recompensa y en las elecciones municipales de 2007, con un equipo en consonancia, ganaron la Alcaldía de San Fernando, arrebatada días después por mor de la permisividad del sistema de pactos, ese que a la clase política le dio por arrimarse, sin poner vallas al coto de un principio democrático inamovible: si hay que pactar, la fuerza mayoritaria debe estar presente, por lógico respeto a los electores. Lo contrario se convierte en la perversión de la democracia, algo que no digo yo, sino que lo aseveró en su momento la parlamentaria isleña Carmen Pedemonte (PP).
Quiso La Isla que cuatro años después ganara José Loaiza la Alcaldía de San Fernando y como no hay nada que objetar al respecto, pues santas pascuas. Pero tengo la convicción que aquella ciudad necesitada de un giro en muchos aspectos hace cinco años, perdió el dinamismo del que hacían gala López Gil y Armario. A lo mejor me equivoco y es sólo un pálpito ajeno a cualquier defensa política o rechazo a terceros que también tenían puestas sus ilusiones en hacer de San Fernando una ciudad tan distinta de la que vemos desde hace ya demasiado tiempo...
Espero que a ambos les vaya bien en sus respectivas tareas. Lucharán no sólo contra el anónimo trabajo diario y las zancadillas cercanas, sino también frente a los ciudadanos que los señalarán como parte alícuota culpable de la ruina en la que está sumida este país, esta provincia. Tendrán que capear el temporal y jamás encogerse de hombros, de hecho es probable que perdieran la Alcaldía isleña por los 'daños colaterales' provocados desde Moncloa, de manera que al menos esa fácil acusación no les sobrevendrá desprevenidamente. Mucha suerte. La misma que nos desearon en aquel desayuno navideño de 2010 en el que Fernando nos regaló a cada periodista una participación en la Lotería Nacional.
martes, 7 de agosto de 2012
lunes, 30 de julio de 2012
Destituciones en cofradías
La Junta de Gobierno de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, María Santísima del Mayor Dolor y Evangelista San Juan de Chiclana de la Frontera, ha sido destituida oficialmente por el Obispado de Cádiz y Ceuta, debido a la irregularidad documental, estatutaria, disciplinaria y por el reclamado estado de cuentas, habiéndose ajustado todo a un criterio comparativo dentro del transcurso funcional de la corporación, en la serie de los últimos seis años según los archivos diocesanos.
De esta manera se pone fin a una etapa donde no había nada claro y en donde los conflictos se sucedían con mayor frecuencia entre los hermanos de la Hermandad, donde un gran número de ellos fueron expulsados por la Junta de Gobierno citada, sin justificación debida, a cierto desorden y sin cumplir el periodo de tiempo inmediato para tener una argumentación coherente en relación de la destitución de la Cuadrilla de Hermanos Costaleros entre otras cosas.
La Junta destituida, llegó a negar incluso al Ministerio Parroquial, de haber existido nunca una cuadrilla propia de costaleros y la integridad de sus componentes, algo que gracias a los boletines informativos de la hermandad, más otros diplomas, certificados, matrices de pago y gracias a las propias imágenes de la televisión, se ponía de manifiesto la falsa versión de la Junta sancionada siendo hasta la actualidad Hermano Mayor, D. José Ruiz Ortega.
En la Hermandad del Santo Cristo de la Vera Cruz, venían sucediéndose irregularidades desde las dos últimas legislaturas, cuando se ha podido observar deficiencias estatutarias con relación a las listas de las dos últimas juntas de gobierno y en donde ciertos hermanos fueron desvinculándose de la Hermandad a medida que la franja periódica de las legislaturas correspondientes avanzaba.
De la actual transición que comenzó el viernes, se hará cargo una rectora hasta que el Director Espiritual de la Hermandad, el Rvdo. Padre D. Francisco Aragón Calderón, pueda poner a disposición una nueva convocatoria para cabildo que ponga fin a esta transición, que durará lo que se determine entre el Ministro de la iglesia local de San Juan Bautista y el propio Obispo MS. D. Rafael Zornoza.
Fuente: Diócesis de Cádiz y Ceuta
De esta manera se pone fin a una etapa donde no había nada claro y en donde los conflictos se sucedían con mayor frecuencia entre los hermanos de la Hermandad, donde un gran número de ellos fueron expulsados por la Junta de Gobierno citada, sin justificación debida, a cierto desorden y sin cumplir el periodo de tiempo inmediato para tener una argumentación coherente en relación de la destitución de la Cuadrilla de Hermanos Costaleros entre otras cosas.
La Junta destituida, llegó a negar incluso al Ministerio Parroquial, de haber existido nunca una cuadrilla propia de costaleros y la integridad de sus componentes, algo que gracias a los boletines informativos de la hermandad, más otros diplomas, certificados, matrices de pago y gracias a las propias imágenes de la televisión, se ponía de manifiesto la falsa versión de la Junta sancionada siendo hasta la actualidad Hermano Mayor, D. José Ruiz Ortega.
En la Hermandad del Santo Cristo de la Vera Cruz, venían sucediéndose irregularidades desde las dos últimas legislaturas, cuando se ha podido observar deficiencias estatutarias con relación a las listas de las dos últimas juntas de gobierno y en donde ciertos hermanos fueron desvinculándose de la Hermandad a medida que la franja periódica de las legislaturas correspondientes avanzaba.
De la actual transición que comenzó el viernes, se hará cargo una rectora hasta que el Director Espiritual de la Hermandad, el Rvdo. Padre D. Francisco Aragón Calderón, pueda poner a disposición una nueva convocatoria para cabildo que ponga fin a esta transición, que durará lo que se determine entre el Ministro de la iglesia local de San Juan Bautista y el propio Obispo MS. D. Rafael Zornoza.
Fuente: Diócesis de Cádiz y Ceuta
domingo, 29 de julio de 2012
Sondeos electorales
'El País' publica hoy domingo un sondeo de intención de voto, realizado por Metroscopia. El declive de la confianza ciudadana en el PP, una cierta estabilización del PSOE y el aumento progresivo de UPyD destacan en una gráfica que intuyo continuará cambiando, especialmente en el primer y en el último partido de los cuatro analizados.
http://politica.elpais.com/politica/2012/07/28/actualidad/1343506962_981706.html
http://politica.elpais.com/politica/2012/07/28/actualidad/1343506962_981706.html
miércoles, 25 de julio de 2012
¿La especie humana?
La revista británica de investigación 'Current Biology' acaba de publicar un informe revelador sobre una determinada especie de seres vivos. En sus conclusiones se asegura de ella que sus individuos, aunque viven la mayor parte del tiempo unidos en un tipo de comuna, no lo hacen por solidaridad ni afecto hacia sus compañeros, sino porque este comportamiento reduce la posibilidad de caer en cualquier caso de ataque a la propia especie.
Sus resultados han confirmado lo esperado. "Vimos que muestran una gran atracción hacia el centro del grupo según el líder se acerca", explicó Andrew King, uno de los investigadores responsables de este estudio. Huyen de los límites externos del grupo, que son los más peligrosos. Los individuos bajo amenaza se mueven constantemente hacia el centro de la comuna, mientras que el grupo en su conjunto se aleja del atacante. Parece que el grupo se plegase sobre sí mismo constantemente", asevera el experto. Esto quiere decir que estamos ante unos seres que, cuando se ven ante un peligro, huyen hacia el centro del grupo para perderse en la multitud y pasar desapercibidos. Fue el biólogo británico Bill Hamilton quien predijo hace cuatro décadas que los individuos en un grupo se mueven hacia el centro ante un peligro, en un intento por minimizar la probabilidad de ser escogidos por el causante de una alerta.
Uno de los descubrimientos inesperados del estudio es que hay sujetos que salen casi siempre peor parados a la hora de defender su integridad dentro del grupo. Los investigadores aún no saben si esto es fruto de la casualidad o de la habilidad, aunque ya buscan maneras de encontrar patrones para deducirlo.
El estudio también revela que algunos sujetos son más eficientes que otros en su huida hacia el centro. Los investigadores están evaluando separadamente el estado físico de cada uno y su personalidad para establecer a qué se deben las diferencias de comportamiento y esperan además comprender las reglas que siguen para desplazarse en forma tan orquestada.
¿A qué especie se refiere el estudio?
-http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=601277
viernes, 20 de julio de 2012
Carlinhos Brown y Juan Carlos Aragón
Comenta Juan Carlos Aragón en su twitter que Carlinhos Brown va a cobrar 400.000 euros por su show de este sábado en Cádiz. "Me lo acaban de confirmar en el Patronato: 400.000 pavos se lleva mañana el Carlinhos de nuestras arcas. Si eres de Cádiz RT esto. Teo, qué!", escribe textualmente el autor carnavalesco.
Su comentario ha provocado un intercambio de frases con el responsable del twitter del Consorcio 2012, que le ha respondido que ese dinero lo pagará este ente y no las arcas municipales, es decir, que no sale un euro de los gaditanos. "El dinero del gobierno y del consorcio tb es de los gaditanos. O acaso lo pone Rajoy de su bolsillo, ¿cojones? Es dinero público". Así de taxativo le contesta Aragón, así que la cosa se pone interesante y sigo el debate hasta que el individuo del Consorcio apunta que "es dinero de Cruzcampo, está patrocinado 100x100". Parece que JCA no sólo quiere hacer público el casi medio millón de euros que asevera pagarán al carioca, aduciendo que se lo ha confirmando un empleado de Fiestas a las cuatro de la tarde, sino también la comparativa con lo que pagarán a las agrupaciones carnavalescas que hoy viernes actuarán en la capital gaditana. Y así, el comparsista asegura que "si el carnaval de Cádiz tiene fama es por nosotros. ¿Sabe la gente qué cobramos hoy los de aquí? Más vale que no me hagáis hablar", y posteriormente le comenta al Consorcio que "los 160 grupos del Concurso os dan en taquilla 700.000 euros ¿Dónde están mañana?" para coronar la bronca con esta frase: "Y si Cruzcampo es tan generosa con el Bicentenario, a ver si conseguís que San Miguel os acabe el Puente de la Pepa. Con espumita".
No sé lo que cobrará Carlinhos Brown ni las agrupaciones del Carnaval. Desconozco lo que le costará a la televisión pública el espectáculo del próximo miércoles en lo que ahora llaman Parque Temático de la Gran Regata 2012. Tampoco me he interesado en descubrir los sueldos de los cargos de los entes creados para conmemorar los doscientos años de 'La Pepa'. Lo qué si tengo claro, además de que bebemos hectómetros cúbicos de cerveza, es que somos unos cínicos y unos agoreros 'falsunos', como diría Alfonso Berraquero. Porque no entiendo de qué nos quejamos ni a qué desastre vamos encaminados como decís todos si Cádiz estará repleto de gente esta noche y mañana más aún; si 40.000 jóvenes gastarán en cubatas y demás una cantidad curiosa de dinero para ver a Chenoa, Andy&Lucas, Vanesa Martín y otras lindezas dentro de cinco días; si el espectáculo puede pagarlo Canal Sur, que además lo ofrece en directo con el despliegue que ello supone; si hemos llenado el Carranza para ver un partido de medio pelo entre la España 'falsuna' (de nuevo) y México y en cuanto comience la Liga abarrotarán estadios equipos como el Real Madrid o el Barcelona, pagando el personal entradas a precios astronómicos; cuando se cuentan por miles los asistentes a los conciertos de verano o se acaban los langostinos para las barbacoas nocturnas veraniegas. Tenemos, pues, 'cintura' para rato. Nadie va a salir a la calle a cambiar el mundo, como mucho a asomar la patita, como en el cuento. El día que en la cartera sólo tengamos una foto de nuestros hijos y nos corten la luz mañana, entonces se liará parda. Mientras, no te creas nada. Feliz Carnaval del Bicentenario, feliz pan y circo.
Su comentario ha provocado un intercambio de frases con el responsable del twitter del Consorcio 2012, que le ha respondido que ese dinero lo pagará este ente y no las arcas municipales, es decir, que no sale un euro de los gaditanos. "El dinero del gobierno y del consorcio tb es de los gaditanos. O acaso lo pone Rajoy de su bolsillo, ¿cojones? Es dinero público". Así de taxativo le contesta Aragón, así que la cosa se pone interesante y sigo el debate hasta que el individuo del Consorcio apunta que "es dinero de Cruzcampo, está patrocinado 100x100". Parece que JCA no sólo quiere hacer público el casi medio millón de euros que asevera pagarán al carioca, aduciendo que se lo ha confirmando un empleado de Fiestas a las cuatro de la tarde, sino también la comparativa con lo que pagarán a las agrupaciones carnavalescas que hoy viernes actuarán en la capital gaditana. Y así, el comparsista asegura que "si el carnaval de Cádiz tiene fama es por nosotros. ¿Sabe la gente qué cobramos hoy los de aquí? Más vale que no me hagáis hablar", y posteriormente le comenta al Consorcio que "los 160 grupos del Concurso os dan en taquilla 700.000 euros ¿Dónde están mañana?" para coronar la bronca con esta frase: "Y si Cruzcampo es tan generosa con el Bicentenario, a ver si conseguís que San Miguel os acabe el Puente de la Pepa. Con espumita".
No sé lo que cobrará Carlinhos Brown ni las agrupaciones del Carnaval. Desconozco lo que le costará a la televisión pública el espectáculo del próximo miércoles en lo que ahora llaman Parque Temático de la Gran Regata 2012. Tampoco me he interesado en descubrir los sueldos de los cargos de los entes creados para conmemorar los doscientos años de 'La Pepa'. Lo qué si tengo claro, además de que bebemos hectómetros cúbicos de cerveza, es que somos unos cínicos y unos agoreros 'falsunos', como diría Alfonso Berraquero. Porque no entiendo de qué nos quejamos ni a qué desastre vamos encaminados como decís todos si Cádiz estará repleto de gente esta noche y mañana más aún; si 40.000 jóvenes gastarán en cubatas y demás una cantidad curiosa de dinero para ver a Chenoa, Andy&Lucas, Vanesa Martín y otras lindezas dentro de cinco días; si el espectáculo puede pagarlo Canal Sur, que además lo ofrece en directo con el despliegue que ello supone; si hemos llenado el Carranza para ver un partido de medio pelo entre la España 'falsuna' (de nuevo) y México y en cuanto comience la Liga abarrotarán estadios equipos como el Real Madrid o el Barcelona, pagando el personal entradas a precios astronómicos; cuando se cuentan por miles los asistentes a los conciertos de verano o se acaban los langostinos para las barbacoas nocturnas veraniegas. Tenemos, pues, 'cintura' para rato. Nadie va a salir a la calle a cambiar el mundo, como mucho a asomar la patita, como en el cuento. El día que en la cartera sólo tengamos una foto de nuestros hijos y nos corten la luz mañana, entonces se liará parda. Mientras, no te creas nada. Feliz Carnaval del Bicentenario, feliz pan y circo.
miércoles, 18 de julio de 2012
Alejados de la gente
No entiendo a Izquierda Unida. La coalición quiere que el Congreso recuerde cada 18 de julio el golpe de estado de Francisco Franco y lo condene para "pasar esa página histórica de una vez por todas". Con la que está cayendo y los dirigentes de IU hacen gala de lo mismo que ellos critican. Si Rouco ha recibido el rapapolvo de algunos por decir que la liberalización de los horarios del comercio perjudicará la asistencia a misa los domingos en lugar de denunciar la precariedad laboral, los de la izquierda 'más pura', que ellos se autocalifican, no les van a la zaga.
No se puede estar machacando con fantasmas que hacen pensar que el franquismo es un trauma de niño pequeño que nos hará mearnos en la cama hasta que seamos ancianos. La dictadura de ese sujeto desapareció hace casi cuarenta años, los mismos que él se llevó mandando en España, y los jóvenes ya no saben si tenía bigote o peluquín. Hay otras amenazas, pero están en este mundo, no en la serie 'Cuéntame', y los ciudadanos reclaman soluciones a lo que precisamente han propiciado políticos como los que IU ha tenido desde hace décadas y no ministros de una dictadura periclitada, que diría Antonio Alcántara.
Si los dirigentes de la coalición creen que con este brindis al sol el personal va a apoyarlos, van listos. La gente está hasta los cojones de que les recuerden fantasmas del pasado y quiere dilucidar su futuro. Se equivoca también IU si, difundiendo este mensaje, va a alejar a la ciudadanía de su cada vez más creciente convicción de que este sistema no funciona. Defender una revisión de las autonomías, un rescate competencial del Estado y una gradual supresión de cargos políticos inútiles no es franquismo ni volver a las cavernas. Se llama adaptación a lo que necesita España cuatro décadas después de lo que se inventaron transitoriamente para callarnos la boca. Incluidos los comunistas.
Dejad a Franco en paz, que nadie quiere guerrear con fantasmas.
No se puede estar machacando con fantasmas que hacen pensar que el franquismo es un trauma de niño pequeño que nos hará mearnos en la cama hasta que seamos ancianos. La dictadura de ese sujeto desapareció hace casi cuarenta años, los mismos que él se llevó mandando en España, y los jóvenes ya no saben si tenía bigote o peluquín. Hay otras amenazas, pero están en este mundo, no en la serie 'Cuéntame', y los ciudadanos reclaman soluciones a lo que precisamente han propiciado políticos como los que IU ha tenido desde hace décadas y no ministros de una dictadura periclitada, que diría Antonio Alcántara.
Si los dirigentes de la coalición creen que con este brindis al sol el personal va a apoyarlos, van listos. La gente está hasta los cojones de que les recuerden fantasmas del pasado y quiere dilucidar su futuro. Se equivoca también IU si, difundiendo este mensaje, va a alejar a la ciudadanía de su cada vez más creciente convicción de que este sistema no funciona. Defender una revisión de las autonomías, un rescate competencial del Estado y una gradual supresión de cargos políticos inútiles no es franquismo ni volver a las cavernas. Se llama adaptación a lo que necesita España cuatro décadas después de lo que se inventaron transitoriamente para callarnos la boca. Incluidos los comunistas.
Dejad a Franco en paz, que nadie quiere guerrear con fantasmas.
miércoles, 11 de julio de 2012
¿Dónde estábamos?
No sé dónde estábamos cuando desmembraron España en diecisiete comunidades para desterrar los complejos y vestigios de la acabada dictadura. Tampoco nos vimos cuando crearon casi una veintena de parlamentos, televisiones que duplicaban sus canales conforme incrementaban sus multimillonarios presupuestos y todos ellos mostraban lo mismo que La Primera. ¿Dónde estábamos cuando, en el colmo del surrealismo político y territorial, la propia capital española y sus alrededores se convirtieron en una comunidad autónoma más? Cuentan en Extremadura, y lo hacen en todos sus pueblos, que la bandera de su 'nueva comunidad' se hizo con los colores de los dos equipos de fútbol más importantes, en un diáfano ejemplo de muchas y falsas reivindicaciones históricas que jamás existieron.
La propia definición de comunidad sonaba tribal, primitiva, pero siempre nos pareció mucho más progresista que la vitola de país subdesarrollado que mostrábamos en nuestro pecho. Todos miramos alrededor cuando esas 'comunas' editaban sus propios libros de texto, falseaban la historia de nuestros ancestros, elevaban el 'hecho diferencial' hasta el paroxismo, convirtiéndolo en motivo de división en lugar de unidad. Todos preferimos mirar hacia otro lado cuando se duplicaron competencias; ante el espectáculo colorista de distintos cuerpos de seguridad; cuando los coches de lujo comenzaron a rodar por los setos cercados de palacetes por los que paseaban engolados muertos de hambre, hartos de pan y con maletas en sus manos; nadie alzó la mano de la protesta cuando los sindicalistas dejaron entrever los rólex en sus muñecas, al darnos cuenta de que habían alcanzado a los ricos para convertirse en nuevos truhanes, en lugar de conminar al que tenía todo a que repartiera lo que era de justicia para sus trabajadores, para sus familias. Quisimos ser políticos en las encuestas cuando contemplamos un espectro de cientos de partidos creados para colocar concejales que esquilmaron miles de ayuntamientos, consejeros que no aconsejan y juegan a ministros de taifas, sueldos astronómicos y tarjetas visa oro olvidadas en prostíbulos de lujo, salas de fiesta donde la coca se aparta especialmente para nombres, apellidos y emblemas políticos. Mirábamos desde la bajura, sacándonos la tela del forro del bolsillo como Escobar dibujaba a Carpanta, a los senadores y sus salarios vitalicios, sin preguntarnos qué sentido tiene un cementerio de elefantes cuya reforma se ha convertido en el cuento de la buena pipa del chollo partitocrático.
Nos dijeron que más allá de la monarquía reinaba el caos y, como los fantasmagóricos profesores de Gerald Scarfe dibujados en 'The Wall', arrinconaron bajo amenazas a cualquiera que osara ofrecer alternativas al artificial sistema de partidos, avanzando inexorablemente hacia la bacanal de cargos y enchufes a dedo. Más allá de las siglas de los grandes sólo existe la quema de iglesias, el desmadre del 36, la tricolor de los piojosos, que tan estupendamente se encargaron de relacionarla con cualquier otra manera de defender las cosas de lo público. El Rey venía a Cádiz allá por finales de los setenta a quitar el peaje del puente Carranza, y todos fueron a San Juan de Dios a celebrarlo con él, revisionando el esperpento berlanguiano. Y así en todas las ciudades, en todos los pueblos de un país en el que ya no se pudo decir su nombre porque la sombra de los complejos continuó siendo alargada, en el que no es progresista mostrar nuestra enseña en los balcones salvo que Iniesta haga un gol o Casillas le detenga un penalti a un italiano; en el que abrimos embajadas en el extranjero, presididas por banderas babélicas, que sólo representan a las 'comunas'.
Observábamos con indiferencia en televisión los mítines de los partidos políticos, millonariamente subvencionados por el Estado, sonriendo al corroborarse una vez más los huecos discursos, las frases mal hechas, los insultos entre oponentes, las nimiedades que provocaban el divorcio con la sociedad, que andaba por otro camino sin que jamás fuera capaz de apartarlos a la cuneta. Las concentraciones aborregadas y mitineras tan costosas como estériles, porque los que van a escuchar ya están convencidos y los que no van no les interesa en absoluto. Tan inútiles como las tapias de los cementerios, de donde nadie puede salir y nadie quiere entrar.
No nos vimos cuando el euro acabó con nuestra moneda bajo el falso lema de una uniformidad europea en la que un español no tenía nada que ver con un danés, ni un portugués con un alemán. El funcionario que ahora protesta se tomaba su café a 80 pesetas y de la noche a la mañana lo pagó a doscientas, pero pensamos que era el peaje por ser tan europeo como un belga. Más complejos, presentes y perennes,...
No unimos nuestras voces cuando los clubes de fútbol comenzaron a especular con los terrenos, cuando de la burbuja inmobiliaria salían a espuertas los sacos de billetes para presidentes y consejos de administración de equipos con cheques en blanco firmados por alcaldes populistas, cuando se pagó noventa millones por un futbolista chulo y angango, cuando se debatió en el Parlamento si el balompié era bien nacional... Hemos estado siempre mudos cuando los más votados han sido desbancados por las minorías en un ejercicio perverso de la democracia en innumerables ayuntamientos, 'comunas' y diputaciones, esas que siguen existiendo sin sentido alguno. ¿Quién alzó la voz cuando las reformas laborales comenzaron a abandonar al trabajador?
Ahora, cuando la posible solución va camino de ser la revolución social, como siempre fue en tiempos en los que se miraba de frente, lamentamos las reformas de políticos incompetentes, los millones de euros que nos deben a modestos empresarios que no aguantamos más. Nos sumamos de boquilla a los mineros porque han tenido dos cojones tras 46 días de lucha y, una vez comprobado que el Gobierno de Rajoy subirá el IVA del 18 al 21 por ciento y bajará las prestaciones por desempleo, nos sentaremos esta tarde a ver 'Sálvame' y saber qué hay de cierto en la paternidad de Ortega Cano. Hasta que una mañana la gente se apodere de las calles, sin esperarlo, sin que nadie sepa cómo fue, sin no decir que fue un sueño. Como las viejas revoluciones.
Fotografía: la marcha de los mineros, anoche en Madrid.
La propia definición de comunidad sonaba tribal, primitiva, pero siempre nos pareció mucho más progresista que la vitola de país subdesarrollado que mostrábamos en nuestro pecho. Todos miramos alrededor cuando esas 'comunas' editaban sus propios libros de texto, falseaban la historia de nuestros ancestros, elevaban el 'hecho diferencial' hasta el paroxismo, convirtiéndolo en motivo de división en lugar de unidad. Todos preferimos mirar hacia otro lado cuando se duplicaron competencias; ante el espectáculo colorista de distintos cuerpos de seguridad; cuando los coches de lujo comenzaron a rodar por los setos cercados de palacetes por los que paseaban engolados muertos de hambre, hartos de pan y con maletas en sus manos; nadie alzó la mano de la protesta cuando los sindicalistas dejaron entrever los rólex en sus muñecas, al darnos cuenta de que habían alcanzado a los ricos para convertirse en nuevos truhanes, en lugar de conminar al que tenía todo a que repartiera lo que era de justicia para sus trabajadores, para sus familias. Quisimos ser políticos en las encuestas cuando contemplamos un espectro de cientos de partidos creados para colocar concejales que esquilmaron miles de ayuntamientos, consejeros que no aconsejan y juegan a ministros de taifas, sueldos astronómicos y tarjetas visa oro olvidadas en prostíbulos de lujo, salas de fiesta donde la coca se aparta especialmente para nombres, apellidos y emblemas políticos. Mirábamos desde la bajura, sacándonos la tela del forro del bolsillo como Escobar dibujaba a Carpanta, a los senadores y sus salarios vitalicios, sin preguntarnos qué sentido tiene un cementerio de elefantes cuya reforma se ha convertido en el cuento de la buena pipa del chollo partitocrático.
Nos dijeron que más allá de la monarquía reinaba el caos y, como los fantasmagóricos profesores de Gerald Scarfe dibujados en 'The Wall', arrinconaron bajo amenazas a cualquiera que osara ofrecer alternativas al artificial sistema de partidos, avanzando inexorablemente hacia la bacanal de cargos y enchufes a dedo. Más allá de las siglas de los grandes sólo existe la quema de iglesias, el desmadre del 36, la tricolor de los piojosos, que tan estupendamente se encargaron de relacionarla con cualquier otra manera de defender las cosas de lo público. El Rey venía a Cádiz allá por finales de los setenta a quitar el peaje del puente Carranza, y todos fueron a San Juan de Dios a celebrarlo con él, revisionando el esperpento berlanguiano. Y así en todas las ciudades, en todos los pueblos de un país en el que ya no se pudo decir su nombre porque la sombra de los complejos continuó siendo alargada, en el que no es progresista mostrar nuestra enseña en los balcones salvo que Iniesta haga un gol o Casillas le detenga un penalti a un italiano; en el que abrimos embajadas en el extranjero, presididas por banderas babélicas, que sólo representan a las 'comunas'.
Observábamos con indiferencia en televisión los mítines de los partidos políticos, millonariamente subvencionados por el Estado, sonriendo al corroborarse una vez más los huecos discursos, las frases mal hechas, los insultos entre oponentes, las nimiedades que provocaban el divorcio con la sociedad, que andaba por otro camino sin que jamás fuera capaz de apartarlos a la cuneta. Las concentraciones aborregadas y mitineras tan costosas como estériles, porque los que van a escuchar ya están convencidos y los que no van no les interesa en absoluto. Tan inútiles como las tapias de los cementerios, de donde nadie puede salir y nadie quiere entrar.
No nos vimos cuando el euro acabó con nuestra moneda bajo el falso lema de una uniformidad europea en la que un español no tenía nada que ver con un danés, ni un portugués con un alemán. El funcionario que ahora protesta se tomaba su café a 80 pesetas y de la noche a la mañana lo pagó a doscientas, pero pensamos que era el peaje por ser tan europeo como un belga. Más complejos, presentes y perennes,...
No unimos nuestras voces cuando los clubes de fútbol comenzaron a especular con los terrenos, cuando de la burbuja inmobiliaria salían a espuertas los sacos de billetes para presidentes y consejos de administración de equipos con cheques en blanco firmados por alcaldes populistas, cuando se pagó noventa millones por un futbolista chulo y angango, cuando se debatió en el Parlamento si el balompié era bien nacional... Hemos estado siempre mudos cuando los más votados han sido desbancados por las minorías en un ejercicio perverso de la democracia en innumerables ayuntamientos, 'comunas' y diputaciones, esas que siguen existiendo sin sentido alguno. ¿Quién alzó la voz cuando las reformas laborales comenzaron a abandonar al trabajador?
Ahora, cuando la posible solución va camino de ser la revolución social, como siempre fue en tiempos en los que se miraba de frente, lamentamos las reformas de políticos incompetentes, los millones de euros que nos deben a modestos empresarios que no aguantamos más. Nos sumamos de boquilla a los mineros porque han tenido dos cojones tras 46 días de lucha y, una vez comprobado que el Gobierno de Rajoy subirá el IVA del 18 al 21 por ciento y bajará las prestaciones por desempleo, nos sentaremos esta tarde a ver 'Sálvame' y saber qué hay de cierto en la paternidad de Ortega Cano. Hasta que una mañana la gente se apodere de las calles, sin esperarlo, sin que nadie sepa cómo fue, sin no decir que fue un sueño. Como las viejas revoluciones.
Fotografía: la marcha de los mineros, anoche en Madrid.
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