viernes, 6 de mayo de 2011

Bildu y la normalización del Estado

Creo francamente que existe un mecanismo de actuaciones concatenadas -sólido, además- encaminado a conceder a Bildu los mismos derechos que a cualquier formación o partido 'democrático', incluida la opción de participar en unas elecciones. Y estoy convencido de que, sin obviamente disponer de pruebas suficientes al ser un anónimo ciudadano de a pie, todo forma parte de acuerdos bajo cuerda y sobre una delgada línea que, sin hacerlo notar demasiado, conducirá a la base de un apretón de manos que pasa por soltar las pistolas en el caso de ellos y por nuestra parte reconocer el derecho a participar de la vida política de este país a los que son partidarios de la independencia vasca.

Esa sensación además intuyo que la tenemos todos. Si la maniobra sale bien, es probable que se acabe con el terrorismo de manera definitiva. Si como en otras ocasiones alguien saca los pies del tiesto, volveremos al punto de partida, si bien no cabe duda de que la presión policial en su momento -es decir, justamente en estos años hasta ahora- y el propio paso del tiempo en un país en el que los independentistas defienden algo que ya está logrado en muchos aspectos, han venido a debilitar las soflamas separatistas. Hoy vivimos en un estado federal con pedigrí monárquico en el que en Cataluña o en Euskadi existen libros de texto distintos a los que se aprenden los niños extremeños, donde todo está en sus idiomas y con mucha mayor autonomía que en los propios cantones suizos. De modo que no sé qué carajo de independencia quieren estos, debe ser porque les pone brutos las ceremonias autóctonas, las fiestas locales y no tener que soportar los colores rojo y gualda en sus balcones, algo que también se da ya desde hace mucho tiempo en un buen puñado de pueblos norteños.

A pesar de ello, no llego a entender el origen del escándalo de muchos al decidir el Tribunal Constitucional que Bildu pueda presentar sus listas a las elecciones del 22 de mayo. Si se trata de que la naturaleza de esta formación es independentista, conviene recordar que en Cataluña hace años que existe un puñado de formaciones políticas que se declaran antiespañolas y cuando nos venden su Lotería de Navidad redactan las papeletas escribiendo "el sorteo que se jugará en el país vecino el 22 de diciembre de...", algo que leo cada diciembre desde tiempos inmemoriales. Algunas con un buen número de diputados son independentistas y republicanas, si yo fuera facha diría que sólo les falta ser rojísimos masones. De modo que si se trata de eso, lo que están ustedes temiendo ya viene sucediendo en Cataluña y no ha llegado el armaggedon apocalíptico. Derecho de los catalanes que también les corresponde a los vascos. Cierto es que la condición para participar democráticamente en las urnas es no matar, pero qué coño, esta gente han dejado de apertar el gatillo. Por lo tanto, la pregunta es si no nos conviene hacerlos partícipes del sistema como opción política más y no dejarlos al margen de la ley, lo que serviría de excusa para que continúen bombardeando los cimientos de una democracia que no lo sería tanto si coartamos la libertad de los independentistas por defender lo que piensan, por muy equivocados que para nosotros puedan estar. Todos sabemos que ni los catalanes ni los vascos van a permitir que estas formaciones políticas lleguen a gobernar porque el grueso social de ambas nacionalidades no quiere desligarse de España ni por asomo.

Me da la sensación que esta es la línea que está marcando el aparato del Estado con todas su armas, desde el Gobierno hasta los jueces que adoptan decisiones que todos sabemos no son independientes en un país en el que los magistrados los ponen los políticos, sin olvidar los medios de comunicación. En El País, en su crónica de los hechos colgada en su web hace apenas unos instantes, se pueden leer frases estratégicamente colocadas que sirven de apoyo a allanar el terreno a una comprensión popular hacia la decisión del TC, apuntándose que "Más allá de que Bildu esté compuesta por dos partidos de intachable trayectoria democrática, la formación ha manifestado su rechazo expreso hacia la violencia, incluida la de ETA. Algo que nunca ocurrió ni con ANV, D3M o Askatasuna".

En definitiva, si lo que a usted le indigna es que un independentista pueda expresar su opinión a través del voto, entonces debe ir contra el sistema, no al cuello de los vascos. Y si le parece lamentable que no se pueda hablar castellano en Lérida o se gasten cuatro millones de euros en un referéndum ilegal, entonces está usted en contra de otra cosa que no es permitir a Bildu expresarse, sino contra un sistema que hace aguas por todos lados y que, entre otras lindezas, mantiene 17 parlamentos, una veintena de ruinosas televisiones autonómicas y permite que una formación política con un millón de votos en toda España tenga menos representación parlamentaria que otra con apenas 200.000 proporcional a su jurisdicción. Entonces enhorabuena, es usted, como yo, otro elemento subversivo en contra de esta democracia. Un antisistema. Casualmente, como los de Bildu, cada uno en su ámbito. ¿Le parecería bien no poder decirlo ni votarlo?

jueves, 28 de abril de 2011

'UN MAR DE CORTOS'

El festival comienza este viernes 29 de abril. Te recomiendo echarle un vistazo a la programación. Lo hemos venido trabajando desde hace meses y entre los 40 cortometrajes seleccionados hay calidad. Especialmente relevante resultará el homenaje al cortometrajista isleño Gabriel Blanco, casi desconocido en San Fernando aun siendo de esta ciudad y haber ganado la concha de oro en San Sebastián con un corto suyo a finales de los setenta. Desgraciadamente, falleció hace años, pero estará presente su familia y glosará su figura el catedrático de la Universidad de Sevilla Rafael Utrera Macías, gran conocedor de su obra. Será a las siete de la tarde en el Centro de Congresos y se proyectarán sus cortos más relevantes. No te lo pierdas. Puedes verlo todo en 'www.unmardecortos.com'

miércoles, 13 de abril de 2011

Amarillismo en la Oliva


España Directo ayer en San Fernando. No hay resquicio por donde escapar si se trata de amarillismo, y si el caso es emponzoñar a la Iglesia, mejor. Fue todo un ejercicio de periodismo barato la definición en los rótulos de lo que está sucediendo en la feligresía de la parroquia de la Oliva: "Echan a la Virgen de la Iglesia".

Desconozco los detalles de lo sucedido como para que una imagen bendecida salga a toda pastilla de un templo, con testigos incluidos, para trasladarla a cualquier otro lugar, en este caso una residencia de enfermos de Alzheimer. Sea lo que fuere, es tristísimo y todo lo contrario al ejemplo que precisamente deben dar todos -absolutamente todos, incluidos los dirigentes eclesiásticos- de lo que defendió Jesús, el hijo de esa Virgen que ahora sale oculta con una manta apresuradamente camino de un centro laico, civil.

Lo que sí tengo claro es que me resulta tan lamentable el enfrentamiento entre cristianos en torno a una imagen como el oportunismo del ¿periodismo? moderno. Seguramente, a un tío de Cuenca y a una señora mayor de Valladolid le hayan llamado sobremanera la atención eso de "echar" a la Virgen de su casa. Así se pegan al televisor durante los cinco minutos y sube la audiencia. No se explica realmente que la imagen es propiedad privada, no del Obispado, si ha sido reclamada, no se investiga el decreto, no se consulta al vicario general de la Diócesis ni al delegado episcopal, no se lleva a cabo una labor de mínima investigación en temas donde lo íntimo y la sensibilidad están por encima de torticeros y básicos titulares... No defiendo postura alguna, pero no llego a comprender cómo en un tema de tanta delicadeza, y estando el sarao como está con todo lo concerniente a la fe, se practica un repugnante amarillismo, y lo que es peor, la gente cae en la trampa y participa de la quema pública, inconsciente, de nuestro credo, colocándolo a los pies de los caballos que hace tiempo vienen galopando fuerte contra todo lo que huela a cruz e incienso.

Una pena. Lo de la Hermandad del Rosario más aún, porque es una cofradía y no una asociación parroquial. Cruzo los dedos para no asistir a esa otra polémica en 'Sálvame'. Dios lo impida.

sábado, 19 de marzo de 2011

El día de San José

El 19 de marzo siempre fue una fecha señalada en mi familia. 'José Carlos' es un nombre compartido por mi padre y por mí. Mi abuelo paterno se llamaba 'José Luis', aunque no llegué a conocerlo. Durante muchos años era una jornada en la que nos reuníamos para comer entorno a esta festividad que ya hoy no lo es. Hace ya tiempo que, en un alarde de falso progresismo, unos cuantos 'avanzados' sustituyeron fechas marcadas tradicionalmente en el calendario por otras tan apasionantes como el Día de Andalucía o ¿motivaciones? coyunturales políticas que a la gente les importa un carajo.

José y Josefa se llaman en España más del 35% de la población de hombres y mujeres. Con dos cojones, que diría Torrente, de modo que este país y el mundo entero le debe mucho a un nombre que, como otras tantas cosas -y a ver si se enteran de una vez- trascendió hace ya mucho tiempo su acepción religiosa para convertirse en un 'bien' social, cultural y tradicional de España. Si fuera exclusivamente por su sentido pío, tendría mis reservas porque con la historia de San José tendríamos que mantener un intenso debate. O revisarla. Resulta complicado asimilar que tu mujer llegue una noche siendo una niña angelical, te suelte algo así como "¿te frío un huevo pa cenar? Por cierto, estoy preñada porque me lo ha dicho un angelito..." y tú le digas que no pasa nada, que son cosas de Dios y aquí está el tío. O San José era imbécil congénito o el más santo de los santos. En dilucidar esta dicotomía estoy desde que tengo uso de razón.

El caso es que la familia nos reuníamos, mi abuela -en la foto entre mi padre y yo hace la tira de años- hacía arroz con leche y nos dábamos regalos, amén de las horas hablando y haciendo vida social, menos cuando alguna vez coincidía con Domingo de Ramos, que tocaba alcahuciles con chícharos engullidos con nerviosismo y rapidez para ver salir la Borriquita a las cuatro.

Felicidades a todos los pepes.