Entre estas dos fotografías existen diez años de diferencia. En ellas se ve a algunos periodistas de Cádiz y (buena) gente que desde sus inicios laborales están relacionados con los medios de comunicación. La captada hace apenas varias noches es una emotiva cita a la que trato siempre de no faltar y que coordina Luisa, experta en aglutinar a quienes quiere. Ella era la 'chica Almodóvar' de la redacción de hace una década, así la llamaba yo. Esa manera de decir las cosas, de pintarse las uñas, de mostrar los abalorios más retorcidos y soltarte cuatro frescas ingeniosas, esa amabilidad,... Un personaje, que decimos por aquí. Luisa tiró del carro cuando aquél grupo que conformábamos el mejor San Fernando Información hecho en la historia de ese periódico desaparecido el 1 de agosto de 2008 quedó disuelto profesionalmente por una nefasta política empresarial. Lo de siempre, vamos, para qué insistir, que todos -absolutamente todos, de aquí y de allá, de un extremo a otro- ya sabemos. Ni corta ni perezosa, valoró tanto el grupo humano que propuso mantener encuentros periódicos en los que cenar, beber algo, conversar y continuar el contacto propio de un equipo de gente que había sufrido mucho en los últimos meses de aquellos tiempos. Una década después, seguimos reuniéndonos. Ella es la culpable porque sabe cuándo tiene que llamarnos a filas, nosotros acudimos sin rechistar y eso siempre habrá que agradecérselo.
En la foto de hace escasas noches, en la que cenamos en un restaurante asiático de Chiclana y terminamos a base de mojitos, barcelós y jotabés en la incomparable arena -y aguas- de Camposoto, no están todos los de la imagen de hace diez años. Casi siempre es difícil cuadrar fechas para que podamos concitar al grupo entero. Alguno que otro olvidó en estos años que hubo una vez una foto que lo delata en el grupo de los valientes, aunque lo más importante se cumple: la esencia sigue unida. Alejandro, que odia más que yo Up, pero es como ese anciano refunfuñón, lacónico, conciso, protestón, pero con un corazón enorme; Patete, luchador incansable, aún lo recuerdo en el laboratorio revelando antes de la eclosión digital y cierta noche que le dio por escanear las fotos a máxima calidad y cerré edición a las cinco de la madrugada debido al peso de las fotos al enviarlas por modem (te la guardaré siempre, mamonazo); la delicadeza y el detalle en persona que es Nuria, que nos ha regalado a cada uno un álbum con fotos de estos diez años; Paco Martín, que estuve con él horas antes de este encuentro al que no pudo asistir y en sus jereles no deja su cabeza quieta ideando iniciativas,...David, al que eché de menos el otro día a la hora de declamar pomposamente en voz alta gloriosos títulos de editoriales de aquella época, o Chano en su Ayuntamiento de Cádiz,...Y mención especial para Porqui en unos momentos en los que la dignidad se rebela contra la opresión (como debió ser siempre, amigo), consolado por ese prestigioso premio deportivo concedido por el Ayuntamiento de Cádiz. Fíjate si los hay torpes, cortos de vista o deseosos de pegar el cerrojazo (queda poco) que cada vez es más grande la lista de puteados e inmediatamente premiados por su labor.
En estas citas hasta altas horas cada vez se habla menos de periodismo, de puñaladas que nos jugaron, de sueños en los que creímos hace años como unos ingenuos,...No nos une la necesidad de lamernos heridas de antaño. Contemplo la foto actual y, a pesar de lo que nos cuesta salir adelante diariamente, veo felicidad. La otra noche la hallé en cada rostro. Que nos quiten lo bailao en tiempos de crisis, pero no de guerra. Estamos viejos para quemar las naves en batallas perdidas y jamás para beber un buen vino. Salud, compañeros.