Ya tenemos oficialmente, a tenor del número de casos que se están dando, una forma ágil y encubierta de echar a la calle a miles de trabajadores mostrando cara de víctima acompañado de sutiles encogimientos de hombros. "Como hay crisis...".
Los casos proliferan, los empresarios se esconden tras el escudo de una coyuntura económica adversa que convierten en arbitraria y que jamás toca a sus bolsillos ni a los lacayos a su alrededor (suelen ser ejemplos de inútiles que no tienen ni puta idea de cómo ejercer el puesto que ocupan). De manera que como nadie compra televisores, rescinden contrato a los que fabrican sus componentes, pero la ejecutiva de la empresa tiene beneficios acojonantes (deberíamos hacer más el sano ejercicio de acudir al Registro Mercantil entre otros organismos para comprobar cosas que nos dejarían perplejos); si no se venden móviles, se cierran tiendas con chavales trabajando ocho horas por 600 euros, un sueldo que es el precio de cuatro celulares vendidos en una mañana. Si no se contratan paquetes de Canal +, se recorta por abajo, y si ONO cierra el año 2007 con 1.616 millones de euros de ingresos y 642 millones de beneficio operativo (EBITDA), pues qué mejor que echar a la puñetera calle a 1.300 trabajadores, un tercio de su plantilla, como se acaba de anunciar. Eso sí, también deberíamos extender la investigación a las nóminas de los mandamases de ONO y comprobar el número de sus dígitos. Los políticos aseguran que se congelarán sus sueldos para 2009. ¿Y los empresarios y sus perros de presa? Ah, que estamos en la llamada rimbombantemente "economía de mercado", eufemismo del todo vale por encima de injerencias en la caja del rico...
La Federación de Transportes y Comunicaciones del sindicato UGT, tras una reunión de urgencia, ha decidido rechazar el ERE y ha anunciado que estudiará si toma acciones judiciales para impedir su aplicación, según publica El País.
En un comunicado, ONO explica que, a pesar de sus esfuerzos por mantener el empleo durante 2007 y en la primera parte de 2008, el "agravamiento" del entorno y las malas perspectivas macroeconómicas obligan a la compañía a tomar esta "dolorosa medida". En los próximos días, la empresa fijará la fecha de la convocatoria de apertura del periodo de consultas y la constitución de la mesa negociadora.
El futuro plan de ONO para afrontar el "drástico empeoramiento" de la situación económica contempla, asimismo, una reducción de los costes "acorde con la caída de la actividad en el actual contexto del país", así como medidas para incrementar la calidad del servicio y la atención a los clientes. Además, dentro de estas medidas, la compañía acordó en julio con el sindicato de bancos una mejora de las condiciones de la financiación por 3.600 millones que obtuvo en 2007. El operador, que ofrece servicios de teléfono, televisión e Internet de banda ancha a través de su propia red de fibra óptica a seis millones de clientes, ya tuvo que llevar a cabo un ERE en 2006 que afectó a más de 700 empleados tras la absorción de AUNA. La empresa, que se creó hace diez años, ha lanzado este mes sus primeras ofertas de Internet ultrarrápido (50 y 100 megas).
Por su parte, UGT afirma que no va a entrar "en los aspectos macroeconómicos negativos que todos conocemos y que en ningún caso entendemos desde este sindicato sean excusa suficiente para adoptar una medida como la que nos han anunciado. Desde UGT le hemos expresado a la empresa, y queremos trasladar de manera clara y concisa a todos los trabajadores y trabajadoras de ONO, que rechazamos de manera contundente el ERE, una medida de destrucción de empleo que con estos parámetros es una auténtica barbaridad".
Afirman además que la nefasta dirección de la compañía es lo que ha provocado la caída económica del operador.
Pregunta del millón hecha por el empresario en el caso de que realmente sufra pérdidas. "¿Y si pierdo dinero, qué es lo que queréis que haga?"
Respuesta del trabajador nunca contestada: "¿Y a mí me lo vas a preguntar como si yo manejara tus números o tuviera la culpa como para ensañarte conmigo?"
martes, 28 de octubre de 2008
lunes, 27 de octubre de 2008
Preludios del pregón de la conciencia
"Permítanme que les adelante que no voy a realizar una oda repleta de ripios y ditirambos; no voy, a estas alturas, a faltarles el respeto a ustedes y a mí mismo ofreciéndoles una pieza hueca presidida por los adjetivos y el manido encumbramiento llevado hasta el frenesí y repetido hasta la saciedad, devaluado hasta la miseria y que, en tantos casos, han conformado un compendio de la ramplonería; no voy a utilizar el latiguillo floreado para provocar el aplauso; no voy a hacer concesión a la galería; no voy a repetirles a ustedes lo que ya están hartos de oír". (...)
"Escasos resultan los valores que, a estas alturas, nos vinculan con nuestras raíces y abundantes los hechos, circunstancias y comportamientos que, cada vez, nos aproximan más al ámbito del espectáculo, del tipismo, de la tradición, de la herencia costumbrista y festiva de un pueblo, es decir, cada vez nos alejamos más y más del sentido puramente religioso y devocional para entrar de lleno en el terreno de lo cultural, en el campo del rico patrimonio de la cultura de un pueblo, el andaluz, que todo lo exterioriza, que a todo le imprime colorido, apasionamiento y grafismo.
Estamos en el filo de la navaja para caer a un lado y pasar de ser religiosidad popular a ser religiosidad populachera. Estamos en el filo de la navaja para que esta celebración se vea reducida simplemente a un desahogo de la sensibilidad y puede que hasta de la sensiblería. Es una apreciación personal, pero para nada me gusta que la conmemoración de los Misterios Pasionales -en La Isla o en cualquier parte del planeta- constituyan un atractivo de "interés turístico". Con todos mis respetos, y sin la menor duda acerca de la buena intención de aquellos que promueven tales iniciativas, lo que para algunos puede suponer una orgullosa satisfacción, para este mal creyente entra por los cuatro costados en aquello que supone "un desvío de lo tenido por justo y normal", cosa que el diccionario nombra como aberración. Da la impresión de que, no sólo su Pasión, sino que al propio Jesús, lo hemos transformado en un producto de consumo...". (...)
"¿Cuántos casos se han dado de la existencia de hermandades para deshermanar? En vuestra mente tendréis ahora más de uno de estos casos al escuchar mis palabras. Es la sublimación del contrasentido. Si no somos capaces de vivir en fraternidad bajo en nombre de Jesús, seremos unos magníficos organizadores de procesiones, algo así como una especie de comisión de fiestas de cada parroquia pero, en ningún caso, alcanzaremos la honrosa condición de cofrade. Es más, estaremos usando fraudulentamente el nombre de Jesús, el Cristo". (...)
"Sabemos mucho, muchísimo, de marchas, de autores de imágenes, de orfebres, de tallistas y de cortejos procesionales pero, cada vez, queda más alejada la figura de Cristo Jesús y todo lo que sus enseñanzas representan y que, también cada vez más, se van alejando de nuestras prácticas colectivas y de nuestros criterios individuales. ¿Por qué? Porque sobre lo primero hemos leído, coleccionado, asistido a actos determinados, hemos mostrado interés y curiosidad o, incluso, podríamos decir, nos hemos aficionado -¡ojo!, una cosa es la afición y otra la fe-, mientras que, en cuanto a lo segundo, apenas hemos profundizado, hemos investigado, hemos leído, discurrido, pensado y evolucionado; acaso, nos hemos quedado con el Jesús que nos convenía, aquel que nos resultaba cómodo, ese que lo limitamos a representar en una imagen de madera y que, para nada nos complica la vida, ese que colocamos con cuatro pernos encima del paso y que, tal vez, también, con cuatro pernos, los de la indolencia, la usencia de compromiso, el egoísmo y la intrascendencia, que hemos instalado en nuestra vida". (...)
"Está bien que, llegado el momento, suenen los tambores, las cornetas, todos los metales y la percusión; pero también tiene que sonar el ruido de la maquinaria de las fábricas que deben dar de comer a los trabajadores y a sus familias; está bien que el incienso humee ante los pasos y los altares pero, también, debe humear la actividad industrial para que nuestros jóvenes no desesperen ante un porvenir incierto o inexistente; está bien, muy bien, las oraciones, pero también las reivindicaciones y los posicionamientos que hoy día son obligación moral de todo aquel que se considere seguidor de Jesús y de sus verdaderas enseñanzas, de ese Evangelio de la justicia al que casi nunca se alude en aras, tal vez, de la excesiva mención a la caridad, virtud teologal muy necesaria, pero que, sin embargo, no es un compromiso. La justicia sí lo constituye". (...)
(José Carlos Fernández Moreno. Discurso conmemorativo 1957-2007 de la Hermandad de la Misericordia de San Fernando. Memorial de L años. La voz del cofrade como laico del siglo XXI)
"Escasos resultan los valores que, a estas alturas, nos vinculan con nuestras raíces y abundantes los hechos, circunstancias y comportamientos que, cada vez, nos aproximan más al ámbito del espectáculo, del tipismo, de la tradición, de la herencia costumbrista y festiva de un pueblo, es decir, cada vez nos alejamos más y más del sentido puramente religioso y devocional para entrar de lleno en el terreno de lo cultural, en el campo del rico patrimonio de la cultura de un pueblo, el andaluz, que todo lo exterioriza, que a todo le imprime colorido, apasionamiento y grafismo.
Estamos en el filo de la navaja para caer a un lado y pasar de ser religiosidad popular a ser religiosidad populachera. Estamos en el filo de la navaja para que esta celebración se vea reducida simplemente a un desahogo de la sensibilidad y puede que hasta de la sensiblería. Es una apreciación personal, pero para nada me gusta que la conmemoración de los Misterios Pasionales -en La Isla o en cualquier parte del planeta- constituyan un atractivo de "interés turístico". Con todos mis respetos, y sin la menor duda acerca de la buena intención de aquellos que promueven tales iniciativas, lo que para algunos puede suponer una orgullosa satisfacción, para este mal creyente entra por los cuatro costados en aquello que supone "un desvío de lo tenido por justo y normal", cosa que el diccionario nombra como aberración. Da la impresión de que, no sólo su Pasión, sino que al propio Jesús, lo hemos transformado en un producto de consumo...". (...)
"¿Cuántos casos se han dado de la existencia de hermandades para deshermanar? En vuestra mente tendréis ahora más de uno de estos casos al escuchar mis palabras. Es la sublimación del contrasentido. Si no somos capaces de vivir en fraternidad bajo en nombre de Jesús, seremos unos magníficos organizadores de procesiones, algo así como una especie de comisión de fiestas de cada parroquia pero, en ningún caso, alcanzaremos la honrosa condición de cofrade. Es más, estaremos usando fraudulentamente el nombre de Jesús, el Cristo". (...)
"Sabemos mucho, muchísimo, de marchas, de autores de imágenes, de orfebres, de tallistas y de cortejos procesionales pero, cada vez, queda más alejada la figura de Cristo Jesús y todo lo que sus enseñanzas representan y que, también cada vez más, se van alejando de nuestras prácticas colectivas y de nuestros criterios individuales. ¿Por qué? Porque sobre lo primero hemos leído, coleccionado, asistido a actos determinados, hemos mostrado interés y curiosidad o, incluso, podríamos decir, nos hemos aficionado -¡ojo!, una cosa es la afición y otra la fe-, mientras que, en cuanto a lo segundo, apenas hemos profundizado, hemos investigado, hemos leído, discurrido, pensado y evolucionado; acaso, nos hemos quedado con el Jesús que nos convenía, aquel que nos resultaba cómodo, ese que lo limitamos a representar en una imagen de madera y que, para nada nos complica la vida, ese que colocamos con cuatro pernos encima del paso y que, tal vez, también, con cuatro pernos, los de la indolencia, la usencia de compromiso, el egoísmo y la intrascendencia, que hemos instalado en nuestra vida". (...)
"Está bien que, llegado el momento, suenen los tambores, las cornetas, todos los metales y la percusión; pero también tiene que sonar el ruido de la maquinaria de las fábricas que deben dar de comer a los trabajadores y a sus familias; está bien que el incienso humee ante los pasos y los altares pero, también, debe humear la actividad industrial para que nuestros jóvenes no desesperen ante un porvenir incierto o inexistente; está bien, muy bien, las oraciones, pero también las reivindicaciones y los posicionamientos que hoy día son obligación moral de todo aquel que se considere seguidor de Jesús y de sus verdaderas enseñanzas, de ese Evangelio de la justicia al que casi nunca se alude en aras, tal vez, de la excesiva mención a la caridad, virtud teologal muy necesaria, pero que, sin embargo, no es un compromiso. La justicia sí lo constituye". (...)
(José Carlos Fernández Moreno. Discurso conmemorativo 1957-2007 de la Hermandad de la Misericordia de San Fernando. Memorial de L años. La voz del cofrade como laico del siglo XXI)
miércoles, 22 de octubre de 2008
Mi relación amor-odio con James Horner
De El niño del pijama de rayas (la película) me llamaron la atención varias cosas cuando la vi en su día. La peregrina idea de hacernos creer que un pequeño de ocho años es capaz de cavar un boquete de tal tamaño en unos cuantos minutos que entra en un campo de concentración (coño, ¿por qué no lo hacían los judíos para escaparse?), que la madre no tiene ni idea de nada de lo que maquina su marido,... Ingenuidades varias (carajotadas, en román paladino) que hacen de la película todo un ejemplo de producto insustancial. Pero lo que más me mantuvo en tensión hasta dar alaridos tras salir del cine y decirlo por activa y por pasiva en estas pasadas semanas en el programa de Paco Martín en Onda Jerez es la banda sonora original, compuesta por James Horner.
Curioso individuo. Compositor, orquestador, director de orquesta,... y plagiador hasta la extenuación. Vaya relación amor-odio que mantengo con uno de los autores de las mejores partituras cinematográficas de los ochenta y noventa.
Horner sonó mucho, y con él su score, con Titanic. Era una banda sonora de bella melodía y, como casi siempre sucede con el compositor norteamericano, de óptima adecuación a las imágenes. Poco más, aunque parezca suficiente, sobre todo cuando la escribió en 1997 y años antes había sido capaz de hacer bandas sonoras francamente superiores a la que compuso para el filme de James Cameron. Que el tío que hizo Gorky Park, Fievel y el nuevo mundo, En busca del valle encantado (vaya canción gloriosa se marca Diana Ross en ella, compuesta por Horner), Buscando a Bobby Fisher, Casper o Braveheart haga Titanic años después, pues como que estupendo para los que apenas les interesan escuchar en las salas de cine y de madrugada en los reproductores de cds hasta rayarlos. A mí no me va a sorprender ni a engañar. Al final, le dieron el Oscar por un indefectible arrastre de estatuillas (que Titanic ganara los mismos galardones que Ben Hur es como para ponerse delante del pelotón de fusilamiento de Senderos de Gloria), pero ya antes se lo había merecido. Por las citadas o por Glory, Mi padre, Cocoon,... verdaderas joyas que hicieron que los aficionados que por entonces contábamos con una veintena de años colocáramos a Horner como el sucesor directo de un John Williams cuyo canto de cisne había sido La lista de Schindler o un John Barry que había dado lo mejor de sí, por citar a los vivos más insignes tras la muerte de los grandes Bernard Herrmann, Miklos Rosza o Jerry Goldsmith.
James Horner comenzó a vender discos como rosquillas y merecido se lo tenía en una época de escasa brillantez compositiva. Aún muchos estamos preguntándonos cómo fue posible que El cartero, de Luis Bacalov, se llevara el Oscar en el año 1996, el mismo en el que competía con Horner, que tenía dos bandas sonoras nominadas de las cinco, Apollo XIII y Braveheart. ¿Quién se acuerda de Bacalov hoy? ¿Y de John Corigliano con El violín rojo en 1999? ¿y de Stephen Warbeck por la pijada imposible de Shakespeare in Love? Rarezas, injusticias y gilipolleces de Hollywood...
Muchos nos divorciamos de Horner hace ya años. El que nos erizó el vello con Leyendas de Pasión o nos ayudó a sumergirnos en la misteriosa abadía de El nombre de la rosa sufrió, desde Las cuatro plumas, una estrepitosa sangría de imaginación y mantiene, desde hace una década, los mismos patrones musicales con una bochornosa reiteración de la que hace gala en El niño del pijama de rayas.
Horner, con todo el dolor de mi corazón, no suele plagiar a los demás. Practica algo aún peor: autoplagiarse. En su composición para la historia de la amistad entre los dos niños escuchamos, durante el entierro de la madre del oficial nazi y en algunas escenas más, las mismas llamadas de trompeta que ya utilizó en Enemigo a las puertas; en otras secuencias, el score es una descarada mezcla de El hombre bicentenario y Una mente maravillosa, que a su vez era ya un calco de aquella. No sólo tenemos ejemplos de autoplagio. Uno de los temas más destacados del filme tiene claras connotaciones de Las Horas, de Philip Glass.
Es sólo un ejemplo, porque las llamadas de trompeta las ha usado en al menos cuatro scores más que yo tenga constancia al ver las películas y/o escuchar los cds de la bso. Y así podríamos seguir, porque con un somero análisis y una sola audición, podremos comprobar la pasmosa similitud de todo lo que está componiendo Horner desde hace ya años.
Estupendo compositor, extraordinario director a tenor de los vídeos que he visto (disfrutar de un concierto suyo en directo es tarea imposible porque no los da), arreglista con gran capacidad, Horner es un ejemplo de cómo la industria de Hollywood devora a sus técnicos en pos de una masificación de proyectos a los que no se les otorga el mimo adecuado, una pieza de una maquinaria de unos tiempos grises para el cine y la música.
Curioso individuo. Compositor, orquestador, director de orquesta,... y plagiador hasta la extenuación. Vaya relación amor-odio que mantengo con uno de los autores de las mejores partituras cinematográficas de los ochenta y noventa.
Horner sonó mucho, y con él su score, con Titanic. Era una banda sonora de bella melodía y, como casi siempre sucede con el compositor norteamericano, de óptima adecuación a las imágenes. Poco más, aunque parezca suficiente, sobre todo cuando la escribió en 1997 y años antes había sido capaz de hacer bandas sonoras francamente superiores a la que compuso para el filme de James Cameron. Que el tío que hizo Gorky Park, Fievel y el nuevo mundo, En busca del valle encantado (vaya canción gloriosa se marca Diana Ross en ella, compuesta por Horner), Buscando a Bobby Fisher, Casper o Braveheart haga Titanic años después, pues como que estupendo para los que apenas les interesan escuchar en las salas de cine y de madrugada en los reproductores de cds hasta rayarlos. A mí no me va a sorprender ni a engañar. Al final, le dieron el Oscar por un indefectible arrastre de estatuillas (que Titanic ganara los mismos galardones que Ben Hur es como para ponerse delante del pelotón de fusilamiento de Senderos de Gloria), pero ya antes se lo había merecido. Por las citadas o por Glory, Mi padre, Cocoon,... verdaderas joyas que hicieron que los aficionados que por entonces contábamos con una veintena de años colocáramos a Horner como el sucesor directo de un John Williams cuyo canto de cisne había sido La lista de Schindler o un John Barry que había dado lo mejor de sí, por citar a los vivos más insignes tras la muerte de los grandes Bernard Herrmann, Miklos Rosza o Jerry Goldsmith.
James Horner comenzó a vender discos como rosquillas y merecido se lo tenía en una época de escasa brillantez compositiva. Aún muchos estamos preguntándonos cómo fue posible que El cartero, de Luis Bacalov, se llevara el Oscar en el año 1996, el mismo en el que competía con Horner, que tenía dos bandas sonoras nominadas de las cinco, Apollo XIII y Braveheart. ¿Quién se acuerda de Bacalov hoy? ¿Y de John Corigliano con El violín rojo en 1999? ¿y de Stephen Warbeck por la pijada imposible de Shakespeare in Love? Rarezas, injusticias y gilipolleces de Hollywood...
Muchos nos divorciamos de Horner hace ya años. El que nos erizó el vello con Leyendas de Pasión o nos ayudó a sumergirnos en la misteriosa abadía de El nombre de la rosa sufrió, desde Las cuatro plumas, una estrepitosa sangría de imaginación y mantiene, desde hace una década, los mismos patrones musicales con una bochornosa reiteración de la que hace gala en El niño del pijama de rayas.
Horner, con todo el dolor de mi corazón, no suele plagiar a los demás. Practica algo aún peor: autoplagiarse. En su composición para la historia de la amistad entre los dos niños escuchamos, durante el entierro de la madre del oficial nazi y en algunas escenas más, las mismas llamadas de trompeta que ya utilizó en Enemigo a las puertas; en otras secuencias, el score es una descarada mezcla de El hombre bicentenario y Una mente maravillosa, que a su vez era ya un calco de aquella. No sólo tenemos ejemplos de autoplagio. Uno de los temas más destacados del filme tiene claras connotaciones de Las Horas, de Philip Glass.
Es sólo un ejemplo, porque las llamadas de trompeta las ha usado en al menos cuatro scores más que yo tenga constancia al ver las películas y/o escuchar los cds de la bso. Y así podríamos seguir, porque con un somero análisis y una sola audición, podremos comprobar la pasmosa similitud de todo lo que está componiendo Horner desde hace ya años.
Estupendo compositor, extraordinario director a tenor de los vídeos que he visto (disfrutar de un concierto suyo en directo es tarea imposible porque no los da), arreglista con gran capacidad, Horner es un ejemplo de cómo la industria de Hollywood devora a sus técnicos en pos de una masificación de proyectos a los que no se les otorga el mimo adecuado, una pieza de una maquinaria de unos tiempos grises para el cine y la música.
lunes, 20 de octubre de 2008
Procesiones devaluadas
Caer en la persistente reiteración de sacar procesiones a la calle devalúa las imágenes y el sentido evangélico que poseen. No son palabras mías, aunque las comparta en su integridad, sino de un director espiritual, un sacerdote nada sospechoso de generar enfrentamientos con las hermandades, dichas hace varias semanas en una mesa durante la celebración de una reunión de una Junta de Gobierno de una cofradía de San Fernando.
He llegado a pensar que existe cierta parte del clero que alienta la proliferación de salidas extraordinarias e inventos para sacar a los titulares de las hermandades a las calles, a la primera de una conmemoración de andar por casa, por el mero hecho de tenernos entretenidos con zarandajas coloristas y así evitar que los cofrades podamos llamar a la conciencia de la Iglesia e incomodarla a la hora de exigir justicia social para los desempleados de cada barrio, de adecuar nuestras creencias y actitudes a los tiempos que corren; en definitiva, a estar cerca del pueblo cristiano, más necesitado que nunca de quien lo defienda con todos los argumentos posibles ante la carencia de trabajo, de dinero para pagar la hipoteca, de libros de texto para los hijos, de especuladores inmobiliarios, de empresarios explotadores,... Al fin y al cabo, no existe institución en el seno de la Iglesia más popular y cercana a los creyentes que las hermandades en el ámbito de determinadas comunidades autónomas como Andalucía, paradójicamente de las más pobres de España.
No encuentro otra explicación a la peligrosa permisividad de la jerarquía eclesiástica ante tanta solicitud de procesiones repartidas durante todo el año. Me dicen los que prefieren una llana lectura del asunto que "los templos están vacíos y se agarran a lo que saben que les trae gente, es decir, a las cofradías, y lo que pidan", pero me resisto a pensar que semejante planteamiento pueda ser cierto.
No sólo los sacerdotes y los obispos se deben de estar dando cuenta de lo que sucede y aparentemente no intervienen, sino que los cofrades sobre los que realmente se sustentan las hermandades -personas cabales que han dedicado décadas de su vida a esta devoción -que no afición-, cargos anónimos de Juntas de Gobierno, jóvenes sólidamente formados en las antiguas Juntas Auxiliares,...- tienen que comenzar a reclamar la necesaria cordura que acabe con tanto aficionado en la calle sacando pasos, tanto utilizador de imágenes para refregar por las narices de sus teóricos hermanos en la fe la calidad de unos bordados, tanto histriónico gritón y amanerado formando bullas delante de los pasos, tanto rapsoda cursi y barato de estrados saturados, tanto rebotado de hermandades que les dan por fundar otras o emplear alguna imagen semiolvidada en una esquina para ensombrecer a su antigua cofradía y tanto niño jugando a cargador.
La pertinaz existencia de procesiones en la calle está convirtiendo lo que era una manifestación de fe en un rosario continuado de cortejos más o menos acertados en cuanto a estética floral, disposición de atributos, trajes de comercios caros sobre los que lucen medallas y manos que sujetan pértigas de refinada orfebrería repujada, bandas de afinados instrumentos, hasta formar un conjunto de cierta armonía -en algunos casos, no obstante, auténticos mamarrachos- absolutamente vacuos y cuyo sentido religioso y evangélico brilla por su ausencia.
El fenómeno del aficionado a las procesiones ha contagiado a un buen sector de la juventud cofrade que, lejos de evitar polemizar en foros de acceso público para no contribuir aún más al desgaste de las hermandades que sus oponentes ajenos se encargaron de comenzar, azuzan las descalificaciones personales, llegan a evitarse el saludo por un quítame allá una vela de un color, una túnica de un bordado en una esquina, un cargo o un asunto personal escondido y sazonado con la envidia y el rencor. Los jóvenes cofrades, en un porcentaje que comienza a ser muy preocupante, discuten hasta extremos más propios de fanáticos sectarios sobre cómo cargar un paso, se afanan en encontrar un hueco bajo unas andas antes que repartir alimentos un sábado por la mañana entre los necesitados del barrio y entregarles una estampa de su titular a una familia modesta, pugnan hasta el insulto y la agresión física por defender otra coronación canónica en la ciudad y les surgen peregrinas ideas de encargar nuevas imágenes, incluso apócrifas, para sacar en procesión en la fecha que quede libre entre tanta saturación. Todo ello con el aliento de los que no son tan jóvenes, máximos responsables de este desmadre, que han fracasado en su orientación cristiana cofrade hacia los que teóricamente deben ser el futuro de las corporaciones nazarenas.
Tenemos grandes bordados, nuevos pasos, floristas delicados, primorosos tocados de malla, procesiones magnas cual pasarela Cibeles para próximas fechas, venta patrimonial de cara al turismo de tanto oropel desbocado,... Todo ello, abocado al mayor de los fracasos ante la absoluta carencia de un significado que queda en un anecdótico plano. Y lo peor de todo ello es que la ciudadanía, los fieles que asisten a ver las procesiones, ya comienzan también a estar hartos de tanto jueguecito inconsciente, tanto paso floreado, tanta parihuela de acá para allá, tanta corneta tocando lo mismo y tanto rencor oculto en muchos casos.
He llegado a pensar que existe cierta parte del clero que alienta la proliferación de salidas extraordinarias e inventos para sacar a los titulares de las hermandades a las calles, a la primera de una conmemoración de andar por casa, por el mero hecho de tenernos entretenidos con zarandajas coloristas y así evitar que los cofrades podamos llamar a la conciencia de la Iglesia e incomodarla a la hora de exigir justicia social para los desempleados de cada barrio, de adecuar nuestras creencias y actitudes a los tiempos que corren; en definitiva, a estar cerca del pueblo cristiano, más necesitado que nunca de quien lo defienda con todos los argumentos posibles ante la carencia de trabajo, de dinero para pagar la hipoteca, de libros de texto para los hijos, de especuladores inmobiliarios, de empresarios explotadores,... Al fin y al cabo, no existe institución en el seno de la Iglesia más popular y cercana a los creyentes que las hermandades en el ámbito de determinadas comunidades autónomas como Andalucía, paradójicamente de las más pobres de España.
No encuentro otra explicación a la peligrosa permisividad de la jerarquía eclesiástica ante tanta solicitud de procesiones repartidas durante todo el año. Me dicen los que prefieren una llana lectura del asunto que "los templos están vacíos y se agarran a lo que saben que les trae gente, es decir, a las cofradías, y lo que pidan", pero me resisto a pensar que semejante planteamiento pueda ser cierto.
No sólo los sacerdotes y los obispos se deben de estar dando cuenta de lo que sucede y aparentemente no intervienen, sino que los cofrades sobre los que realmente se sustentan las hermandades -personas cabales que han dedicado décadas de su vida a esta devoción -que no afición-, cargos anónimos de Juntas de Gobierno, jóvenes sólidamente formados en las antiguas Juntas Auxiliares,...- tienen que comenzar a reclamar la necesaria cordura que acabe con tanto aficionado en la calle sacando pasos, tanto utilizador de imágenes para refregar por las narices de sus teóricos hermanos en la fe la calidad de unos bordados, tanto histriónico gritón y amanerado formando bullas delante de los pasos, tanto rapsoda cursi y barato de estrados saturados, tanto rebotado de hermandades que les dan por fundar otras o emplear alguna imagen semiolvidada en una esquina para ensombrecer a su antigua cofradía y tanto niño jugando a cargador.
La pertinaz existencia de procesiones en la calle está convirtiendo lo que era una manifestación de fe en un rosario continuado de cortejos más o menos acertados en cuanto a estética floral, disposición de atributos, trajes de comercios caros sobre los que lucen medallas y manos que sujetan pértigas de refinada orfebrería repujada, bandas de afinados instrumentos, hasta formar un conjunto de cierta armonía -en algunos casos, no obstante, auténticos mamarrachos- absolutamente vacuos y cuyo sentido religioso y evangélico brilla por su ausencia.
El fenómeno del aficionado a las procesiones ha contagiado a un buen sector de la juventud cofrade que, lejos de evitar polemizar en foros de acceso público para no contribuir aún más al desgaste de las hermandades que sus oponentes ajenos se encargaron de comenzar, azuzan las descalificaciones personales, llegan a evitarse el saludo por un quítame allá una vela de un color, una túnica de un bordado en una esquina, un cargo o un asunto personal escondido y sazonado con la envidia y el rencor. Los jóvenes cofrades, en un porcentaje que comienza a ser muy preocupante, discuten hasta extremos más propios de fanáticos sectarios sobre cómo cargar un paso, se afanan en encontrar un hueco bajo unas andas antes que repartir alimentos un sábado por la mañana entre los necesitados del barrio y entregarles una estampa de su titular a una familia modesta, pugnan hasta el insulto y la agresión física por defender otra coronación canónica en la ciudad y les surgen peregrinas ideas de encargar nuevas imágenes, incluso apócrifas, para sacar en procesión en la fecha que quede libre entre tanta saturación. Todo ello con el aliento de los que no son tan jóvenes, máximos responsables de este desmadre, que han fracasado en su orientación cristiana cofrade hacia los que teóricamente deben ser el futuro de las corporaciones nazarenas.
Tenemos grandes bordados, nuevos pasos, floristas delicados, primorosos tocados de malla, procesiones magnas cual pasarela Cibeles para próximas fechas, venta patrimonial de cara al turismo de tanto oropel desbocado,... Todo ello, abocado al mayor de los fracasos ante la absoluta carencia de un significado que queda en un anecdótico plano. Y lo peor de todo ello es que la ciudadanía, los fieles que asisten a ver las procesiones, ya comienzan también a estar hartos de tanto jueguecito inconsciente, tanto paso floreado, tanta parihuela de acá para allá, tanta corneta tocando lo mismo y tanto rencor oculto en muchos casos.
sábado, 18 de octubre de 2008
¿Es competente Garzón?
Era de prever. Las novedades con respecto al auto del juez Baltasar Garzón y su competencia para acometer los presumibles delitos cometidos en las víctimas de la represión franquista se hicieron ayer notar en el segundo y último día de las I Jornadas de Exhumación de Fosas que la Diputación de Cádiz celebra desde el jueves en Grazalema, con la colaboración de otras entidades y la CGT.
De hecho, los matriculados en las jornadas trataban de tener en sus manos el auto del magistrado de la Audiencia Nacional desde primera hora de la mañana y la propia organización entregó copias por la tarde, junto con las conclusiones de las exhumaciones de La fosa de las mujeres, explicadas el día anterior, tal y como publicó les detallé en este blog y recogieron las páginas del periódico Información, único que ha prestado a estas jornadas la relevancia que merecen.
La presencia en Grazalema de José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo, vino a suponer un golpe de efecto para las jornadas. Horas después de conocerse la competencia de Garzón, un prestigioso componente del Supremo, articulista de varios medios como El País y conocedor del funcionamiento del sistema judicial con detalle, se encontraba frente a medio centenar de participantes en las jornadas para hablar preciosamente de la eficacia de la Ley de la Memoria Histórica. Si se hubiera calculado intencionadamente, no hubiera tenido el impacto de su disertación, una charla en la que defendió en toda regla la legitimidad del juez de la Audencia Nacional para personarse en los casos y actuar, a pesar de los sectores que se muestran contrarios a ello.
“Elementos rebeldes”
Martín Pallín recordó que los primeros pasos que emprende Garzón respecto a la memoria histórica se remontan a diciembre de 2006, tratando de rechazar con ello la idea de que “al juez se le haya ocurrido ahora actuar”, y en su auto se especifican actuaciones cometidas por los acusados “como desapariciones forzosas, detenciones ilegales y ejecuciones extrajudiciales, crímenes de lesa humanidad para los que tiene capacidad de intervención”.
El magistrado aporta un dato aún más esclarecedor al indicar que la modificación del Código Penal del año 1988 especifica claramente que la Audiencia Nacional es competente porque “seguirá conociendo los delitos de asesinatos terroristas y elementos rebeldes”, indicando Martín Pallín que “el golpe de 1936 fue una rebelión militar, por lo que el delito existe y así lo declaró las propias Naciones Unidas en 1946, cuando condenó al régimen franquista al catalogarlo textualmente de sistema nacido de una rebelión militar auspiciada por el nazismo alemán y el fascismo italiano”.
Consideró además el emérito del Tribunal Supremo la necesidad de catalogar la acción franquista como “genocidio. Relacionar este término con persecución étnica no es correcto. En el caso de la Alemania nazi sí fue así, pero se han dado matanzas en Guatemala, Perú, Argentina, en los que no influye el componente racional aunque lo hayan pretendido justificar así en los dos primeros estados, cuando en realidad se protegía a quienes se disponían bajo las aldeas militarizadas independientemente de que fueran quechuas o aimaras. Por ello -aseveró el disertador-, en España se dio una persecución política y religiosa similar a Argentina, se superó el concepto étnico y es, simplemente, genocidio”.
Regresando al auto de Garzón, y preguntado sobre lo que puede suceder a partir de ahora, afirmó esperar que “el Ministerio Fiscal al menos no sea obstruccionista”, y explicó que cabe la posibilidad de que lo impugne. “En este caso, el Pleno estudiaría la impugnación y tres magistrados tendrían que decidir. Siempre es posible que Garzón pueda acudir al Tribunal Constitucional, pero veremos qué sucede”.
Los casos de Extremadura
Cayetano Ibarra Barroso es coordinador del Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Junta de Extremadura. Su amplia experiencia en este campo y en la exhumación de fosas vino a aportar a las jornadas en la segunda conferencia de ayer viernes información sobre la metodología empleada en esta comunidad con respecto al descubrimiento de fosas “en una región en la que, posiblemente en cada ciudad, exista una”, indicó.No tuvo reparos en afirmar que “los que no están de acuerdo con actuar bajo la Ley de la Memoria Histórica es posible que sean defensores de golpes como el del 23-F”, y mostró imágenes de poblaciones con monumentos -mausoleos, cruces, etc.- donde constan nombres y fechas de muertos, “construidos por el régimen franquista para recordar a sus víctimas, todas localizadas, con placas embellecidas, mientras las familias republicanas no saben ni donde hallar los restos de los cuerpos de sus antepasados. Si todos los nombres hubieran constado en los monumentos, hoy no estaríamos aquí hablando de memoria histórica”.
Ibarra recordó los inicios de las exhumaciones como hechos que se remontan en el tiempo, iniciativas de los propios habitantes de pueblos como los del Valle de la Serena, en la provincia de Badajoz, donde hace años se exhumaron cuatro fosas. Mostró una ilustrativa diapositiva del grupo vecinal alrededor de un féretro repleto de huesos hallados en aquella excavación popular. Asimismo, dio paso a imágenes proyectadas de elementos empleados para las prospecciones sobre terrenos susceptibles de ser encontradas fosas, y explicó el protocolo seguido desde su equipo: la investigación documental, el testimonio oral, localización, solicitud de permisos para actuar, prospección de la zona, excavación, exhumación y, finalmente, la identificación de cadáveres, como el caso de Casimiro Sánchez Núñez, alcalde de Barrado, ejecutado el 25 de octubre de 1936, “cuyo rescate de sus restos en la fosa donde se hallaba nos ha costado mucho porque no nos lo permitían y hace un mes se honró su memoria en un acto al que asistió uno de los padres de la Constitución Española, Gregorio Peces Barba".
Miles de cuerpos cubiertos por cal viva
Una mesa redonda celebrada en la tarde de ayer sirvió para clausurar las jornadas de exhumación. En ella, resultó de especial interés la intervención de Sebastián Fernández López, que hizo un detallado repaso por las exhumaciones que ha dirigido en el cementerio de San Rafael de Málaga iniciadas hace justamente dos años, donde se produjeron en su tapia fusilamentos hasta alcanzar el número de 4.371 fechados desde los años 30 a 1951. De ellos, 2.450 han sido encontrados en las fosas. La relación de nombres ha sido enviada recientemente al juez Garzón. Los asesinados fueron hacinados en seis niveles de fosas y sus cuerpos recubiertos de cal viva. Uno de ellos hizo un intento de huir. Su cuerpo colgaba de los filos de la fosa cuando fue hallado.
Pioneros en Villafranca
Por su parte, Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación Memoria Histórica de León, detalló su experiencia en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo, donde se llevó a cabo la primera exhumación con medios técnicos. Macías lo califica como “lugar de peregrinaje incluso” en años difíciles “tras el regreso del miedo con el golpe de Estado de Tejero en 1981”. Asegura que más de 40.000 personas se han puesto en contacto con la organización para aportar datos o mostrar interés, “evidenciado con la recuperación física de los desaparecidos”.
Las fosas de El Bosque
El arqueólogo de la Junta de Andalucía Alfonso Pando puso en las jornadas un ejemplo de acuerdo entre administraciones para acometer las exhumaciones de fosas, llevadas a cabo concretamente en la localidad gaditana de El Bosque. La Consejería de Cultura le envió a actuar desde aquel 12 de enero de 2004, “fecha que no se me olvidará jamás, cuando aparecí con mi compañera de trabajo Virginia Pinto y nos esperaban decenas de vecinos en el cementerio, queriendo recuperar los restos de sus familiares”.
Sabían de la existencia de la fosa común en el camposanto de El Bosque. Sus habitantes impidieron que las máquinas actuaran para construir más nichos sobre el lugar donde se suponía se hallaba la fosa. Tras las prospecciones, encontraron restos humanos en dos zanjas. Un vecino de 91 años, José Vázquez, fue clave al ofrecer información. Se extrajeron finalmente fragmentos de 13 cuerpos rociados de cal viva.
La curiosa coincidencia entre Pozuelo de Zarzón y Cádiz
El caso del cementerio de la localidad cacereña de Pozuelo de Zarzón es curiosamente muy similar al del camposanto de la capital gaditana. El conferenciante Cayetano Ibarra explicaba, ofreciendo la imagen de la puerta de acceso a la necrópolis de aquella localidad, que la alcaldesa del Partido Popular, Cristina Tomé, presentó el proyecto para habilitar una gran zona verde en este lugar, trasladando los restos de las cuarteladas existentes. Antes de aquellas obras, los responsables del Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura acordaron una cita con la primera edil para solicitarle que “previo a que usted meta sus máquinas, deje que nosotros actuemos con las nuestras”, con la firme intención de rescatar los restos de víctimas represaliadas existentes en el subsuelo. La alcaldesa permitió estos trabajos.
En Cádiz, Teófila Martínez tiene prevista una gran zona verde en el cementerio de San José. garantiza que la empresa Cemabasa será la que extraiga todo lo que halle, tanto en superficie como debajo de ella, pero una hija de un fusilado que se encuentra en el lugar dijo ayer que le ha comunicado que no podrán estar presentes en las exhumaciones. Ibarra le alentó a que luche para que eso suceda.
FOTOS: 1.- Cayetano Ibarra explica detalles sobre restos hallados en una fosa. 2.- Las exhumaciones son hechos que se han llevado a cabo hace ya décadas por iniciativa de los propios habitantes de algunas localidades. 3.- El magistrado José Antonio Martín, durante su disertación.
De hecho, los matriculados en las jornadas trataban de tener en sus manos el auto del magistrado de la Audiencia Nacional desde primera hora de la mañana y la propia organización entregó copias por la tarde, junto con las conclusiones de las exhumaciones de La fosa de las mujeres, explicadas el día anterior, tal y como publicó les detallé en este blog y recogieron las páginas del periódico Información, único que ha prestado a estas jornadas la relevancia que merecen.
La presencia en Grazalema de José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo, vino a suponer un golpe de efecto para las jornadas. Horas después de conocerse la competencia de Garzón, un prestigioso componente del Supremo, articulista de varios medios como El País y conocedor del funcionamiento del sistema judicial con detalle, se encontraba frente a medio centenar de participantes en las jornadas para hablar preciosamente de la eficacia de la Ley de la Memoria Histórica. Si se hubiera calculado intencionadamente, no hubiera tenido el impacto de su disertación, una charla en la que defendió en toda regla la legitimidad del juez de la Audencia Nacional para personarse en los casos y actuar, a pesar de los sectores que se muestran contrarios a ello.
“Elementos rebeldes”
Martín Pallín recordó que los primeros pasos que emprende Garzón respecto a la memoria histórica se remontan a diciembre de 2006, tratando de rechazar con ello la idea de que “al juez se le haya ocurrido ahora actuar”, y en su auto se especifican actuaciones cometidas por los acusados “como desapariciones forzosas, detenciones ilegales y ejecuciones extrajudiciales, crímenes de lesa humanidad para los que tiene capacidad de intervención”.
El magistrado aporta un dato aún más esclarecedor al indicar que la modificación del Código Penal del año 1988 especifica claramente que la Audiencia Nacional es competente porque “seguirá conociendo los delitos de asesinatos terroristas y elementos rebeldes”, indicando Martín Pallín que “el golpe de 1936 fue una rebelión militar, por lo que el delito existe y así lo declaró las propias Naciones Unidas en 1946, cuando condenó al régimen franquista al catalogarlo textualmente de sistema nacido de una rebelión militar auspiciada por el nazismo alemán y el fascismo italiano”.
Consideró además el emérito del Tribunal Supremo la necesidad de catalogar la acción franquista como “genocidio. Relacionar este término con persecución étnica no es correcto. En el caso de la Alemania nazi sí fue así, pero se han dado matanzas en Guatemala, Perú, Argentina, en los que no influye el componente racional aunque lo hayan pretendido justificar así en los dos primeros estados, cuando en realidad se protegía a quienes se disponían bajo las aldeas militarizadas independientemente de que fueran quechuas o aimaras. Por ello -aseveró el disertador-, en España se dio una persecución política y religiosa similar a Argentina, se superó el concepto étnico y es, simplemente, genocidio”.
Regresando al auto de Garzón, y preguntado sobre lo que puede suceder a partir de ahora, afirmó esperar que “el Ministerio Fiscal al menos no sea obstruccionista”, y explicó que cabe la posibilidad de que lo impugne. “En este caso, el Pleno estudiaría la impugnación y tres magistrados tendrían que decidir. Siempre es posible que Garzón pueda acudir al Tribunal Constitucional, pero veremos qué sucede”.
Los casos de Extremadura
Cayetano Ibarra Barroso es coordinador del Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Junta de Extremadura. Su amplia experiencia en este campo y en la exhumación de fosas vino a aportar a las jornadas en la segunda conferencia de ayer viernes información sobre la metodología empleada en esta comunidad con respecto al descubrimiento de fosas “en una región en la que, posiblemente en cada ciudad, exista una”, indicó.No tuvo reparos en afirmar que “los que no están de acuerdo con actuar bajo la Ley de la Memoria Histórica es posible que sean defensores de golpes como el del 23-F”, y mostró imágenes de poblaciones con monumentos -mausoleos, cruces, etc.- donde constan nombres y fechas de muertos, “construidos por el régimen franquista para recordar a sus víctimas, todas localizadas, con placas embellecidas, mientras las familias republicanas no saben ni donde hallar los restos de los cuerpos de sus antepasados. Si todos los nombres hubieran constado en los monumentos, hoy no estaríamos aquí hablando de memoria histórica”.
Ibarra recordó los inicios de las exhumaciones como hechos que se remontan en el tiempo, iniciativas de los propios habitantes de pueblos como los del Valle de la Serena, en la provincia de Badajoz, donde hace años se exhumaron cuatro fosas. Mostró una ilustrativa diapositiva del grupo vecinal alrededor de un féretro repleto de huesos hallados en aquella excavación popular. Asimismo, dio paso a imágenes proyectadas de elementos empleados para las prospecciones sobre terrenos susceptibles de ser encontradas fosas, y explicó el protocolo seguido desde su equipo: la investigación documental, el testimonio oral, localización, solicitud de permisos para actuar, prospección de la zona, excavación, exhumación y, finalmente, la identificación de cadáveres, como el caso de Casimiro Sánchez Núñez, alcalde de Barrado, ejecutado el 25 de octubre de 1936, “cuyo rescate de sus restos en la fosa donde se hallaba nos ha costado mucho porque no nos lo permitían y hace un mes se honró su memoria en un acto al que asistió uno de los padres de la Constitución Española, Gregorio Peces Barba".
Miles de cuerpos cubiertos por cal viva
Una mesa redonda celebrada en la tarde de ayer sirvió para clausurar las jornadas de exhumación. En ella, resultó de especial interés la intervención de Sebastián Fernández López, que hizo un detallado repaso por las exhumaciones que ha dirigido en el cementerio de San Rafael de Málaga iniciadas hace justamente dos años, donde se produjeron en su tapia fusilamentos hasta alcanzar el número de 4.371 fechados desde los años 30 a 1951. De ellos, 2.450 han sido encontrados en las fosas. La relación de nombres ha sido enviada recientemente al juez Garzón. Los asesinados fueron hacinados en seis niveles de fosas y sus cuerpos recubiertos de cal viva. Uno de ellos hizo un intento de huir. Su cuerpo colgaba de los filos de la fosa cuando fue hallado.
Pioneros en Villafranca
Por su parte, Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación Memoria Histórica de León, detalló su experiencia en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo, donde se llevó a cabo la primera exhumación con medios técnicos. Macías lo califica como “lugar de peregrinaje incluso” en años difíciles “tras el regreso del miedo con el golpe de Estado de Tejero en 1981”. Asegura que más de 40.000 personas se han puesto en contacto con la organización para aportar datos o mostrar interés, “evidenciado con la recuperación física de los desaparecidos”.
Las fosas de El Bosque
El arqueólogo de la Junta de Andalucía Alfonso Pando puso en las jornadas un ejemplo de acuerdo entre administraciones para acometer las exhumaciones de fosas, llevadas a cabo concretamente en la localidad gaditana de El Bosque. La Consejería de Cultura le envió a actuar desde aquel 12 de enero de 2004, “fecha que no se me olvidará jamás, cuando aparecí con mi compañera de trabajo Virginia Pinto y nos esperaban decenas de vecinos en el cementerio, queriendo recuperar los restos de sus familiares”.
Sabían de la existencia de la fosa común en el camposanto de El Bosque. Sus habitantes impidieron que las máquinas actuaran para construir más nichos sobre el lugar donde se suponía se hallaba la fosa. Tras las prospecciones, encontraron restos humanos en dos zanjas. Un vecino de 91 años, José Vázquez, fue clave al ofrecer información. Se extrajeron finalmente fragmentos de 13 cuerpos rociados de cal viva.
La curiosa coincidencia entre Pozuelo de Zarzón y Cádiz
El caso del cementerio de la localidad cacereña de Pozuelo de Zarzón es curiosamente muy similar al del camposanto de la capital gaditana. El conferenciante Cayetano Ibarra explicaba, ofreciendo la imagen de la puerta de acceso a la necrópolis de aquella localidad, que la alcaldesa del Partido Popular, Cristina Tomé, presentó el proyecto para habilitar una gran zona verde en este lugar, trasladando los restos de las cuarteladas existentes. Antes de aquellas obras, los responsables del Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura acordaron una cita con la primera edil para solicitarle que “previo a que usted meta sus máquinas, deje que nosotros actuemos con las nuestras”, con la firme intención de rescatar los restos de víctimas represaliadas existentes en el subsuelo. La alcaldesa permitió estos trabajos.
En Cádiz, Teófila Martínez tiene prevista una gran zona verde en el cementerio de San José. garantiza que la empresa Cemabasa será la que extraiga todo lo que halle, tanto en superficie como debajo de ella, pero una hija de un fusilado que se encuentra en el lugar dijo ayer que le ha comunicado que no podrán estar presentes en las exhumaciones. Ibarra le alentó a que luche para que eso suceda.
FOTOS: 1.- Cayetano Ibarra explica detalles sobre restos hallados en una fosa. 2.- Las exhumaciones son hechos que se han llevado a cabo hace ya décadas por iniciativa de los propios habitantes de algunas localidades. 3.- El magistrado José Antonio Martín, durante su disertación.
viernes, 17 de octubre de 2008
Jornadas de Exhumación en Grazalema
Conocí en Grazalema la noticia de la declaración de competencia del juez Baltasar Garzón sobre los hechos que afectaron a los represaliados por la Guerra Civil.
Se dio la casualidad de que me encontraba cubriendo, con el fotógrafo y buen amigo Israel J. Poveda, las I Jornadas de Exhumación de Fosas que se celebran durante estos dos días en la preciosa localidad serrana.
Creo que un evento de esta relevancia debe ser reflejado en los medios con la cobertura adecuada. Historiadores, arqueólogos, profesores universitarios y magistrados de la relevancia de José Antonio Martín Pallín nos están aportando datos reveladores y hechos históricos que en ocasiones erizan el vello, independientemente de las inclinaciones políticas de los existentes.
Mi cara oculta de apasionado de la historia ha aparecido sin contemplaciones desde las nueve de la mañana de este jueves y creo que no se me quitará hasta pasados unos días, el tiempo suficiente para que les cuente en el periódico Información lo que sucede en estas horas en la sala del Villa Turística de Grazalema y en próximos capítulos les detalle en este blog que quizá haga reflexionar al más pintado que aún sostiene la idea de "pasar página" y olvidarse de los cuerpos anónimos enterrados, cuyos cráneos suelen mostrarnos, para verguenza de nuestro país, un demarcado orificio de bala.
En su día se habló de la posibilidad de la asistencia del juez Baltasar Garzón, que finalmente no acudió, algo que hubiera sido la guinda de un encuentro obligado para historiadores, arqueólogos y familiares de los desaparecidos. La profusión de datos y documentos gráficos ofrecidos por los conferenciantes servirán, hasta la tarde de hoy viernes, para recabar detallada información de un apasionante y emotivo tema de rabiosa actualidad y que parece remover conciencias.
María Naval y Blanca Alcántara, diputada de Ciudadanía y delegada provincial de Justicia respectivamente, inauguraron las jornadas al iniciar la mañana, preludiando un día histórico en el que se dieron a conocer los resultados de la exhumación de la llamada La fosa de las mujeres en Grazalema, lugar en la finca del Alamillo donde fuerzas derechistas condujeron a catorce mujeres para asesinarlas. La fosa fue exhumada en su momento y los arqueólogos participantes en esta iniciativa, Jesús López y Jesús Román, detallaron anoche lo que fueron capaces de encontrar tras sus intervenciones: desde cráneos con orificios de bala y golpes de hacha, hasta fémures atacados en sus extremos por animales carroñeros o cerdos, pasando por casquillos de bala, medallitas, pendientes o anillos de apenas valor y deducciones antropológicas. Algunas de las víctimas padecían artrosis, otras lesiones óseas por cargar con peso en sus trabajos o dientes que corroboran las carencias alimentarias de las mujeres. Una frase lapidaria de Jesús López: “Nuestro trabajo no terminará hasta que todas y cada una de ellas queden identificadas”.
También resultó de interés la conferencia del historiador Fernando Romero que, bajo el título La represión fascista en la Sierra de Cádiz, ofreció datos y fechas históricas. Así, detalló que, en septiembre de 1936, las fuerzas golpistas ocuparon los últimos municipios de la provincia, y entre el 13 y 17 de ese mismo mes, se establece el militarismo en las poblaciones. Grazalema fue uno de los últimos ocupado, y citó al falangista portuense Fernando Zamacola como “uno de los que hizo estragos en esta zona” y principal protagonista de la ocupación de Grazalema, agenciándole “asesinatos e incluso violaciones”.
Romero quiso también destacar la violencia del otro bando, la de izquierdas, de manera que “tenemos documentadas alrededor de un centenar de víctimas de la represión republicana” en localizaciones de San Roque, Jimena, Alcalá, Setenil, Olvera y Grazalema, “donde hay que reconocer que se produce el 20 por ciento de estas represiones de la república, y lo sabemos porque el franquismo se encargó de dar a conocer la llamada “causa general”, una gran investigación para conocer toda la barbarie cometida por los marxistas en el territorio nacional mientras gobernaba la Segunda República”.
Cuenta el historiador que se cursó una orden a todos los ayuntamientos andaluces en el año 1937 en la que se plasmaban preguntas sobre las pérdidas detalladas producidas por el bando republicano, algo de obligada contestación. En este ámbito, mostró una imagen de la veintena de víctimas que, alrededor de agosto de 1936, fueron asesinadas en el kilómetro cinco de la carretera de Grazalema a Ronda, todas pertenecientes al bando nacional y que el régimen exhumó, en 1940, para darle sepultura en el cementerio católico de la localidad, algo que contrasta claramente con las víctimas de la represión fascista.Destacó el historiador el hecho de que Grazalema se convirtió en el lugar de asilo de numerosos republicanos de otras poblaciones.
En cuanto a las pérdidas en el bando izquierdista, Fernando Romero recuerda que Ramón Salas Larrazábal, en su libro Pérdidas de la guerra publicado en 1977, hablaba de algo más de 700 víctimas, aunque empleaba una metodología incorrecta, “ya que no se tuvo en cuenta un gran poblema de base: que todas las víctimas no fueron inscritas en el Registro Civil”, y mostró el ejemplo de una víctima que figura como finada en los años 80, cuando había fallecido casi cincuenta años antes. En la veintena de los registros civiles de la sierra, se inscribieron 189 víctimas de la represión fascista entre los años 1980 y 1989. De ellos, un total de 12 son de Grazalema.
Detallando el número de desaparecidos, Romero indicó que más del 60 por ciento de ellos no se inscribieron. “En Arcos no se contabilizaron más de 63 por ciento de fusilados, en Espera el 75 por ciento; en Puerto Serrano, el 80 por ciento,... Hasta llegar a la media del 71,5 por ciento”.El disertador habló de la metodología para saber de la existencia de estos desaparecidos que no constan en el Gobierno Civil. Así, explicó que se han visto obligados a buscar documentación paralela, como requerimientos del Gobierno franquista a los ayuntamientos sobre ciudadanos “a los que se les haya aplicado la pena final”, telegramas remitidos por el Gobierno Civil o documentos en cuarteles. Como ejemplo relevante, destaca el número registrado de desaparecidos en los archivos municipales grazalemeños y que alcanza casi los trescientos, lo que, comparándolo con la población de la localidad en aquellos años, supone un porcentaje revelador a la hora de saber cuántos represaliados existieron sin constar en el Registro Civil.
Etxeberría, gran conferencia
“Con la memoria histórica sucederá lo mismo que con el ecologismo. Éramos cuatro locos, pero ahora no hay partido político que tenga agallas de ignorar propuestas medioambientales en sus programas electorales”. El vaticinio es del profesor de Medicina Legal y forense Francisco Etxeberría Galindo, que impartió una extraordinaria conferencia ayer en el marco de las I Jornadas de Exhumación de Fosas.
Etxeberría no optó por los tecnicismos propios de su profesión. Ante un público generalmente joven y erudito, prefirió decantarse por relatar su dilatada experiencia en excavar fosas desde el año 2000, fecha en la que se inician estas intervenciones. No tuvo reparos en justificar el título de su disertación, Exhumando fosas, recuperando dignidades, reivindicando el hecho de que “nosotros no recuperamos huesos, sino personas que jamás perdieron su dignidad aun asesinadas”, y no titubeó al desmitificar el hallazgo de las fosas en el contexto de la memoria histórica “porque es sólo el inicio de muchos más factores que servirán para completar este concepto, como el trabajo en los archivos históricos, documentales, etc.”.
El profesor de la Universidad del País Vasco tampoco tuvo reparos para defender su trabajo “ante muchos que aseguran que lo hacemos por intereses, cuando la gran mayoría de las exhumaciones no están subvencionadas”. Afirmó sentirse impresionado desde que participó en la primera apertura de fosas -la de Villafranca del Bierzo en 2000-. “He visto muchas autopsias, gente asesinada, pero aquello fue algo distinto”. Proyectó diapositivas de gran valor de fusilados y restos hallados supuestamente pertenecientes a ellos, detallando casos de víctimas como Emilio Silva, republicano asesinado por manifestarse para reclamar una escuela para niños.
Por su parte, el profesor de la UCA Diego Caro fue quien puso en antecedente a los asistentes, aportando datos sobre la situación política en España, mediatizada por la aparición del comunismo y el fascismo en Europa, destacando el “error” de la izquierda al minimizar “el poder de la derecha con la CEDA, con 800.000 afiliados”. Caro se mostró en desacuerdo con los que consideran a Miguel Primo de Rivera como precursor del franquismo, calificó de “estrategia terrorista” la represión emprendida por Franco y quiso citar a Pedro Laín Entralgo con una máxima: “¿Cómo se puede hablar de olvido cuando todavía la realidad se desconoce?”.
Se dio la casualidad de que me encontraba cubriendo, con el fotógrafo y buen amigo Israel J. Poveda, las I Jornadas de Exhumación de Fosas que se celebran durante estos dos días en la preciosa localidad serrana.
Creo que un evento de esta relevancia debe ser reflejado en los medios con la cobertura adecuada. Historiadores, arqueólogos, profesores universitarios y magistrados de la relevancia de José Antonio Martín Pallín nos están aportando datos reveladores y hechos históricos que en ocasiones erizan el vello, independientemente de las inclinaciones políticas de los existentes.
Mi cara oculta de apasionado de la historia ha aparecido sin contemplaciones desde las nueve de la mañana de este jueves y creo que no se me quitará hasta pasados unos días, el tiempo suficiente para que les cuente en el periódico Información lo que sucede en estas horas en la sala del Villa Turística de Grazalema y en próximos capítulos les detalle en este blog que quizá haga reflexionar al más pintado que aún sostiene la idea de "pasar página" y olvidarse de los cuerpos anónimos enterrados, cuyos cráneos suelen mostrarnos, para verguenza de nuestro país, un demarcado orificio de bala.
En su día se habló de la posibilidad de la asistencia del juez Baltasar Garzón, que finalmente no acudió, algo que hubiera sido la guinda de un encuentro obligado para historiadores, arqueólogos y familiares de los desaparecidos. La profusión de datos y documentos gráficos ofrecidos por los conferenciantes servirán, hasta la tarde de hoy viernes, para recabar detallada información de un apasionante y emotivo tema de rabiosa actualidad y que parece remover conciencias.
María Naval y Blanca Alcántara, diputada de Ciudadanía y delegada provincial de Justicia respectivamente, inauguraron las jornadas al iniciar la mañana, preludiando un día histórico en el que se dieron a conocer los resultados de la exhumación de la llamada La fosa de las mujeres en Grazalema, lugar en la finca del Alamillo donde fuerzas derechistas condujeron a catorce mujeres para asesinarlas. La fosa fue exhumada en su momento y los arqueólogos participantes en esta iniciativa, Jesús López y Jesús Román, detallaron anoche lo que fueron capaces de encontrar tras sus intervenciones: desde cráneos con orificios de bala y golpes de hacha, hasta fémures atacados en sus extremos por animales carroñeros o cerdos, pasando por casquillos de bala, medallitas, pendientes o anillos de apenas valor y deducciones antropológicas. Algunas de las víctimas padecían artrosis, otras lesiones óseas por cargar con peso en sus trabajos o dientes que corroboran las carencias alimentarias de las mujeres. Una frase lapidaria de Jesús López: “Nuestro trabajo no terminará hasta que todas y cada una de ellas queden identificadas”.
También resultó de interés la conferencia del historiador Fernando Romero que, bajo el título La represión fascista en la Sierra de Cádiz, ofreció datos y fechas históricas. Así, detalló que, en septiembre de 1936, las fuerzas golpistas ocuparon los últimos municipios de la provincia, y entre el 13 y 17 de ese mismo mes, se establece el militarismo en las poblaciones. Grazalema fue uno de los últimos ocupado, y citó al falangista portuense Fernando Zamacola como “uno de los que hizo estragos en esta zona” y principal protagonista de la ocupación de Grazalema, agenciándole “asesinatos e incluso violaciones”.
Romero quiso también destacar la violencia del otro bando, la de izquierdas, de manera que “tenemos documentadas alrededor de un centenar de víctimas de la represión republicana” en localizaciones de San Roque, Jimena, Alcalá, Setenil, Olvera y Grazalema, “donde hay que reconocer que se produce el 20 por ciento de estas represiones de la república, y lo sabemos porque el franquismo se encargó de dar a conocer la llamada “causa general”, una gran investigación para conocer toda la barbarie cometida por los marxistas en el territorio nacional mientras gobernaba la Segunda República”.
Cuenta el historiador que se cursó una orden a todos los ayuntamientos andaluces en el año 1937 en la que se plasmaban preguntas sobre las pérdidas detalladas producidas por el bando republicano, algo de obligada contestación. En este ámbito, mostró una imagen de la veintena de víctimas que, alrededor de agosto de 1936, fueron asesinadas en el kilómetro cinco de la carretera de Grazalema a Ronda, todas pertenecientes al bando nacional y que el régimen exhumó, en 1940, para darle sepultura en el cementerio católico de la localidad, algo que contrasta claramente con las víctimas de la represión fascista.Destacó el historiador el hecho de que Grazalema se convirtió en el lugar de asilo de numerosos republicanos de otras poblaciones.
En cuanto a las pérdidas en el bando izquierdista, Fernando Romero recuerda que Ramón Salas Larrazábal, en su libro Pérdidas de la guerra publicado en 1977, hablaba de algo más de 700 víctimas, aunque empleaba una metodología incorrecta, “ya que no se tuvo en cuenta un gran poblema de base: que todas las víctimas no fueron inscritas en el Registro Civil”, y mostró el ejemplo de una víctima que figura como finada en los años 80, cuando había fallecido casi cincuenta años antes. En la veintena de los registros civiles de la sierra, se inscribieron 189 víctimas de la represión fascista entre los años 1980 y 1989. De ellos, un total de 12 son de Grazalema.
Detallando el número de desaparecidos, Romero indicó que más del 60 por ciento de ellos no se inscribieron. “En Arcos no se contabilizaron más de 63 por ciento de fusilados, en Espera el 75 por ciento; en Puerto Serrano, el 80 por ciento,... Hasta llegar a la media del 71,5 por ciento”.El disertador habló de la metodología para saber de la existencia de estos desaparecidos que no constan en el Gobierno Civil. Así, explicó que se han visto obligados a buscar documentación paralela, como requerimientos del Gobierno franquista a los ayuntamientos sobre ciudadanos “a los que se les haya aplicado la pena final”, telegramas remitidos por el Gobierno Civil o documentos en cuarteles. Como ejemplo relevante, destaca el número registrado de desaparecidos en los archivos municipales grazalemeños y que alcanza casi los trescientos, lo que, comparándolo con la población de la localidad en aquellos años, supone un porcentaje revelador a la hora de saber cuántos represaliados existieron sin constar en el Registro Civil.
Etxeberría, gran conferencia
“Con la memoria histórica sucederá lo mismo que con el ecologismo. Éramos cuatro locos, pero ahora no hay partido político que tenga agallas de ignorar propuestas medioambientales en sus programas electorales”. El vaticinio es del profesor de Medicina Legal y forense Francisco Etxeberría Galindo, que impartió una extraordinaria conferencia ayer en el marco de las I Jornadas de Exhumación de Fosas.
Etxeberría no optó por los tecnicismos propios de su profesión. Ante un público generalmente joven y erudito, prefirió decantarse por relatar su dilatada experiencia en excavar fosas desde el año 2000, fecha en la que se inician estas intervenciones. No tuvo reparos en justificar el título de su disertación, Exhumando fosas, recuperando dignidades, reivindicando el hecho de que “nosotros no recuperamos huesos, sino personas que jamás perdieron su dignidad aun asesinadas”, y no titubeó al desmitificar el hallazgo de las fosas en el contexto de la memoria histórica “porque es sólo el inicio de muchos más factores que servirán para completar este concepto, como el trabajo en los archivos históricos, documentales, etc.”.
El profesor de la Universidad del País Vasco tampoco tuvo reparos para defender su trabajo “ante muchos que aseguran que lo hacemos por intereses, cuando la gran mayoría de las exhumaciones no están subvencionadas”. Afirmó sentirse impresionado desde que participó en la primera apertura de fosas -la de Villafranca del Bierzo en 2000-. “He visto muchas autopsias, gente asesinada, pero aquello fue algo distinto”. Proyectó diapositivas de gran valor de fusilados y restos hallados supuestamente pertenecientes a ellos, detallando casos de víctimas como Emilio Silva, republicano asesinado por manifestarse para reclamar una escuela para niños.
Por su parte, el profesor de la UCA Diego Caro fue quien puso en antecedente a los asistentes, aportando datos sobre la situación política en España, mediatizada por la aparición del comunismo y el fascismo en Europa, destacando el “error” de la izquierda al minimizar “el poder de la derecha con la CEDA, con 800.000 afiliados”. Caro se mostró en desacuerdo con los que consideran a Miguel Primo de Rivera como precursor del franquismo, calificó de “estrategia terrorista” la represión emprendida por Franco y quiso citar a Pedro Laín Entralgo con una máxima: “¿Cómo se puede hablar de olvido cuando todavía la realidad se desconoce?”.
domingo, 12 de octubre de 2008
Carta patria a Rajoy
Estimado presidente del Partido Popular:
No se preocupe, señor Rajoy. A mí también me parece un coñazo el desfile de hoy. Es más, considero un horror el modo de celebrar un día dedicado a nuestro país de la manera que nos han impuesto. La diferencia es que a usted y a los suyos se les llena la boca de clamar por la conservación de las tradiciones y la gente de derechas parece disfrutar con sus conceptos monolíticos de nación, estado, religión y todas esas hierbas.
A los de su cuerda les entra el orgasmo patrio cuando (mal) utilizan la palabra España y continúan empeñados en hacer suya la bandera de mi país en sus actos, como si los que no somos del Partido Popular no tuviéramos el derecho a mostrarnos orgullosos de ella sin usarla políticamente. Y ahora resulta que le parece un coñazo la parefernalia que tanto les pone... Lo que usted padece se llama incongruencia severa, señor Rajoy. Acuda al especialista lo más pronto posible para que le recete unas cápsulas de sentido común y de armonía entre lo que le pide el cuerpo y lo que pregona.
Yo estoy de acuerdo con usted, señor Rajoy, pero hay un pequeño detalle que nos diferencia: yo soy consecuente con lo que defiendo. De hecho, no sé por qué se empeñan todos en relacionar el día de mi país con los utensilios de matar. Yo cambiaría el desfile de ostentosidad militar, esos carros de combate en la calle alineados y todo el mundo más tieso que un palo aguantando grotescamente una banderita de España en la mano, por una exhibición de miles de niños españoles escogidos entre los ciudadanos, portando una paloma blanca en sus manos, dirigiéndose entre sones de paz y canciones de alegría hacia la plaza Colón, repartiendo entre la multitud ramas de olivos, para llegar a la altura de la gran bandera española y soltar el millar de palomas al unísono entre los aplausos emocionados de todos. Sería bonito ver en las portadas de los periódicos de mañana la gran bandera de mi país, pespunteada por miles de las blancas aves de paz volando hacia las alturas. No se escandalice ni frunza el ceño para mofarse de mí. Recuerde aquel que también ha sido utilizado por la humanidad para sus intereses desde hace dos mil años y que entró en un pueblecito palestino a lomos de un asno sin más 'soldados' que un montón de seguidores con palmas y olivos. Cambió el mundo con un 'ejército' de doce jóvenes desarrapados y un grupo de mujeres, entre ellas una prostituta.
Creo que usted, señor Rajoy, prefiere seguir aparentando como todos, continuar diciendo con la boca pequeña que la parafernalia actual es un coñazo pero hoy hacerse el más patriota del mundo ante una exhibición tan ploma e insultentemente bélica como la del resto de países. Qué rabioso y extraordinariamente desconcertante será el día que un país decida celebrar su festividad con símbolos de paz en lugar de mostrar al resto del mundo el poder militar que se posee.
Descanse tranquilo, señor Rajoy. Al fin y al cabo, todos piensan lo mismo que usted pero miran hacia otro lado. La sociedad está hecha a la medida de los hipócritas. Yo soy, como dijo el otro, el que no es de este mundo. Así me va, pero duermo con la placidez que me da el sentirme odiado por muchos porque les impido mentir.
La foto es de El Mundo.
No se preocupe, señor Rajoy. A mí también me parece un coñazo el desfile de hoy. Es más, considero un horror el modo de celebrar un día dedicado a nuestro país de la manera que nos han impuesto. La diferencia es que a usted y a los suyos se les llena la boca de clamar por la conservación de las tradiciones y la gente de derechas parece disfrutar con sus conceptos monolíticos de nación, estado, religión y todas esas hierbas.
A los de su cuerda les entra el orgasmo patrio cuando (mal) utilizan la palabra España y continúan empeñados en hacer suya la bandera de mi país en sus actos, como si los que no somos del Partido Popular no tuviéramos el derecho a mostrarnos orgullosos de ella sin usarla políticamente. Y ahora resulta que le parece un coñazo la parefernalia que tanto les pone... Lo que usted padece se llama incongruencia severa, señor Rajoy. Acuda al especialista lo más pronto posible para que le recete unas cápsulas de sentido común y de armonía entre lo que le pide el cuerpo y lo que pregona.
Yo estoy de acuerdo con usted, señor Rajoy, pero hay un pequeño detalle que nos diferencia: yo soy consecuente con lo que defiendo. De hecho, no sé por qué se empeñan todos en relacionar el día de mi país con los utensilios de matar. Yo cambiaría el desfile de ostentosidad militar, esos carros de combate en la calle alineados y todo el mundo más tieso que un palo aguantando grotescamente una banderita de España en la mano, por una exhibición de miles de niños españoles escogidos entre los ciudadanos, portando una paloma blanca en sus manos, dirigiéndose entre sones de paz y canciones de alegría hacia la plaza Colón, repartiendo entre la multitud ramas de olivos, para llegar a la altura de la gran bandera española y soltar el millar de palomas al unísono entre los aplausos emocionados de todos. Sería bonito ver en las portadas de los periódicos de mañana la gran bandera de mi país, pespunteada por miles de las blancas aves de paz volando hacia las alturas. No se escandalice ni frunza el ceño para mofarse de mí. Recuerde aquel que también ha sido utilizado por la humanidad para sus intereses desde hace dos mil años y que entró en un pueblecito palestino a lomos de un asno sin más 'soldados' que un montón de seguidores con palmas y olivos. Cambió el mundo con un 'ejército' de doce jóvenes desarrapados y un grupo de mujeres, entre ellas una prostituta.
Creo que usted, señor Rajoy, prefiere seguir aparentando como todos, continuar diciendo con la boca pequeña que la parafernalia actual es un coñazo pero hoy hacerse el más patriota del mundo ante una exhibición tan ploma e insultentemente bélica como la del resto de países. Qué rabioso y extraordinariamente desconcertante será el día que un país decida celebrar su festividad con símbolos de paz en lugar de mostrar al resto del mundo el poder militar que se posee.
Descanse tranquilo, señor Rajoy. Al fin y al cabo, todos piensan lo mismo que usted pero miran hacia otro lado. La sociedad está hecha a la medida de los hipócritas. Yo soy, como dijo el otro, el que no es de este mundo. Así me va, pero duermo con la placidez que me da el sentirme odiado por muchos porque les impido mentir.
La foto es de El Mundo.
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