domingo, 6 de julio de 2008

Quiénes apuestan... y quiénes no.

Parece que sí hay instituciones públicas que, afortunadamente, le prestan importancia al cine y a la música cinematográfica. Mientras algunos ayuntamientos han decidido que el séptimo arte hay que relegarlo de su programación de ocio estival a pesar de siete años de éxito, la Diputación Provincial de Cádiz sí muestra la suficiente sensibilidad como para ofrecer un atractivo programa que conjuga cine y música de manera acertada. Cierto es que estamos a años luz de otros lugares donde se apuesta realmente por eventos de relevancia a la hora de ofrecer a los ciudadanos espacios de los que también viven nuestros placeres y gustos. Alguien parece empeñado en que sustituyamos nuestro amor al celuloide por la nada o alguna que otra casposa ¿iniciativa?, o que formemos parte de los que deben gustarnos por narices ¿artistas? que ofrecen medio centenar de conciertos en mes y medio, teniéndolo hasta en la sopa, o nos traguemos lo que quieren las emisoras comerciales. De nuevo pan y circo. Y la basura sin recoger.

Pero de eso hablaremos mañana, que el asunto tiene sustancia. Antes voy a consultar con un par de amigos abogados, incluyendo el mío, y a buscar jurisprudencia en internet durante esta madrugada, porque si pago impuestos para que me limpien los contenedores de la puerta de mi casa, ¿puedo negarme a abonarlos cuando no lo hacen? ¿Tengo que ser objetivo prioritario, pagar los daños colaterales de no sé qué puñetas de disputas entre una empresa y sus trabajadores? ¿El Ayuntamiento de San Fernando se va quedar mirando y va a pronunciar esa sonrojante frase tan propia del liberalismo salvaje que le gusta practicar a algunos de que "es-un-conflicto-empresa-empleados-y-ahí-no-entramos?" ¿Usted que me gobierna me ve cara de imbécil cuando me dice eso o el imbécil es usted? Déjeme que vaya preparando un pliego de descargos para escribirlo con runas góticas, o si lo prefiere en perfecto andalusí, y le adelanto un texto que diga algo así como "es-un-conflicto-que-me-importa-un-carajo-porque-yo-pago-para-que-me-quiten-la-mierda-de-la-puerta-o-si-no-no-suelto-un-euro".

Pero de esto ya hablaremos largo y tendido mañana. Les decía que la Diputación de Cádiz sí parece sensibilizada con el cine. Durante julio y agosto ha programado un interesante ciclo de proyecciones en el que las protagonistas serán las películas dirigidas por el italoamericano Francis Ford Coppola. El padrino, La Conversación o Bram Stoker Drácula serán algunas de las cintas que podremos ver... y oír. Porque además de volver a deleitarnos con estas joyas, lo más importante es el afortunado atisbo de la institución provincial por mostrarnos la relevancia de la música en el cine y, aunque parece que queda mucho para que podamos ser civilizados en este aspecto y organizar conciertos de bandas sonoras a cargo de orquestas y conferencias de críticos de música cinematográfica o mesas redondas, menos da una piedra, por lo que podremos deleitarnos con las proyecciones de las películas de Coppola preludiadas este martes día 8 de un concierto en directo. "Para recordarnos que debemos asistir a las proyecciones con los oídos bien abiertos, el ciclo arranca con un concierto del quinteto de cuerda de la Orquesta Manuel de Falla, que interpretará fragmentos de las bandas sonoras de las películas programadas, con obras de Nino Rota, Carmine Coppola o Wojciech Kilar". Así reza el programa anunciado en la cartelería distribuida por Cádiz (por cierto, muy acertado el cartel anunciador, que les reproduzco arriba). Si quieren más información, la encontrarán en http://www.dipucadiz.es/

No pierdan ni un instante porque la entrada es por invitaciones. Allí nos vemos. Y en próximos días, el jueves para ser más exacto, comienza el IV Congreso Internacional de Música de Cine Ciudad de Úbeda, al que asisto los cuatro días como periodista acreditado y friky consumado para cubrir todo lo que va a acontecer en esta maravillosa localidad jiennense. Me llevaré el portátil, así que todas las noches, desde el jueves, les dejaré aquí la crónica del día con fotos y entrevistas a los compositores. Vaya gozada, porque tienen anunciada su presencia maestros como Patrick Doyle (Sentido y sensibilidad, Frankenstein), John Scott (El final de la cuenta atrás), Joel McNeely (Regreso a nunca jamás), Roque Baños (No somos nadie, Alatriste) o Brouce Broughton (El secreto de la pirámide), entre otros. El equipo de jóvenes que dirige David Doncel ha creado un 'monstruo' en Úbeda que vi nacer hace cuatro años y que se ha convertido en el encuentro cinematográfico musical más importante de España. Asistir y en un futuro colaborar más estrechamente con ellos va a ser un placer. Más información en http://congreso.bsospirit.com/

jueves, 3 de julio de 2008

El nuevo canon

Mamelucos y talibanes no temblaron a la hora de destruir obras de arte. Apéndices nasales de grandes efigies, entre otros atributos, quedaron arrancados de cuajo como los colosos fueron a dar con sus bloques de piedra en el suelo para siempre jamás. Ahora llega una nueva hornada de borricos pardos que no usan pico y pala (eso aún menos) para acabar con los cánones de belleza ideados por los creadores de nuestra civilización. Vayan preparando sus retinas porque lo armónico y elegante es ahora lo que prima en forma de mal gusto y grasa, así que aprovechen para ir este verano a Italia a pesar de la crisis y contemplen el David antes de que los horteras que marcan las nuevas tablas de la ley le apliquen el bombillo bicicletero a una de las orejas de la obra de Miguel Ángel y se muestre como ven a partir de ese luctuoso momento.

El triunfo de la Selección Española de fútbol sirvió para algo más que inculcar un coyuntural sentido patrio y hacernos los gallitos delante de los hooligans, tiffosi o cualquier grupo radical de otro país que brama a muerte a favor de las selecciones de sus naciones. Comprobé que ganar la Eurocopa sirve para que los bares hagan una caja más que apetecible en una noche de domingo, que las barracas se hinchen a vender pistachos o que ahora todo el mundo arrase las tiendas donde poder comprar banderas españolas corroídas por los ratones durante años, porque ya me dirán quién puñetas adquiría una bandera patria antes del domingo. ¿Para ponerla en el jardín como hacen los americanos? Aquí no hay vergeles, sino patios de vecinos en los que seguro que algún vecino hijoputa te la manga a los diez minutos de colocarla. Y para nada, sólo por el mero hecho de fastidiar, después la utiliza la madre para limpiar con Netol. Eso sí, algún amante de las procesiones sí compra insignias rojas y gualdas una vez al año para la procesión del Corpus. Menudo negocio el de Confecciones El Siglo, si tuviera que depender de vender banderas españolas...

Ganar la Eurocopa sirvió para un cachondeo que no se lo pensaba ni Luis Aragonés. Está bien salir de la monotonía diaria, que el pueblo se divierta con el despótico concepto ilustrado del pan y circo, que para eso la plebe está amargada, no puede pagar su hipoteca, su coche, subsiste explotada en el trabajo o los más jóvenes lo pasan mal estudiando todo el día.

Pero se la da circunstancia de que la mayoría de los que contemplo dando vueltas como posesos en la noche que ganamos la Eurocopa (título apropiado para una pretenciosa película) nos deja entrever algo a lo que tenemos que encontrar contestación: O esta sociedad está lleno de horteras que siguen al nuevo Miguel Ángel o sólo salen los angangos y canis a la calle.

Bienvenidos a la fiesta futbolera. Todos a la calle, con el mismo chándal comprado en Los Gitanos que también usan para dar una vuelta el sábado por la noche. Que no falte el cordón de oro y el anillo camaronero. La camiseta del hermano pequeño no le está bien, pero es lo mismo, las prominentes barrigas aparecen por las calles dejando ver ombligos peluseros y por encima de ellos los colores rojo con ribetes amarillos; a las espaldas todo un compendio de números y nombres.

Qué de gente fea, coño. Los hay feos, como yo, pero peor es estar contrahecho o sin acabar. Hay gente mal hecha y otros que parecen que no fueron terminados o se pasaron con el material. Qué de gritos ordinarios en los bares, que de niños pequeños herederos del más aberrante angangismo que ha invadido las ciudades y aprovechan estas oportunidades para hacerse ver más allá de lo que ya los sufrimos. Qué de churros tatuados en las rabadillas y tangas sobresaliendo por los chándals manchados de lamparones. Qué de tetas prominentes de niñas con rabillos de los ojos embadurnados de negro. Qué de hipopótamas escotadas y qué de enanos con colgantes berreando.

Debe ser problema mío, tendré conciencia de clase, aunque el pijerío me repugne igual que los horteras que saturan nuestra sociedad. Ahora los pijos han dado una vuelta de estilo. Pijos y derechas han guardado las corbatas en los cajones, lo que se lleva es chaqueta y camisa abiertita por arriba, nada de trozo de tela vertical colgando del pescuezo. Mariano Rajoy era el único que llevaba corbata en el congreso-teatro del PP, el resto tenían muy bien aprendido el nuevo método de modernización pepera y acercamiento al pueblo. Ya tienen solucionado el problema de la carestía de votos, de lejanía del pueblo: se denosta la corbata y santas pascuas. Algo así como Felipe González y su estratética y estudiada chaqueta de pana en tiempos más revueltos. Manda cojones.

miércoles, 2 de julio de 2008

Cuidadito, Bibiana

Cuidadito, que están hurgando en las heridas. Quizás lo sepas, pero el que avisa no es traidor, es sólo un avisador. El peculiarismo de tus intervenciones y apariciones en estos meses ha servido también para que tus enemigos (de la derecha, me refiero, de los otros hablaremos en próximos días) ya no sólo traten de atacarte con argumentos políticos.

Sé cautelosa. Periodistas de una conocida revista a nivel nacional andan como locos buscando qué hacías de joven, quiénes son tus ex novios, de dónde has salido y de paso intentar saber si eras buena vecina y cualquier resquicio personal e intransferible con el que puedan hacerte daño.

Intereconomía va por ti, poniendo a sus huestes a llamar por teléfono como locos a periodistas gaditanos y a todo aquel susceptible de que diga algo que puedan usar en tu contra.

Átate los machos. O las machas, como desees.

lunes, 30 de junio de 2008

¿El nuevo Opus Dei?

El periodista de El País Jesús Rodríguez publica un extraordinario trabajo sobre Kiko Argüello (http://www.elpais.com/articulo/portada/Kiko/colera/Dios/elpepusoceps/20080629elpepspor_3/Tes/). Os recomiendo que no os lo perdáis, no sólo por el contenido, sino por la excepcional manera de redactar una radiografía tan concreta del personaje en cuestión.

El Vaticano ha dado su espaldarazo al movimiento neocatecumenal que fundara en su día este líder mesiánico y grandilocuente en sus reflexiones. Tras años en los que los denominados 'kikos' se han movido subterráneamente en la Iglesia expandiéndose desde sus bases al instalarse como comunidades en las iglesias de las más recónditas poblaciones, su estructura piramidal ha servido para que Benedicto XVI los haya admitido como entidad oficial de evangelización eclesial.

¿Conforman los 'kikos' el nuevo Opus Dei de la Iglesia? Un somero repaso a la trayectoria de los neocatecumenados sirve para corroborar las sorprendentes coincidencias entre ambos movimientos, con la diferencia de que resulta chocante que en el siglo XXI podamos asistir al crecimiento de tendencias de esta índole en el seno de la Iglesia y más aún en la sociedad.

No voy a censurar a los neocatecumenados con la misma crueldad que ellos emplean en condenar a la mayoría de los mortales, entre otras cosas porque existe la Misericordia de Dios, virtud que muchos parecen no querer emplear o no son capaces por su dificultad y que personalmente, por afinidad cofrade, trato de practicar. No obstante, es probable que mis comentarios de hoy sirvan para ganarme sus iras que ellos creen divinas, algo que me importa un rábano con bicho dentro.

Lo que resulta obvio es que no beneficia para nada a la Iglesia y a su progreso hacia lo social el refrendo de un grupo que admito está rodeado de ínfulas críticas que pueden considerarse exageradas en ciertos aspectos, pero que todos, incluido su fundador que se jacta de ello, sabemos que conforman el ala más ultraconservadora de la Iglesia.

Si los cristianos tenemos que dar respuesta hoy día a lo que la sociedad nos exige, no sé qué puñetas hacemos garantizando oficialmente comunidades donde los textos de sus ceremonias se retrotraen al dogmatismo más casposo, sus conceptos morales son sectarios y las cuentas económicas de su cúpula permanecen en el más estricto de los secretos. En la experiencia más cercana, todos hemos vivido la desestabilización provocada por estas comunidades en templos de la Diócesis gaditana, sus exacerbados ataques a las entidades religiosas que consideran más "progresistas" (entre ellas movimientos católicos obreros y hermandades) y la semilla de la crispación generada ante la fagocitación de todo lo que supone la estructura y organización parroquial.

Flaco favor hace el Vaticano validando una facción que bien pudiera ser investigada por la comisión en el Congreso que analiza las sectas en España. En estos pasados años no dudaron en advertir sobre la peligrosidad de determinados grupos como los testigos de Jehová o los mormones. ¿Acaso son más nocivos que los neocatecumenados, observando la trayectoria hilvanada por éstos?

Millón y medio de seguidores, presencia en más de un centenar de países, medios propios de comunicación y discursos en los que impera la condena expresa a la homosexualidad, "que es una enfermedad que se cura" (Argüello dixit), así como construcciones faraónicas o ataques a las chicas por llevar faldas o el ombligo al aire. No lo extraigo de El País. También, pero conozco casos personalmente.

En definitiva, más vacuidad para una Iglesia que necesita soplos de aire fresco reales que parecen no interesar al Vaticano, más ocupado en que la "doctrina de la fe", de la que siempre ha entendido mucho Benedicto XVI, persista por siempre.

jueves, 26 de junio de 2008

Noche de tele con Ninette y Lucía

Anoche era una buena ocasión para disfrutar del televisor. Gruñiendo ante lo que se ve también se disfruta porque se extraen conclusiones con el objetivo de aprender cada día un poco más.

Los alemanes ganaron su partido ante los turcos imitando a Italia, es decir, si hacer apenas nada. Por cierto, ¿alguien ha visto alguna vez, o al menos desde hace treinta años, un encuentro futbolístico con cuatro jugadores barbudos? Hasta en el equipo teutón conté uno. Ya creíamos que a los del balón sobre el césped no les salía pelo en la cara, como tampoco hemos visto jamás un soldado romano en una película con rostro tupido. Los habría, digo yo...

Lo más interesante llegó tras la semifinal de la Eurocopa. Dos películas españolas, dos, como anuncio taurino: Ninette y Lucía y el sexo.

Lo del calificativo de interesante utilizado al principio es en clara referencia a Elsa Pataky y Paz Vega, porque como ejercicios cinematográficos más vale no hablar demasiado. José Luis Garci tiene un gusto por el costumbrismo que no es nada nuevo, y como cineasta me parece único en España desde el punto de vista estilístico y como director coral. ¿O acaso es algo que sólo posee Pedro Almodóvar? Pero no entiendo cómo el director de extraordinarias cintas pudo hacer un filme de nefastas interpretaciones y cuyo magnífico físico de la Pataky es apenas lo único salvable.

A mí Asignatura pendiente me parece lo mejor de Garci, con esa honestidad en cada uno de los ámbitos de la película, desde un rodaje donde el espectador tiene todo lo que contempla tan mascado como la misma vida y sin pirueteos extraños, hasta un guión que es tan real como un templo. Y vaya final... Volver a empezar era menos sustancial pero más proclive a los halagos, y ello se vio en forma de premio en lo más alto de la meca del celuloide. Y de otros productos suyos como Las verdes praderas o El abuelo me quedo con momentos de gran brillantez.

Por ello no me explico este ejercicio de adaptación novelística con alguna ínfula acertada -el padre de Ninette tocando la gaita, el amigo encarnado por un gran Enrique Villén-, pero que no deja de ir cayendo conforme avanza el metraje hasta el tedio y una resolución deficientemente adaptada del texto literario. Eso sí -y no me acusen de machista que no van por ahí los tiros-, lo de Elsa Pataky es absolutamente glorioso desde el punto de vista estético.

Lo otro de la noche también lo es, aunque para disfrutar de Paz Vega, tanto actoral como físicamente, les recomiendo mejor Carmen, de Vicente Aranda. Lo de Lucía y el sexo hubiera quedado bien como un cortometraje, porque lo que hace Julio Medem no deja de ser un corto ampliado, con estilo de rodaje propio de éstos, que se pierde en los minutos en los que una historia exagerada va recorriendo unos vericuetos demasiado artificiales. Y cada vez me confirmo más en manifestar mi sorpresa ante los que consideran al compositor Alberto Iglesias como un maestro, por mucho que haya estado nominado a dos Oscar. Vaya partitura. Tan mala como el resto de lo que ha escrito. Y me las he tragado casi todas en las películas y en CD, que conste. Tanto es así que sufrí a Iglesias en los Encuentros de Música de Cine de Sevilla, en un concierto, y dentro de varias semanas tengo entrevista con él y unas conferencias en el marco del Congreso Internacional de Música de Cine de Úbeda. De esta cita ya les contaré en próximos días algo más de lo que les ha adelantado estos últimos meses. Ya espero con ansiedad esos conciertos y charlas con John Scott, Patrick Doyle, Fernando Velázquez o Joel McNeely. De este último estoy repasando ahora Shadows of Empire, la banda sonora que compuso para un libro que se basaba en La guerra de las galaxias. Hay que tener bemoles para escribir una partitura para un libro.

martes, 24 de junio de 2008

Ruido

Ahí los tienen, enfrentándose por cuáles son los logos más atractivos para los fastos de 2012 en Cádiz. Viva La Pepa y abajo la pena, la misma que padezco al ver tanto oropel con estériles resultados.

Quedan dos años para que San Fernando acoga la celebración del bicentenario, que al paso que vamos se quedará en unos juegos deportivos y, cómo no, una procesión magna con todos los pasos de Semana Santa en la calle cual pasarela Cibeles pero por la calle Real. Eso si no está manga por hombro con las obras del polémico tren tranvía. Y, a decir verdad, con respecto a la magna, todos los pasos tampoco. Sé de varias hermandades que no se prestarán a esta exhibición ideada por políticos para manipular el verdadero sentido de fe de las imágenes. Una tengo claro que no estará allí. Así lo dice el artículo 29 de su Reglamento de Régimen Interno, que no permite la salida de sus titulares para eventos "que no sean de naturaleza y carácter estrictamente religioso".

Para entonces es difícil saber si la sociedad isleña ya habrá colmado el vaso de su paciencia. Y la gaditana, dos años después, para qué hablar. Estamos en un 2008 para olvidar, en el que cada semana nos desayunamos en los periódicos expedientes de regulaciones de empleo y despidos. De Dragados a Altadis, de Delphi a los pequeños y medianos comerciantes. ¿Tendremos ganas de exhibiciones de imágenes para el 2010 al ritmo de desangre que llevamos? Es probable que llegados ese momento nos hayamos cansado de tanto paso en la calle fuera de su fecha. Como también es posible que nos importe un pimiento cuál será el logo final para Cádiz 2012, entre otras cosas porque los ciudadanos están más preocupados en querer pensar que sus políticos van a reactivar esta nefasta situación económica, empresarial y social antes que celebrar doscientos años de una constitución que a nadie le interesa conocer. Podemos preguntar en la calle a cincuenta gaditanos quién reinaba en España en el año 2012, vamos a partirnos de la risa, por no llorar, con las respuestas...

Si lo desean me pueden llamar demagogo. Pero la gente no quiere fiestas, ni vestirse de soldaditos franceses con fusiles de juguete y señoras con delantales y madroñeras para dar vueltas por las ciudades gaditanas mientras suena la banda del pueblo. Y menos dentro de dos años ante la que va a caer. Sabe Dios a cuánto estará la gasolina en 2010 y lo que costará la factura de la luz en 2012. Pero algunos viven en sus cuitas por quítame allá la palabra Cádiz del logo, pon un barquito y llámale al puente como la tata que va al Carranza. Y si podemos mangar creando cargos públicos políticos, mejor... para ellos.

Alguien quiere vendernos como la panacea y las soluciones para San Fernando la celebración de unos desfiles en 2010 mientras la ciudad se muere, sumida en una creciente pobreza y a la cola del desarrollo provincial. En Cádiz se adivina la inercia del absolutismo y de la dejadez que acabó con el socialista Carlos Díaz, pero ahora no tiene bigote, sino que va de rubia. Aunque para entonces, todos calvos por los efectos del ruido. Ruido de logos, ruido de discusiones políticas por conferencias de liberales inútiles en lugar de golpes en la mesa para crear empleo. Ruido de tambores y trompetas a destiempo. Ruido de cháchara inútil sobre el papel de la Iglesia en el 2012. ¿Y el de ahora, ante la sangría laboral que padecemos? ¿La curia obispal no piensa abrir la boca antes que firmar convenios con Zarrías por utilizar un edificio?

Lo decía Joaquín Sabina. Ruido, mucho ruido...

"Mucho, mucho ruido,
ruido de tijeras,
ruido de escaleras
que se acaban por bajar.
Mucho, mucho ruido,
tanto, tanto ruido.
Tanto ruido y al final...
Tanto ruido y al final...
Tanto ruido y al final
la soledad.
Ruido de tenazas,
ruido de estaciones,
ruido de amenazas,
ruido de escorpiones.
Tanto, tanto ruido.
Ruido de abogados,
ruido compartido,
ruido envenenado,
demasiado ruido.
Ruido platos rotos,
ruido años perdidos,
ruido viejas fotos,
ruido empedernido.
Ruido de cristales,
ruido de gemidos,
ruidos animales,
contagioso ruido.
Ruido mentiroso,
ruido entrometido,
ruido escandaloso,
silencioso ruido.
Ruido acomplejado,
ruido introvertido,
ruido del pasado,
descastado ruido.
Ruido de conjuros,
ruido malnacido,
ruido tan oscuro
puro y duro ruido.
Ruido qué me has hecho,
ruido yo no he sido,
ruido insatisfecho,
ruido a qué has venido.
Ruido como sables,
ruido enloquecido,
ruido intolerable,
ruido incomprendido.
Ruido de frenazos,
ruido sin sentido,
ruido de arañazos,
ruido, ruido, ruido".

viernes, 20 de junio de 2008

Llega la artificialidad: 'Sexo en Nueva York'

Prepárense para guardar colas interminables esperando ver una de las carajotadas del año. Ya es 20 de junio y se estrena Sexo en Nueva York. Hay quienes la esperan más que si fuera la primera vez que Michael Curtiz nos ofreciera Casablanca, por poner un ejemplo de cine de verdad.

La horrenda serie televisiva llega ahora a la pantalla grande porque, indefectiblemente, tenía que suceder. Si se han realizado versiones para el celuloide absolutamente desafortunadas de series como Starsky y Hutch o Los vengadores, ¿cómo no vamos a sufrir filmes de cosas pretenciosas y artificiales como Sexo en Nueva York?

Estoy solo en el mundo respecto a mi rechazo a la serie, lo sé. Es lo mismo que me sucede con Blade Runner, debo ser el único que se aburre soberanamente al verla. Pero ya estoy acostumbrado a vivir contracorriente en esto del cine sin necesidad de ser un snob, porque mis argumentaciones las suelo exponer de una manera muy diáfana.

Me hace gracia que me digan que no entiendo Sexo en Nueva York porque soy un hombre. Si fuera al revés y afirmara a cualquier mujer que es ella la que no comprende nada porque determinada serie es para hombres, estaría ya marcado con la cruz del machismo y vilipendiado en todos sitios. El cine es universal en su lenguaje y también lo es para los ojos de quien lo ve, independientemente del sexo del espectador de la butaca. Admitamos lo proclive de ciertas historias hacia determinados sectores sociales, pero de eso a decir que una película no se entiende “porque eres un hombre” me parece una afirmación tan insustancial como discriminatoria.

No me gusta Sexo en Nueva York porque es tan mentirosa como vacua. Envuelta en una pretenciosa idea de exponer el mosaico reflexivo que pueden dar de sí cuatro mujeres diferentes, es difícil encontrar en algún capítulo un resquicio de inteligencia en lugar de artificialidad y diálogos forzados para provocar teóricos debates sobre los hombres y el sexo que finalmente se convierten en lo menos importante ante su intrascendencia al primar lo que encierra el trasfondo de la serie: una sucesión de marcas comerciales, mucho glamour que contemplamos como pobres deseosos de imitar el consumismo americano y un insulto a la verdadera espontaneidad, ámbito en que resulta difícil además vencernos a los españoles.Todo esto en cuanto a la serie. La película... imagínense. El beneficio de la duda lo mantendré hasta su estreno para no prejuzgar. Pero si el pilar es esa bazofia que pulula por las televisiones...

Paralelamente a lo engañoso de la ¿base? de Sexo en Nueva York, esta nueva adaptación sirve para recordar otras series llevadas al cine a lo largo de estas décadas con desigual fortuna. Una de las mejores fue El fugitivo (1993). Andrew Davis versionó los episodios que dirigió Roy Huggins contando como principal baza con Harrison Ford como protagonista, y le salió un producto muy entretenido.

Se habla de un futuro rodaje de Mazinger Z, un filme basado en la famosa serie de animación japonesa. Pero conviene recordar que aquel producto televisivo ya tuvo su película en el cine a finales de los 70, Mazinger Z: el robot de las estrellas, un espanto fraudulento que en realidad no era la famosa máquina de Koji Kabuto.

Y otro día hablaremos de Misión imposible, Starman, Fama o Hulk, que ya tiene dos películas, una de ellas también de estreno hoy.