martes, 25 de marzo de 2008

Relevo generacional

Vi mayor a ‘Adolfito procesiones’ esta Semana Santa en San Fernando. Continúa, impenitente valga el término apropiado para las fechas, acompañando a los pasos de las cofradías isleñas. Desconozco qué criterio ha venido siguiendo desde hace años, porque debe ser una putada. ¿Me pongo a andar detrás del Misterio de Ecce Homo o del Medinaceli? ¿Me llevo el neumático en la carretilla de mano para ver el Perdón tras dar unas vueltas por La Casería o acompaño a La Misericordia? Vaya dudas que atenazarán su mente…

También Diego tiene merma. Desde siempre me costaba trabajo buscar la explicación del porqué jamás pasaba frío ataviado exclusivamente con una camiseta en pleno diciembre o de madrugada tras el paso de la Vera Cruz. Para esas horas de acompañamiento fervoroso le quitaban la radio con la que salía a la calle diariamente a dar vueltas por la calle Real, andando a pasitos cortos racheados, a las banditas y arrastrando los pies. Para que vean que no es nuevo ver a los tontos hacer estas cosas...

Diego iba siempre con el brazo que le quedaba libre sirviéndole de batuta para seguir el ritmo de la música del dial elegido antes de salir de casa. Andaba como un zombi, con rostro hierático y durante el día con gafas de sol. Entrañable. Lo vi hace algunos días, también, como digo, venido a menos,…

A los tontos de pueblo (con todos los respetos, que conste, pero para qué vamos a andarnos con eufemismos) les gustan las procesiones porque se salen de la rutina entre otros motivos. Quizás sean acérrimos creyentes o hermanos de varias cofradías, no tengo ese dato, pero les motiva lo novedoso de estos siete días del año, la novelería. Son aficionados a las procesiones. Como sus relevos generacionales. Adolfito y Diego chupan ya el banquillo de los veteranos, pues tenemos recambios. No son tan inocentes como ellos, pero son carajotes del todo. Una cosa es ser tonto y otra carajote. El tonto no puede elegir porque su determinismo mental le limita cualquier aspecto de su vida y además no se mete en nada. Es consciente de su papel en este universo en el que no falta ningún aditamento. El tonto se hace querer. Placa y cuadro ya. El carajote que tenemos desde hace unos años acá tiene su mente atrofiada pero se pavonea de tener conocimiento de todo y posee capacidad de reunir a más idiotas a su alrededor para creerse fuertes entre ellos, en un ejercicio de onanismo convertido en algo anecdótico que de vez en cuando da coletazos que molestan y dejan de ser inofensivos. Sólo de vez en cuando.

A Adolfo se le conoce por su carrito y a Diego por su radio. A estos nuevos idiotas porque lo mismo cargan un paso que cuatro: en marzo, abril, agosto, octubre... Cualquier mes es bueno. Para alternar y probarlo todo como buen aficionado, rellenan fichas de hermano para apuntarse a las cofradías como el que marca los números en el bingo Alameda. Si pueden además se visten de aprendices de cura o protagonistas del teatrillo de la Tía Norica y pillan lo que le den.

¿Que el Diario publica un Vía Crucis? Ahí aparece el cretino llevando algo. ¿Que el periódico local incluye hoy en sus páginas un Rosario de la Aurora? Ahí está el ejemplo de la nueva hornada de tontos, cargando, legañoso, una parihuela. ¿Que sale un engatillado en La Voz con un ensayo de cualquier cuadrilla remota alterada catorce veces en sólo varios años? Ahí está el idiota, feliz con su cargadera o trabajadera, como deseen llamarlo, más contento que un tonto -nunca mejor dicho- con un caramelo. ¿Que sale la foto de la nueva Junta de Gobierno? Ahí está el descerebrado, ya sabemos que se marchará en unos cuantos meses para fustigarse con el martirio del inventado maltrato. ¿Que te vas a internet? El tonto con seudónimo insultando. Hasta que el tonto termine en el banquillo y cuando el juez le mire nada más empezar para desearle los buenos días se cague en los pantalones, ya lo verán...

Por supuesto el idiota sabe de marchas procesionales, así que dice también lo que hay que tocar en cada rincón y a qué ritmo pillar una esquina bien llevando un paso o un simple codal. Es lo que tiene ser aficionado, que engulles todo lo que lees en los libros repletos de fotos de santos o escuchas miles de marchas de procesión. Parece ser que con eso ya vale.

Bueno, les dejo, que estoy haciendo cursos intensivos de preparación para pasar a ese estado de carajotismo dentro de varios meses. De paso me pegaré un par de golpes de pecho, que para eso estuve unos añitos gobernando con los colegas, y aguardaré, escopeta en ristre, cualquier movimiento de los buitres leonados que se sientan todas las semanas en las poltronas y que terminan luciéndose el día de la salida. Gentuza que son, sin duda… Pero yo. ¿Yo? Yo soy cofrade, hombre, y os quiero a todos y a todas.

lunes, 24 de marzo de 2008

Si vais por Sevilla en los próximos días y aún no habéis descubierto esta maravilla, os aconsejo fervientemente visitar el Museo de Bellas Artes para ver la exposición El Greco, Toledo 1900.

Quizás mi visión de la obra del pintor, escultor y arquitecto cretense sea eminentemente subjetiva dada mi predilección hacia él por encima del resto del abanico conformado por los célebres pintores aparecidos a lo largo de siglos pasados. Pero independientemente del nivel de agrado que puedan depararnos los lienzos de El Greco, es obvio que se trata de una exposición de gran relevancia que tenemos el lujo de poder ver en Andalucía, con obras que originariamente se ubican en la ciudad que lo acogió y en la que, en los primeros años del siglo XX, comenzó el resurgimiento de su nombre gracias a una corriente encaminada a prestigiar la firma de un pintor absolutamente inclasificable. Su estilo era absolutamente anacrónico con la pintura existente en el siglo XVI.

Más allá de las predilecciones personales, resulta fascinante contemplar el resultado del espíritu artístico revolucionario de El Greco en aquellos tiempos, que bien pueden observarse en los lienzos que, hasta el 30 de marzo, se exponen en el museo hispalense. Desde el apostolado completo hasta Las lágrimas de san Pedro, pasando por la Verónica -motivo frecuentado por el griego a la hora de pintar- retratos profanos e imágenes fotográficas de principios de siglo, la exposición sirve para conocer con especial detalle la evolución de la pintura de El Greco, siempre reflejada en sus lienzos con un manierismo exacerbado, y quedarnos prendados de su estilo personal y único: retratos de una impresionante movilidad, trazos teóricamente difusos definiendo la silueta de cada discípulo, colores vivos en el ropaje, miradas penetrantes observadoras,... ¿Hubieran quemado a El Greco si no hubiera estado tan protegido por parte de los más altos legisladores de Creta, Roma y España? ¿Qué visión tenía El Greco de las extremadamente alargadas manos que pintaba, con la sinuosidad de los dedos plasmados sobre fondos oscuros? ¿Por qué tantas obras del cretense sé de buena tinta que pertenecen a colecciones privadas de Hungría?

Mi devoción hacia este artista me ha hecho visitar ya por dos veces la exposición sevillana y en otro par de ocasiones el Museo del Prado. El la última, en diciembre de 2006, fue captada la fotografía de hoy en este espacio, arriesgándome sin contemplaciones a ser expulsado del Museo al estar totalmente prohibido captar instantáneas. Pero me pudo la poca verguenza y esta es mi foto con el famoso cuadro del Caballero de la Mano en el Pecho. Una réplica en lienzo de esta obra maestra está colocada y enmarcada con marco dorado y estofado a la usanza del original en la zona de acceso a la planta superior de mi casa. Lejos de convencionalismos de la época, fantasmagóricamente atrayente a través de sus obras, y amante del motivo de la Santa Faz de Cristo, El Greco es un visionario del arte al ser precursor del cubismo y se convierte en una ocasión excepcional para conocerlo mejor.

miércoles, 19 de marzo de 2008

MARTES SANTO

Mi particular 'cartel' de la Semana Mayor del Martes Santo corresponde a mi hermandad sevillana, la de la Sagrada Presentación de Jesús al Pueblo, más conocida por la hermandad de San Benito. Un año más la acompañé ayer durante la tarde noche en mi condición de hermano sin vestir el hábito penitencial. La fotografía la capté en una de las estrechas calles donde los tres pasos de la cofradía, y especialmente el de Jesús presentado por Pilatos, lucen de especial manera.

martes, 18 de marzo de 2008

LUNES SANTO 2008

Segunda imagen escogida de la semana entre las captadas por mi cámara ayer. María Santísima de la Salud, de la isleña hermandad del Ecce Homo, baja la calle Ancha en su paso de palio, rodeada de cientos de personas. La vista de un palio, la de una pequeña y la mía, tras un tradicional cierro isleño,...

lunes, 17 de marzo de 2008

DOMINGO DE RAMOS EN SAN FERNANDO

Cuelgo desde el primer día de nuestra Semana Santa una serie de carteles hechos para andar por casa ( ;-) ) con una fotografía seleccionada de las que en estas tardes y noches estoy realizando a pasos de la Semana Mayor de San Fernando y Sevilla.

Empiezo por la hermandad más señera del Domingo de Ramos isleño. Tengo claro que, cuando la cofradía de la Columna decida en su día -esperemos que sea muy tarde- vender su paso para hacer uno nuevo, se lo compraré a la hermandad para tenerlo guardado en una casa o en amplio garaje nada más que para sentarme frente a él y presenciarlo, aunque sea sin sus imágenes. Se ha convertido en uno de los hilos conductores de mi vida cofrade en Semana Santa.

Ahí tenéis un cartelito mío de Domingo de Ramos. Tengo una fotografía que le hice a María Santísima de las Lágrimas en calle Ancha mejor que esta, pero me puede muchísimo este paso de misterio,...Mañana, el del Lunes Santo.

viernes, 14 de marzo de 2008

Viernes de Dolores

Los templos acogen un inusual trasiego. Los bancos han sido cambiados de lugar, las naves despejadas, los Cristos y Vírgenes nos contemplan desde las atalayas de sus pasos en lugar de hacerlo en sus habituales capillas...

Algún cura algo cascabarrias se dirige hacia un joven, con dedo indicador, hacia un punto del marmóreo suelo parroquial, para decirle que hay una mancha de cera desde anoche y aún sigue allí; entre oraciones musitadas por los labios pero gritadas con el corazón, se escapa un golpe de martillo del interior de un paso donde ni siquiera nos habíamos percatado que había una persona tras los faldones, atareada y en silencio. Sólo adivinamos una extraña luz entre los respiraderos, una vulgar bombilla que cuelga entre los palos que acogerán decenas de espaldas costaleras.

Si apuramos las horas veremos entrar a varios chavales con cubos rebosantes de claveles, lirios y cajas alargadas de alambres. Se dirigen a la sacristía para iniciar una labor de horas mientras el mayordomo vigila atentamente la alineación de la candelería. Todos tratan de hacer cumplir aquella saeta: "Que no se mueva un clavel; que no roce un varal...".

Las noches se pasan a piola entre la iglesia y la casa hermandad entre sones cofradieros de Soleá dame la mano, Amargura, Nuestro Padre Jesús de la Misericordia o Estrella Sublime. Una chica recién llegada al Grupo Joven sube la calle Marconi desde San Dimas llevando a duras penas un cirial. Lo hace con la ilusión reflejada en su rostro, como un acto íntimo que trata de disimular, sonrojándose, cuando se cruza conmigo y se intimida. Me ve ya tan mayor...

Jesús Noriega aún no ha aparecido, pero lo hará con las jarras del palio cuando menos lo esperes. Tres hermanos mayores que tuvo la hermandad en otros tiempos ya han venido, con su mujer y algunos de sus hijos, para contemplar, con renovada ilusión y cumpliendo un ritual, cómo se cumple, un año más, el milagro del montaje de los pasos de su hermandad.

Viernes de Dolores. Ya están las iglesias isleñas con un desordenado orden. Ya están aguardando las andas de Columna, Cristo Rey, Humildad y Paciencia, Estudiantes, La Pastora acoge esta tarde el imponente paso de Jesús del Ecce Homo,... En Sevilla ya hay mareas de fieles, curiosos, gente de su barrio o foráneos que admiran los pasos de Macarena, San Vicente, la Estrella, Los Panaderos,... En algunos pasos ya se ha comenzado a enfilar el friso de claveles. Ya huele a flor cofradiera. Ya huele a Semana Santa.

(Fotos del montaje: JCF)