El Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda’ adquiere cada año mayor trascendencia en los ámbitos cultural y social, y de ello se hacen eco otros acontecimientos e instituciones en cuyas programaciones se han incluido para estas próximas semanas la presentación de la V edición del Festival. La rueda de prensa en Úbeda tendrá lugar en la mañana del jueves 16 de julio como preludio de cuatro días de intensa actividad, pero semanas antes ya se conocerán las sorpresas de este quinto año en dos citas de gran relevancia y en importantes ciudades.
En este sentido, el próximo viernes 26 de junio, a la 18 horas, los organizadores del Festival estarán presentes en Málaga Cinema, invitados por la Diputación Provincial de Málaga, desde su área de Cultura y Educación. Esta iniciativa, que se lleva a cabo por vez primera en la capital costasoleña, es una muestra de cine global y cortometrajes andaluces que nace en torno al exitoso Certamen de Cortometrajes Andaluces de la Diputación de Málaga, que cumple este año ocho ediciones. Málaga Cinema busca romper barreras, abrir el punto de vista habitual del cinéfilo, de ahí la variedad de temáticas que toca su programación, y esa opción de “ventana abierta” que mira hacia otros festivales. En esta edición, es todo un orgullo ser uno de esos paisajes a los que los malagueños mirarán durante esta próxima semana, desde esa ventana abierta. Así, nuestro Festival presentará su programación por primera vez este año, en Málaga, el viernes a las 18:00 horas en el Salón de Actos del Centro Cultural Provincial.
Por otra parte, en la mañana del próximo miércoles 1 de julio tendrá lugar la presentación del V Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda’ en Sevilla, concretamente en el FNAC de la capital hispalense, situado en la céntrica Avenida de la Constitución. Para este acto, que se está ultimando gracias a la colaboración de esta multinacional punto de referencia cultural en las ciudades en las que dispone de establecimiento, se contará además con la presencia de varios invitados al festival ubetense, que acompañarán a los organizadores, así como del Ayuntamiento de Úbeda.
Fotografía: fachada del FNAC de Sevilla. (Autor: JCF)
martes, 23 de junio de 2009
lunes, 22 de junio de 2009
Los periodistas gaditanos vuelven a salir a la calle
Los periodistas gaditanos salen hoy a la calle para manifestarse contra la precariedad en la profesión y el trato que están recibiendo por parte del empresariado.
No corren buenos tiempos para la prensa a la hora de hablar de ventas y entrada de publicidad, y la cuerda se parte siempre por el lado más débil a pesar de que una gran parte de culpa de que determinados productos no sean atractivos al lector radica en los propios responsables empresariales de esos rotativos, televisiones y radios. Pretender cobrar un euro por bazofias de 56 páginas que, además, paulatinamente han ido a menos ante la desidia obligada a la que se ven abocados los profesionales por el humillante trato que reciben, es un insulto a los compradores de ese producto y a la profesión. Ahora mismo me sonrío al mirar el televisor y ver por novena vez, en una cadena local de televisión, unas cuantas neveras repletas de palitos de merluza y guisantes congelados mientras un vendedor con delantal habla de las excelencias de los chícharos que ofrece. De las emisoras de radio... Estamos más enterados de lo que sucede alrededor del Ferrari de Cristiano Ronaldo que de lo que ocurre en la calle de al lado. Han fracasado las fórmulas de acercamiento al ciudadano puestas en práctica, acertadamente, hace dos décadas. Las razones son obvias. No basta con inventar las cosas, ya que en ocasiones, y ante un panama desértico, resulta lo más fácil. Lo complicado es demostrar que se es capaz de crecer de verdad y mantener lo cultivado. Pero aquí no se cultiva nada. Se dan tumbos como diáfanos ejemplos de desorientación y desconocimiento... o se humilla a los profesionales enviándoles cartas de amonestación por una errata en una página. O no picar en la entrada en un nuevo control de horario. Encima, tocándoles los cojones.
Tras más de un siglo, periódicos como con tradición centenaria largan a sus trabajadores como el que lanza una colilla por una ventana: es decir, con el mismo método guarro. Y entre todo esto, un puñado de 'periodistas' que todos sabemos sus nombres y apellidos mueven el rabo a la llamada de sus jefes. Difícil panorama.
A mi amiga y periodista Lorena le decía el otro día que soy muy escéptico con este tipo de manifestaciones como las previstas para hoy porque todos hemos tenido la culpa de esta situación. El verdadero enemigo durante estos años se estaba gestando y creciendo, mientras los profesionales discutíamos por asuntos baladíes y que hubiéramos solucionado con el curso de los años. Orientamos mal los esfuerzos, no establecimos prioridades. Lo advertí. Ahora, es tarde. Pero Lorena también me hizo un reflexivo comentario con el que sí estoy de acuerdo. Todas estas movilizaciones son granos de arena que conformarán una montaña para, en un futuro cuya lejanía dependerá de los propios periodistas, dignificar la profesión. Quizás sean nuestros hijos (aunque yo cambiaba de hijo si alguna vez me dijera que quiere ser periodista) los que ejerzan amparados en convenios colectivos justos y adecuados, con sus horarios y categorías profesionales reguladas, sin soportar amenazas ni mensajes insultantes al móvil, recibiendo una formación adecuada que beneficia a todos,... "José Carlos, poco a poco, a nosotros no nos va a tocar, pero para los periodistas del futuro...Todo esto sirve para algo". Pues llevas razón, chica. Allí nos vemos.
No corren buenos tiempos para la prensa a la hora de hablar de ventas y entrada de publicidad, y la cuerda se parte siempre por el lado más débil a pesar de que una gran parte de culpa de que determinados productos no sean atractivos al lector radica en los propios responsables empresariales de esos rotativos, televisiones y radios. Pretender cobrar un euro por bazofias de 56 páginas que, además, paulatinamente han ido a menos ante la desidia obligada a la que se ven abocados los profesionales por el humillante trato que reciben, es un insulto a los compradores de ese producto y a la profesión. Ahora mismo me sonrío al mirar el televisor y ver por novena vez, en una cadena local de televisión, unas cuantas neveras repletas de palitos de merluza y guisantes congelados mientras un vendedor con delantal habla de las excelencias de los chícharos que ofrece. De las emisoras de radio... Estamos más enterados de lo que sucede alrededor del Ferrari de Cristiano Ronaldo que de lo que ocurre en la calle de al lado. Han fracasado las fórmulas de acercamiento al ciudadano puestas en práctica, acertadamente, hace dos décadas. Las razones son obvias. No basta con inventar las cosas, ya que en ocasiones, y ante un panama desértico, resulta lo más fácil. Lo complicado es demostrar que se es capaz de crecer de verdad y mantener lo cultivado. Pero aquí no se cultiva nada. Se dan tumbos como diáfanos ejemplos de desorientación y desconocimiento... o se humilla a los profesionales enviándoles cartas de amonestación por una errata en una página. O no picar en la entrada en un nuevo control de horario. Encima, tocándoles los cojones.
Tras más de un siglo, periódicos como con tradición centenaria largan a sus trabajadores como el que lanza una colilla por una ventana: es decir, con el mismo método guarro. Y entre todo esto, un puñado de 'periodistas' que todos sabemos sus nombres y apellidos mueven el rabo a la llamada de sus jefes. Difícil panorama.
A mi amiga y periodista Lorena le decía el otro día que soy muy escéptico con este tipo de manifestaciones como las previstas para hoy porque todos hemos tenido la culpa de esta situación. El verdadero enemigo durante estos años se estaba gestando y creciendo, mientras los profesionales discutíamos por asuntos baladíes y que hubiéramos solucionado con el curso de los años. Orientamos mal los esfuerzos, no establecimos prioridades. Lo advertí. Ahora, es tarde. Pero Lorena también me hizo un reflexivo comentario con el que sí estoy de acuerdo. Todas estas movilizaciones son granos de arena que conformarán una montaña para, en un futuro cuya lejanía dependerá de los propios periodistas, dignificar la profesión. Quizás sean nuestros hijos (aunque yo cambiaba de hijo si alguna vez me dijera que quiere ser periodista) los que ejerzan amparados en convenios colectivos justos y adecuados, con sus horarios y categorías profesionales reguladas, sin soportar amenazas ni mensajes insultantes al móvil, recibiendo una formación adecuada que beneficia a todos,... "José Carlos, poco a poco, a nosotros no nos va a tocar, pero para los periodistas del futuro...Todo esto sirve para algo". Pues llevas razón, chica. Allí nos vemos.
jueves, 18 de junio de 2009
Incongruentes
La incongruencia es uno de los males del mundo actual. La incongruencia carece de sentido tanto como el paso de peatones de la fotografía. La señalización horizontal te permite cruzar, la vertical también, pero una valla metálica te impide hacerlo. Está dispuesta justamente donde se inicia el paso peatonal. ¿Sentido? Ninguno.
La incongruencia aparece por inutilidad, pero también por borreguismo, insolidaridad o cobardía. La planificación del paso de cebra está hecha por un inútil. Los golpes de pecho como religión y las palabras públicas proclamando caridad y pan para el que no tiene en una brillante y vacía soflama cuando después se mira hacia otro lado también es ejemplo de incongruencia por insolidaridad. Los pelotas que en corrillo defienden el corporativismo laboral pero le limpian las suelas de los zapatos a sus jefes y les llevan las novedades son incongruentes y cobardes, grotescos como los personajes disneyanos que acompañan al malvado de turno. Los abrazos, aunque sean escritos en papel incluso mojado con la excusa del formalismo o de la cotidianeidad, hacia personas que hacen daño a los que te rodean, a los que quieres, que les mueve el odio, son abrazos incongruentes y propios de personas pobres de espíritu y de decisión. Las mesas y manteles compartidos con quienes no tienen la más mínima ética y moral sólo revelan que quienes participan del banquete son iguales a aquellos o incongruentes.
La incongruencia hace a los hombres mediocres aunque ellos no lo sepan. Las manos ofrecidas a quienes no la merecen, desde la amistad hasta el contrato mercantil, pasando por el acuerdo verbal, incluso el simple hecho de participar de sus migajas en minúsculas proporciones, consolida la inmoralidad del sinverguenza y la hace fuerte para continuar practicándola. Al incongruente lo posiciona en la incongruencia y en su bajeza moral, en su pobreza de espíritu.
Regresas cansado de un día de actos sociales en el que has sido invitado a ofrecer una conferencia sobre los malos tratos y exponer la necesidad de estrechar el cerco sobre el maltratador. Tras abrumadores aplausos, recibir una placa como regalo y una copiosa cena, llegas a casa y escuchas al vecino gritar a su mujer. Tras cinco minutos, ya sólo se oye un débil sollozo. A la mañana siguiente te cruzas en el ascensor con la señora y le adivinas un fuerte moratón en un ojo. Giras la cabeza, contemplas con nerviosismo la descendente e interminable escalada de los números de cada piso y los caminos se separan tras la puerta de entrada mientras mascullas un formal y huidizo saludo de despedida. Esa persona es incongruente por insolidaridad. Si la chica a la que le pega el sujeto es muy allegada, incluso familiar, y el agresor tiene poder en algún tipo de faceta, esa persona es incongruente por cobardía y carece de ética y moral. En cualquiera de los casos, ofrecerle a la agredida un vaso de agua a su regreso en el hueco de la escalera, cuando no aparece nadie, en un gesto para acallar nuestra conciencia, no sólo es de incongruentes por insolidaridad y por cobardía. Es un acto de humillación y una provocación.
Ay, si no fuéramos incongruentes. No ser incongruente no significa tener dotes para el quijotismo, salvar al mundo ni convertirse en Mahatma Gandhi. No sé realmente lo que significa. Yo sólo tengo claro, muy claro, lo que es ser incongruente…
La incongruencia aparece por inutilidad, pero también por borreguismo, insolidaridad o cobardía. La planificación del paso de cebra está hecha por un inútil. Los golpes de pecho como religión y las palabras públicas proclamando caridad y pan para el que no tiene en una brillante y vacía soflama cuando después se mira hacia otro lado también es ejemplo de incongruencia por insolidaridad. Los pelotas que en corrillo defienden el corporativismo laboral pero le limpian las suelas de los zapatos a sus jefes y les llevan las novedades son incongruentes y cobardes, grotescos como los personajes disneyanos que acompañan al malvado de turno. Los abrazos, aunque sean escritos en papel incluso mojado con la excusa del formalismo o de la cotidianeidad, hacia personas que hacen daño a los que te rodean, a los que quieres, que les mueve el odio, son abrazos incongruentes y propios de personas pobres de espíritu y de decisión. Las mesas y manteles compartidos con quienes no tienen la más mínima ética y moral sólo revelan que quienes participan del banquete son iguales a aquellos o incongruentes.
La incongruencia hace a los hombres mediocres aunque ellos no lo sepan. Las manos ofrecidas a quienes no la merecen, desde la amistad hasta el contrato mercantil, pasando por el acuerdo verbal, incluso el simple hecho de participar de sus migajas en minúsculas proporciones, consolida la inmoralidad del sinverguenza y la hace fuerte para continuar practicándola. Al incongruente lo posiciona en la incongruencia y en su bajeza moral, en su pobreza de espíritu.
Regresas cansado de un día de actos sociales en el que has sido invitado a ofrecer una conferencia sobre los malos tratos y exponer la necesidad de estrechar el cerco sobre el maltratador. Tras abrumadores aplausos, recibir una placa como regalo y una copiosa cena, llegas a casa y escuchas al vecino gritar a su mujer. Tras cinco minutos, ya sólo se oye un débil sollozo. A la mañana siguiente te cruzas en el ascensor con la señora y le adivinas un fuerte moratón en un ojo. Giras la cabeza, contemplas con nerviosismo la descendente e interminable escalada de los números de cada piso y los caminos se separan tras la puerta de entrada mientras mascullas un formal y huidizo saludo de despedida. Esa persona es incongruente por insolidaridad. Si la chica a la que le pega el sujeto es muy allegada, incluso familiar, y el agresor tiene poder en algún tipo de faceta, esa persona es incongruente por cobardía y carece de ética y moral. En cualquiera de los casos, ofrecerle a la agredida un vaso de agua a su regreso en el hueco de la escalera, cuando no aparece nadie, en un gesto para acallar nuestra conciencia, no sólo es de incongruentes por insolidaridad y por cobardía. Es un acto de humillación y una provocación.
Ay, si no fuéramos incongruentes. No ser incongruente no significa tener dotes para el quijotismo, salvar al mundo ni convertirse en Mahatma Gandhi. No sé realmente lo que significa. Yo sólo tengo claro, muy claro, lo que es ser incongruente…
lunes, 15 de junio de 2009
Bruno Coulais en el Festival de Úbeda 2009
La V edición del Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda’ sigue sumando invitados y en esta ocasión se trata de uno de los compositores más valorados de Europa, el francés Bruno Coulais. En estas semanas permanece en cartelera la película Los mundos de Coraline (Coraline), del director Henry Selick, que es la última banda sonora compuesta por el que fuera autor de la reconocida música para el filme Los chicos del coro. En un año tan especial en el que el festival cumple su V aniversario, la Asociación BSOSpirit –organizadora del evento- no ha querido pasar por alto la oportunidad de volver a contar con un excepcional músico que estuvo presente en la II edición, celebrada en 2006, y en la que se fraguó una sólida amistad con el compositor, que ha decidido acudir para celebrar juntos los cinco años de vida del mayor encuentro de compositores cinematográficos existente en Europa.
Bruno Coulais, nacido en París en 1954, tuvo en su juventud ansias de convertirse en un compositor de música clásica del siglo XX. Paulatinamente fue inclinándose por el cine, tras recibir una formación musical en la que primaron el piano y el violín, y tras algunos trabajos para televisión, compuso bandas sonoras que gradualmente fueron llamando la atención de directores internacionales y de aficionados que lo consideraron como uno de los músicos europeos más interesantes. En 1996 tuvo que enfrentarse a la composición de Microcosmos, un filme dirigido por los franceses Claude Nuridsany y Marie Perrennou de gran poder visual dedicado a la naturaleza diminuta y en el que no había ni una sola palabra. La música debía acompañar a los movimientos de las especies animales que aparecían. Gran parte del éxito del filme se debe a Bruno Coulais y su dinámico ritmo audio-narrativo. En este enlace se puede comprobar…
http://www.youtube.com/watch?v=yD6ELanidTc&feature=related
Posteriormente vendrían películas como Nómadas del viento o Génesis hasta la exitosa Les Choristes (Los chicos del coro), dirigida en 2004 por Christophe Barratier. Ahora nos presenta Coraline, que está cosechando unánimes críticas positivas y con la que nos deleitará, entre otras, en el Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda, que se celebrará del 16 al 19 de julio de 2009. Personalmente, no me ha entusiasmado Coraline en ninguna de sus facetas. Pero el trabajo de Coulais para los filmes que os he mencionado antes merecen, y mucho, la pena.
En la foto, Bruno Coulais y yo en el verano del año 2006.
Bruno Coulais, nacido en París en 1954, tuvo en su juventud ansias de convertirse en un compositor de música clásica del siglo XX. Paulatinamente fue inclinándose por el cine, tras recibir una formación musical en la que primaron el piano y el violín, y tras algunos trabajos para televisión, compuso bandas sonoras que gradualmente fueron llamando la atención de directores internacionales y de aficionados que lo consideraron como uno de los músicos europeos más interesantes. En 1996 tuvo que enfrentarse a la composición de Microcosmos, un filme dirigido por los franceses Claude Nuridsany y Marie Perrennou de gran poder visual dedicado a la naturaleza diminuta y en el que no había ni una sola palabra. La música debía acompañar a los movimientos de las especies animales que aparecían. Gran parte del éxito del filme se debe a Bruno Coulais y su dinámico ritmo audio-narrativo. En este enlace se puede comprobar…
http://www.youtube.com/watch?v=yD6ELanidTc&feature=related
Posteriormente vendrían películas como Nómadas del viento o Génesis hasta la exitosa Les Choristes (Los chicos del coro), dirigida en 2004 por Christophe Barratier. Ahora nos presenta Coraline, que está cosechando unánimes críticas positivas y con la que nos deleitará, entre otras, en el Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda, que se celebrará del 16 al 19 de julio de 2009. Personalmente, no me ha entusiasmado Coraline en ninguna de sus facetas. Pero el trabajo de Coulais para los filmes que os he mencionado antes merecen, y mucho, la pena.
En la foto, Bruno Coulais y yo en el verano del año 2006.
jueves, 11 de junio de 2009
"Prefiero que mi hija sea meretriz antes que corresponsal de EFE"
Inmaculada Franco Fernández es periodista. Hasta ahora, ha sido corresponsal de la agencia EFE en Cáceres. Tras tener conocimiento de que prescinden de sus servicios, ha remitido una carta al resto de compañeros de EFE y a su cúpula directiva. Su texto no sólo toca la fibra sensible, sino que expone una cruda realidad. Os invito a leerla y a extraer vuestras propias conclusiones. O a identificaros. Yo no he tenido más remedio que hacerlo. Sólo le digo a Inma, a la que no conozco pero me va a permitir la confianza, que en pocos meses esa agencia será para ella pura anécdota y una empresa para olvidar. Olvidarás a EFE y mirarás hacia adelante, como yo, y vivirás feliz haciendo que dos más dos sean cinco en lugar de cuatro y serpenteando entre reclamaciones bancarias. Pero ahora es cuando nos hacemos valer. Y además lo llevamos en la sangre: jamás olvidamos el daño a nosotros y a nuestra profesión. Por eso hay que tener 'memoria histórica'. No es obsesión, más quisieran ellos. Es justicia. Y la justicia está por encima de todo.
Mientras, los que destrozan lo que hemos tardado décadas en construir se compran cochazos y sus sicarios siguen obsequiándonos con titulares memorables, de esos que se comentan cada mañana en algunos enclaves que tú y yo sabemos, amigo. Me gustan tus sms dándome las grotescas novedades. Incluso hay redacciones que las enmarcan. Ya están recortados los tacones vandálicos, el 'sinpa' de los dos tipos que huyen del bar y hoy la operación "a hombre y máquina" en el Puerta de Mar. Eso sí, reconóceme que es para descojonarse de risa... o de verguenza.
¿Por dónde iba? Ah, sí. La carta de Inmaculada...
"Prefiero que mi hija sea meretriz antes que corresponsal de EFE"
Este año he cumplido 40 años. Se supone que ya tengo una edad en la que todo el mundo sabe dónde está, de dónde viene y a dónde va. Pues bien... Yo no me he sentido tan perdida nunca como ahora que la Agencia EFE... ¿Me ha despedido? ¿Me ha cesado? ¿O me ha hecho "PUFF"?, puesto que ha dejado de darme trabajo sin comunicarme nada en absoluto. Y eso después de 17 años trabajando para ella, primero con una beca de la Fundación y después como corresponsal en Cáceres.
En estos 17 años he tenido una vida bastante intensa por mi trabajo en la Agencia EFE... Los que sois corresponsales lo sabéis... Carreras para llegar de una rueda de prensa a otra; multas de tráfico por aparcar donde podías para llegar a tiempo a tal acto que vas a cubrir; tensión y nervios a la hora de informar sobre determinados sucesos; conocer a gente interesante y a otras tantas que, por el cargo que ocupan, deberían serlo pero no lo son.... Manifestaciones, juicios interminables, largos plenos en la Diputación, el Ayuntamiento. Podría seguir así durante horas, días, años... Años que he estado disponible las 24 horas del día para la Agencia EFE (me llamaran cuando me llamaran); 26 fines de semana de guardia anuales durante 17 años, sin ser pagados, ni compensados con días libres, por lo que cada 15 días, trabajabas otros 15 seguidos. Un mes y medio de "baja maternal" por tener a mi hija y, eso sí, un ramo de flores, y ahora resulta que por ser díscola, por negarme a firmar un cheque en blanco a la Agencia EFE, un documento en el que se me exige que mienta descaradamente, se me abandona en el más oscuro olvido, sin ni siquiera un "vete a la mierd...".
Eso demuestra que la cúpula de EFE tiene educación, pero ¿Tendrá moral? ¿Tendrá conciencia?... ¿Sabe lo que hay detrás de cada caso?.... ¿Las lágrimas, la ansiedad por no poder mantener a tu hija ni poder pagar la hipoteca del hogar que has creado con ella? ¿Sabe lo que es que los bancos te empiecen a llamar de repente preguntándote qué pasa con tus impagos?....¿Y que lleguen las cartas de Iberdrola y Repsol diciéndote que si no pagas en X días te cortarán la luz y el gas? ¿Cómo le explico yo a mi hija, que después de haberle robado tantas horas, tantos días, tantos fines de semana, que no puede ducharse con agua caliente o que se va a quedar sin luz? ¿Cómo le digo que los empachos que se cogía comiendo los gusanitos que yo le daba para que estuviera calladita y me dejara hacer las entrevistas por teléfono desde casa no han servido de nada?Mi madre (que es más educada que yo) se enfada cuando digo que prefiero que mi hija sea, dicho finamente, meretriz antes que periodista, y en concreto, corresponsal de EFE. Seguro que se ganaba el sueldo más dignamente y con seguridad sería mayor. Porque, sinceramente, me he sentido (vuelvo a ser fina) una grandísima meretriz durante los muchos años que he trabajado para la Agencia EFE, me ha dado un placer enorme hacer mi trabajo, pero me estaba vendiendo por nada. Me he vendido por poco más de 900 euros al mes. y todavía tengo que escuchar al que ha sido hasta hace unos días mi delegado en Extremadura que "antes de la entrada en vigor de la LETA vivíamos muy cómodamente". Es decir, señores, que estar las 24 horas disponibles y fines de semana alternos sin poder moverte de tu lugar de residencia, por 900 euros al mes es toda una bicoca. ¿Seré tonta, por qué habré denunciado?. ...Porque según me dicen, compañeros (menos díscolos que yo) han optado por trabajar cinco veces más para seguir cobrando lo mismo o menos...esos sí que saben...sí.
Volviendo al inicio de mi carta, diré de dónde vengo....Vengo de una empresa en la que los corresponsales hemos sido tratados como "escoria", peor que los parias en la India. No hemos tenido derecho a nada; menos aún pedir que algunos de los contratos que pasaban por la delegación te lo dieran a ti. Antes se lo daban a becarios que llevaban 3 meses haciendo las prácticas de verano. Vengo de una empresa que nunca te ha dado una palabra amable por la información tan buena que le acabas de mandar, ni te ha agradecido que te hayas tirado 10 horas cubriendo un juicio, pero sí reproches porque que no tienes el don de la ubicuidad para estar en varios sitios al mismo tiempo, o por no ser adivina y enterarte en el momento que estaba sucediendo un accidente o un incendio en tal o cual sitio. Vamos, que yo veía humo, y ya estaba llamando a los bomberos, cuando a lo mejor procedía de una barbacoa.
¿Dónde estoy?...En ninguna parte, en el limbo de la "Agencia EFE" , en ese lugar gris donde la agencia envía a los corresponsales que han demandado judicialmente a la agencia y que no han querido firmar el "obligado pliego de condiciones" , un pliego en el que se dice que yo me organizo mi trabajo: MENTIRA; y que mi trabajo es diferente al de un redactor de plantilla: MENTIRA, DE NUEVO. El redactor escribe desde la delegación de la agencia y yo desde la Subdelegación, que es mi casa, puesto que no tengo delegación en el área donde doy cobertura informativa.
Y...¿A dónde voy? A donde me diga el Juez de lo Social, porque está claro que la Agencia EFE no va a mover un dedo por mí, tiempo ha tenido de hacerlo y no lo ha hecho. Pero voy a seguir adelante por mi hija, por mí... Y por poder quitarme de encima el desagradable hedor que hay en mi alrededor por la sucia y miserable política de "DESPIDOS" que se están llevando a cabo sobre personas que lo han dado todo por la agencia, podría decir que hasta la salud.Espero que haya justicia y que ésta nos llegue a todos los que la merecemos, y eso también va por el Sr. Álex Grijelmo....
Espero que el tiempo haga con usted justicia, no le deseo nada más.
Un saludo.
Inmaculada Franco Fernández,
Corresponsal de la Agencia EFE en Cáceres"
Mientras, los que destrozan lo que hemos tardado décadas en construir se compran cochazos y sus sicarios siguen obsequiándonos con titulares memorables, de esos que se comentan cada mañana en algunos enclaves que tú y yo sabemos, amigo. Me gustan tus sms dándome las grotescas novedades. Incluso hay redacciones que las enmarcan. Ya están recortados los tacones vandálicos, el 'sinpa' de los dos tipos que huyen del bar y hoy la operación "a hombre y máquina" en el Puerta de Mar. Eso sí, reconóceme que es para descojonarse de risa... o de verguenza.
¿Por dónde iba? Ah, sí. La carta de Inmaculada...
"Prefiero que mi hija sea meretriz antes que corresponsal de EFE"
Este año he cumplido 40 años. Se supone que ya tengo una edad en la que todo el mundo sabe dónde está, de dónde viene y a dónde va. Pues bien... Yo no me he sentido tan perdida nunca como ahora que la Agencia EFE... ¿Me ha despedido? ¿Me ha cesado? ¿O me ha hecho "PUFF"?, puesto que ha dejado de darme trabajo sin comunicarme nada en absoluto. Y eso después de 17 años trabajando para ella, primero con una beca de la Fundación y después como corresponsal en Cáceres.
En estos 17 años he tenido una vida bastante intensa por mi trabajo en la Agencia EFE... Los que sois corresponsales lo sabéis... Carreras para llegar de una rueda de prensa a otra; multas de tráfico por aparcar donde podías para llegar a tiempo a tal acto que vas a cubrir; tensión y nervios a la hora de informar sobre determinados sucesos; conocer a gente interesante y a otras tantas que, por el cargo que ocupan, deberían serlo pero no lo son.... Manifestaciones, juicios interminables, largos plenos en la Diputación, el Ayuntamiento. Podría seguir así durante horas, días, años... Años que he estado disponible las 24 horas del día para la Agencia EFE (me llamaran cuando me llamaran); 26 fines de semana de guardia anuales durante 17 años, sin ser pagados, ni compensados con días libres, por lo que cada 15 días, trabajabas otros 15 seguidos. Un mes y medio de "baja maternal" por tener a mi hija y, eso sí, un ramo de flores, y ahora resulta que por ser díscola, por negarme a firmar un cheque en blanco a la Agencia EFE, un documento en el que se me exige que mienta descaradamente, se me abandona en el más oscuro olvido, sin ni siquiera un "vete a la mierd...".
Eso demuestra que la cúpula de EFE tiene educación, pero ¿Tendrá moral? ¿Tendrá conciencia?... ¿Sabe lo que hay detrás de cada caso?.... ¿Las lágrimas, la ansiedad por no poder mantener a tu hija ni poder pagar la hipoteca del hogar que has creado con ella? ¿Sabe lo que es que los bancos te empiecen a llamar de repente preguntándote qué pasa con tus impagos?....¿Y que lleguen las cartas de Iberdrola y Repsol diciéndote que si no pagas en X días te cortarán la luz y el gas? ¿Cómo le explico yo a mi hija, que después de haberle robado tantas horas, tantos días, tantos fines de semana, que no puede ducharse con agua caliente o que se va a quedar sin luz? ¿Cómo le digo que los empachos que se cogía comiendo los gusanitos que yo le daba para que estuviera calladita y me dejara hacer las entrevistas por teléfono desde casa no han servido de nada?Mi madre (que es más educada que yo) se enfada cuando digo que prefiero que mi hija sea, dicho finamente, meretriz antes que periodista, y en concreto, corresponsal de EFE. Seguro que se ganaba el sueldo más dignamente y con seguridad sería mayor. Porque, sinceramente, me he sentido (vuelvo a ser fina) una grandísima meretriz durante los muchos años que he trabajado para la Agencia EFE, me ha dado un placer enorme hacer mi trabajo, pero me estaba vendiendo por nada. Me he vendido por poco más de 900 euros al mes. y todavía tengo que escuchar al que ha sido hasta hace unos días mi delegado en Extremadura que "antes de la entrada en vigor de la LETA vivíamos muy cómodamente". Es decir, señores, que estar las 24 horas disponibles y fines de semana alternos sin poder moverte de tu lugar de residencia, por 900 euros al mes es toda una bicoca. ¿Seré tonta, por qué habré denunciado?. ...Porque según me dicen, compañeros (menos díscolos que yo) han optado por trabajar cinco veces más para seguir cobrando lo mismo o menos...esos sí que saben...sí.
Volviendo al inicio de mi carta, diré de dónde vengo....Vengo de una empresa en la que los corresponsales hemos sido tratados como "escoria", peor que los parias en la India. No hemos tenido derecho a nada; menos aún pedir que algunos de los contratos que pasaban por la delegación te lo dieran a ti. Antes se lo daban a becarios que llevaban 3 meses haciendo las prácticas de verano. Vengo de una empresa que nunca te ha dado una palabra amable por la información tan buena que le acabas de mandar, ni te ha agradecido que te hayas tirado 10 horas cubriendo un juicio, pero sí reproches porque que no tienes el don de la ubicuidad para estar en varios sitios al mismo tiempo, o por no ser adivina y enterarte en el momento que estaba sucediendo un accidente o un incendio en tal o cual sitio. Vamos, que yo veía humo, y ya estaba llamando a los bomberos, cuando a lo mejor procedía de una barbacoa.
¿Dónde estoy?...En ninguna parte, en el limbo de la "Agencia EFE" , en ese lugar gris donde la agencia envía a los corresponsales que han demandado judicialmente a la agencia y que no han querido firmar el "obligado pliego de condiciones" , un pliego en el que se dice que yo me organizo mi trabajo: MENTIRA; y que mi trabajo es diferente al de un redactor de plantilla: MENTIRA, DE NUEVO. El redactor escribe desde la delegación de la agencia y yo desde la Subdelegación, que es mi casa, puesto que no tengo delegación en el área donde doy cobertura informativa.
Y...¿A dónde voy? A donde me diga el Juez de lo Social, porque está claro que la Agencia EFE no va a mover un dedo por mí, tiempo ha tenido de hacerlo y no lo ha hecho. Pero voy a seguir adelante por mi hija, por mí... Y por poder quitarme de encima el desagradable hedor que hay en mi alrededor por la sucia y miserable política de "DESPIDOS" que se están llevando a cabo sobre personas que lo han dado todo por la agencia, podría decir que hasta la salud.Espero que haya justicia y que ésta nos llegue a todos los que la merecemos, y eso también va por el Sr. Álex Grijelmo....
Espero que el tiempo haga con usted justicia, no le deseo nada más.
Un saludo.
Inmaculada Franco Fernández,
Corresponsal de la Agencia EFE en Cáceres"
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