viernes, 22 de mayo de 2009

Falta de respeto a la música cinematográfica

Desconozco cuántas composiciones cinematográficas de Ennio Morricone, John Williams y John Barry habrán escuchado en su vida José Lladó, Mercedes Álvarez, Beatriz Pécker o José Luis Garci. Son todos miembros del jurado del Premio Príncipe de Asturias 2009 de las Artes. Lladó, licenciado en Ciencias Químicas y consejero de varias empresas, ha sido el presidente. Beatriz Pécker presentó durante años Eurovisión y José Luis Garci es un cineasta con pedigrí pero pésimo gusto a la hora de musicalizar sus películas como es fácilmente comprobable. Todos son, sin paliativos, ilustres cerebros en sus respectivos ámbitos. Pero me queda la duda de saber si, antes de conceder el galardón al arquitecto Norman Foster, han escuchado las bandas sonoras de Llanto por la tierra Amada de Barry, Marco Polo de Morricone o los quince minutos del último corte del CD de ET adaptados con perfección a las imágenes de la película de Steven Spielberg. Es probable que tengan perdidos por los rincones los vinilos de Memorias de África o Superman, quizá alguno haya desempolvado Sacco y Vanzetti para ponerla de fondo. No niego esta posibilidad...

Integrar en una misma candidatura a los tres compositores citados ya es un insulto a cada uno de ellos, a sus obras y a la música de cine. Los nombres de Williams, Barry o Morricone se valen por sí solos para haber estado entre los veintiséis nominados al Príncipe de Asturias. Sus más de dos centenares de composiciones, en el caso del autor italiano, reconocido mundialmente y millones de veces usadas para otros menesteres ajenos a las películas para las que se realizaron, son avales suficientes como para otorgarle el premio a Morricone. La trayectoria de John Williams, nominado al Oscar en más de cuarenta y cinco ocasiones (!) y autor también de otras obras ajenas al cine, es más que brillante. Sin él no hubieran existido las notas de Superman, Star Wars o Indiana Jones, pero tampoco las intimistas de Monseñor, la compleja y ejemplar partitura de Encuentros en la Tercera Fase o los himnos de los Juegos Olímpicos de Seul y Los Ángeles. De John Barry, basta con escuchar Bailando con Lobos, El león en invierno, El hombre que vino del mar,...

Recuerdo que los señores del Príncipe de Asturias le concedieron a Woody Allen en 2002 el premio de las Artes. Que yo sepa, a Allen no lo presentaron en un terna de directores. Le bastó ser él y su carrera para llevarse el galardón al bolsillo en el caso del buen pellizco de dinero con el que está dotado. Allen nunca ha sido Orson Welles ni Billy Wilder, para qué vamos a engañarnos. Las agudas frases del neoyorkino las escribían iguales o mejores I. A. L. Diamond y Wilder. No entiendo qué puñetas tiene Delitos y faltas que no tenga la banda sonora de La Misión. O Misterioso asesinato en Manhattan que no pueda poseer el score de Rosewood de Williams. Y la música de Nacida Libre es, obviamente, de mucho más valor artístico que Vicky Cristina Barcelona. Seguramente me preguntarán cómo son comparables una película y una música. Pues ese interrogante trasládenselo primero al jurado del Príncipe de Asturias, para que nos expliquen qué sabe un químico de música de cine o un actor de arquitectura. Por ejemplo.

De todas maneras, y con el debido respeto (que no lo han tenido hacia los tres compositores) a la fundación que concede los premios Príncipe de Asturias, los nombres de Morricone, Williams y Barry están por encima de ellos, le pese a quien le pese. Es más que probable además que sólo Morricone hubiera venido si se le hubiera concedido. Sus dos colegas apenas aparecen en nada, ni siquiera en los Oscar por mucho que los nominen. Están en un mundo innacesible, del que salen para dirigir apenas un par de conciertos al año cuyas entradas se venden con meses de antelación. Son grandes a pesar de que muchos aún tienen los oídos y el conocimiento atrofiado.

En la foto, Ennio Morricone y yo a finales de los noventa, tras una entrevista que le hice para mi programa Último Estreno.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Juan Ramón y Jesús Encinar

Ayer disfruté con dos descubrimientos. En el fragor de la actividad del día no pude detenerme en ellos, así que aguardé a la noche. Soy un bicho nocturno, a las cuatro de la madrugada todavía estoy sentado ante el ordenador con la excepción de una o dos noches a la semana. Aunque son muchas las horas en la que los ojos se clavan en la pantalla mientras el sol brilla, la ingente cantidad de información existente en internet, entendiéndose como tal desde noticias hasta libros enteros que leer, me obligaron ya hace años a acostumbrarme a vivir mi intimidad nocturna sin apartarme del ordenador. Qué gozada. Decía Josep Conrad que "Hay otros mundos, pero están en éste". Si hubiera conocido la red, hubiera especificado su frase en favor de internet.

Mi primer grato descubrimiento fue saber que un blog que visité hace algunos meses sin recordar el motivo preciso pertenece a un amigo con el que viví muchos momentos inolvidables de nuestra infancia y juventud. Me llamaron la atención numerosas fotografías a las que, como os comento, accedí hace tiempo y sólo una vez llevado no sé si por algún correo indirecto, alguna búsqueda de blogeros con cosas en común,... no sé. Al cabo del tiempo descubro que nomarnauj.blogspot.com pertenece a mi buen amigo Juan Ramón. No por mantener menos contacto del que me gustaría deja de ser uno de los tíos que sabes que está ahí. Espero que no se me enfade si lee estas líneas y comprueba que he colocado un espejo en forma de escritura en la mitad de la denominación de su fotoblog para revelar su nombre.

Os aconsejo el espacio de Juan Ramón, con sus mensajes gráficos frontales y directos a la retina del espectador que contempla sus fotografías, una afición que siempre le gustó. Sacábamos procesiones de pequeños, destripábamos juegos de ZX Spectrum, nos peleábamos por las primeras faldas,... y uno de los hilos conductores de todo ello siempre fue captar con su cámara todo lo que podía acontecer a su alrededor. Eran tiempos de carretes de películas de doce o veinticuatro, werlisas y yashicas. Lo que ha cambiando la cosa, amigo mío...

Con su objetivo ha plasmado fotos que podéis ver en su espacio que me llaman la atención de manera especial. Flipo no sólo con esa cuidada presentación cinematográfica, sino con algunas imágenes de 'población perrícola' o 'V de vistas a la Bahía'. Merece la pena y gracias a un comentario enviado a una de mis entradas he podido descubrir nomarnauj.blogspot.com. Os lo recomiendo.

La otra agradable reacción me ha venido al hacer caso a Juan Ramón y leer una de las entradas del blog de Jesús Encinar: http://www.jesusencinar.com/2009/05/los-periodicos-tienen-que-convertirse-en-empresas-de-tecnologia-para-sobrevivir.html. Encinar, abulense de 36 años, fue fundador de idealista.com y es uno de los empresarios que defiende la idea de transformar conceptualmente el periodismo a tenor de lo que está sucediendo en los medios de comunicación. Interesante reflexión en su artículo porque estoy de acuerdo con una amplia mayoría de sus aseveraciones. Pero Encinar no va más allá a la hora de exponer lo que potencialmente ya sabemos y especialmente los que hemos vivido en estas dos últimas décadas el auge de la prensa y su actual 'caída', sufriendo además en nuestras carnes la errónea política empresarial que se está llevando a cabo en el sector de la comunicación. Un periodista con un bolígrafo y libreta es tan arcaico como uno con cámara de fotos y vídeo, una grabadora digital, un ordenador portátil, sonrisa autómata y 800 euros de sueldo en su cuenta corriente. Este último no es sólo un ejemplo de primitivismo, sino de patetismo. Y en eso estamos. En los cambios de formatos ya hace tiempo que estuvimos. Al menos yo. Me dolió la boca de decir que el camino era una radical transformación hacia una nueva era digital y no lo vieron hasta que descubieron que con ello era factible cortar cabezas. La pregunta es si el 'nuevo periodismo' se está construyendo sobre una base sólida para una indefectible reconversión basada en el reciclaje del periodista sin sacrificarlo al mismo ritmo que el empresario que, en numerosas ocasiones, ni siquiera estuvo preparado para comprar una vieja rotativa.

martes, 19 de mayo de 2009

Santiago Segura y Roque Baños, en Úbeda 2009


El conocido director, actor, productor y ‘showman’ Santiago Segura celebrará su cumpleaños el 17 de julio de una manera muy especial: se trasladará a Úbeda para asistir, el sábado 18, al concierto de los compositores que se constituye en uno de lo momentos cumbres del Festival Internacional de Música de Cine Ciudad de Úbeda. El autor de la famosa saga de Torrente ha confirmado su asistencia a la V edición y presentará nada menos que una suite con la música original que el compositor Roque Baños escribió para los tres filmes del popular personaje. Precisamente, y en una noche que se presupone será memorable, Roque Baños dirigirá a la Orquesta Filarmonía con la pieza que previamente presentará su amigo Santiago Segura, que con su presencia en Úbeda reafirma su interés por la música cinematográfica y se convierte en una de las estrellas mediáticas más importantes de las que acudirán a la V edición.
Cabe recordar que Santiago Segura obtuvo el Goya al mejor director novel en 1998 precisamente por Torrente, el brazo tonto de la ley, que se convirtió en la película española más taquillera de todos los tiempos. Desde entonces, Segura ha obtenido otros galardones con sus producciones, ha participado en proyectos de directores como Guillermo del Toro y ha anunciado que estrenará la cuarta parte de Torrente en 2010. Como es habitual en sus intervenciones, Santiago Segura nos deparará en Úbeda alguna sorpresa durante su estancia hasta la clausura del Festival, el domingo 19 de julio.
La organización del Festival –la asociación BSOSpirit, que ha logrado hacer del evento el mayor acontecimiento europeo dedicado a la música cinematográfica- ya ha confirmado para esta V edición la presencia de compositores como Joe Hisaishi (Ponyo en el acantilado, La princesa Mononoke), Michael Giacchino (Los increíbles, Ratatouille, Star Trek 2009), Chistopher Young (Homicidio en primer grado, Atando cabos) o Patrick Doyle (Harry Potter y el cáliz de fuego, Mucho ruido y pocas nueces), que es además el presidente de honor de esta V edición. Además, la producción musical estará representada en la figura de Robert Townson, uno de los mayores productores de música cinematográfica a nivel internacional y director artístico del Festival.
Cabe recordar finalmente que los organizadores de este evento estarán presentes el fin de semana venidero en el Salón del Manga de Granada, una de las citas más importantes en su género en España, donde darán a conocer la programación de la V edición del Festival y la presencia del reconocido autor Joe Hisaishi.
En la segunda foto, Roque Baños y yo en Sevilla, cuando se celebraban los incomprensiblemente extintos Conciertos de Música Escénica y Cinematográfica en el Teatro de la Maestranza.

domingo, 17 de mayo de 2009

Radio La Isla: una necesaria reflexión

Muy interesante -por su contenido, acierto en el análisis y necesario- el artículo de opinión publicado hace varios días en La Voz de Cádiz por el creativo publicitario Luis Baena reflexionando sobre Radio La Isla, la emisora de San Fernando. Conozco a Luis y cuando yo comencé a trabajar en aquella emisora, en 1989, ya estaba allí. Al cabo de un buen número de años fue contratado por la cadena SER y hace unos pocos regresó a la radio isleña.

jueves, 14 de mayo de 2009

Feria de Jerez. Y debates necesarios e innecesarios...



Ayer visité la Feria del Caballo de Jerez. Paseas por las calles del Real y te encuentras casetas cuyos accesos no sólo rezuman aromas de jugosos pimientos y pinchitos. Que la Feria sea una divertida galería de parcelas decoradas no sólo sirve para oler las viandas; también es una peculiar manera de comprobar qué tipo de personas definen cada uno de esos recintos o microcosmos que conforman un lugar en donde, por cierto, se respira por los cuatro costados los aromas del ascenso a Primera División del club xerecista.
Lo que cambia la vida –y permanece en constante cambio- en sólo varios años. Hace escaso tiempo, el Cádiz CF estaba entre el selecto grupo de la veintena de clubes mejores del país mientras el Xerez apenas aspiraba a seguir luchando contra lo deportivo y lo económico, algo que además permanece en la sombra como una amenaza. Ahora las tornas han cambiado y son los azulinos los que colgarán el cartel de ‘Agotadas todas las localidades’ en el plazo de unos pocos meses cuando el FC Barcelona o el Real Madrid acudan a Chapín mientras el club amarillo tiene por delante aún que batirse el cobre con el Real Unión de Irún para al menos estar la temporadita próxima en Segunda División. Un gol de mala fortuna, un despiste, un árbitro cabrón o una gestión cortijera (...) pueden dar al traste con las ilusiones de la afición cadista y vivir durante diez meses viendo cómo el Xerez está en Primera y el Cádiz jugando contra el Roquetas o el Puertollano. Y Chapín se llenará, que no quepa la menor duda, porque aunque algunos se empeñen en llenárseles la boca con la simplicidad esa de que Jerez es un sitio sin tradición futbolística, al estadio acudirán todos provenientes de El Puerto de Santa María, Chiclana, San Fernando, Sanlúcar, Trebujena, la Sierra gaditana y la capital. Hablo en tercera persona porque os puedo asegurar que todos menos yo. Y no por algún tipo de ojeriza hacia Chapín, algo que como se puede comprobar en estas líneas de hoy, no padezco. Yo ya pisé ese magnífico estadio hace muchos años no sólo para ver fútbol, sino también para disfrutar de Status Quo a principios de los noventa o hace apenas año y medio para deleitarme con mis admirados Sabina y Serrat.
A lo que iba. Los rostros y las pintas de quienes se ven en las casetas dicen mucho del lugar donde se encuentran o de la institución, entidad o asociación cuyos nombres suelen figurar en la fachada de cada una de ellas. Yo me divierto más haciendo de mirón hacia dentro que bailando sevillanas, que dicho sea de paso, deberían practicarlas sólo las mujeres porque es una gozada ver lo bien que le sientan los trajes de flamenca a las chicas, miles de ellas bellísimas por el real jerezano. En el interior de casetas concretas ves a políticos con la correa ahogando las presillas del pantalón, catetos de medio pelo con chaqueta abierta y sonrisa falsa peloteando a esos políticos para que les conceda unas migajas a su chollo particular; se respira, aun sin entrar, olor a cebolleros. Hay otras que dan paz interior a pesar del jolgorio, las auras de cada persona te alcanzan y dejan intuir que hay buena gente en ellas sin ni siquiera conocerlas y entras a tomarte una copa antes de llegar a algunas en las que sabes que va a comenzar el rosario de saludos entre copa y copa de vino.
Mi comentario anterior en el que cité tanto al Xerez Deportivo como al Cádiz no tenía contenido alguno comparativo ni incendiario. Sólo hablaba de fútbol para decir que me alegro muchísimo de que un equipo de la zona esté en Primera División y de las paradojas de la vida. Yo de eso entiendo algo. Hace tres años yo era director de Medios de un club de primera, monté una estructura y cuando la entidad se vendió me echó un cretino con ínfulas, sicario de su jefazo, que salió escopetado a los dos meses de largarme. Antes de todo eso, cuando estábamos entre los mejores de España, parecía que podíamos lograr acabar con el catetismo mand(g)ante de Cádiz y sus personajes que tanto merodean alrededor de muchas cosas de la ciudad: el fútbol, el Carnaval, la Semana Santa,… Pero la cabra (y algunos) tiran al monte y no hubo manera. Yo quedé como cabeza de turco, se apresuraron para que regresara al club algún paleto pelota engreído más que profesionales de verdad a los que consultar las cosas y santas pascuas. Y no, no iba en el sueldo ni en pérdida de prestigio. Lo que quería decir es que, insisto, ahora es el Xerez de Primera y el Cádiz de no se sabe dónde. En la feria vi el cartel del partido del equipo de Chapín ante el Castellón este próximo domingo, bastante mejorable, la verdad, así que si el club xerecista quiere algo un poco más propio para la división en la que van a jugar, aquí está el tío para al menos proponer.
Bastante más preocupante para el Cádiz es que en todo Jerez figure un acertado lema en grandes carteles y pancartas: “Un equipo de Primera para una ciudad de Primera”. Y no es motivo de alarma para el club amarillo el significado de esta frase, sino que todo ello lo pague Cajasol, que tanta pasta ha soltado al Cádiz años atrás y ahora todo va para la ciudad del vino. O casi todo, pero ya Emilio Aragón -cadista empedernido- no tiene tanto poder en esa entidad financiera cuya política de selección de dónde pone el dinero (o no) a la hora de patrocinar proyectos es más que discutible desde un tiempo acá. Y no lo digo por el Xerez ni mucho menos. Ni por su feria. Un amigo mío dice que al fin y al cabo Jerez es como una hermana pequeña de Sevilla y sin sangre de Cádiz en las venas, de ahí que su feria no deje de ser una copia, eso sí, más accesible para sus visitantes que la hispalense. Y como ella, su Semana Santa. Hasta sus calles en algunos barrios. No sé qué contestarle, la verdad, porque no va descaminado.
Yo por lo pronto no participo ni lo haré jamás de un absurdo enfrentamiento inventado y alimentado por nacionalistas capitalinos o jerezanos, cuando el nacionalismo –ya sea centrífugo o centrípeto- es para mí uno de los cánceres más nocivos del mundo. De manera que me voy a la Feria de Jerez a disfrutar y el fin de semana a la playa, y lo mismo veo una obra en el Villamarta que en el Falla (este fin de semana toca Paco León), aunque a casi todos los responsables de los espacios escénicos les den por jugar a hacer de cadenas de televisión y ofrezcan lo mismo, mes arriba mes abajo. No debatir sobre si es mejor la campiña jerezana o la playa de la Caleta no es escurrir el bulto, porque independientemente de la descerebrada discusión sobre las aparentes excelencias, manjares y folclores de cada ciudad, hay otro debate al que sí debemos de prestarle atención por mucho que al gaditano capitalino no le apetezca, y es el análisis económico y social de la provincia y la aportación estratégica de cada una de las localidades. Algo así como el debate, que tampoco se quiere mantener por acojone autonómico (quizás Griñán esté ya dando indicios de cambios en este asunto) que debe sentar a la mesa a sevillanos y malagueños. No estoy sugiriendo un cambio de capitalidad andaluza, pero sí apuesto por una lógica y necesaria descentralización. Málaga es la provincia de mayor poder económico de Andalucía y acoge la mayor entidad bancaria andaluza. Su festival de cine es el más importante de la comunidad (ha ganado la partida al onubense) y el turismo andaluz sigue teniendo sus cimientos en la franja costasoleña. Así que no me parecería descabellada una descentralización de servicios, comenzando por reubicar la Consejería de Turismo en Málaga como primer paso. El resto es cuestión de sentarse, que es el problema. Hay quienes le tienen pánico a sentarse para solucionar las cosas. O quizás no les interese.