martes, 3 de diciembre de 2024

Pepe Pettenghi


Siento mucho la muerte de Pepe Pettenghi. La última vez que nos vimos fue en la Feria del Libro de San Fernando, él firmaba con sus colegas ejemplares de «Histeria de Cádiz» y yo de «Las bandas sonoras para despedir los días». Nos dio mucha alegría vernos y nos hicimos esta foto de recuerdo.

Lo conocí en su etapa de concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Cádiz, allá a inicios de los años 2000. Hablaba con sabiduría cuando se tocaban temas de educación y jamás le vi un exabrupto en sus intervenciones plenarias. De todas maneras, la política no era un buen caldo de cultivo para un hombre insobornable como él. Mantuvimos un relación de periodista a político estupenda, y después de amigos, que me llevó a seguir sus obras literarias, desde los libros hasta sus caústicos artículos en medios de comunicación. Me declaré fan incondicional de los inventos perfectamente prescindibles de la humanidad que publicaba en Diario de Cádiz y después me he reído mucho en redes con su «San Toral», ese vademécum gamberro y cáustico de santos con historias inventadas -y no tanto- cuya recopilación dio lugar a su penúltimo libro. Hace tan solo unos días se publicaba «Histeria sagrada», obra colectiva con su grupo de amigos con los que ha escrito cosas muy divertidas, molestas para mentes estrechas, interesantes y desmitificadoras en una tierra tan ombliguera como la nuestra.

Descansa en paz, Pepe. O que la tierra te sea leve, empléese la fórmula preferida por cada uno de quienes te apreciábamos.

"Lo malo de morirse es la primera noche, después te vas acostumbrando…", Pettenghi dixit.

domingo, 1 de diciembre de 2024

John Ford rescatado


Cuando alguien me pregunta porqué no veo series de televisión, mi respuesta siempre es la misma: no puedo permitirme emplear mi tiempo en ver esas cosas mientras existan más de un centenar y medio de películas de John Ford y no he llegado a visionar ni una veintena de ellas.

De manera que ahora aparece la noticia del descubrimiento de uno de los filmes perdidos de Ford, de quien es imposible ver toda su obra porque decenas de sus cintas se perdieron o no tienen distribución. Por eso el hallazgo de «La gota escarlata» es todo un acontecimiento cinematográfico mundial al que posiblemente pocos presten atención. Fue rodada en 1918, apenas un año después de que Ford estrenara su primera película, «El tornado», pero no fue su segunda. En apenas doce meses, el director rodó una decena de películas, y después, hasta 1926, el 90% de su producción se ha perdido, por lo que hasta el momento sufrimos de la ignorancia que supone lo que, en su conjunto, podría completar una trilogía bíblica sobre el cine dictada por las obras de Einsenstein, Griffith y Ford.

«La gota escarlata» se ha encontrado en Chile. Jaime Córdova, investigador y periodista chileno, director del Festival Internacional de Cine Recobrado de Valparaíso, la encontró en un lote de viejas películas compradas a un anticuario. «Es como encontrar el santo grial», ha dicho. El romanticismo envuelve la obra de Ford, quién lo iba a a decir de un maestro que, para muchos errados, solo rodaba obras con tipos duros.

Así que aún tengo la esperanza de que decenas de películas del maestro se sigan encontrando. Mientras, me quedan muchas joyas por ver delante de mi pantalla.

Arriba podéis ver el trailer de «La gota escarlata». Hace un siglo y seis años, pero... ¡Qué espacios abiertos ya preludiados, qué encuadre de puerta con la señora sentada a la izquierda, de Harry Carey en la misma puerta con la simetría de las sillas o el tiroteo a través de los cristales de la ventana!
¿Y si localizamos en #UltimoEstreno a Jaime Córdova y hablamos con él?