La película sobre la niña endemoniada iba a contar con música del gran Herrmann ('Psicosis', 'Ciudadano Kane', 'Taxi Driver') aunque después se quedaría para siempre en la retentiva de los espectadores el 'Tubular Bells' de Mike Oldfield. Cuando Friedkin se reunió con Herrmann y le enseñó la película, le dijo que todo lo que fuera componiendo diariamente se lo fuera mostrando. Se ve que el director de 'El exorcista' conocía poco la manera de trabajar del compositor y, sobre todo, su carácter, del que también Friedkin iba sobrado. Aquello enojó a Herrmann, que abandonó a toda leche el encuentro.
Cuenta Dorothy Herrmann: "Sí, estaba allí en el Hotel Carlyle en Nueva York, cuando mi padre irrumpió en su suite y me dijo que lo ayudara a empacar sus maletas ya que se iba de inmediato. Parece que acababa de llegar de una reunión con Friedkin donde el director estipuló que si mi padre accedía a componer 'El exorcista', Friedkin insistía en que viera y escuchara su progreso diario. Nunca he visto a mi padre tan enojado. Salió del hotel y se quedó con su hermano Louis en Washington Heights. Había estado esperando una cena elegante en The Carlyle, pero terminamos en una cafetería local".
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