Ni idea de si está bien adaptada o es una mierda. Lo único que sé es que lo que ha compuesto Bear McCreary es una animalada gorda, una estupendísima banda sonora que continúa la estela de lo que hizo Howard Shore conjugada con el estilo del propio McCreary y, tras ver los ocho capítulos, no sólo existe una brillante sincronía entre música e imagen, sino que hay mucha tela que cortar sobre lo que desarrolla cada tema respecto a personajes y lugares y lo que nos va adelantando o dejando entrever para próximos hechos.
¡Enorme y de lo mejor de los últimos años!
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