Hay películas con niño y películas con niño. Por ejemplo, está la última de Spielberg, 'The Fabelmans', de la que desconecto poco después de lo del tren en miniatura al rato de iniciarse la historia. A ello contribuye también bastante la estúpida familia que refleja el director en su autobiografía oficiosa. Después está la que, en apenas 90 minutos, te tiene embelesado. Y esa es 'The Quiet Girl'.
La comparativa la establezco por aquello de la presencia del 'factor-niño' en los Oscar de este año desde dos puntos de vista diametralmente distintos y mucho más honesto el de esta pequeña joya que es la película irlandesa que ha logrado estar entre las cinco finalistas para conseguir el Oscar al mejor filme extranjero.
'The Quiet Girl' es una película bellísima y sensorial sobre una pequeña de nueve años que coexiste en una familia desestructurada, con un padre borracho, una madre incapaz, unas hermanas que la ignoran y unas compañeras de colegio cuyos efectos de sus crueldades multiplican su daño en la especial sensibilidad, en el mundo particular y silencioso que se ha construido Cáit. Despreciada por sus progenitores al ser considerada un bicho raro, es enviada a casa de un prima lejana, donde paulatinamente, la pequeña empezará a vivir lo que realmente es el amor familiar en un hogar sobre el que vuela una frustración provocada por un luctuoso suceso.
No hay ni una sola vez que la tía de Cáit le peine sus cabellos contando las veces que le pasa el cepillo que no empiece a dolerme la tráquea de emoción ante tan sencilla sensibilidad en pantalla. Que no me quede perplejo ante la manera tan real de exponer la ingenuidad de la niñez en la secuencia del biberón que le dan al ternero. "¿Y por qué no le damos su leche materna a los animales y nos tomamos nosotros la leche en polvo?". Creo que ya me emociono del todo con la galleta que el rudo marido de Eibhlin le deja a Cáit en la mesa de la cocina. ¡Y Catherine Clinch es MA-RA-VI-LLO-SA!
Ganará la película argentina en los Oscar, o premiarán la alemana en el apartado extranjero para así tener vía libre entre las cuatro restantes a mejor película, pero 'The Quiet Girl' es UNA JOYA. Sólo queda confiar en la fórmula 'película+niño' (entre las buenas) como ocurrió con la enorme 'Pelle el conquistador'.
Y por cierto: lamentable que para verla haya que viajar entre provincias porque la distribución es penosa. Y es fundamental visionarla en original (irlandés) subtitulada.
Videocrítica ya disponible en el canal #UltimoEstreno como siempre, a través de este enlace: https://youtu.be/3gw_-meFo54
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