lunes, 27 de febrero de 2023

'The Devil Next Door', la historia del nazi Iván el terrible (o no) en Netflix




Si no fuera porque es real, diría que el personaje de Yoram Sheftel en el documental de Netflix 'Iván el terrible' ('El diablo de al lado' sería la traducción concreta de su título original) está sobreactuado o practica un payaseo impropio para ser protagonista activo de un guión tan peliagudo como el de esta docuserie.

Lo más sorprendente de 'Iván el terrible' es precisamente que Sheftel existe y, con él, toda una serie de individuos, desde siniestros a dudosos, desde interesados a prevaricadores, que te dejan hundido en la miseria como te pongas a reflexionar sobre lo que has visto, porque casi todo lo que sucedió entre mediados de los años ochenta hasta 2011 fue un disparate que pone en tela de juicio a la justicia, los gobiernos, la prensa o los testimonios de quienes sufrieron las salvajadas de los nazis, por mucho que fueran víctimas.

Sólo así se explica la figura de Sheftel, el abogado sin escrúpulos, tan excéntrico como astuto, capaz de llevar un medallón con una estrella de David en el pecho y defender a un carnicero como fue John Demjanjuk, un anónimo trabajador de la Ford en Estados Unidos que un día es detenido acusado de falsa identidad al ser en realidad el llamado 'Iván el terrible', el maquinista de las cámaras de gas de Treblinka, uno de los campos de exterminio nazi ubicado en Polonia. Acusación que, en realidad, jamás llegó a saberse si tenía todos sus fundamentos, porque una vez condenado a muerte por un tribunal en Israel, a donde fue deportado, el ladino de Sheftel logró hallar nuevas pruebas en la recién desplomada Unión Soviética que ponían en serias dudas si Demjanjuk era aquel maquinista que además torturó a miles de judíos, los mutilaba con su espada antes de hacerlos entrar en las cámaras de gas y pisaba sus cráneos tras asesinarlos.

La justicia israelí dejó en libertad al padre, al abuelo de una familia atónita y consternada ante lo que le estaba sucediendo al patriarca de un hogar medio en Ohio, ante el golpe de efecto de su abogado, pero poco después la justicia norteamericana fue nuevamente a por él tras haberse hallado indicios de haber sido un torturador en Sobibor, otro de los campos de exterminio nazis. Extraditado a Alemania para ser juzgado de nuevo, Demjanjuk murió, a la edad de 91 años, en la residencia donde esperaba que se dictara sentencia. Las leyes alemanas no permiten que el veredicto se dé a conocer en casos en los que los acusados fallezcan antes de revelarse el fallo, de manera que jamás sabremos quién era realmente este individuo de grandes gafas, poco dado a aspavientos en la sala del tribunal, que recibió miles de cartas de apoyo e incluso dinero para que su familia le costeara los servicios de Sheftel, para mí el personaje más despiadado de esta historia. Porque si lo de Demjankuk hubiera quedado resuelto, este descalificativo se lo aplicaría a él, pero aquello permanece en el limbo de la justicia. Y el cinismo y los delirios provocativos de Sheftel quedaron más que demostrados y siguen quedando si revisamos los casos en los que ha participado como abogado.

Sea como fuere, háganse su propia valoración de cada personaje viendo una docuserie de cinco capítulos que es REAL aunque haya abogados que repentinamente se suicidan, víctimas judías que no dudan en afirmar en el juicio que Demjankuk es Iván el terrible "porque son sus mismos ojos" pero se descubre que años antes había escrito en unos documentos que él mismo había matado a Iván el terrible y cómo hay gente capaz de pedirle autógrafos y hacerse fotos con abogados como Sheftel.
Como he comentado, 'The Devil Next Door' está en Netflix.

En una de las dos imágenes adjuntas, Sheftel -con ganas oscuras- le da la mano a Demjankuk. En la otra fotografía, la ficha de Iván el terrible, que estaba archivada en la URSS, donde la KGB era experta en manipular y falsificar documentos, de cuya foto se tiró del hilo para identificar al acusado. #UltimoEstreno #Netflix

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