El año 1982 era muy distinto al actual. El sueldo medio de nuestros padres en aquella época era de 171 euros. Seat acababa de sacar el modelo Ronda, entrando en litigios judiciales con Fiat. La televisión solo ofrecía dos canales y comenzaba al mediodía. Había programas como 'Más vale prevenir', debates enriquecedores como 'La clave' con gente fumando cual carreteros y series estupendas. Antonio Mercero aun no era consciente de lo que significaría aquella en la que dirigió a un grupo de mocosos veraneando en un pueblecito de Málaga del que jamás se decía el nombre.
El cine no era el aburrimiento de hoy día y se estrenaba 'ET', 'El submarino' o 'Acorralado'.
Y entre todo esto, el 23 de abril de 1982, Sir Clive Sinclair sacaba al mercado un ordenador personal con el que corroboraba su marchamo de visionario. Si años antes había inventado una televisión de bolsillo, ahora entraba en el que se adivinaba era el negocio del siglo: que todo el mundo pudiera tener una computadora en su casa. La mejor arma era abaratar costes dando calidad, y así convirtió el teclado de su nuevo invento en una placa de goma, disminuyó el tamaño de la carcasa y por supuesto evitó encarecer el producto con una pantalla. Lo tenías que conectar al televisor cuando en nuestros hogares solo había uno, no como ahora. Ya se mascaba la tragedia cuando el resto de la familia quería ver la televisión pero el niño tenía conectado el ZX Spectrum.
Ese era el invento. Tal día como hoy, hace 40 años, nacía este ordenador que vino a revolucionar la informática. Ningún medio, ni siquiera en Inglaterra, publicó la noticia. La aparición de la máquina en el mercado fue ignorada durante un tiempo hasta que comenzó la leyenda, pocos meses después, tras quienes dimos la brasa sin parar hasta que nos compraron aquel ordenador que por entonces costaba casi 50.000 pesetas, es decir, 300 euros de los de hoy. El doble del sueldo medio del españolito. Y eso que habían abaratado costes...
Hoy es un buen día para sentarte y ver la historia de aquella máquina con 48 Kbytes, es decir, ni siquiera una quinta parte de la memoria de cualquier foto que puedas hacer con tu móvil, a través de una película y un videorreportaje. 'Micro Men' es una biografía de Sir Clive Sinclair muy atinada y el otro enlace te lleva a un resumen de mi relación con la máquina sin la que mi adolescencia no se entendería.
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