jueves, 2 de diciembre de 2021

"Te invito a un mojito"


La vida está llena de paradojas, y si vienen acompañadas de lecciones, te das cuenta de que tu zona de confort es una mierda. Por mucho que tengas trabajo hasta la extenuación, la libreta llena de cosas pendientes y un par de monedas en el bolsillo para un café en lugar de un fajo de billetes 'aguantaos' con una gomilla, tu día a día, si te quejas, es "enojá a Dió", que decía mi abuela.
Porque de repente vienes refunfuñando al llegar tarde a tus citas -un cabreo más, y van...- y alguien convierte tu yo y tus circunstancias hasta en ridículas gracias a experiencias que marcan la vida. Pero de verdad, nada de perder el bus o que el banco te devuelva un recibo. Esas muescas que dejaron de serlo para convertirse en profundas heridas hasta sentir que vienen a por ti, que lo que las provocan está decidido a llevarte y, encima, los tiempos te los marca él.
Hablaba de paradoja porque alguien como Paka Diaz, que ha visto el cáncer cara a cara, mama a mama, que viene de luchar contra él junto con su amiga la documentalista Lozano Mabel, te insufla tanta empatía y positividad que me resulta increíble que una persona con una mochila de sufrimientos a sus espaldas sea capaz de aportarte tanta felicidad, pasión en sus palabras, que suenan al alimón a risas y a lucha, a bromas y a reivindicaciones. Más paradojas.
Ayer estuve con Paka Díaz, que junto a Mabel, ha escrito el libro 'Te invito a un mojito', en el que ambas exponen sus experiencias con el carcinoma de pecho del que han sido operadas recientemente. Hablamos de su contenido, de la enfermedad, de las experiencias con tantas mujeres que comparten sus vivencias con ellas en esa trashumancia que supone publicar un libro y difundir su mensaje. Y hablamos de cine, de lo ideal que sería que reflejara la realidad de las personas que han sufrido o sufren cáncer, en especial éste tan especialmente jodido. Y salieron 'Mi vida sin mí', 'Quédate a mi lado', 'Mama', la sublime Ana Duato en 'Cuéntame' en la temporada en la que Merche detecta ese pequeño y temido bulto en su pecho...
Próximamente os subiré a #UltimoEstreno la entrevista que fue sobre todo una conversación de risas y llantos -¿os he hablado de las paradojas?- para darme cuenta, insisto, que mis quejas solo sirven "pa enojá a Dió", porque mi mundo, nuestro mundo, se hace pequeño e insustancial ante las gigantes ganas de contar, de luchar, de vivir, con las que te topas al encontrarte a personas como Paka.



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