Tal día como hoy nació uno de los más grandes compositores de música de cine.
Enorme, majestuoso, romántico, arrebatadoramente sinfónico, sensible en extremo para los temas de amor, inquietante para el suspense y la locura, marcial para las legiones romanas o la élite militar norteamericana, solemne para el medievo y sumamente elegante en los valses...
Puso la música más bella para los títulos de películas más bellos: 'Todos los hermanos eran valientes', 'Cinco tumbas al Cairo', 'El extraño amor de Martha Ivers', 'La ciudad desnuda', 'Los contrabandistas de Moonfleet', 'Fedora'...
Y luego, en la cúspide, están 'Ben-Hur' y 'El Cid', tanto en nombre como en calidad musical. No sé cuántas ediciones tengo de la banda sonora para la película de William Wyler, que sin duda es su obra maestra, pero de entre todas las bandas sonoras que tengo del maestro, me quedo con algunas de las que se ven en la fotografía y, aposta, 'El Cid'. Porque el tema de amor de este score está en la cabecera de mi vida creo que desde que nací.
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