Me entero, ayer domingo, del fallecimiento de José María Rodríguez Romero. Era el concejal que desempeñó esta responsabilidad por más tiempo en el Ayuntamiento de San Fernando desde la llegada de la democracia, nada menos que veinte años.
Rodríguez era del Partido Popular. El edil dedicado a la ciudadanía de las últimas cuatro décadas y media con mayor experiencia podría haber sido socialista, comunista, andalucista o lo que sus convicciones le hubieran dictado. Quiero decir que 'Pepín', como era cariñosamente apodado en la ciudad y fuera de ella -también fue diputado provincial-, era un hombre conocido y al parecer reconocido. Conocido no solo por su condición política. Fervoroso carmelitano, cofrade de muchos años, tertuliano, amigo de mucha gente... Era una persona más de esas que conforman el puzzle humano y social de una ciudad, en este caso La Isla. Reconocido por su talante y moderación. Yo traté mucho con él en mis primeros años de profesión, cuando a principios de los noventa ya cubría informativamente la actividad política de la ciudad.
Me da mucha grima la exaltación de las personas cuando fallecen, las palabras a veces rimbombantes y hasta ridículas de quienes practican la lisonja hacia los muertos. Creo que no estoy cayendo en ese error en estas líneas, porque no me dedico a valorar la trayectoria ni las excelencias humanas de 'Pepín' Rodríguez. Tan solo digo que se trataba de un concejal de récord, de una persona conocida y, por ende y al parecer, buena.
Por eso me llama la atención el silencio oficial sobre su fallecimiento. Que el Partido Popular de San Fernando y sus representantes más destacados reflejen su pesar en redes sociales o en sus respectivos entornos es algo que se presupone, pero me sorprende el mutismo municipal y el de sus actuales dirigentes. Ni una sola palabra, ni una escueta nota ni noticia, ni unas líneas en los medios oficiales públicos, sin tener que exaltar a la persona, solo con la lógica -y obligatoria- intención de informar sobre alguien que se dedicó tantos años al servicio público... Cada cual hace de su capa un sayo, que es lo mismo que decir que quien no quiera tener la deferencia -y la delicadeza del parecerlo, no solo serlo- de citar a Rodríguez en sus particulares redes sociales, que no lo haga. Lo de obligar a escribir cosas no está bien. Pero la 'res pública' son otros lópez, opino. Y aquí no nos ha dejado nadie, sino que se oye llover sin estar lloviendo como si nada fuera con quienes cada vez demuestran más no estar en lo que hay que estar, que también es en la intrahistoria y en la callada emocionalidad de la ciudadanía.
No es la primera vez. En mayo de este maldito 2020, el concejal Pedro González Tuero (socialista que fue, para más sorpresa) fallecía ante la indiferencia oficial. Por eso digo que reseñar con gratitud para informar o viceversa, sin hacer un uso malintencionado de los nombres de nuestra intrahistoria, no solo es de ser bien nacidos, sino de gobernantes de altura. Lástima que eso quedó para el recuerdo, el mismo que la ciudad oficiosa tendrá para 'Pepín'.
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