El 1 de abril de 1930 se estrenaba la película 'El ángel azul'. Hace nada menos que 90 años.
Era una de las primeras grandes apuestas de Alemania por el cine sonoro, y lo hizo con una historia bastante escabrosa y con un guión que difícilmente hoy podría llevarse al cine, sopena de que al director y a la productora se les acuse de ser machistas como calificativo más amable.
Lo que sí daba pie 'El ángel azul' era a continuar utilizando el expresionismo que caracterizaba al cine alemán y los decorados lúgubres, deformados, espigados, de sombras toscas y primeros planos dramáticos forzados.
Sea como fuere, el filme de Josef von Sternberg es una obra maestra, cruda y desgarradora. El profesor recto y cincuentón, poco a poco enamorado de una cabaretera, capaz de echar su vida por tierra por tal de conseguir el amor de una mujer sin remilgos, descarada y que, en las carnes y huesos de Marlene Dietrich, provocó síncopes en los más puritanos al verla en la pantalla con las piernas al aire y con esa salvaje sensualidad germana tan del gusto de la época.
¿Y la música? La banda sonora de 'El ángel azul' es del compositor inglés Frederick Hollander. De origen judío, se fue a Alemania a trabajar, huyó de los nazis marchándose a Estados Unidos y regresó al país teutón a mediados de los cincuenta. En su primera etapa le tocó musicalizar 'El ángel azul', para la que compone poca música. La película solo cuenta con un tema introductorio muy al estilo de las representaciones teatrales livianas de la época más que relacionado con la temática que visionamos después. Sí se le aprecia un leit motiv que volveremos a escuchar después en alguna canción o al final, pero se trata de una composición 'aislada', tengamos en cuenta la procedencia de Hollander, hijo de un compositor de operetas, y especialmente el momento del sonoro en el que nos hallamos. La canción 'Lola Lola' también os la ofrezco en el vídeo, es la más famosa de la película, y fragmentos de otras varias después.
Hay que esperar al final del filme para escuchar nuevamente música, un tema de tintes celestiales, con el que se acompaña la muerte del profesor asido con su mano a su mesa en su regreso al aula de la escuela para recuperar algo de su dignidad. No solo las imágenes 'perdonan' a Enmanuel Rath en esa estéril vuelta a sus orígenes, sino también la música.
Me fascinan muchas cosas de 'El ángel azul' que podéis ver en el vídeo: la simbología de la sirena sonando desde el muelle cercano al cabaret cada vez que el profesor va en busca de su amada por esas calles tan expresionistas, esos decorados 'torcidos'... El payaso que aparece estratégicamente en la película, prediciendo el desgraciado futuro de Rath, incomodándonos como espectadores; su desgarrador lamento cacareando como un desgraciado ante el público...
Os ofrezco también en el vídeo los créditos iniciales de 'Sabrina' la película de Billy Wilder con Audrey Hepburn, con un maravilloso vals compuesto por Frederick Hollander, y una secuencia estupenda de 'Los 5.000 dedos del doctor T' (1953), una inclasificable película musical, a ratos tremendamente hortera pero con una banda sonora excepcional que le valió al compositor una nominación al Oscar a mejor banda sonora.
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