El compositor norteamericano Joel McNeely ha cumplido 61 años este 28 de marzo.
Su relación con la Disney es estrecha y su carrera musical está plagada de bandas sonoras escritas para películas de esta compañía que, siento decirlo, no lo trata como se merece. No se puede tener en el banquillo para 'partidos amistosos' -es decir, para películas de animación de segunda fila y subproductos videográficos- a un compositor de este nivel, con una amplia formación y virtuoso a la batuta, sin ofrecerle de una vez por todas producciones de primer orden tras haber demostrado ya durante décadas lo que es capaz de dar.
MacNeely -al que véis conmigo en la fotografía que adjunto con el vídeo que os he montado con un recopilatorio de bandas sonoras suyas- ha funcionado extraordinariamente tanto en el aspecto compositivo como en el cinematográfico en películas como 'Flipper', 'Los vengadores' o en series de televisión de calidad como 'Las aventuras del joven Indiana Jones', en las que su música, aun recordando en muchos momentos el estilo de John Williams por razones obvias, solventa capítulos que incluso sostiene, como 'The Phantom Train Of Doom' que os incluyo unos segundos en el vídeo.
La Disney tiene a McNeely para segundas partes en las que lo mejor es precisamente la música. Así, contó con él para las tardías secuelas de Peter Pan en 'Regreso a Nunca Jamás' (2002) y 'El libro de la selva' (2003), 'Mulan 2' (2004), 'Lilo & Stitch 2' (2005) y 'La cenicienta 3' (2007) entre otras. También compondría las bandas sonoras de la saga iniciada con 'Campanilla' en 2008.
En definitiva, productos de enorme consumo casero y de niveles por debajo de sus originales.
Con el respeto a otros compositores, cuesta trabajo pensar que para Disney hayan trabajado estos años en filmes de primera fila determinados nombres y Joel McNeely siga ahí, obviamente cobrando de su trabajo, pero sin tener la oportunidad que se merece para que su nombre entre por la puerta grande de una compañía con grandes compositores en su haber.
Por lo demás, McNeely destaca por su buen manejo orquestal, sus influencias de jazz y una curiosidad. Ha puesto banda sonora a un libro, algo totalmente inusual cuando lo lógico es componer para imágenes. El compositor se sintió atraído por el libro 'Shadows of Empire', una publicación basada en la Guerra de las galaxias que no se llevó al cine como se pretendió en principio. McNeely lo leyó y conforme avanzó en su lectura 'imaginó' la música que tendría cada capítulo, y así surgió una banda sonora de culto para los amantes de la saga que posteriormente se editó por el sello Varese Sarabande.
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