Viene a colación esta banda sonora para la película de Alfred Hitchcock porque precisamente anoche la emitió el canal de televisión TCM, que continuaba posteriormente con su programación ofreciendo 'Ciudadano Kane'. La madrugada se puso para no dormir.
Cuando se habla del director más emblemático del suspense cinematográfico se le relaciona inmediatamente con el compositor Bernard Herrmann. Pero si Herrmann aportó su maestría a filmes como Psicosis', 'Vértigo' o 'Con la muerte en los talones', también el compositor Dimitri Tiomkin trabajó para Alfred Hitchcock en cuatro películas: 'La sombra de una duda', 'Crimen perfecto', 'Yo confieso' y 'Extraños en un tren'.
Curiosa banda sonora esta última, como podéis comprobar en el vídeo que os he montado. El tema más destacado, compuesto para los créditos iniciales, deja a las claras el rabioso estilo lírico con reminiscencias de la escuela rusa, de la que él procedía. El tema es de un gran valor musical pero nulo cinematográficamente hablando. No hay nadie que piense, por la música, que comienza una película donde el 'quid pro quo' con dos asesinatos va a centrar la trama, gracias a una retorcida propuesta de uno de los protagonistas. El tema musical parece más bien el inicio de un filme de amores y desamores, por lo que no aporta en absoluto información sobre la cinta.
Eso sí, finaliza el primer minuto y la música va como anillo al dedo en dos aspectos: primero, acompaña perfectamente los movimientos de los dos hombres hasta que se encuentran en el tren -apenas solo se aprecian las piernas y las maletas- culminando con un roce fortuito de los pies derecho e izquierdo de Farley Granger y Robert Walker. Segundo, aquí sí observo que la música desempeña el papel explicativo del filme. A pesar de lo macabro de la propuesta que vamos a conocer en breve, ésta es tratada por Hitchcock como un juego de intercambio, como una partida estratégica, como un divertimento por el que el director se decanta a la hora de tratar la trama en un ejemplo más de la macabra sorna con la que el cineasta le gustaba tomarse todo. La música contribuye al juego de una negra propuesta como, por ejemplo, la que años después veremos en 'La huella' de la mano de la excelente banda sonora que hizo John Addison. Lo podéis comprobar también en el vídeo.
La siguiente secuencia del montaje que os ofrezco es en el clímax del desarrollo del partido de tenis. La caída del encendedor en una alcantarilla da pie a una secuencia frenética en la que la música de Tiomkin juega un papel fundamental para mantener la tensión de los sets. El compositor sustenta la secuencia recurriendo a un ritmo espectacular que altera cuando, paralelamente, aparecen los intentos por rescatar el encendedor de la cloaca en otro lugar lejos de la pista de tenis.
Tiomkin resuelve con solvencia la secuencia de más de seis minutos como también contribuirá de manera crucial en lo que sucede posteriormente en el tío vivo del parque de atracciones.
Tiomkin trabajó con grandes, aparte de Hitchcock, como Frank Capra, para el que hizo las bandas sonoras de media docena de películas, así como Howard Hawks, Fred Zinnemann o Anthony Mann.
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