El 29 de octubre de 1993 se estrenaba en cines 'Pesadilla antes de Navidad', una joya que no solo refleja el espíritu más deliciosamente oscuro de Tim Burton, el ideólogo y creador del filme aunque la dirección se la cediera a Henry Selick, sino también la vigente existencia en el cine contemporáneo de artistas capaces de crear animación con la técnica Stop-Motion, es decir, fotograma a fotograma, movimiento a movimiento de cada marioneta, muñeco o ser que aparece en pantalla.
Un trabajo ímprobo de un equipo de producción en tiempos en los que la animación se hace primordialmente por ordenador.
Fue tal el entusiasmo de los propios técnicos que, una vez terminada la filmación, hubo verdaderos 'empujones' por llevarse a casa alguna de las criaturas nacientes de la macabra y divertida mente de Burton, que se le ocurrió crear una historia de un personaje antítesis de Santa Claus, ingenuo y buscador de nuevas sensaciones para el poblado de 'Halloween', al que no le faltaron los suspiros enamoradizos de una deliciosa Sally frankensteniana.
Concebida como un musical, es una de las obras maestras de Danny Elfman, compositor de cabecera de Burton. Admirable score que se mueve entre temas riquísimos en variedad musical y temática. Una presentación ("This is Halloween") a ritmo tan macabro con los instrumentos de viento y metal como de desfile carnavalesco que, curiosamente Elfman altera en algunas notas musicales en el desenlace de la película para darle un tono más luminoso propio del Happy End (en el vídeo que os adjunto lo podéis comprobar).
Una de las secuencias más bellas, cuando Sally se arroja por el ventanal para escapar de su opresor, al caer se descompone en partes del cuerpo y ella misma se las cose con aguja e hilo, tiene una maravillosa música que da pie a una exquisita, romántica y a la vez lastimera canción que es lo mejor del filme, mientras que, en el colmo del disparate, Elfman compone para el personaje malvado, Oogie Boogie, un tema en absoluto terrorífico, sino que se decanta por una sugerente composición más propia de un personaje erótico que ridiculiza inteligentemente al saco de gusanos que se contornea grotescamente.
Los tonos más infantiles suenan en "What's this", cuando Jack descubre la ciudad donde Papá Noel deja sus regalos. La voz del esqueleto más mediático del cine la pone el propio Danny Elfman.
Una maravilla de filme, una magistral banda sonora que, sin embargo, fue injustamente tratada. Ni siquiera fue nominada a los Oscar, si bien lo tenía muy complicado. Tenía que competir con 'La Lista de Schindler', de John Williams. En el apartado de canciones nominadas sí podía haber rascado si la hubieran tratado como se merecía, ya que aquel año ganó el anodino tema de Bruce Springsteen para la sobrevalorada 'Filadelfia'.
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