13 de febrero. Día Mundial de la Radio. Entre la primera foto, arriba a la izquierda, y la de abajo a la derecha, captada hace apenas unos días, han transcurrido 29 años. ¡Cuántas cosas en casi tres décadas! Pero la radio siempre formando parte de mi vida...
Felicidades a todos aquellos compañeros que conformaron una etapa inolvidable. Y mi reconocimiento a quienes ahora trabajan con ilusión y esfuerzo -no son tiempos fáciles- para continuar creando magia a través las ondas, muchos de ellos jóvenes. Poseen las fuerzas para comerse el mundo con un micrófono que yo tuve por entonces y muchos son muy buenos.
La radio me dio la oportunidad de crecer en ella y paralelamente en el cine gracias a mi programa 'Último Estreno'. Eran noches entre bandas sonoras, llamadas de oyentes, tertulias apasionadas ya de madrugada, vasos en la mesa y Pumares, Agustín Almodóvar o Benito Zambrano entrando en los programas especiales de los Oscar. De día, cuando los gatos no eran pardos ni los ojos estaban enrojecidos, ni la garganta regada, la radio me dio la oportunidad de contar a la gente lo que pasaba en mi ciudad, en los informativos. De las ocho de la mañana, de las dos de la tarde, de las nueve... Aquella radio en la que el 2 de julio de 1992, mientras las calles se desperezaban, tuve que abrir el micro para decirle a miles de oyentes que Camarón había muerto horas antes. Lo que vino después, a cada hora, a cada minuto, no tengo capacidad de narrarlo. Fue todo muy confuso, muy rápido y lento a la vez.
Claro que era también la radio de los informativos en los que, por mucho que a veces te pusieras serio, se formaba el lío sin querer y... Las noticias de las dos, con Paco López, y en la hoja de titulares tocaba contar un incidente que había sucedido en uno de los balcones exteriores en un establecimiento hotelero isleño. Con letras grandes, dispuestos a leer con voz 'de radio': "Anoche cayeron varios cascotes en el hotel Salymar..." con la cosa de que cambiamos inconscientemente la 'o' por una 'e' y el titular, a las 14:02 horas del mediodía, fue: "Anoche cayeron varios casquetes en el hotel Salymar...". Ya no pudimos seguir. Música en control. A hacer puñetas.
O cierto conflicto del agua, cuando se daba la circunstancia de que el gerente del Servicio del Agua en San Fernando se llamaba Benito Rodríguez de Lema y el entrenador del Real Madrid por entonces Benito Floro. A esto que Paco López, que de aficionado al fútbol poco, le dio por mezclar: "Vamos a continuación con las declaraciones de Benito Cloro..." Me fui del estudio. Y el problema es que en controles tampoco había nadie cuando miramos. A alguien le había dado el ataque también y se había tirado literalmente al suelo.
O aquella bronca porque por vez primera Luis Villanego nos metió publicidad en la pauta enmedio de los informativos. Cómo han cambiado los tiempos, ¿eh Luis? Un fuerte abrazo.
Recuerdo hacerle controles al recordado Salvador Aleu, con su programa 'Flamenco en Radio La Isla'. Traía bolsas de discos y te dejaba uno por uno, con lacónicas frases: "La dó de la bé"; "La tré de la á"; "la úrtima de la bé"... Si se equivocaba de pista, salía del estudio como alma que lleva el diablo. "¡¡Ese no é!!", gritaba. Entrada en cabina y se iba al plato giradiscos como un felino y te quitaba en antena el disco mientras se aclaraba. Silencio sepulcral en antena tras ruido de rayón. Calor en la espalda. Ahora te descojonas, sí, pero entonces...
Creo que me estoy pasando de rollo. Podría escribir un libro. Pero yo solo quería felicitar a quienes hacen posible el medio más bello del mundo.
Para terminar de recordarlo, os dejo el enlace al programita del 13 de febrero del año pasado en mi canal #UltimoEstreno de Youtube:
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