Los últimos días de las vacaciones hemos estado en Madrid. Visitar la
capital de España es bueno para, en momentos políticamente complicados,
aprender aun más sobre nuestra historia y el funcionamiento de las
instituciones. Solo teniendo un constante afán de conocer podemos hablar
con propiedad sobre muchos asuntos que creemos entender cuando en
realidad nos queda mucho por saber.
El Congreso de los Diputados siempre impone, tanto por lo que simboliza como por lo que existe y se decide entre sus muros. Y la exposición 'Habla pueblo habla' sobre el 40º aniversario de las primeras elecciones del periodo democrático actual, con abundante documentación sobre la época, material videográfico, cartelería y propaganda de los partidos por aquella época ayuda a entender lo que costó y supuso para este país construir nuestro actual estado del bienestar. Imperfecto, con ajustes que llevar a cabo para un futuro que ya es presente, pero se ha derramado mucho sudor -y sangre- tanto en la calle como en los despachos, donde también se trabaja, para construir nuestra actual España.
Unas visitas y repaso por otros lugares históricos también contribuyen a enorgullecernos por lo que hemos sido y pensar que debemos ser conscientes de que necesitamos saber, conocer, emplear el tiempo en aprender -también de los errores- para legitimarnos a la hora de elegir el futuro que queremos que, insisto, ya es presente.
Se acabaron las vacaciones. ¡A currar!
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