Me
llaman la atención los locutores de medios televisivos o de radio de
otros países en comparación con los nuestros. He visto partidos de
fútbol de Colombia y han llegado incluso a ser crueles cuando su
selección ha hecho el ridículo. Lo sucedido en este Mundial es para que
Del Bosque ponga el cargo a disposición de la FEF esta noche, no para
decir que "no toca hablar de eso", pero sobre todo para
que, desde el minuto quince del encuentro, los profesionales de la
información digan sin pelos en la lengua el bochorno que hemos visto. En
lugar de eso, se habla de "mala suerte" y de "los astros que no están
con nosotros". Autocrítica, cero, algo muy de este país y de otros
ámbitos que conozco, muy dados a no mirarse las heridas o lamérselas
mientras se ahogan con la lengua al bramar culpando a los demás de sus
errores y fracasos.
En definitiva, me remito a lo que publiqué en facebook
el mismo día que ya nos sonrojamos por lo sucedido ante Holanda.
Relativicemos, porque tampoco pasa nada. Mañana (esta misma noche)
seguiremos levantando el país, cada uno a nuestra manera, nosotros
mismos, con nuestro esfuerzo y trabajando 16 horas al día, algo que un
futbolista no sabe lo que es ni por asomo. Todos a nuestros puestos y
-nosotros sí, desde luego- mostrar la cabeza, la mirada al frente,
muy alta.
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