70 Aniversario del Desembarco de Normandía. Viene a la
memoria cinematográfica 'Salvar al soldado Ryan' inmediatamente y su
banda sonora de John Williams, con especial predilección el solemne
'Himno a los caídos'.
La pulcritud con la que Steven Spielberg rodó las
secuencias bélicas han sido dignas de elogio, y aunque no es de mis
películas preferidas del maestro, siempre vi al verdadero Spielberg en
algunas imágenes no precisamente de las que todo el mundo celebra. Su
cine más extraordinario se refleja en
esta secuencia, en la que no se establecen diálogos, sino la poderosa
sucesión de imágenes descriptivas de una realidad en el sepia
crepuscular que imprime Kaminski: la madre en la Norteamérica más
profunda, el hogar modesto y tradicional, la llegada de un vehículo con
malas noticias en el que no falta un pastor, los sones musicales de
prestación de servicio a la patria cuando Spielberg decide dejar la
cámara fija tras la madre, colocándonos de espectador desde el cuadro
que nos ofrece el dolor reflejado en el desfallecimiento de quien ha
perdido a lo más querido del mundo... Es aquí, en la intimidad de un
minuto y unos segundos, donde el cine de Spielberg hace inmortal a su
creador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario