'Cinema paradiso' clausura La Sexta 3 esta
noche. Nadie entiende el cierre de una cadena televisiva que, a pesar de
endosar anuncios y cortar los créditos, ofrecía películas, que es algo
muy sano en el mundo catódico en el que nos movemos, donde
la basura manda. Pero lo cierto es que se trata de un paso más para
que, dentro de poco, todos paguemos por ver la televisión, acabando con
los canales en abierto. Hay tanta dependencia de ella que lo más
probable es que el personal termine por contratar emisoras con paquetes
de canales variados de calidad imprevisible y que nos lo venderán por
veinte euros al mes, lo que multiplicado por miles de abonados, dejará
suculentos beneficios a las plataformas de pago que hay que contentar.
Conmigo van listos, eso sí. Mientras exista el DVD para ver películas y
alguna que otra serie para espacios muertos, me basto y me sacio con la
televisión, pero creo que soy un bicho extraño ante la dependencia
televisiva de todo ser viviente, igual a la que tienen con el móvil.
Despidamos la noche con la película de Tornatore, una preciosidad con
lagrimeo a raudales a la que se le perdona un maquillaje inmundo y un
Totó joven enormemente insípido. Pero más quisiéramos ver hoy esto en
las pantallas...
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