El tercer paso de esta viñeta es fundamental para que en determinados ámbitos de la vida no sucedan muchas cosas. Y en el periodismo, más aún. Eso es lo que ocurrió durante tantos años en estas últimas dos décadas, lo que tristemente ha sucedido, y el cuarto paso del descriptivo dibujo decidieron cambiarlo, escribir otro final para la película. Resulta fácil imaginar cuál ha sido. El látigo continúa alzado y los que se levantaron lo hicieron para colocarse tras el que lo empuña, protegidos como comadrejas, hasta que la mayoría de ellos se van gradualmente al carajo recibiendo su propia medicina. Otros son tan repugnantes como el del látigo y logran quedarse junto a él más tiempo. Aún hoy sucede y seguirá siendo así.
Mucho ánimo para quienes ya lo han recibido de mi parte por otros cauces, saben quiénes son.
Una última nota: me gusta mucho la reflexión de Pepe Landi en su blog: http://www.lobeli.net/24/
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