viernes, 27 de mayo de 2011

Elecciones en San Fernando, memoria frágil

Me comentaba anoche un amigo -buen conocedor de los entresijos políticos en San Fernando- que lo suyo sería que el Partido Popular gobernara en la ciudad sin pactar con ninguna otra formación. "Es cuestión de que se pelee la oposición en cada Pleno, la pelota para ellos pero el programa de gobierno es el que marca Loaiza y allá sus oponentes con sus acuerdos en cada asunto".

Francamente, esa situación me parece muy delicada para un Gobierno local y la ciudad. Teóricamente no le falta razón, pero sabiendo que el juego sucio está a la orden del día de la política, ¿cómo gobernar una ciudad en minoría y echar a los perros a la oposición mientras los gobernantes contemplan el espectáculo? ¿Confiaría José Loaiza y su equipo en la disparidad ideológica y de objetivos que tienen los cuatro grupos perdedores para practicar el 'divide y vencerás' y jugar a tantas barajas como opciones?

No resulta complicado hacer una lectura de los resultados electorales en San Fernando, a pesar de la complejidad resultante del escrutinio. El Partido Andalucista pierde unos cinco mil votos que lo dilapidan, pero su caída era algo esperado de un partido minoritario con un candidato y hasta ahora alcalde al que algún día le tendré que preguntar muy en serio, cuando transcurran los años suficientes, qué le movió a continuar cuando Antonio Moreno dijo una mañana de enero de 2005 que se iba a su casa y nadie le pidió explicaciones. De hecho, aún hoy, las razones que esgrimió para dejar tirados a los isleños que le dieron la Alcaldía (http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Dimite/sorpresa/alcalde/San/Fernando/elpepiautand/20050125elpand_15/Tes) resultan tan pueriles como escasamente creíbles. Imagino que el contexto político de aquel momento y la esperanza en continuar en la pomada política le hicieron a Manuel de Bernardo coger el testigo de Moreno. Pero las ilusiones se tornaron en críticas feroces y el primer edil andalucista ha sido vilipendiado hasta la saciedad, de manera que se ha matado al mensajero en numerosas ocasiones culpándolo de carencias que San Fernando padece desde los años de Moreno -algunas de ellas endógenas, tristemente idiosincráticas- sin restarle mérito a aquellos tiempos pretéritos del inicio de su mandato en el que se movió acertadamente con el apabullante apoyo de una ciudadanía isleña mimética en sus castas todas sin que ello constituya un insulto. Es que la casta cofrade pesa mucho y es bueno recordar aquellos grupos que enchaquetados cantaban por las calles repitiendo la sevillana que unos colegas de hermandad le hicieron al alcaldable andalucista por aquellos años para su campaña electoral. "Es Antonio Moreno, nuestro futuro...", decía la letra. El problema es que lo fue hasta que él quiso, cuando en mitad de la legislatura se largó ante la mirada atónita de los isleños que no fuimos capaces de exigirle que expusiera una razón convincente para incumplir la misión para la que había sido elegido por el pueblo durante cuatro años, no sólo dos. Ha sido más fácil culpar de todo a De Bernardo que señalar con el dedo a quien hizo mutis por el foro, afirmar que los males de La Isla vienen provocados por un alcalde incompetente, incluido un desfalco de ocho millones de euros, que mirar atrás para saber qué parte alicuota del desaguisado en el que está convertida la ciudad le corresponde a Moreno, que nunca ha dejado de practicar un populismo barato cuando de aportar soluciones efectivas se trata.

Quien no se merece lo sucedido hace apenas unos días es Fernando López Gil y su equipo. El candidato socialista me comentaba el sábado, antes de perder las elecciones, que se había "dejado la piel" en conseguir llegar a gobernar la ciudad. La nefasta imagen del PSOE a nivel nacional y la naturaleza conservadora de San Fernando le han jugado una mala pasada. Por cierto, curioso dato: El PA pierde cinco mil votos... y el PP los gana. ¿Quizá a los votantes del andalucismo en tiempos de Moreno les importaban tres puñetas las enseñanzas de Blas Infante y en cuanto desaparece su figura populista los votos van al PP? ¿Cuántos nombres, muchos, somos capaces de recitar como la tabla periódica, de 'conocidos' isleños que antes votaban a Moreno y se les ve desde hace meses merodeando a Loaiza? Si a eso le unimos el auge de IU con izquierdistas de verdad desencantados con el PSOE, el resultado se explica claramente.

Dejo un último interrogante: ¿Podría verse obligado el PSOE isleño a pactar con el PA e IU para arrebatarle la Alcaldía al PP? ¿Qué tiene que decir a ello González Cabaña?

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