Salvador Mera, al que no conozco personalmente ni tengo interés alguno, no es un blasfemo ni probablemente arderá en el infierno. El sindicalista gaditano es un torpe de cojones y un cateto de tomo y lomo. Que insulte a Juan Pablo II calificándole de 'gorfo' (sic) se suma al infinito rosario -nunca mejor dicho- de vituperios que reciben hoy día los hombres y mujeres relacionados con la Iglesia. Uno más hace un poco más fuertes, paulatinamente, a los creyentes. Nada nuevo bajo el sol. Pero que este individuo diga en voz alta y en un acto público que se juega el "barza-barcelona" y no sepa enlazar más de dos palabras sin hacer sangre sobre la gramática española es algo que provoca una vergüenza ajena y un bochorno que raya lo grotesco y que viene a demostrar en manos de quiénes estamos los trabajadores de este país, además de las pocas ganas que pareces tener por granjearte el respaldo de los ciudadanos a los que se supone que les arengabas en un acto que daba pena comprobar el poder de convocatoria que tienes tú y los que te mantienen en esa mediocre poltrona ugetista en la que te han colocado.
Yo de ti pedía perdón. A los creyentes porque toda España sabe quién es realmente un golfo desde el pasado 1 de mayo. A la Real Academia Española de la Lengua por convertir nuestro rico idioma en un compendio de brutalidades salidas de tu viperina lengua. A los trabajadores por tu sonrojante demagogia, y finalmente, al Barsa y al Madrid, qué coño...
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=H7VqIMhe5CA
Por cierto: magnífica respuesta a tus barbaridades la del hermano mayor de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud de Jerez...
http://www.sanfernandocofrade.net/noticias/varios/cartaluiscruz.pdf
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