sábado, 19 de septiembre de 2009
'Callejeros', Cuatro y Conil
Movida y malestar por el reportaje de Cuatro anoche en Callejeros. En los comentarios en internet, posiblemente en la prensa escrita en próximos días, en emisoras de radio,...
El programa se dedica a contarnos la idiosincracia callejera -como su nombre indica- de las poblaciones que seleccionan por el interés que les genera para enganchar al espectador gracias al amarillismo que provocan las juergas nocturnas, las extravagancias del lugar, los personajes anónimos,... Ideal para hincarle el diente a Conil, el pueblo de moda de la provincia gaditana en verano desde unos años acá.
Callejeros ha vendido la carnaza que sus curritos -con la lección aprendida por sus superiores- ni siquiera han tenido que afanarse en buscar. Y así, en el ratito de la noche que pasamos viendo el programa observamos a un tipo saludando a un colega encarcelado en Puerto III, pandillas de angangos campando a sus anchas, drogas por doquier, locales insoportables,... el lugar decadente, degenerado que sirve para enganchar por morbo al espectador de hoy día.
Como Cuatro apenas ha mostrado las excelencias conileñas, que son muchas y variadas, la polémica está servida y muchos aseguran que se ha sesgado la imagen de Conil al enseñar las miserias casi de manera exclusiva. No existen imágenes de los hoteles, de la maravillosa cocina marinera, los barecitos de tapas, la óptima imagen que hubiera dado acercarse a Roche -que también es Conil- para reflejar a los jóvenes en armonía con las familias en las extraordinarias calas, los preciosos chalés, el bar El Tergal entre pinares bajando la cuestecita del faro,...
Es cierto, la imagen que ofreció anoche Callejeros de Conil es sesgada. Pero para el programa no lo es. Me explico. Estamos ante un espacio televisivo con una serie de características entre las que no se encuentran las documentalísticas y promocionales del turismo de cada localidad que visitan. Se trata de un programa amarillista, parcial, que jamás he querido entender que se haya vendido como muestra al más puro estilo de Andalucía es de cine, por ejemplificar el asunto, con el objetivo de promocionar los pueblos. Ver Callejeros -su nombre ya lo indica todo- y querer ver el restaurante de Francisco Ruiz Brenes 'Superpaco' en Roche es tan absurdo como ver Sálvame y esperar que medio programa se dedique a un debate con Urbaneja y Punset.
Lo que me toca las narices es que tenga que venir Cuatro por vez primera a Conil para mostrar algo que, por otra parte, no podemos negar que existe. Lo justo es que esta cadena, como todas las demás, también envíen a sus reporteros a hacer programas donde pueda salir 'Superpaco', el gerente del Confortel Calas de Conil y mi colega Fernando, que se ha pasado el verano currando como un loco en el chiringuito de la piscina de Roche, después de que se le ocurriera resucitarlo y el éxito ha sido total. No, esas cosas no salen en Callejeros. No tienen porqué salir ahí precisamente, pero me temo que nos vamos a quedar esperando otra iniciativa de programa, de igual formato y por supuesto con otro nombre menos repugnante, donde se muestre las bondades de Conil, lo mucho que han trabajado para adaptarse al turismo y la cantidad de jóvenes que no llevan colgados al cuello cadenas enormes de oro con Camarón o algún familiar, politonos reggaetoneros en los móviles coñazos, camisetas con sobacos al aire y cuarto y mitad de coca entre los calzoncillos. Eso es lo que falta y no lo hacen. Es la antítesis de la democracia, porque nos tenemos que joder con ver sólo una parte de lo existente en un programa que por su naturaleza, es lo que incluso debe de mostrar. Pero no se pone en marcha otro espacio que, seguramente al estar bien estructurado y realizado, también tendría el millón y pico de espectadores que Cuatro asegura está cosechando Callejeros cada viernes.
Las cadenas televisivas con estas cosas son como otras muchas en distintos ámbitos. Y si no, a ver qué explicación le buscamos a que en ochenta pantallas de cine en la provincia de Cádiz nos pongan hoy Malditos bastardos hasta en la sopa... pero ninguna de ellas la ofrezca en original con subtítulos. O en determinadas franjas horarias sólo existan programas basura en todas las cadenas. O espacios mostrando las bajezas de cada población de este país, que haberlas haylas y cada día más. Porque nadie puede negar la realidad de lo que nos pusieron anoche ante las narices, algo que va más allá de unos mindundis drogándose y de Conil. Lo que vimos es el claro exponente de una sociedad con gente grotesca, fea de cojones, mal hecha, mal hablada, sin preparación alguna ni interés, que visten como el culo y llenos de aditamentos espantosos, con pésimo gusto para la música, para la vida en general. Y es lo que hay. Pero ese es otro tema.
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hola, he creado un grupo en facebook para reivindicar una imagen más digna de nuestros barrios que la emitida por este programa.
ResponderEliminarCorre la voz
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