Poco a poco va ocupando el sitio que le corresponde. El cine de animación siempre fue considerado un arte menor dentro del celuloide. Las vulgarmente llamadas 'películas de dibujitos' no han sido reconocidas en el mundo entero, pero en España hemos sido especialmente injustos -e incultos- con respecto a esta técnica. No vale la excusa de sinopsis básicas y argumentos para niños. No veo ningún tipo de sentimentalismo infantil en Fantasía de Disney y se rodó en 1940. Para ser más exactos, tampoco creo que ver a Minnie, la novia de Mickey Mouse huyendo de dos huevos fritos y una salchicha (ejem) en un corto dibujado hace casi ochenta años sea muy propio para los chinorros. De manera que no sé de dónde puñetas sale ese concepto de que las películas animadas se destinan exclusivamente al público infantil. Nos hemos llevado años mirando con cara de indiferencia y suficiencia las carteleras que anuncian 'dibujos' y en ese preciso instante se nos vienen a la mente los sobrinos. Si no tenemos sobrinos no vamos a ver la película. Y, consecuentemente, nos perdemos verdaderas joyas cinematográficas, y en ocasiones un cine adulto de mucha calidad.
He visto a niños aburridísimos viendo cosas que no entienden en obras maestras de animación. Poco pueden entender cuando en La bella y la bestia (1991) el candelabro se lía con la plumera tras la cortina y él deja a la mitad el 'fregao' tras la cortina cuando escucha a Bella salir de su habitación. Los leones desfilando al paso de la oca con una formación nazi es un gesto adulto que tampoco entendieron los púberes cuando visionaron El rey león. Y el juez religioso de El jorobado de Notre Dame rogando a la Virgen María que le apartara de su mente la imagen morbosa de Esmeralda... Ya me diréis.
Podemos continuar poniendo ejemplos, pero me alargaría mucho. A ver si no manda cojones la crueldad de Dumbo, Bambi, lo desconcertante de una tipa que se mueve de dulce cuando anda metiendo en la cama a siete tíos por muy enanos que sean y la necrofilia presente en varias cintas clásicas de Disney. Si quieren nos vamos a Wall-E, que en los primeros cincuenta minutos no se oye una voz y el peso de aquel apocalíptico paisaje lo sustenta la magnífica partitura musical de Thomas Newman. Y las andanzas de este robot son para mí de lo mejorcito del cine en general en los últimos años.
Pero en otra ocasión hablaremos de lo confundidos que estamos con los teóricamente productos infantiles. O familiares. Le comenté a Antonio Mercero en el Festival de Cine Español de Málaga cuando presentó Planta cuarta, mientras tomábamos un café, que Verano azul me parecía una serie que encierra muchas truculencias. Me miró con interés pero en ningún caso con incredulidad. Así que me explayé y le dije que dónde estaba la mujer de Chanquete, que porqué siempre miraba así a los niños, tocaba tanto especialmente a uno...y que existía una diáfana connotación homosexual en su papel. Me sonrió y no lo negó. Al fin y al cabo, sería otro ejemplo más de la extensa lista, aparentemente increíble, de mensajes subliminales y encubiertos. Tuvieron que transcurrir muchos años para saber que Mesala era gay y a Stephen Boyd se lo dijeron para que mirara a Ben Hur de la manera que lo recorre cuando se vuelven a encontrar y dirigen su lanza hacia la cruceta. A Charlton Heston no le comentaron nada. Bueno era para eso. Se hubiera negado en redondo a participar en el rodaje. Y los caracoles subilinos en Espartaco...
Como con el sexo, hay muchos mensajes subterfugios en el cine o en las series 'blandas' referidos a otros ámbitos: la violencia, la política, la discriminación sexual,...
Pero a lo que iba, que me enrollo: hay que tener en cuenta al cine de animación. Y en España estamos casi a la cabeza de Europa en este ámbito. En diciembre se estrenó El lince perdido, Goya al mejor largometraje de animación 2008 y ya vendido a casi cuarenta países. Os dejo textualmente la nota de prensa que ayer redacté para los medios como jefe de Prensa y Comunicación del Festival Internacional de Música de Cine 'Ciudad de Úbeda', ya que su director y su compositor estarán el próximo julio en este evento. Y merecerá mucho la pena.
"El V Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda’ contará con el compositor y el director de ‘El lince perdido’, Goya al mejor largometraje de animación
- Sergio de la Puente y Manuel Sicilia desgranarán cómo hicieron realidad una película que ya se distribuye en 35 países y coproducida por Antonio Banderas
La organización del Festival Internacional de Música de Cine ‘Ciudad de Úbeda’ tiene el placer de anunciar dos nuevos invitados a la V edición de esta ineludible cita mundial para los amantes de la música cinematográfica. Se trata de Sergio de la Puente y Manuel Sicilia, compositor y director respectivamente de la película El lince perdido, uno de los mayores éxitos del cine de animación de nuestro país, distribuida internacionalmente ya por más de 35 países, y ganadora del Goya 2008 al mejor largometraje en su ámbito. Ambos invitados expondrán el trabajo llevado a cabo para hacer realidad un proyecto ideado durante varios años y que, tras su estreno en diciembre de 2008, ha cosechado numerosos premios y elogios. El lince perdido se rodó gracias a la iniciativa del estudio Kandor Graphics, la empresa de animación andaluza con sede en Granada que ha producido el filme junto con el actor y productor Antonio Banderas, colaboración que ha dado pie a la creación de Kandor Moon para auspiciar otros proyectos de animación a partir este acuerdo.
Sergio de la Puente es el compositor de la partitura de El lince perdido. La carrera de este granadino, nacido en 1975, pianista consumado y nominado a nueve Premios de la Música por su disco Bajo la ciudad, recoge trabajos que ya han demostrado su buen hacer en el campo de la animación, al haber musicalizado casi media docena de cortometrajes animados. A ello se unen piezas para obras teatrales, programas televisivos, anuncios publicitarios,… Dicen que tiene un marcado estilo inspirado en maestros como John Williams o Bernard Herrmann. Su partitura para El lince perdido es una de las grandes bazas de esta producción.
Por su parte, Manuel Sicilia se ha convertido en uno de los realizadores de animación de mayor prestigio en España y ha sido pieza fundamental para que la película ganadora del Goya de animación reciba numerosos halagos no sólo por su factura, sino también por su guión, del que ha sido autor. Para El lince perdido trabajó codo con codo con Raúl García, otro de los españoles emergentes que en la factoría Disney participó en La bella y la bestia y Aladdin. Sicilia, plenamente identificado con el estudio Kandor Graphics, explicará entre otras muchas cosas cómo ha sido posible hacer una película de animación española de tanta calidad…con la décima parte del presupuesto de Shrek 2, por citar un ejemplo.
Sergio de la Puente y Manuel Sicilia han querido preparar personalmente una presentación promocional de su estancia en el Festival de Úbeda el próximo julio. Por ello, han realizado este vídeo que se puede consultar en el siguiente enlace: http://vimeo.com/4834076".
La foto de hoy (Manuel Sicilia con su 'lince perdido' en uno de sus dedos) es de Francis Tsang.
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