Entre estas dos imágenes han transcurrido treinta y tres años. Curioso, la edad de Jesús cuando murió. La ópera rock Jesucristo Superstar en su última versión ha llegado a Cádiz tras los meses anteriores en los que se ha representado en Madrid y ahora recorre España llevando a los escenarios una obra original de Andrew Lloyd Webber con las letras de Tim Rice. Qué cosas, el mismo que escribió el libreto de Aladdin de Disney entre otras muchas...
En su momento estuve a punto de ir a Madrid para asistir al espectáculo como hice con Cabaret y El fantasma de la ópera, pero preferí esperar, confiando en que Stage Entertainment se decidiera a girar por el país. Así ha sido y anoche acudí al Gran Teatro Falla gaditano.
Uno fue fiel seguidor de este musical extraño y envolvente a mediados de los setenta y el disco con el reparto original del Teatro Alcalá madrileño con Camilo Sexto, Teddy Bautista y Ángela Carrasco lo quemé hasta aprenderme las letras de las cuatro caras de los dos LP que incluía una carpetilla cuya portada la podéis ver en la fotografía de abajo. La superior aglutina dos imágenes que capté anoche, un momento de la representación y el elenco actoral al completo al final de la obra señalando al público que respondió de pie con numerosos aplausos. En Cádiz somos muy propensos a las felicitaciones desproporcionadas...
Aquellas letras de 1975, del espectáculo que el mismo Camilo Sexto produjo destinando dos millones de las antiguas pesetas, me las han cambiado prácticamente al completo menos la canción de María Magdalena, que astutamente conserva casi todas las estrofas sin alteraciones, dado el éxito que obtuvo la preciosa canción, siendo la más conocida. Por cierto, Sandra Criado, la ex OT, no lo hace nada mal en su papel, y Jerónimo Rauch, claramente inspirado en el manierismo y estilo de Sesto en su momento, cumple con creces en su papel de Jesús.
Estos chicos no habían ni nacido cuando no sólo Teddy Bautista nos encandiló encarnando a un Judas que es gran protagonista en esta obra, sino ni siquiera en los inicios de Jesucristo Superstar, que vio la luz por vez primera en Broadway en 1970, con Ian Gillam, cantante de Deep Purple, en el papel de Cristo. No obstante, la versión que recorre ahora las tablas de los escenarios españoles se basa más en la americana de principios del 2000, no estrenada en Europa por entonces. Allí ya se podía ver a Pilatos vestido de militar o a Herodes de mago amanerado, como en la obra actual, por citar dos ejemplos.
Siendo la obra de Webber por la que más ha pasado el tiempo -su estilo musical se impregnó demasiado del estilo de los setenta-, tengo que confesar mi adicción a este libreto. ¿Lo que vimos ayer? Primero, un éxito que el Ayuntamiento de Cádiz haya logrado traerla cuatro días. Elogios aparte, estamos ante un espectáculo que vive de las rentas, con unos jóvenes entregados con sus voces a la causa -y eso es de agradecer y valorar- y una puesta en escena demasiado desangelada y pobre, con una correcta adaptación orquestal, momentos brillantes como la crucifixión y otros menos logrados como el propio inicio del espectáculo.
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