Ya estoy en Úbeda. Hemos hecho el recorrido en coche, conversando sobre mil y una maneras de solucionar la falta de creatividad en la música cinematográfica actual, en el cine,... en la vida.
Voy bien acompañado, con el mejor músico de la Banda Municipal de San Fernando, mi amigo José Dopico, que ha adaptado para banda la partitura orquestal dedicada al Congreso Internacional de Música de Cine Ciudad de Úbeda. El trabajo se verá recompensado esta noche en el primer concierto de esta cita de cuatro días que congrega a compositores cinematográficos nacionales e internacionales de gran relevancia. Ya hemos visto y charlado con David Doncel, el director de todo este tinglado, el 'monstruo' que ha creado con su grupo de amigos y aficionados a las BSO de Bsospirit. Ya tiene cara de cansado y esto no ha hecho más que empezar...
Me alojo en el hotel Rosaleda de Don Pedro, un delicioso tres estrellas ubicado en el casco histórico ubetense que me regala en desayuno por fidelidad como cliente del congreso cada año, y en cuyo restaurante me acabo de engullir un solomillo de buey exquisito que supondrá tomarse unas cuantas latas de cerveza menos en las próximas horas para cuadrar el ejercicio de gastos. Corren tiempos de crisis, pero mereció la pena...
Cada madrugada, después de muchas horas de agitación, aprendizaje, charlas y cabreos por quítame allá que Miklós Rosza es un maestro y Hans Zimmer un descerebrado, me colocaré frente al portátil para ofreceros todo lo que ha sucedido durante el día. Por lo pronto, me quedan apenas diez minutos para partir hacia la sede principal del Congreso, el Hospital de Santiago, donde Joel McNeely y Robert Townson desgranarán la obra de Bernard Herrmann, el grande entre los grandes de cuya mente y manos ante el piano salieron obras como Psicosis, Marnie la ladrona o Taxi Driver. ¿Que quiénes son McNeely y Townson? El primero es un extraordinario compositor demostrado ya en sus partituras para George Lucas, James Cameron o sus rescates de bandas sonoras clásicas para que las podamos oír gracias a remasterizaciones, compuestas por Franz Waxman o John Barry. ¿Robert Townson? Quédense con este nombre. Es el gran productor de discos compactos de música de cine. El dueño de Varese Sarabande, la mayor productora de bandas sonoras del mundo. Sin él jamás hubiéramos podido oír Instinto Básico, The Matrix, El sexto sentido, Terminator 2,.... Resumiendo: pone la pasta para hacer posible la grabación y edición de los CD que tenemos en las estanterías. A Robert ya lo conocí el año pasado. Un buen tipo, a pesar de ser empresario.. ;-) Claro que le mueve más el amor por la música de cine que otra cosa.
Apenas tengo tiempo de escribir algo más. Sólo que me parecería injusto no destacar a la Diputación Provincial de Cádiz por el ciclo de proyecciones de películas de Francis Ford Coppola para estos dos meses de verano y el concierto del cuarteto de cuerdas de la Orquesta Manuel de Falla celebrado el martes en el patio de la Institución provincial. Las invitaciones, agotadas en diez minutos. Lleno a rebosar. Toda una delicia, disfrutar de un concierto con las bandas sonoras de Bram Stoker Drácula, Cotton Club, Apocalypse Now o El Padrino, acompañado de imágenes proyectadas en una pantalla como véis en la foto que tomé durante el acto, con los helicópteros sobrevolando las cabezas de los músicos al compás de la cabalgata de las Valkirias en directo. Vaya ratazo. Vamos, algo parecido, incluso más modesto, que lo que yo ya hice con la Banda Municipal de San Fernando hace dos años. Y unas doscientas personas porque más no cabían. Insisto, Diputación sí apuesta, otros no. Estoy loco por pillar a alguno de los gobernantes municipales isleños para que me expliquen cómo se puede ser tan cateto. Peor para ellos, yo ya estoy en el infierno por el calor y en el cielo por mis oídos. Viva el espíritu de Úbeda del que tanto hablamos, David.
Preparaos. Corren días de lectura rápida y actualizaciones vertiginosas. Esta próxima madrugada, más...Si así lo queréis.
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