Cuidadito, que están hurgando en las heridas. Quizás lo sepas, pero el que avisa no es traidor, es sólo un avisador. El peculiarismo de tus intervenciones y apariciones en estos meses ha servido también para que tus enemigos (de la derecha, me refiero, de los otros hablaremos en próximos días) ya no sólo traten de atacarte con argumentos políticos.
Sé cautelosa. Periodistas de una conocida revista a nivel nacional andan como locos buscando qué hacías de joven, quiénes son tus ex novios, de dónde has salido y de paso intentar saber si eras buena vecina y cualquier resquicio personal e intransferible con el que puedan hacerte daño.
Intereconomía va por ti, poniendo a sus huestes a llamar por teléfono como locos a periodistas gaditanos y a todo aquel susceptible de que diga algo que puedan usar en tu contra.
Átate los machos. O las machas, como desees.
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