La undécima edición del Festival de Cine Español de Málaga comenzó el pasado fin de semana.
Se trata de un evento cinematográfico que conozco bien. Aunque por motivos laborales no he pedido asistir en los dos últimos años, viví de cerca los balbuceos de este evento en el que Salomón Castiel puso todo su empeño desde los albores del proyecto. Me identifiqué con sus primeras ediciones, de las que guardo un grato recuerdo, pulsando el extraordinario crecimiento que paulatinamente iba experimentando, desde la declaración de intenciones que parecía lejana de aunar la producción cinematográfica española para convertirse en un gran escaparate del cine patrio, hasta finalmente conseguirlo con el apoyo además que supone la presencia física en la ciudad de numerosas estrellas de la pantalla.
Málaga está haciendo un gran trabajo que sirve además para ruborizar a los gaditanos. Personalmente, me sonrojo por soportar a políticos y técnicos que mantienen uno de los eventos cinematográficos de España más antiguos como es Alcances porque no desean ser señalados como los que desconectaron a la Muestra Cinematográfica del Atlántico del respirador que le insufla un mínimo álito de vida.
Hablemos en plata. Alcances cumplirá 40 años en septiembre, y el que antaño era un prestigioso festival que servía para poner el colofón del verano en Cádiz se ha convertido en una pesada carga para el equipo de Gobierno de Teófila Martínez.
Alcances llenaba el Falla de numerosos aficionados al cine durante ocho días, las calles se engalabanan, los bares obtenían beneficios y, dentro de la modestia que siempre hemos aceptado, se 'respiraba cine' en la capital gaditana. Aún recuerdo las extensiones de proyecciones incluso a otras poblaciones de la provincia.
Ahora es todo un vergonzante ejemplo de festival que se desarrolla en un lugar inadecuado, en un multicines que rezuma tanto glamour como un menú infantil pedido en un almuerzo de relevancia, con su pollo empanado y patatas fritas; Alcances va dando bandazos desde hace años, sin saberse bien a qué dedicarlo. Recuerdo cuando no hace muchos años se concretó en hacer una sección oficial con películas españolas. Aquello no se supo mantener por una manifiesta indefinición, llegó Málaga y... ahí tienen los resultados.
Se dedicó después al cortometraje, al documental, ya no se sabe qué premiar, tanto los autores como los aficionados ya desconocemos a qué atenernos. No hay cartelería adecuada, no hay programas de mano, no hay anuncios, no hay actores ni actrices, apenas algún personaje de medio pelo de países irrelevantes,...
Antonio Castillo, concejal de Cultura, es tan buena persona como poco cinéfilo y no se rodea de técnicos que sepan de qué va esto. Hace siete años me solicitó un informe sobre "Cómo veía yo Alcances para mejorarlo". En un cajón debe estar, se vieron algunos atisbos de mejora, pero todo cayó fue en saco roto,...
El Ayuntamiento de Cádiz se escuda en la falta de dinero y apoyo de otras administraciones, pero yo fui presidente de un cine club durante años y sin un duro me traje a Carlos Pumares, Luis García Berlanga y críticos a nivel nacional. Hay cosas que no dependen del presupuesto, sino de la capacidad de gestión de quienes las organizan, de la ilusión, del saber hacer,...
El equipo de Gobierno del PP debería hablar claro y decir que Alcances le importa tres rábanos con bicho dentro, como así lo demuestra ignorando a la muestra y empleando y buscando recursos para el Festival Iberoamericano de Teatro (FIT), con un presupuesto cinco veces más grande que Alcances y...¿Cuántos espectadores? ¿Por qué nunca se dan cifras de asistentes a este festival artificial? ¿Se quiere competir con el de cine de Huelva a través del teatro? ¿Los gaditanos van a representaciones teatrales de grupos de Honduras, Guatemala o Ecuador? ¿Les interesa o es una imposición artística artificial de un Ejecutivo local que no ha valorado los miles de aficionados al cine que acudíamos cada año a Alcances, creando un ambiente en la ciudad que, de apostar por él gradualmente, podía haber convertido a Cádiz en lo que es Málaga ahora? ¿Por qué no se buscan patrocinadores privados para Alcances y para otros proyectos sí en los que parece empeñada Teófila Martínez, cuando a los gaditanos no nos importan?
Tengo envidia de Málaga. Y de sus políticos, y son del mismo signo que los de Cádiz. Y de sus gestores.
Foto: Imanol Arias y yo, hace varios años, en el Festival de Málaga.
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