El debate entre Zapatero y Rajoy de anoche perdió alrededor de un millón de espectadores. Supongo que algunos estaban en la ceremonia de entrega de los Fotogramas de Plata, que se ha convertido desde hace años en un acontecimiento cultural de alcurnia en España. Pero eso son unos quinientos culturetas del mundo del cine, así que me siguen faltando 999.500 televidentes perdidos por el camino de estos siete días.
Otros optarían por el cine, varios miles; algunos estábamos planificando salidas procesionales para la próxima Semana Santa (de hecho vi el debate grabado de madrugada), pero creo que chalados a la una de la madrugada hablando de hermandades un lunes sólo somos un puñado. Así que continúo sin conocer dónde está el resto, por lo que extraigo la conclusión de que se aburrieron tanto en aquel combate -más encorsetado y falso que uno de Pressing Catch- celebrado hace siete días que decidieron mejor acostarse y pasar de tanta desnaturalización de lo que en realidad debe convertirse un debate político televisado de nivel.
Y es que, aunque queramos aparentar que tenemos una democracia adulta, existen ciertos ingredientes que aún balbucean como un bebé porque no hemos sido capaces de hacerlos madurar. No es lógico que en una democracia que ya cuenta con más de tres décadas de existencia, no se produzcan los debates televisados con mayor asiduidad, contando además con todos los candidatos de relevancia, no sólo con dos, (que se lo digan a IU), y con una mayor distensión y un enmarujamiento de los participantes, que realmente cuando hay que crispar un poco es ahora, no durante los cuatro años de legislatura, tiempo en el que hay que gobernar o hacer oposición, no joder la marrana con el consiguiente daño al país...
Eso sí, a mí al menos el debate me ha servido para algo. He sabido que existe una Academia de Ciencias de la Televisión, y desde hace tiempo. Anda, y es ahora cuando nos enteramos, porque no he visto en mi puñetera vida ni una noticia en la que haya salido a la palestra esta organización, y eso que yo como y pago mi hipoteca de escribir información. Es la misma academia que ha callado cuando la televisión basura ha sobrepasado los límites del respeto, cuando los créditos de las películas los cortan todas las cadenas, ni siquiera las públicas lo respetan, algo por lo que Federico Fellini denunció a la RAI italiana y le ganó el juicio; la misma academia que permite contraprogramación, que admite anuncios de productos timadores de noche que adelgazan o me ponen el pene más erecto; la misma academia que se vende a los intereses del fútbol,... Pues mire usted qué bien, que aparece ahora para apuntarse el tanto de los muermodebates de ZP y Rajoy. Con tu pan te los comas, academia.
En el diario El País aparece una encuesta en internet en la que se puede votar por el candidato que el lector internauta crea que ha ganado el asalto de anoche. Son miles los que hasta el mediodía de hoy han participado, dando como resultado que el 64% de ellos creen que ha sido el actual presidente del Gobierno el vencedor, ante un 35% que ha optado por Rajoy. El País es sospechoso, de acuerdo, aunque el sondeo sea entre los propios internautas y no una consultoría. En este caso podemos irnos a El Mundo. A Pedrojota le ha hecho un trabajito Sigma Dos (este no es por votos de lectores virtuales), de manera que el 49% de los consultados opinan que el debate lo ha ganado Zapatero y el 40% el líder de la oposición.
Mal veo a Rajoy a tenor de estos guarismos. Por cierto, retrotrayéndonos a mi exposición de la pasada semana, la eliminatoria ha quedado empatada: ZP 1, Rajoy 1. Ahora les toca a ustedes desempatar este domingo. Con todas sus fuerzas... ;-)
(Foto: El Mundo)
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