Se acabó la Navidad. Dejar el árbol al lado de un contenedor tras pavonear de él durante un mes, ¿es correcto? Si dejamos el árbol, ¿también abandonamos a su vera (luque) los sentimientos de paz y armonía que nos han invadido durante semanas?
En once meses vuelve la fiesta más maravillosa del año. Para entonces, habrán cambiado cosas en nuestra vida. Algunos serán millonarios y hoy son desempleados, otros verán a sus hijos nacer, unos encontrarán personas con quienes compartir sus vidas... Una parte perderán su trabajo pero saldrán adelante, dejarán a sus parejas y encontrarán otras si lo desean y las fotos del año anterior serán pura anécdota. Y los más, seguirán prácticamente igual.
Queda una larga carrera de once meses por vivir antes de que volvamos a por las uvas en las que introducimos nuestros deseos cuando nos las llevamos a la boca. Así que a vivirlos apasionadamente, con ánimo y fuerza.
Después de Navidad llega el Carnaval y la Semana Santa. Vaya trío hasta marzo, qué estrés. Desmonto el Belén y me voy para el Falla, escucho una comparsa y voy a un Víacrucis, preparo mis túnicas de la Misericordia y Santo Entierro y...comenzará a oler a verano tras el preludio primaveral.
Ah, y un año más viejo, que mañana es mi cumpleaños.
¡¡Hombre!! ¡¡Pues muchas Felicidades, tíaco!! :-DDDD
ResponderEliminarUn abrazo!!!