jueves, 22 de febrero de 2007

Frustración y miedo en TVE


Me quedé sorprendido anoche cuando, aguardando pacientemente frente al televisor, visioné el comunicado que TVE emitió en lugar de la entrevista que Jesús Quintero hizo a José María García. Aquél fondo negro con las letras apareciendo de la zona inferior de la pantalla tenía mala pinta. Tanto que parecía otros tiempos, daba la sensación de que se había cortado la emisión por algún grave motivo y repentinamente iba a aparecer una carta de ajuste con algo de Beethoven o Wagner de fondo. Parece tremendista, pero qué quieren que les diga... Yo sentí ese escalofrío.

Posteriormente reflexioné al respecto. Es obvio que lo primero, tras la sensación de sorpresa, es digerir la frustración del vacío con el que te topas al no saciar el interés que tenía por conocer lo que el periodista deportivo era capaz de soltar por la boca. Después me puse a pensar en algo que me inquietó aún más. Porque me gustaría saber qué piensa Quintero de lo sucedido. Al 'comunicador' (vocablo de moda para evitar la palabra periodista por diversas razones) lo sigo desde hace muchos años, y me resultó chocante verlo proclamando justicia y la necesidad de ser invendible al poder para, en cuestión de segundos, admitir en su programa el mensaje que nos advertía de que lo que había dicho García era de tal calibre que no podía emitirse.

Quizás a Quintero le ha sentado como una patada esta censura que para TVE eufemísticamente será un "ejercicio responsable". De acuerdo, lo habrá sido, aunque es algo que no podemos calibrar porque no se nos ha dado la oportunidad de medir las reflexiones del entrevistado. Pero al fin y al cabo censura. E insisto, me choca. En un programa habitual de entrevistas quizá me hubiera llamado menos la atención semejante decisión con una entrevista, pero en un programa de la filosofía de Quintero... Algo debe estar ahora moviéndose en los despachos de TVE y debe haber un buen pollo montado. Al menos si yo fuera Quintero formaría el expolio, a menos que el 'comunicador' no sea tan consecuente como ha parecido serlo desde siempre.

Ustedes y yo no nos sentamos a ver un programa de Quintero como podemos hacerlo con otros espacios. Sus emisiones están destinadas para los que queremos ver a personas a las que se les desnuda su mente con el permiso correspondiente, a gente incapaz de zafarse de las preguntas de su presentador y, al verse arrinconadas por él y la parafernalia del programa, salir por donde jamás serían capaces de hacerlo en otros programas. Por eso, la entrevista a José María García hubiera sido sumamente interesante, y no lo digo como opinador político, social o ciudadano al que formar en ideologías, sino como simple y mero espectador.

Es probable que TVE haya sido cobarde y piense que las querellas les va a llover con las declaraciones de García. Pero la emisora que se pavonea de tener un programa como el de la naturaleza de Quintero debe admitir esos riesgos. Además, seguramente las demandas hubieran ido contra el entrevistado. Eso me es indiferente. Lo que no es de recibo, y discúlpame Jesús, es entrevistar supuestamente a Tita Cervera haciendo ver que no acude al programa porque no le viene en gana, e instantes después decir que el que viene no sale porque ha dicho de todo por su boca. Y en un gesto papista, ofrecer un minuto de García despotricando del director general de TVE.

Por cierto... ¿Qué medio va a telefonear a José María García para que diga su opinión? Si es una radio, ¿me dicen cuál para oírla? Porque esa es la segunda parte de esta agria polémica...

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